No fui por la masonería ni por sus libros, fui para contemplar su estética, que tipo de libros habia y para informarme sobre su historia.
Este señor que la fundó en el siglo XIX, y que gozó de una mala salud toda su vida, era un simple escritor y antes de morir dejó escrito que es lo que deberían hacer para crearla.
Solo por eso para mi es suficiente para considerarlo ejemplar, crear un espacio lúdico donde la gente pueda instruirse.
Ramón y Cajal también era masón y dejó grandes investigaciones para que pudiéramos beneficiarnos de ellas.
Si la masonería es buena o mala no es de mi competencia juzgarla, pero si a aquellos, como ellos dos, que hicieron algo productivo para el desarrollo de nuestra sociedad.
Por cierto, hoy en día hay 80000 tomos y empezaron con 24000.