Henna
Madmaxista
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Hace unos años seis mujeres españolas fueron forzadas en Acapulco. Unos hombres armados ataron a los hombres españoles que les acompañaban y también a una mujer mexicana, a la que no violaron. El alcalde dijo sobre este crimen: "es muy lamentable, pero esto sucede en cualquier parte del mundo". En las redes una minoría, nada pequeña, mostraba su alegría por las violaciones a unas gachupinas, todavía se pueden leer en vídeos en youtube.
Pero si la víctima es de EE.UU. ahí la cosa cambia. Todos se cagan de miedo y empiezan a disculparse.
Cuando eres estadounidense, hasta el cartel mexicano pide disculpas por matarte
El 3 de marzo podría haber sido un día más de violencia en México. En Tamaulipas, uno de los estados con mayores tasas de homicidios en el país, un secuestro ha dejado de ser la portada de los periódicos. Hasta que se descubre la nacionalidad de los afectados. A partir de ese momento, la fin y privación de la libertad de ciudadanos estadounideses se convierte en una noticia con implicaciones políticas. Eso fue lo que pasó a primeros de este mes cuando el FBI informó de la desaparición y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en la ciudad de Matamoros. Dos de ellos fueron asesinados. Las autoridades mexicanas se han volcado en la investigación de lo ocurrido y, en un giro sorprendente, el cartel del Golfo ha reconocido su implicación, ha pedido disculpas y ha entregado a los culpables a la Justicia.
El episodio de violencia rutinario en esta zona de México se ha convertido en un evento único que deja muchos interrogantes éticos, judiciales y políticos. ¿Hay víctimas de primera, segunda y tercera categoría según su nacionalidad? ¿Qué pasó realmente y por qué se han movilizado tantos recursos a ambos lados de la frontera? ¿Qué hace que un grupo narco, que mata y secuestra a miles de personas, entregue a los cinco supuestos culpables, sicarios de su organización, y pida perdón por el suceso?
"Yo no recuerdo haber visto una movilización tan rápida como esta. Si tomamos en cuenta el comunicado del FBI del 5 de marzo, en menos de 72 horas ya estaban localizados los cuatro estadounidenses", explica a El Confidencial Lubin Jiménez Horak, director de los informativos de MVS Radio Tampico. Uno de los periodistas que más y mejor conocen el problema de la violencia organizada en el fronterizo estado de Tamaulipas habla de una peculiaridad que tiene que ver con la nacionalidad de las víctimas.
Este tipo de ataques son inaceptables", manifestó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Unas horas después, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, habla con el embajador de EEUU y declara que "todo el Gobierno está trabajando en eso". Finalmente, el 7 de marzo se localiza a las víctimas. Dos están ya fallecidas y dos con vida. Los segundos son enviados a una clínica y luego entregados inmediatamente a su país de origen.
Dos días después, cinco hombres aparecen maniatados junto a un vehículo y con sus armas a un costado. Se trata de integrantes del poderoso cartel del Golfo. Junto a ellos, una esperpéntica nota del grupo narco que lleva décadas aterrorizando, matando y secuestrando a miles de personas.
Pero si la víctima es de EE.UU. ahí la cosa cambia. Todos se cagan de miedo y empiezan a disculparse.
Cuando eres estadounidense, hasta el cartel mexicano pide disculpas por matarte
El 3 de marzo podría haber sido un día más de violencia en México. En Tamaulipas, uno de los estados con mayores tasas de homicidios en el país, un secuestro ha dejado de ser la portada de los periódicos. Hasta que se descubre la nacionalidad de los afectados. A partir de ese momento, la fin y privación de la libertad de ciudadanos estadounideses se convierte en una noticia con implicaciones políticas. Eso fue lo que pasó a primeros de este mes cuando el FBI informó de la desaparición y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en la ciudad de Matamoros. Dos de ellos fueron asesinados. Las autoridades mexicanas se han volcado en la investigación de lo ocurrido y, en un giro sorprendente, el cartel del Golfo ha reconocido su implicación, ha pedido disculpas y ha entregado a los culpables a la Justicia.
El episodio de violencia rutinario en esta zona de México se ha convertido en un evento único que deja muchos interrogantes éticos, judiciales y políticos. ¿Hay víctimas de primera, segunda y tercera categoría según su nacionalidad? ¿Qué pasó realmente y por qué se han movilizado tantos recursos a ambos lados de la frontera? ¿Qué hace que un grupo narco, que mata y secuestra a miles de personas, entregue a los cinco supuestos culpables, sicarios de su organización, y pida perdón por el suceso?
"Yo no recuerdo haber visto una movilización tan rápida como esta. Si tomamos en cuenta el comunicado del FBI del 5 de marzo, en menos de 72 horas ya estaban localizados los cuatro estadounidenses", explica a El Confidencial Lubin Jiménez Horak, director de los informativos de MVS Radio Tampico. Uno de los periodistas que más y mejor conocen el problema de la violencia organizada en el fronterizo estado de Tamaulipas habla de una peculiaridad que tiene que ver con la nacionalidad de las víctimas.
Este tipo de ataques son inaceptables", manifestó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Unas horas después, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, habla con el embajador de EEUU y declara que "todo el Gobierno está trabajando en eso". Finalmente, el 7 de marzo se localiza a las víctimas. Dos están ya fallecidas y dos con vida. Los segundos son enviados a una clínica y luego entregados inmediatamente a su país de origen.
Dos días después, cinco hombres aparecen maniatados junto a un vehículo y con sus armas a un costado. Se trata de integrantes del poderoso cartel del Golfo. Junto a ellos, una esperpéntica nota del grupo narco que lleva décadas aterrorizando, matando y secuestrando a miles de personas.