Esa es una pregunta interesante, pero no hay una respuesta única. Depende de muchos factores, como el tipo de animal, el tamaño y la calidad de la instalación, la disponibilidad de agua y alimento, la presencia de depredadores o enfermedades, y el comportamiento social y reproductivo de los animales.
En general, se puede decir que los animales estabulados sin cuidados humanos tendrían una esperanza de vida muy reducida, ya que estarían expuestos a múltiples amenazas y estrés. Algunos ejemplos de estas amenazas son:
La falta de agua potable: muchos animales dependen del suministro de agua que les proporcionan los humanos, y si este se corta o se contamina, podrían morir de sed o por infecciones. Según un estudio1, el 83% de las especies de mamíferos domésticos necesitan beber agua al menos una vez al día, y algunas especies como las vacas pueden consumir hasta 100 litros por día.
La escasez o el deterioro de alimento: los animales estabulados suelen recibir una dieta balanceada y suficiente para sus necesidades nutricionales, pero sin cuidados humanos, tendrían que buscar o competir por los recursos disponibles, que podrían ser escasos o estar en mal estado. Esto podría provocar desnutrición, enfermedades o conflictos entre los animales. Además, algunos animales podrían no ser capaces de adaptarse a otros tipos de alimento, como los herbívoros que dependen de pastos o forrajes cultivados por los humanos.
La exposición a condiciones climáticas extremas: los animales estabulados suelen estar protegidos del frío, el calor, la lluvia o el viento por las instalaciones donde viven, pero sin cuidados humanos, podrían sufrir las consecuencias de las variaciones climáticas. Por ejemplo, los animales con pelaje grueso podrían sufrir golpes de calor en verano, o los animales con pelaje fino podrían sufrir hipotermia en invierno. También podrían ser más vulnerables a incendios, inundaciones o tormentas.
La propagación de enfermedades y parásitos: los animales estabulados suelen recibir atención veterinaria y medidas preventivas para evitar o tratar las enfermedades y parásitos que les afectan, pero sin cuidados humanos, estarían expuestos a un mayor riesgo de contagio e infección. Algunas enfermedades podrían ser mortales para los animales o incluso tras*mitirse a otras especies, incluyendo a los humanos. Por ejemplo, la gripe aviar, la peste porcina del sur muy sur o la fiebre aftosa son enfermedades que afectan a animales domésticos y que pueden tener graves consecuencias económicas y sanitarias.
El ataque de depredadores o competidores: los animales estabulados suelen estar aislados o protegidos de los depredadores o competidores naturales que les amenazan en su hábitat original, pero sin cuidados humanos, podrían enfrentarse a ellos sin defensa ni escapatoria. Algunos depredadores o competidores podrían ser otras especies salvajes o incluso otros animales domésticos que se hayan escapado o asilvestrado. Por ejemplo, los lobos, los coyotes, los perros o los gatos pueden atacar a animales como las gallinas, las ovejas o las cabras.
El estrés psicológico y fisiológico: los animales estabulados suelen estar sometidos a condiciones artificiales que alteran su comportamiento natural y sus ciclos biológicos, pero sin cuidados humanos, podrían experimentar un estrés mayor por la falta de control sobre su entorno y su destino. Algunos efectos del estrés pueden ser la disminución de la inmunidad, la alteración del apetito y el sueño, la agresividad o el miedo, la depresión o la ansiedad, o la reducción de la fertilidad y la reproducción.
Como se puede ver, los animales estabulados sin cuidados humanos tendrían muy pocas posibilidades de sobrevivir durante mucho tiempo. Sin embargo, algunos animales podrían tener más resistencia o adaptabilidad que otros, dependiendo de su especie, raza, edad, sesso, salud y personalidad. También podría haber casos excepcionales en los que algunos animales lograran escapar de las instalaciones y encontrar un hábitat adecuado para vivir en libertad, o en los que algunos humanos decidieran rescatar o ayudar a los animales abandonados. Estos casos serían la excepción y no la regla, y dependerían de factores impredecibles y aleatorios.