cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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La mayor urgencia de los consumidores topa con un crédito más caro
Las dificultades para llegar a final de mes incrementan la demanda de financiación para afrontar gastos del día a día, según el IV barómetro préstamos al consumo de la Asociación de Usuarios financieros (Asufin), al que ha tenido acceso La Vanguardia.
Un 29,3% de los encuestados confiesa que tiene intención de pedir dinero, cinco puntos más que hace un año y un máximo desde que se hace la encuesta. La razón principal es “necesidad de dinero” –que puede recoger desde falta de presupuesto por el mayor coste de vida por alimentos y facturas hasta imprevistos– que crece del 22,7% al 26,9% en destino del gasto, consolidándose como el primer uso. También aumenta el capítulo de “refinanciar deudas”, que salta del 15,4% al 16,2%, plasmando las dificultades que atraviesan las familias en un entorno de más gasto por la inflación y el coste energético.
Lee tambiénLas familias se acercan al ‘modo crisis’ tras una inflación persistente
LUIS FEDERICO FLORIO
La mayor necesidad coincide con la subida de tipos de interés. “Hay que hacer un ejercicio crítico y tener en cuenta los mayores costes, ver si hay que aplazar cierto gasto. No creer que vamos a ir cubriendo con préstamos”, expone Antonio Luis Gallardo, responsable de estudios de Asufin. Los préstamos a corto plazo (menos de cinco años) pasan de un interés medio del 9,46% al 10,43% en un año, teniendo en cuenta bancos y establecimientos financieros de crédito (como las centradas en vehículos o préstamos al consumo). A largo plazo, sube del 9,53% al 10,06%. “La subida de tipos se traslada con más rapidez que en otros productos como hipotecas”, dice Gallardo.
Destinos
Las peticiones para financiar la compra de un coche o realizar obras en casa se frenan
Aunque crezca la demanda para el gasto recurrente, “la incertidumbre puede frenar muchos otros”. Esto ya se estaría dando en categorías centradas en bienes o servicios más caros. Por ejemplo, el préstamo cuyo fin es comprar un coche pasa de representar el 17,90% al 16,40% y el que va para obras en casa cae del 9,3% al 8,9%. “Dan buena cuenta de la prudencia del consumidor a la hora de asumir decisiones más costosas, que se dejan para otro momento”.
El panorama en España
Autor: LV
Con las sombras en la economía y el crédito más caro, aumenta la preocupación. “El riesgo es cada vez mayor”, plantea Gallardo, por la posibilidad de sobreendeudamiento y porque los clientes con peor perfil financiero y excluidos financieramente, por falta de ingresos estables o por jovenlandesesidad, verán más dificultad para acceder al crédito bancario.
Podrían verse empujados a alternativas como las tarjetas revolving o los microcréditos, que pueden convertir una deuda de 300 euros en 1.000 en apenas tres meses cuando no se puede devolver, disparando el interés. Según datos del Banco de España, en esta modalidad el tipo en junio fue del 18,15% (también cuentan las tarjetas de crédito), muy por encima de otras alternativas. “Hay que pensar en la capacidad de devolución que se tiene antes de solicitar un préstamo”, alerta Gallardo. En todo caso, desde Asufin no detectan aún una etapa en la que se restrinja el crédito de forma generalizada, como en situaciones de crisis, ya que la jovenlandesesidad se mantiene controlada.
Comparativa
Crece el diferencial en el interés con la UE
Con estas cifras, España amplía la tradicional brecha en el coste de la financiación con el resto de la Unión Europea. Mientras aquí un crédito de uno a cinco años tiene una tasa del 10,43%, en la UE es del 4,82%. El diferencial crece ocho décimas en el corto plazo y cuatro en el largo sobre el 2021. En parte, es porque las entidades deben protegerse de la jovenlandesesidad. También porque los españoles “asumimos el pagar más”. A eso se suma que “tenemos movimientos más bruscos cuando hay cambios en los tipos de interés, reaccionando con más rapidez”.
Las estadísticas de Asufin se basan en 1.634 entrevistas a consumidores.
Crece la petición de créditos para poder llegar a fin de mes (lavanguardia.com)
Las dificultades para llegar a final de mes incrementan la demanda de financiación para afrontar gastos del día a día, según el IV barómetro préstamos al consumo de la Asociación de Usuarios financieros (Asufin), al que ha tenido acceso La Vanguardia.
Un 29,3% de los encuestados confiesa que tiene intención de pedir dinero, cinco puntos más que hace un año y un máximo desde que se hace la encuesta. La razón principal es “necesidad de dinero” –que puede recoger desde falta de presupuesto por el mayor coste de vida por alimentos y facturas hasta imprevistos– que crece del 22,7% al 26,9% en destino del gasto, consolidándose como el primer uso. También aumenta el capítulo de “refinanciar deudas”, que salta del 15,4% al 16,2%, plasmando las dificultades que atraviesan las familias en un entorno de más gasto por la inflación y el coste energético.
Lee tambiénLas familias se acercan al ‘modo crisis’ tras una inflación persistente
LUIS FEDERICO FLORIO
La mayor necesidad coincide con la subida de tipos de interés. “Hay que hacer un ejercicio crítico y tener en cuenta los mayores costes, ver si hay que aplazar cierto gasto. No creer que vamos a ir cubriendo con préstamos”, expone Antonio Luis Gallardo, responsable de estudios de Asufin. Los préstamos a corto plazo (menos de cinco años) pasan de un interés medio del 9,46% al 10,43% en un año, teniendo en cuenta bancos y establecimientos financieros de crédito (como las centradas en vehículos o préstamos al consumo). A largo plazo, sube del 9,53% al 10,06%. “La subida de tipos se traslada con más rapidez que en otros productos como hipotecas”, dice Gallardo.
Destinos
Las peticiones para financiar la compra de un coche o realizar obras en casa se frenan
Aunque crezca la demanda para el gasto recurrente, “la incertidumbre puede frenar muchos otros”. Esto ya se estaría dando en categorías centradas en bienes o servicios más caros. Por ejemplo, el préstamo cuyo fin es comprar un coche pasa de representar el 17,90% al 16,40% y el que va para obras en casa cae del 9,3% al 8,9%. “Dan buena cuenta de la prudencia del consumidor a la hora de asumir decisiones más costosas, que se dejan para otro momento”.
El panorama en España
Autor: LV
Con las sombras en la economía y el crédito más caro, aumenta la preocupación. “El riesgo es cada vez mayor”, plantea Gallardo, por la posibilidad de sobreendeudamiento y porque los clientes con peor perfil financiero y excluidos financieramente, por falta de ingresos estables o por jovenlandesesidad, verán más dificultad para acceder al crédito bancario.
Podrían verse empujados a alternativas como las tarjetas revolving o los microcréditos, que pueden convertir una deuda de 300 euros en 1.000 en apenas tres meses cuando no se puede devolver, disparando el interés. Según datos del Banco de España, en esta modalidad el tipo en junio fue del 18,15% (también cuentan las tarjetas de crédito), muy por encima de otras alternativas. “Hay que pensar en la capacidad de devolución que se tiene antes de solicitar un préstamo”, alerta Gallardo. En todo caso, desde Asufin no detectan aún una etapa en la que se restrinja el crédito de forma generalizada, como en situaciones de crisis, ya que la jovenlandesesidad se mantiene controlada.
Comparativa
Crece el diferencial en el interés con la UE
Con estas cifras, España amplía la tradicional brecha en el coste de la financiación con el resto de la Unión Europea. Mientras aquí un crédito de uno a cinco años tiene una tasa del 10,43%, en la UE es del 4,82%. El diferencial crece ocho décimas en el corto plazo y cuatro en el largo sobre el 2021. En parte, es porque las entidades deben protegerse de la jovenlandesesidad. También porque los españoles “asumimos el pagar más”. A eso se suma que “tenemos movimientos más bruscos cuando hay cambios en los tipos de interés, reaccionando con más rapidez”.
Las estadísticas de Asufin se basan en 1.634 entrevistas a consumidores.
Crece la petición de créditos para poder llegar a fin de mes (lavanguardia.com)