Ángel de Luz
Lucifer
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The Social Dilemma es un documental de Netflix que trata sobre las redes sociales y sus problemas
éticos. Es un panfleto, es decir, propaganda de una multinacional (Netflix) revestido de crítica
tecnoética para concienciar a la sociedad de las redes sociales. Está enmarcado en una dialéctica de
las multinacionales para captar la atención de los usuarios.
Netflix, por boca de los asistentes invitados para alarmar de tal problemática, busca eliminar la
adicción a las redes sociales, haciendo ver que proliferan opiniones como las de los terraplanistas,
los racistas, los chemtrails, los antivacunas, etc, pero lo cierto es que los chemtrails tienen su base
histórica y científica, por ejemplo, en España.
En España se hicieron experimentos sobre el clima y la forma en que se crean precipitaciones,
(aparece en el BOE de 1979, llamado Experimento sobre el clima y abundancia de lluvias), y las
banderillas, no todas, sobre todo la del el bichito 19, está creando alarma social debido al aumento de
muertes llamadas “repentinas” (fin súbita) cosa que antes no existía tan marcado.
Lo más gracioso del documental es que está revestido por un halo tecnológico-humanistico para
proteger a la ciudadanía de EEUU, mayormente, que está polarizada, gracias a empresas como
Netflix de marcada tendencia pogre progresista, donde la raza de color tiene una especial
predominancia para sustituir a los elementos blancos de la sociedad americana, por ejemplo,
sustituyendo personajes de raza blanca por personajes de raza afroamericana, véase, Aquiles neցro,
(cuando en la Ilíada se hace mención a su cabello dorado rubio), Ana de Bolena que la cambian por
un personaje neցro, etc, etc hay miles de casos. A eso se le llama sustitución étnica.
Más aún: Netflix, como se ha dicho anteriormente, es un elemento más del globalismo y las élites
financieras para deformar la opinión de las masas y éste es un documental que lo corrobora, por
mucho que se vistan de todo lo contrario: solo busca tener más espectadores. ¿No es un
contrasentido que critique la adicción a la tecnología cuando promueve justo lo contrario?
Es muy gracioso que la tecnología sea culpable y los ingenieros, en contraposición de los inocentes
usuarios débiles, los niños y la gente adicta.
Ni la culpa es de los ingenieros, ni de la tecnología en sí, ni de nadie en particular: es compartida
por todos. Todos hemos creado este monstruo.
En las redes sociales hay una multiplicidad de ingenieros, directivos, usuarios, creadores de
contenido, publicidad y anunciantes, etc. Igual que puedes ver a un gatito asustarse por un pepino
tras su espalda y dar un salto, también puedes ver videos motivacionales e instructivos sobre
filosofía (ahora está de moda la estoica) o consejos de salud financiera para controlar el gasto
personal. La tecnología es inocua y según como se use será dañina o beneficiosa.
Si la sociedad es infantil e inmadura que busca el placer a corto plazo, no se le puede echar la culpa
a la tecnología. Si la sociedad está enferma y supura pus por todos sus costados, no es culpa del
ingeniero friki comedonnuts californiano, él se aprovecha de la poca falta de cultura de la gente y del
consentimiento de los padres dando una tecnología adulta a niños.
Netflix no tiene nada que decir sobre la adicción, sobre los problemas de la sociedad, sus votantes,
sus elecciones, etc, salvo para manipular más a una sociedad ya desencantada de la realidad y que
busca refugio en internet, debido a la falta de trabajo, precariedad económica, empresas sarama y
políticos corruptos, etc.
Si la gente busca refugio en internet es para no aniquilar y masacrar a la clase política, las
multinacionales como Netflix, los periodistas y los religiosos que son los grandes parásitos de
nuestro tiempo y de todos los tiempos que ha tenido la Humanidad a lo largo de los siglos.
El documental me causa entre pena y risa. Conmovedora la escena del chico atrapado en una red de
celdas con los tres tipos que los gobiernan y que da a entender al espectador que hay más como él,
insertados en una red de ciberesclavos, (recurso antiquísimo ya mostrado en Matrix o en Busca del
Arca Perdida de Indiana Jones, donde se ve el arca guardada en un almacén lleno de secretos tan
bien guardados como ella). Muy desternillante también la escena final donde el chico es liberado de
la esclavitud de la red social (personificada por tres sujetos que son destruidos y se convierten en
uno solo, vistiendo con ropa clara, y dando la bienvenida a un nuevo mundo al usuario).
El documental para chavales adolescentes que se flipan con estas cosas no esta mal como iniciación
al mundo adulto. Pero la realidad es más compleja que un video de Netflix..
éticos. Es un panfleto, es decir, propaganda de una multinacional (Netflix) revestido de crítica
tecnoética para concienciar a la sociedad de las redes sociales. Está enmarcado en una dialéctica de
las multinacionales para captar la atención de los usuarios.
Netflix, por boca de los asistentes invitados para alarmar de tal problemática, busca eliminar la
adicción a las redes sociales, haciendo ver que proliferan opiniones como las de los terraplanistas,
los racistas, los chemtrails, los antivacunas, etc, pero lo cierto es que los chemtrails tienen su base
histórica y científica, por ejemplo, en España.
En España se hicieron experimentos sobre el clima y la forma en que se crean precipitaciones,
(aparece en el BOE de 1979, llamado Experimento sobre el clima y abundancia de lluvias), y las
banderillas, no todas, sobre todo la del el bichito 19, está creando alarma social debido al aumento de
muertes llamadas “repentinas” (fin súbita) cosa que antes no existía tan marcado.
Lo más gracioso del documental es que está revestido por un halo tecnológico-humanistico para
proteger a la ciudadanía de EEUU, mayormente, que está polarizada, gracias a empresas como
Netflix de marcada tendencia pogre progresista, donde la raza de color tiene una especial
predominancia para sustituir a los elementos blancos de la sociedad americana, por ejemplo,
sustituyendo personajes de raza blanca por personajes de raza afroamericana, véase, Aquiles neցro,
(cuando en la Ilíada se hace mención a su cabello dorado rubio), Ana de Bolena que la cambian por
un personaje neցro, etc, etc hay miles de casos. A eso se le llama sustitución étnica.
Más aún: Netflix, como se ha dicho anteriormente, es un elemento más del globalismo y las élites
financieras para deformar la opinión de las masas y éste es un documental que lo corrobora, por
mucho que se vistan de todo lo contrario: solo busca tener más espectadores. ¿No es un
contrasentido que critique la adicción a la tecnología cuando promueve justo lo contrario?
Es muy gracioso que la tecnología sea culpable y los ingenieros, en contraposición de los inocentes
usuarios débiles, los niños y la gente adicta.
Ni la culpa es de los ingenieros, ni de la tecnología en sí, ni de nadie en particular: es compartida
por todos. Todos hemos creado este monstruo.
En las redes sociales hay una multiplicidad de ingenieros, directivos, usuarios, creadores de
contenido, publicidad y anunciantes, etc. Igual que puedes ver a un gatito asustarse por un pepino
tras su espalda y dar un salto, también puedes ver videos motivacionales e instructivos sobre
filosofía (ahora está de moda la estoica) o consejos de salud financiera para controlar el gasto
personal. La tecnología es inocua y según como se use será dañina o beneficiosa.
Si la sociedad es infantil e inmadura que busca el placer a corto plazo, no se le puede echar la culpa
a la tecnología. Si la sociedad está enferma y supura pus por todos sus costados, no es culpa del
ingeniero friki comedonnuts californiano, él se aprovecha de la poca falta de cultura de la gente y del
consentimiento de los padres dando una tecnología adulta a niños.
Netflix no tiene nada que decir sobre la adicción, sobre los problemas de la sociedad, sus votantes,
sus elecciones, etc, salvo para manipular más a una sociedad ya desencantada de la realidad y que
busca refugio en internet, debido a la falta de trabajo, precariedad económica, empresas sarama y
políticos corruptos, etc.
Si la gente busca refugio en internet es para no aniquilar y masacrar a la clase política, las
multinacionales como Netflix, los periodistas y los religiosos que son los grandes parásitos de
nuestro tiempo y de todos los tiempos que ha tenido la Humanidad a lo largo de los siglos.
El documental me causa entre pena y risa. Conmovedora la escena del chico atrapado en una red de
celdas con los tres tipos que los gobiernan y que da a entender al espectador que hay más como él,
insertados en una red de ciberesclavos, (recurso antiquísimo ya mostrado en Matrix o en Busca del
Arca Perdida de Indiana Jones, donde se ve el arca guardada en un almacén lleno de secretos tan
bien guardados como ella). Muy desternillante también la escena final donde el chico es liberado de
la esclavitud de la red social (personificada por tres sujetos que son destruidos y se convierten en
uno solo, vistiendo con ropa clara, y dando la bienvenida a un nuevo mundo al usuario).
El documental para chavales adolescentes que se flipan con estas cosas no esta mal como iniciación
al mundo adulto. Pero la realidad es más compleja que un video de Netflix..
