Vlad_Empalador
Será en Octubre
Por
Ángeles Caballero
Fotografías: Alejandro Martínez Vélez
Mónica García, la que "habla como nosotros". ¿Y el 4-M? "Estamos 'cagaos"
García se atropella, mira mucho sus papeles y a veces parece que va a quedarse en blanco. Y es eso lo que parece gustar a algunos de los vecinos que han venido a escucharla. “Necesitamos a alguien normal para conseguir cosas”
Acto electoral de Más Madrid en Getafe. (Alejandro Martínez Vélez)
Por
Ángeles Caballero
Fotografías: Alejandro Martínez Vélez
29/04/2021 - 22:58 Actualizado: 29/04/2021 - 23:11
La calle Madrid de Getafe es, desde siempre, el epicentro del pueblo. Desde hace años, es peatonal y tiene un empedrado peleado con todo aquel al que le guste pisar suelo firme y a la que opte por los tacones. En una de las esquinas, presidida por el Hospital de San José, conocida por los vecinos como “el hospitalillo”, montó Más Madrid su mitin de este jueves por la tarde. Es un cruce de calles en el que también hay una tienda de Zara para niños. Ahí agazapada esperaba una vecina, de esas que rondan la cuarentena. Mientras sus hijas estaban en la óptica probándose gafas, ella esperaba a Mónica García.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
“Me gusta y voy a votarla. La escucho hablar y dice cosas que hemos sentido todos”, explica. Llega su hija de la óptica y a la vez llega la candidata. La gente se arremolina y algún peatón protesta mientras pasa. “Juntaros un poco más, jorobar”, dice. Pasa de largo, como pasan de largo algunos treintañeros de traje y corbata. De esos que decía mi padre que les das un maletín y un carguito y se vuelven petulantes. Pero no hemos venido a hablar de mi padre, que hoy habría visto a Mónica García desde la ventana de su casa porque vivir en el centro tiene siempre el sano objetivo de fichar al personal mientras pasea y tener buen sitio para ver las procesiones cuando hay fiestas patronales.
Opinión
El efecto óptico del 4-M que beneficia a Mónica García
Marta García Aller
García se atropella, mira mucho sus papeles y a veces parece que va a quedarse en blanco. Y es eso lo que parece gustar a algunos de los vecinos que han venido a escucharla. “Necesitamos a alguien normal para conseguir cosas”, dice una mujer, cerca de los 60, que lleva una mascarilla del Getafe FC. Con el primer ‘ejque’, uno sabe que está en el sur de Madrid, y a mucha honra. Una zona que toma el doble de antidepresivos y que vive 10 años menos de media que los vecinos del norte.
“He venido a decirle que fue la que ganó el debate de Telemadrid. Es la única a la que se le entendió. Pero estaba en el dentista y esto ya ha acabado”, dice una mujer que acaba de llegar con su marido. “Cuando le han gritado '¡presidenta!', ha hecho así con los hombros [los eleva]. Si esas son sus expectativas…”, dice él.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Hay un grupo de ancianas recién cardadas que aplauden con emoción a la anestesista. “¿Tú sabes por qué Ayuso defiende tanto la hostelería? Porque su familia es de Sotillo de La Adrada y tiene bares”, dice una. Otra dice que no nació en Getafe porque su DNI dice que eso sucedió en Jaén, pero como si fuera de allí. “Mira, paseo por aquí y veo los lazos naranjas en los colegios concertados y me pongo mala. Yo trabajé en uno de ellos y se ponía la calefacción cuando les daba la gana. Las criaturas comían con el abrigo puesto, eso es una vergüenza”, afirma.
Otra dice que lleva desde los 22 años en el pueblo y ya tiene 83 años. “Toda mi familia y yo misma somos de izquierdas. Votábamos a Izquierda Unida hasta que se jodió”, aclara. Y se echa a reír. Otra espontánea aparece y agarra a la periodista del brazo: “¿Cómo puedes tener la poca vergüenza de decirle a los jóvenes que se vayan de cañas y a los toros si lo que no tienen es trabajo? Si la gente votara lo que voto yo, se iban a enterar”.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Hay mucha gente joven buscando fotos con García. A Cristina, Lucía y Álvaro, el mitin les ha pillado mientras iban a alquilar una bici. Son de Asturias y estudian en la Universidad Carlos III. Cristina estudia Ciencias Políticas y lo tiene claro: “Es una izquierda moderada. Me gusta lo que dice, porque la socialdemocracia hoy habla de cosas superficiales en vez de lo que debería recordar, que es la redistribución de la riqueza”.
Álvaro, que estudia Comunicación Audiovisual, tampoco votará este 4-M, porque tanto él como sus compañeras siguen empadronados en Asturias. Reconoce que se enteró de la “existencia de esta mujer desde hace poco”. Es moderada, dice; tiene los pies en la tierra, añade. Pero él votaría por Pablo Iglesias. A Lucía le ha dado por los Estudios Internacionales y dice que le gusta que sea cercana y que “le da importancia a la Sanidad y a la salud mental”.
La guerra entre Más Madrid y Pablo Iglesias
Ignacio Varela
Sigue sonando la música, una versión mejorable de la canción de ‘La vida de Brian’, y mientras se desmonta el atrezo un grupo de militantes lo tiene claro: “Vamos a bebernos la última cerveza del Gobierno de Ayuso”. Cerca, un grupo de seis personas comenta la jugada. “Habla como nosotros, podría ser una vecina de aquí, pasar desapercibida. Si no estuviera ella, votaría a Podemos. Pero está, y es a la que voy a votar”, dice una de ellas. El señor que las acompaña parece callado, pero se arranca a hablar. “Gabilondo es un hombre educadísimo y nos cae muy bien, pero que sea profesor. El PSOE lo ha puesto ahí para que capte votos del centro, y claro…”, dice. “Pero vamos a ver, que el PSOE a veces es de centro y a veces es de derechas, ¿eh?”, interrumpe una de sus amigas/vecinas/lo que sea.
—¿Y cómo lo ven el 4-M?
—Podría decirte otra cosa, pero estamos ‘cagaos’.
—Las encuestas lo tienen claro.
—¿Y tú para qué periódico trabajabas?
—Para El Confidencial.
—A mí me llegan muchas cosas de ahí…
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Pausa dramática.
—Ya veremos lo que pasa.
Y junta las manos como si fuera a rezar. La izquierda aún cree en los milagros.
Acto electoral de Más Madrid en Getafe (Foto: Alejandro Martínez Vélez)
Ángeles Caballero
Fotografías: Alejandro Martínez Vélez
Mónica García, la que "habla como nosotros". ¿Y el 4-M? "Estamos 'cagaos"
García se atropella, mira mucho sus papeles y a veces parece que va a quedarse en blanco. Y es eso lo que parece gustar a algunos de los vecinos que han venido a escucharla. “Necesitamos a alguien normal para conseguir cosas”
Acto electoral de Más Madrid en Getafe. (Alejandro Martínez Vélez)
Por
Ángeles Caballero
Fotografías: Alejandro Martínez Vélez
29/04/2021 - 22:58 Actualizado: 29/04/2021 - 23:11
La calle Madrid de Getafe es, desde siempre, el epicentro del pueblo. Desde hace años, es peatonal y tiene un empedrado peleado con todo aquel al que le guste pisar suelo firme y a la que opte por los tacones. En una de las esquinas, presidida por el Hospital de San José, conocida por los vecinos como “el hospitalillo”, montó Más Madrid su mitin de este jueves por la tarde. Es un cruce de calles en el que también hay una tienda de Zara para niños. Ahí agazapada esperaba una vecina, de esas que rondan la cuarentena. Mientras sus hijas estaban en la óptica probándose gafas, ella esperaba a Mónica García.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
“Me gusta y voy a votarla. La escucho hablar y dice cosas que hemos sentido todos”, explica. Llega su hija de la óptica y a la vez llega la candidata. La gente se arremolina y algún peatón protesta mientras pasa. “Juntaros un poco más, jorobar”, dice. Pasa de largo, como pasan de largo algunos treintañeros de traje y corbata. De esos que decía mi padre que les das un maletín y un carguito y se vuelven petulantes. Pero no hemos venido a hablar de mi padre, que hoy habría visto a Mónica García desde la ventana de su casa porque vivir en el centro tiene siempre el sano objetivo de fichar al personal mientras pasea y tener buen sitio para ver las procesiones cuando hay fiestas patronales.
Opinión
El efecto óptico del 4-M que beneficia a Mónica García
Marta García Aller
García se atropella, mira mucho sus papeles y a veces parece que va a quedarse en blanco. Y es eso lo que parece gustar a algunos de los vecinos que han venido a escucharla. “Necesitamos a alguien normal para conseguir cosas”, dice una mujer, cerca de los 60, que lleva una mascarilla del Getafe FC. Con el primer ‘ejque’, uno sabe que está en el sur de Madrid, y a mucha honra. Una zona que toma el doble de antidepresivos y que vive 10 años menos de media que los vecinos del norte.
“He venido a decirle que fue la que ganó el debate de Telemadrid. Es la única a la que se le entendió. Pero estaba en el dentista y esto ya ha acabado”, dice una mujer que acaba de llegar con su marido. “Cuando le han gritado '¡presidenta!', ha hecho así con los hombros [los eleva]. Si esas son sus expectativas…”, dice él.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Hay un grupo de ancianas recién cardadas que aplauden con emoción a la anestesista. “¿Tú sabes por qué Ayuso defiende tanto la hostelería? Porque su familia es de Sotillo de La Adrada y tiene bares”, dice una. Otra dice que no nació en Getafe porque su DNI dice que eso sucedió en Jaén, pero como si fuera de allí. “Mira, paseo por aquí y veo los lazos naranjas en los colegios concertados y me pongo mala. Yo trabajé en uno de ellos y se ponía la calefacción cuando les daba la gana. Las criaturas comían con el abrigo puesto, eso es una vergüenza”, afirma.
Otra dice que lleva desde los 22 años en el pueblo y ya tiene 83 años. “Toda mi familia y yo misma somos de izquierdas. Votábamos a Izquierda Unida hasta que se jodió”, aclara. Y se echa a reír. Otra espontánea aparece y agarra a la periodista del brazo: “¿Cómo puedes tener la poca vergüenza de decirle a los jóvenes que se vayan de cañas y a los toros si lo que no tienen es trabajo? Si la gente votara lo que voto yo, se iban a enterar”.
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Hay mucha gente joven buscando fotos con García. A Cristina, Lucía y Álvaro, el mitin les ha pillado mientras iban a alquilar una bici. Son de Asturias y estudian en la Universidad Carlos III. Cristina estudia Ciencias Políticas y lo tiene claro: “Es una izquierda moderada. Me gusta lo que dice, porque la socialdemocracia hoy habla de cosas superficiales en vez de lo que debería recordar, que es la redistribución de la riqueza”.
Álvaro, que estudia Comunicación Audiovisual, tampoco votará este 4-M, porque tanto él como sus compañeras siguen empadronados en Asturias. Reconoce que se enteró de la “existencia de esta mujer desde hace poco”. Es moderada, dice; tiene los pies en la tierra, añade. Pero él votaría por Pablo Iglesias. A Lucía le ha dado por los Estudios Internacionales y dice que le gusta que sea cercana y que “le da importancia a la Sanidad y a la salud mental”.
La guerra entre Más Madrid y Pablo Iglesias
Ignacio Varela
Sigue sonando la música, una versión mejorable de la canción de ‘La vida de Brian’, y mientras se desmonta el atrezo un grupo de militantes lo tiene claro: “Vamos a bebernos la última cerveza del Gobierno de Ayuso”. Cerca, un grupo de seis personas comenta la jugada. “Habla como nosotros, podría ser una vecina de aquí, pasar desapercibida. Si no estuviera ella, votaría a Podemos. Pero está, y es a la que voy a votar”, dice una de ellas. El señor que las acompaña parece callado, pero se arranca a hablar. “Gabilondo es un hombre educadísimo y nos cae muy bien, pero que sea profesor. El PSOE lo ha puesto ahí para que capte votos del centro, y claro…”, dice. “Pero vamos a ver, que el PSOE a veces es de centro y a veces es de derechas, ¿eh?”, interrumpe una de sus amigas/vecinas/lo que sea.
—¿Y cómo lo ven el 4-M?
—Podría decirte otra cosa, pero estamos ‘cagaos’.
—Las encuestas lo tienen claro.
—¿Y tú para qué periódico trabajabas?
—Para El Confidencial.
—A mí me llegan muchas cosas de ahí…
Foto: Alejandro Martínez Vélez.
Pausa dramática.
—Ya veremos lo que pasa.
Y junta las manos como si fuera a rezar. La izquierda aún cree en los milagros.
Acto electoral de Más Madrid en Getafe (Foto: Alejandro Martínez Vélez)
