El juicio a cada ser humano es un hecho indiscutible, no hay debate, a cada uno nos prueba de diferentes formas en para El saber quién eres tú, para probar tu capacidad de amor al prójimo.
Y el siguiente ejemplo es una manera de probarnos.
Jesus, y sin que siquiera nos demos cuenta, se hace pasar por mendigo para probarte a ti y a todos nos ha pasado. Se recuesta como mendigo en una esquina a sabiendas de que tú vais a pasar por tu lado, te pide una ayuda, ya sea un euro para un comprar comida, si le negais el euro pudiéndoselo dar, es porque tú amor al prójimo vale poco y el día de el juicio te recordara tu acción.
Cuando menos penséis, te pondrá a prueba de la manera más insospechada, otra prueba clásica que nos pone Jesús es la de el dinero, a una persona delante de ti, se le cae dinero al suelo y no se da cuenta, tu decisión de recogerlo y devolverselo, o quedarte con el, define tu lugar en tu juicio, si le devolvemos el dinero, y no importa que esa persona sea multimillonaria o no, es un punto a tu favor, recuerda, la balanza de tus acciones.
Constantemente Jesús prueba nuestros corazones de la manera que no nos demos cuenta, por ejemplo, estáis cenando afuera, al frente de ti se encuentra un desamparado, sabéis que a lo mejor el no ha comido, tu obligación es pararte de tu silla, salir a dónde está el, y ofrecerle parte de tu alimento. Esa acción te será recordada el día de tu juicio, tu balanza gana puntos, pero si hacéis lo contrario y no le dais alimento, tu balanza se inclinaría hacia abajo.
Otra prueba que solo es para personas con una capacidad extraordinaria de ver el dolor ajeno y es extremadamente difícil de hacer, es cuando vemos a una persona preocupada, o triste en un parque o donde sea que esté, y no prestarle atencion, la acción requerida por Jesús en este caso, es que tú, te le acerques a esa persona y le ofrezcas ayuda, no de dinero, o si, puede ser, pero ayuda de comprensión, le preguntamos si podéis ayudarle en algo, de seguro esa persona te dirá que no, pero vuelvele a preguntar hasta que se quiebre por si sola y pediría ayuda gritos, allí estarás tú para consolarlo, aconsejarlo, si logras esa acción de hacerlo volver a creer en algo que lo preocupaba, tu balanza se inclinaría aún punto que puede ser que por esa acción tuya, Jesús reclamé tu vida y te lleve contigo, porque el acto más bello que puede hacer un ser humano, es ayudar a su prójimo y amarlo como a ti mismo.
Pero lamentablemente muchas personas con tantos problemas personales encima no quieren cargar con los de otros, pero si fueras tú el que tuvieras esa situación y te vieras melancólico y otra persona te ve y se acerca a ti y te pregunta, que te sucede, te puedo ayudar en algo, como reaccionarias?
Así que recuerda, si el borracho o drojadicto de el barrio te pide un euro, no se lo negueis a sabiendas que lo va a usar para droja y daréis por perdido ese euro, lo que cuenta es la acción de dar, tu se lo das y que él haga lo que quiera con el, ya tu misión está hecha, se lo disteis sin esperar nada a cambio, que acción como esas nos abren las puertas eternas de la vida eterna con Jesús.
Así que la próxima vez que alguien te pida ayuda, dásela si puedes, lo saludas y te vas, que esa persona sin tu conocerla y nunca más la veréis, puede ser el mismo Jesús probando tu corazon
Y el siguiente ejemplo es una manera de probarnos.
Jesus, y sin que siquiera nos demos cuenta, se hace pasar por mendigo para probarte a ti y a todos nos ha pasado. Se recuesta como mendigo en una esquina a sabiendas de que tú vais a pasar por tu lado, te pide una ayuda, ya sea un euro para un comprar comida, si le negais el euro pudiéndoselo dar, es porque tú amor al prójimo vale poco y el día de el juicio te recordara tu acción.
Cuando menos penséis, te pondrá a prueba de la manera más insospechada, otra prueba clásica que nos pone Jesús es la de el dinero, a una persona delante de ti, se le cae dinero al suelo y no se da cuenta, tu decisión de recogerlo y devolverselo, o quedarte con el, define tu lugar en tu juicio, si le devolvemos el dinero, y no importa que esa persona sea multimillonaria o no, es un punto a tu favor, recuerda, la balanza de tus acciones.
Constantemente Jesús prueba nuestros corazones de la manera que no nos demos cuenta, por ejemplo, estáis cenando afuera, al frente de ti se encuentra un desamparado, sabéis que a lo mejor el no ha comido, tu obligación es pararte de tu silla, salir a dónde está el, y ofrecerle parte de tu alimento. Esa acción te será recordada el día de tu juicio, tu balanza gana puntos, pero si hacéis lo contrario y no le dais alimento, tu balanza se inclinaría hacia abajo.
Otra prueba que solo es para personas con una capacidad extraordinaria de ver el dolor ajeno y es extremadamente difícil de hacer, es cuando vemos a una persona preocupada, o triste en un parque o donde sea que esté, y no prestarle atencion, la acción requerida por Jesús en este caso, es que tú, te le acerques a esa persona y le ofrezcas ayuda, no de dinero, o si, puede ser, pero ayuda de comprensión, le preguntamos si podéis ayudarle en algo, de seguro esa persona te dirá que no, pero vuelvele a preguntar hasta que se quiebre por si sola y pediría ayuda gritos, allí estarás tú para consolarlo, aconsejarlo, si logras esa acción de hacerlo volver a creer en algo que lo preocupaba, tu balanza se inclinaría aún punto que puede ser que por esa acción tuya, Jesús reclamé tu vida y te lleve contigo, porque el acto más bello que puede hacer un ser humano, es ayudar a su prójimo y amarlo como a ti mismo.
Pero lamentablemente muchas personas con tantos problemas personales encima no quieren cargar con los de otros, pero si fueras tú el que tuvieras esa situación y te vieras melancólico y otra persona te ve y se acerca a ti y te pregunta, que te sucede, te puedo ayudar en algo, como reaccionarias?
Así que recuerda, si el borracho o drojadicto de el barrio te pide un euro, no se lo negueis a sabiendas que lo va a usar para droja y daréis por perdido ese euro, lo que cuenta es la acción de dar, tu se lo das y que él haga lo que quiera con el, ya tu misión está hecha, se lo disteis sin esperar nada a cambio, que acción como esas nos abren las puertas eternas de la vida eterna con Jesús.
Así que la próxima vez que alguien te pida ayuda, dásela si puedes, lo saludas y te vas, que esa persona sin tu conocerla y nunca más la veréis, puede ser el mismo Jesús probando tu corazon
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