Sapere_Aude
Madmaxista
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Os traigo un artículo de William Engdahl de hace unos meses, exactamente del 1 de noviembre de 2016, pero que es de rabiosa actualidad por la creciente y constante propaganda sobre Corea del Norte. Con este texto uno puede hacerse una idea de qué es lo que nos están preparando. La traducción es mía.
North Korea is an Pentagon Vassal State
Corea del Norte es un estado vasallo del Pentágono
Si no fuera por el hecho de que es el dictador absoluto de un país con un ejército tremendo y tecnología de misiles nucleares, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un, el dirigente de treinta y dos años sería una figura ridícula. Desgraciadamente para la paz mundial, Kim Jong Un, mientras juega con sus misiles y amenazas de guerra, está sirviendo a los intereses a largo plazo de los EE. UU., especialmente a los del complejo militar industrial, del Pentágono y del Departamento de Estado, cuya prioridad es cada vez más hacer un Pivote Asiático de proyección de poderío militar para contener y aislar a la República Popular de China además de a Rusia.
A finales del año 1990 tuve la oportunidad de charlar con el fallecido James R. Lilley. Lilley estuvo en el Foro Económico Mundial de Davos y por casualidad se había sentado en mi mesa junto a una delegación del Ejército de Liberación del Pueblo de China. Como era el único occidental en la mesa entabló una conversación conmigo, y como vio que estaba más que familiarizado con la política global, comenzó a hablar, quizá más de lo que debiera con alguien que no conocía.
James R. Lilley no era ningún “outsider”. Miembro, junto a su íntimo amigo, George H. W. Bush, de la infame sociedad secreta Skull and Bones de Yale, Lilley sirvió durante tres décadas en la Cia junto a Bush. Tanto Lilley como Bush fueron embajadores en China.
El periodo de Lilley en Pekín coincidió con las protestas estudiantiles de mayo-junio de 1989 de la Plaza de Tiananmen. Tengo motivos para creer que jugó un papel clave para EE. UU. Al orquestar ese enfrentamiento entre miles de protestantes estudiantiles y el gobierno chino como uno de los primeros intentos de Revolución de tonalidad para desestabilizar a la China comunista mediante el papel de la CIA en la desestabilización de la Unión Soviética.
Al mismo tiempo que ocurrían las protestas de Tiananmen, el hombre que desarrolló el manual para las revoluciones de colores, Gene Sharp, del Instituto Albert Einstein, estaba en Pekín hasta que los chinos le dijeron que se fuera, y la ONG de George Soros, el Fondo para la Reforma y Apertura de China (Fund for the Reform and Opening of China), tras Tiananmen, fue expulsada cuando los servicios de seguridad chinos descubrieron que el fondo tenía vínculos con la CIA.
Este contexto es importante para entender mejor quién era Lilley – un infiltrado consumado de las conexiones del “estado profundo” con la CIA de George Bush que tratan de hacer el mundo a su gusto. En nuestra charla de Davos, Lilley me dijo que se había cabreado con el presidente G. H. W. Bush tras los resultados de Tiananmen por negarse a acusar más gravemente al gobierno de Pekín por una masacre que sabía que nunca había tenido lugar.
En ese evento, en nuestra dcharla de Davos hablamos de sucesos ocurridos en Asia y la creciente atención de Washington sobre el programa nuclear de Corea del Norte. Sorprendentemente, Lilley me hizo una extraordinaria declaración. Dijo: “En pocas palabras, hacia el final de la Guera Fría, si Corea del Norte no hubiese existido la hubiésemos tenido que crear como excusa para mantener a nuestra Séptima Flota en la región”. Poco antes de nuestra dicusión en Davos, Corea del Norte había lanzado un misil sobre Japón, causando enormes preocupaciones en toda Asia.
¿Qué es Kim Jong Un?
¿Quién, o mejor dicho, qué es Kim Jong Un? Desde la fin de su padre en 2011, Kim Jong Un ha consolidado su poder como dictador absoluto. En diciembre de 2011, Kim se convirtió en Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea. Su historial ha sido cuidadosamente ocultado. Se ha confirmado que fue al colegio en Europa, en el colegio Liebefeld Steinhölz de Köniz, cerca de Berna. Algunos reportes dicen que vivió en Suiza, con un nombre falso, desde 1991 hasta el 2000. Aquí supuestamente desarrolló un gusto prodigioso por los vinos Burdeos franceses, los cigarrillos Yves St. Laurant, el queso emmental suizo y los coches de lujo de Mercedes, según el anterior jefe de personal de Kim Jong Il, Kenji Fujimoto.
Aunque la extensa estancia de Kim en Europa podría o no haber dado lugar a la inteligencia estadounidense para iniciar algún tipo de contacto, las acciones de Kim, desde que tomó el control han sido un regalo de Dios para el papel de EE. UU. en perturbar tanto las relaciones chinas como las rusas con Corea del Norte y Corea del Sur, además de Japón.
Una de las primeras indicaciones del gran cambio en la política exterior de Kim Jong Un alejándose de Pelín fue cuando ordenó el arresto de su tío por traición, en diciembre de 2013. Jang Sung Taek había sido vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa, segundo sólo tras el Líder Supremo, y fue un “importante asesor” del políticamente inexperto Kim Jong Un hasta la fin del padre de Kim. Y lo que es más importante, era bien sabido que Jang era el mejor amigo de China en Pyongyang.
A medida que Washington se dispuso a implementar las nuevas políticas de cerco militar del Pivote Asiático contra China, el cese del más influyente amigo de Pekín en Corea del Norte iba a ser muy conveniente, por no decir algo peor.
Kim Jong Un no sólo hizo que Jang fuera ejecutado. La mujer de Jang, Kim Kyong Hui, la única hija del anterior líder supremo de Corea del Norte, Kim Il Sung, la única hermana del anterior líder supremo Kim Jong Il y la tía de Kim Jong Un, entonces uno de los generales del ejército y miembro del Politburó, fue supuestamente envenenada por mandato de Kim, aunque no ha sido posible confirmarlo. Lo que se sabe que Kim ordenó la ejecución sistemática del resto de miembros de la familia Jang, incluyendo hijos y nietos de parientes cercanos. Aquellos supuestamente asesinados en la purga de Kim incluyen a la hermana de Jang, Jang Kye Sun, su marido y embajador en Cuba, Jon Yong Jin, y el sobrino y embajador en Malasia, Jang Yong Chol, además de los dos hijos del sobrino. Cuando ocurrió el cese de Jang, el régimen de Kim anunció que “el descubrimiento y la purga del grupo de Jang...purifican a nuestro partido y rangos revolucionarios...”.
Evidentemente, Kim Jong Un era justo el tipo de dictador con el que los halcones de Washington “podían hacer negocios”.
El momento y efecto de las extrañas amenazas con comenzar la guerra contra Corea del Sur y otros estados de la región por parte de Kim Jong Un, incluyendo a Japón, además de las amenazas verbales con las que decía atacar ciudades de la Costa Oeste de EE. UU. desde 2013, se ajustan demasiado bien a la agenda política de Washington, pero no a la de Corea del Norte. La agenda de Washington tenía como objetivo a China y el lejano oriente de Rusia.
En marzo de 2013, Kim, de forma absurda, amenazó a los Estados Unidos con un “ataque nuclear preventivo” y Kim Jong Un emitió una detallada amenaza para “barrer” la Isla Baengnyeong, bajo el mandato de las Naciones Unidas y el control de Corea del Sur desde la Guerra de Corea y escenario de anteriores enfrentamientos navales. Con Kim Jong Un, Corea del Norte ha presumido de llevar a cabo ataques nucleares sobre ciudades estadounidenses, incluyendo a Los Angeles y Washington, D.C. Expertos militares sugieren que las amenazas eran simples bravuconadas y que la capacidad nuclear de Kim era un farol, al menos en ese momento. Tuvo el efecto de pintar a Washington como el principal enemigo de Pyongyang, una útil tapadera para Washington, y de crear el telón fondo para promocionar su expansión militar en Asia, de hecho orientada hacia China y Rusia, no hacia Pyongyang.
Se cree normalmente que desde la Guerra de Corea de la década de 1950, la Corea del Norte comunista ha sido un régimen títere de Pekín. Es cierto que China es el mayor socio comercial de Corea del Norte, y fuente principal de comida, armas y energía. También ayudó a sostener el régimen de Kim Jong Un, y se ha opuesto históricamente a las duras sanciones internacionales contra Corea del Norte. Sin embargo, la relación no es más que amistosa para Pekín. Su principal preocupación es evitar que la vecina Corea del Norte explote en el caos.
Aunque China mantenga cierta influencia y vea a Corea del Norte como un amortiguador entre ella y la aliada estadounidense, Corea del Sur, la capacidad de Pekín para influenciar al errático Kim Jong Un parece ser, como mucho, extremadamente limitada. Un cambio significativo desde el los anteriores dictadores de la dinastía Kim. El único poder que puede obtener de las belicosas acciones de Kimg Jong Un es tener a Estados Unidos como el poder hegemónico que desea enfrentar a Japón y especialmente a Corea del Sur contra China.
En febrero de este año, Corea del Norte anunció que había lanzado un misil de largo alcance, en violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que se votó con el visto bueno de China y Rusia. El misil fue inmediatamente condenado por Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Y lo que es más significativo, justo después de que Corea del Norte lanzara ese misil, el gobierno de Corea del Sur, con sede en Seúl, comenzó las negociaciones para adquirir los sistemas de defensa de misiles THAAD de Washington, alegando que era para contrarestar la amenaza del norte. China protestó airadamente.
Al mismo tiempo, Japón incrementó la construcción de las infraestructuras de los THAAD de EE. UU. Ambos despliegues no estaban dirigidos hacia Corea del Norte, cuya amenaza hacia Corea del Sur está descartada. Estaban dirigidas a embaucar a los gobiernos de Corea del Sur y del Japón de Shinzo Abe en el desarrollo de posturas antichinas. Sólo meses antes, las relaciones entre Corea del Sur y Japón eran distantes y China estaba haciendo pacíficas insinuaciones económicas a Corea del Sur. La decisión de Seúl de aceptar los misiles THAAD ha enfriado esas relaciones.
China no es sólo el perdedor estratégico con las recientes pruebas nucleares y las provocaciones de lanzar misiles por parte de Kimg Jong Un. Rusia, que en mayor parte había tenido relaciones positivas con Corea del Norte que se remontan a la Guerra Fría, ha sufrido una gran pérdida de influencia debido a las muy duras sanciones económicas del Consejo de Seguridad de la ONU aprobadas en marzo de 2016, en respuesta a las últimas provocaciones militares de Kim. Rusia aceptó las sanciones de la ONU, aunque bastante de mala gana, como hizo China.
Como consecuencia, Moscú se dispone a perder importantes acuerdos económicos e influencia en Corea del Norte. Y lo que es más importante, estos acuerdos, que no serían en dólares sino en rublos, también estarán prohibidos por las sanciones financieras. La resolución del Consejo de Seguridad, redactado por Estados Unidos, también acallará los planes para una nueva cámara de compensación financiera que facilite las tras*acciones entre Rusia y Corea del Norte.
Además, las sanciones económicas redactadas por EE. UU. se dirigen precisamente a los proyectos económicos entre Rusia y Corea del Norte. Restringen severamente las exportaciones de minerales de Corea del Norte – concretamente carbón, hierro y mineral de hierro, oro, titanio, vanadio y tierras raras – que iban a ser utilizadas para pagar por las inversiones rusas y los proyectos que incluían centrales eléctricas rusas y plantas metalúrgicas. Rusia había planeado reexportar el carbón de Corea del Norte y financiar la reconstrucción por parte de Rusia de un enlace ferroviario entre el puerto de Rajin en Corea del Norte y la ciudad rusa de Khazan.
En noviembre de 2013, antes de que Washington lanzara su golpe de estado en Ucrania, también conocido como Euromaidan, para alejar a Rusia de la Unión Europea, Rusia, Corea del Norte y Corea del Sur habían firmado un Memorandum de Entendimiento durante una visita del presidente ruso pilinguin a Seúl. Ese acuerdo también incluía a Corea del Sur en la posterior restauración de toda la vía ferroviaria tras*coreana, un importante y positivo paso para estabilizar las relaciones entre las dos Coreas.
Llegados a este punto, es claramente el caso que con el érratico Kim Jong Un, criado en Suiza, Washington ha encontrado al hombre del saco perfecto para asustar a Corea del Sur y a Japón y que acepten la agenda de Washington para maximizar la presión, tanto militar como económica, contra Rusia y China. Lo que me dijo en Davos James R. Lilley queda confirmado por las recientes acciones militares y de política exterior del Comandante Supremo norcoreano, Kim Jong Un. Parece que no fue ni necesario que Estados Unidos “creara Corea del Norte”. Washington sólo tenía que potenciar la personalidad infantil de Kim Jong Un.
North Korea is an Pentagon Vassal State
Corea del Norte es un estado vasallo del Pentágono
Si no fuera por el hecho de que es el dictador absoluto de un país con un ejército tremendo y tecnología de misiles nucleares, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un, el dirigente de treinta y dos años sería una figura ridícula. Desgraciadamente para la paz mundial, Kim Jong Un, mientras juega con sus misiles y amenazas de guerra, está sirviendo a los intereses a largo plazo de los EE. UU., especialmente a los del complejo militar industrial, del Pentágono y del Departamento de Estado, cuya prioridad es cada vez más hacer un Pivote Asiático de proyección de poderío militar para contener y aislar a la República Popular de China además de a Rusia.
A finales del año 1990 tuve la oportunidad de charlar con el fallecido James R. Lilley. Lilley estuvo en el Foro Económico Mundial de Davos y por casualidad se había sentado en mi mesa junto a una delegación del Ejército de Liberación del Pueblo de China. Como era el único occidental en la mesa entabló una conversación conmigo, y como vio que estaba más que familiarizado con la política global, comenzó a hablar, quizá más de lo que debiera con alguien que no conocía.
James R. Lilley no era ningún “outsider”. Miembro, junto a su íntimo amigo, George H. W. Bush, de la infame sociedad secreta Skull and Bones de Yale, Lilley sirvió durante tres décadas en la Cia junto a Bush. Tanto Lilley como Bush fueron embajadores en China.
El periodo de Lilley en Pekín coincidió con las protestas estudiantiles de mayo-junio de 1989 de la Plaza de Tiananmen. Tengo motivos para creer que jugó un papel clave para EE. UU. Al orquestar ese enfrentamiento entre miles de protestantes estudiantiles y el gobierno chino como uno de los primeros intentos de Revolución de tonalidad para desestabilizar a la China comunista mediante el papel de la CIA en la desestabilización de la Unión Soviética.
Al mismo tiempo que ocurrían las protestas de Tiananmen, el hombre que desarrolló el manual para las revoluciones de colores, Gene Sharp, del Instituto Albert Einstein, estaba en Pekín hasta que los chinos le dijeron que se fuera, y la ONG de George Soros, el Fondo para la Reforma y Apertura de China (Fund for the Reform and Opening of China), tras Tiananmen, fue expulsada cuando los servicios de seguridad chinos descubrieron que el fondo tenía vínculos con la CIA.
Este contexto es importante para entender mejor quién era Lilley – un infiltrado consumado de las conexiones del “estado profundo” con la CIA de George Bush que tratan de hacer el mundo a su gusto. En nuestra charla de Davos, Lilley me dijo que se había cabreado con el presidente G. H. W. Bush tras los resultados de Tiananmen por negarse a acusar más gravemente al gobierno de Pekín por una masacre que sabía que nunca había tenido lugar.
En ese evento, en nuestra dcharla de Davos hablamos de sucesos ocurridos en Asia y la creciente atención de Washington sobre el programa nuclear de Corea del Norte. Sorprendentemente, Lilley me hizo una extraordinaria declaración. Dijo: “En pocas palabras, hacia el final de la Guera Fría, si Corea del Norte no hubiese existido la hubiésemos tenido que crear como excusa para mantener a nuestra Séptima Flota en la región”. Poco antes de nuestra dicusión en Davos, Corea del Norte había lanzado un misil sobre Japón, causando enormes preocupaciones en toda Asia.
¿Qué es Kim Jong Un?
¿Quién, o mejor dicho, qué es Kim Jong Un? Desde la fin de su padre en 2011, Kim Jong Un ha consolidado su poder como dictador absoluto. En diciembre de 2011, Kim se convirtió en Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea. Su historial ha sido cuidadosamente ocultado. Se ha confirmado que fue al colegio en Europa, en el colegio Liebefeld Steinhölz de Köniz, cerca de Berna. Algunos reportes dicen que vivió en Suiza, con un nombre falso, desde 1991 hasta el 2000. Aquí supuestamente desarrolló un gusto prodigioso por los vinos Burdeos franceses, los cigarrillos Yves St. Laurant, el queso emmental suizo y los coches de lujo de Mercedes, según el anterior jefe de personal de Kim Jong Il, Kenji Fujimoto.
Aunque la extensa estancia de Kim en Europa podría o no haber dado lugar a la inteligencia estadounidense para iniciar algún tipo de contacto, las acciones de Kim, desde que tomó el control han sido un regalo de Dios para el papel de EE. UU. en perturbar tanto las relaciones chinas como las rusas con Corea del Norte y Corea del Sur, además de Japón.
Una de las primeras indicaciones del gran cambio en la política exterior de Kim Jong Un alejándose de Pelín fue cuando ordenó el arresto de su tío por traición, en diciembre de 2013. Jang Sung Taek había sido vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa, segundo sólo tras el Líder Supremo, y fue un “importante asesor” del políticamente inexperto Kim Jong Un hasta la fin del padre de Kim. Y lo que es más importante, era bien sabido que Jang era el mejor amigo de China en Pyongyang.
A medida que Washington se dispuso a implementar las nuevas políticas de cerco militar del Pivote Asiático contra China, el cese del más influyente amigo de Pekín en Corea del Norte iba a ser muy conveniente, por no decir algo peor.
Kim Jong Un no sólo hizo que Jang fuera ejecutado. La mujer de Jang, Kim Kyong Hui, la única hija del anterior líder supremo de Corea del Norte, Kim Il Sung, la única hermana del anterior líder supremo Kim Jong Il y la tía de Kim Jong Un, entonces uno de los generales del ejército y miembro del Politburó, fue supuestamente envenenada por mandato de Kim, aunque no ha sido posible confirmarlo. Lo que se sabe que Kim ordenó la ejecución sistemática del resto de miembros de la familia Jang, incluyendo hijos y nietos de parientes cercanos. Aquellos supuestamente asesinados en la purga de Kim incluyen a la hermana de Jang, Jang Kye Sun, su marido y embajador en Cuba, Jon Yong Jin, y el sobrino y embajador en Malasia, Jang Yong Chol, además de los dos hijos del sobrino. Cuando ocurrió el cese de Jang, el régimen de Kim anunció que “el descubrimiento y la purga del grupo de Jang...purifican a nuestro partido y rangos revolucionarios...”.
Evidentemente, Kim Jong Un era justo el tipo de dictador con el que los halcones de Washington “podían hacer negocios”.
Las amenazas de guerra de Kim
El momento y efecto de las extrañas amenazas con comenzar la guerra contra Corea del Sur y otros estados de la región por parte de Kim Jong Un, incluyendo a Japón, además de las amenazas verbales con las que decía atacar ciudades de la Costa Oeste de EE. UU. desde 2013, se ajustan demasiado bien a la agenda política de Washington, pero no a la de Corea del Norte. La agenda de Washington tenía como objetivo a China y el lejano oriente de Rusia.
En marzo de 2013, Kim, de forma absurda, amenazó a los Estados Unidos con un “ataque nuclear preventivo” y Kim Jong Un emitió una detallada amenaza para “barrer” la Isla Baengnyeong, bajo el mandato de las Naciones Unidas y el control de Corea del Sur desde la Guerra de Corea y escenario de anteriores enfrentamientos navales. Con Kim Jong Un, Corea del Norte ha presumido de llevar a cabo ataques nucleares sobre ciudades estadounidenses, incluyendo a Los Angeles y Washington, D.C. Expertos militares sugieren que las amenazas eran simples bravuconadas y que la capacidad nuclear de Kim era un farol, al menos en ese momento. Tuvo el efecto de pintar a Washington como el principal enemigo de Pyongyang, una útil tapadera para Washington, y de crear el telón fondo para promocionar su expansión militar en Asia, de hecho orientada hacia China y Rusia, no hacia Pyongyang.
Se cree normalmente que desde la Guerra de Corea de la década de 1950, la Corea del Norte comunista ha sido un régimen títere de Pekín. Es cierto que China es el mayor socio comercial de Corea del Norte, y fuente principal de comida, armas y energía. También ayudó a sostener el régimen de Kim Jong Un, y se ha opuesto históricamente a las duras sanciones internacionales contra Corea del Norte. Sin embargo, la relación no es más que amistosa para Pekín. Su principal preocupación es evitar que la vecina Corea del Norte explote en el caos.
Aunque China mantenga cierta influencia y vea a Corea del Norte como un amortiguador entre ella y la aliada estadounidense, Corea del Sur, la capacidad de Pekín para influenciar al errático Kim Jong Un parece ser, como mucho, extremadamente limitada. Un cambio significativo desde el los anteriores dictadores de la dinastía Kim. El único poder que puede obtener de las belicosas acciones de Kimg Jong Un es tener a Estados Unidos como el poder hegemónico que desea enfrentar a Japón y especialmente a Corea del Sur contra China.
En febrero de este año, Corea del Norte anunció que había lanzado un misil de largo alcance, en violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que se votó con el visto bueno de China y Rusia. El misil fue inmediatamente condenado por Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Y lo que es más significativo, justo después de que Corea del Norte lanzara ese misil, el gobierno de Corea del Sur, con sede en Seúl, comenzó las negociaciones para adquirir los sistemas de defensa de misiles THAAD de Washington, alegando que era para contrarestar la amenaza del norte. China protestó airadamente.
Al mismo tiempo, Japón incrementó la construcción de las infraestructuras de los THAAD de EE. UU. Ambos despliegues no estaban dirigidos hacia Corea del Norte, cuya amenaza hacia Corea del Sur está descartada. Estaban dirigidas a embaucar a los gobiernos de Corea del Sur y del Japón de Shinzo Abe en el desarrollo de posturas antichinas. Sólo meses antes, las relaciones entre Corea del Sur y Japón eran distantes y China estaba haciendo pacíficas insinuaciones económicas a Corea del Sur. La decisión de Seúl de aceptar los misiles THAAD ha enfriado esas relaciones.
Rusia también pierde
China no es sólo el perdedor estratégico con las recientes pruebas nucleares y las provocaciones de lanzar misiles por parte de Kimg Jong Un. Rusia, que en mayor parte había tenido relaciones positivas con Corea del Norte que se remontan a la Guerra Fría, ha sufrido una gran pérdida de influencia debido a las muy duras sanciones económicas del Consejo de Seguridad de la ONU aprobadas en marzo de 2016, en respuesta a las últimas provocaciones militares de Kim. Rusia aceptó las sanciones de la ONU, aunque bastante de mala gana, como hizo China.
Como consecuencia, Moscú se dispone a perder importantes acuerdos económicos e influencia en Corea del Norte. Y lo que es más importante, estos acuerdos, que no serían en dólares sino en rublos, también estarán prohibidos por las sanciones financieras. La resolución del Consejo de Seguridad, redactado por Estados Unidos, también acallará los planes para una nueva cámara de compensación financiera que facilite las tras*acciones entre Rusia y Corea del Norte.
Además, las sanciones económicas redactadas por EE. UU. se dirigen precisamente a los proyectos económicos entre Rusia y Corea del Norte. Restringen severamente las exportaciones de minerales de Corea del Norte – concretamente carbón, hierro y mineral de hierro, oro, titanio, vanadio y tierras raras – que iban a ser utilizadas para pagar por las inversiones rusas y los proyectos que incluían centrales eléctricas rusas y plantas metalúrgicas. Rusia había planeado reexportar el carbón de Corea del Norte y financiar la reconstrucción por parte de Rusia de un enlace ferroviario entre el puerto de Rajin en Corea del Norte y la ciudad rusa de Khazan.
En noviembre de 2013, antes de que Washington lanzara su golpe de estado en Ucrania, también conocido como Euromaidan, para alejar a Rusia de la Unión Europea, Rusia, Corea del Norte y Corea del Sur habían firmado un Memorandum de Entendimiento durante una visita del presidente ruso pilinguin a Seúl. Ese acuerdo también incluía a Corea del Sur en la posterior restauración de toda la vía ferroviaria tras*coreana, un importante y positivo paso para estabilizar las relaciones entre las dos Coreas.
Llegados a este punto, es claramente el caso que con el érratico Kim Jong Un, criado en Suiza, Washington ha encontrado al hombre del saco perfecto para asustar a Corea del Sur y a Japón y que acepten la agenda de Washington para maximizar la presión, tanto militar como económica, contra Rusia y China. Lo que me dijo en Davos James R. Lilley queda confirmado por las recientes acciones militares y de política exterior del Comandante Supremo norcoreano, Kim Jong Un. Parece que no fue ni necesario que Estados Unidos “creara Corea del Norte”. Washington sólo tenía que potenciar la personalidad infantil de Kim Jong Un.
