Nefersen
Nuncio Apostólico
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Un tipo que lo tiene todo. Niño mimado de la industria, que hace la música que le sale de la platano y se la promocionan a todo trapo, que gana cientos de millones de dólares, que tiene su propia empresa de diseño. Adorado por todas las celebrities, recibido en audiencia por todos los líderes políticos, todos los medios, todas las parties elegantes.
De pronto le da por meterse contra los judíos con un comentario sobre cómo son una mafia en el mundo de la música. Se monta un escándalo, pero menor. Podía haber salido de ello con un simple: "Fui malinterpretado". De hecho, inicialmente recibe el apoyo de la derecha alt americana, incluyendo a Tito Elon. Pero en lugar de pedir disculpas, se sigue reafirmado en sus ideas en los programas "mainstream" donde es invitado con la intención de que corrija. Llegan las represalias: clausura de cuentas corrientes, expulsado de Apple Pay, rescisiones de contratos comerciales y con discográficas, etc.
En lugar de recular ante la evidente caza de brujas que se le viene encima, en las siguientes dos semanas hace lo siguiente:
Tito Trump accede a invitarle a cenar en Mar-a-lago, y se lleva de compadre a Nick Fuentes, un conocido antisemita y supremacista blanco que no lo dejan estar ni en Gab. Ye (que es como ahora se llama Kanye West) insulta a Trump diciéndole que si accede a ser su vicepresidente -el Ye piensa en presentarse como Presidente-. Lógicamente, Trump termina diciéndole educadamente que la velada ha terminado.
En la siguiente semana, Ye se va a al programa de Alex Jones, el "conspiracionista" oficial de EEUU. Va con una media de color en la cara y hace declaraciones como que Hitler es un gran tipo, que tiene muchas cosas buenas, como haber inventado las autopistas y el micrófono. Hasta el bueno de Alex se queda sin palabras y no sabe cómo reaccionar. Ye concluye: "I love everybody, I love Hitler". Esto, además de negar el holocausto.
Sale de la entrevista y publica en twitter una imagen de una fusión entre la estrella de David y la cruz gamada.
Y publica el que sería su último tweet, dedicado a su "amigo" Elon, burlándose de su gordura.
Lógicamente, en cuestión de horas es expulsado de Twitter y de todas las plataformas sociales. Nadie le coge ni el teléfono. De ser íntimo de Trump y de Musk, pasa a ser un paria total. Para colmo, la Hacienda americana lanza una investigación para reclamarle 50 millones de dólares por impuestos evadidos por la que seguramente irá a la guandoca. Toda la maquinaria alubia y no alubia está en marcha para triturarlo.
¿Por qué alguien favorecido con todo tipo de privilegios, en la cima de su carrera, se suicida de esta manera?
Él dice que Jesucristo lo acompaña y le enseña el camino. Yo pienso que se ha vuelto completamente loco.
De pronto le da por meterse contra los judíos con un comentario sobre cómo son una mafia en el mundo de la música. Se monta un escándalo, pero menor. Podía haber salido de ello con un simple: "Fui malinterpretado". De hecho, inicialmente recibe el apoyo de la derecha alt americana, incluyendo a Tito Elon. Pero en lugar de pedir disculpas, se sigue reafirmado en sus ideas en los programas "mainstream" donde es invitado con la intención de que corrija. Llegan las represalias: clausura de cuentas corrientes, expulsado de Apple Pay, rescisiones de contratos comerciales y con discográficas, etc.
En lugar de recular ante la evidente caza de brujas que se le viene encima, en las siguientes dos semanas hace lo siguiente:
Tito Trump accede a invitarle a cenar en Mar-a-lago, y se lleva de compadre a Nick Fuentes, un conocido antisemita y supremacista blanco que no lo dejan estar ni en Gab. Ye (que es como ahora se llama Kanye West) insulta a Trump diciéndole que si accede a ser su vicepresidente -el Ye piensa en presentarse como Presidente-. Lógicamente, Trump termina diciéndole educadamente que la velada ha terminado.
En la siguiente semana, Ye se va a al programa de Alex Jones, el "conspiracionista" oficial de EEUU. Va con una media de color en la cara y hace declaraciones como que Hitler es un gran tipo, que tiene muchas cosas buenas, como haber inventado las autopistas y el micrófono. Hasta el bueno de Alex se queda sin palabras y no sabe cómo reaccionar. Ye concluye: "I love everybody, I love Hitler". Esto, además de negar el holocausto.
Sale de la entrevista y publica en twitter una imagen de una fusión entre la estrella de David y la cruz gamada.
Y publica el que sería su último tweet, dedicado a su "amigo" Elon, burlándose de su gordura.
Lógicamente, en cuestión de horas es expulsado de Twitter y de todas las plataformas sociales. Nadie le coge ni el teléfono. De ser íntimo de Trump y de Musk, pasa a ser un paria total. Para colmo, la Hacienda americana lanza una investigación para reclamarle 50 millones de dólares por impuestos evadidos por la que seguramente irá a la guandoca. Toda la maquinaria alubia y no alubia está en marcha para triturarlo.
¿Por qué alguien favorecido con todo tipo de privilegios, en la cima de su carrera, se suicida de esta manera?
Él dice que Jesucristo lo acompaña y le enseña el camino. Yo pienso que se ha vuelto completamente loco.