Nefersen
Nuncio Apostólico
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Posteo algunos extractos de un texto antiguo que no se encuentra on-line en español, y que he traducido del inglés. Plantea un enigma muy interesante que me gustaría compartir con aquellos interesados en estos temas del Origen del Cristianismo.
Se trata del capítulo titulado CONTRA LOS NAZARENOS, cuyo autor es Epifanio de Salamina, (c. 310/320 - 403), más conocido por Epifanio, quien fue un obispo y escritor bizantino, considerado como Padre de la Iglesia y defensor de la ortodoxia contra aquellas enseñanzas consideradas como heréticas, durante la difícil época para el cristianismo que siguió al Concilio de Nicea.
Los extractos pertenecen a su famosa obra PANARIÓN, un tratado contra todas las herejías de su época. Allí hace una descripción de los "nazarenos" como una secta ****izante, si bien, se ve obligado a reconocer que éstos no son otros que los primeros cristianos -es decir, una secta que mantuvo las creencias primigenias frente a la corriente católica del credo.
Procedo a postear algunos pasajes del capítulo, en itálica, con mis notas intercaladas.
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Libro I, Parte 29
Epifanio contra los Nazarenos
1:2 Pues estas personas no se dieron por sí mismos el nombre de Cristo o el propio nombre de Jesús, sino el de "nazarenos".
1:3 Aunque en ese momento todos los cristianos por igual eran llamados nazarenos. También llegaron a ser llamados “Jeseanos” por un corto tiempo, antes de que los discípulos empezaran a ser llamados “cristianos” en Antioquía.
Aquí reconoce que nazarenos era el nombre original de los cristianos, lo que sabemos por los Hechos.
1:4 Y se llamaban Jeseanos debido a Jesé, supongo, ya que David era descendiente de Jesé, y María era descendiente directa de David. Esto fue en cumplimiento de la Sagrada Escritura, ya que en el Antiguo Testamento (Salmo 132:11), el Señor le dice a David: "Del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono."
Aquí Epifanio asume directamente a María como descendiente de David, seguramente haciendo caso a Eusebio y su teoría de que la genealogía de Lucas pertenece a María.
2:5 Pero, probablemente, alguien podría decir: "Puesto que Cristo nació físicamente de la descendencia de David, es decir, de la Santa Virgen María, ¿por qué no se ha sentado en el trono de David?” Pues el Evangelio dice: "Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.”(Juan 6:15)… “sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín” (Juan 11:54)
2:6 Pero ahora que he llegado a este pasaje y se me pregunta acerca de este texto y la razón por la que profecía de sentarse en el trono de David no se ha cumplido físicamente en el caso del Salvador –pues algunos así piensan- debo aún decir que es un hecho: Ni una palabra de la Santa Escritura de Dios se queda en nada.
3:1 Pues el trono de David y el asiento real es el sacerdocio en la Santa Iglesia. El Señor ha combinado este rango sumo sacerdotal y regio, y lo ha conferido a su santa Iglesia, tras*firiéndole el trono de David, que nunca ha de faltar.
Aquí Epifanio resuelve el problema del incumplimiento de la profecía -en su sentido literal- asumiendo que el Trono de David es la Iglesia. Nadie negará su ingenio irrebatible.
3:2 En otro tiempo el trono de David continuó por sucesión hasta el mismo Cristo, ya que los gobernantes de Judá no fallaron hasta que Él llegó “por cuya causa son las cosas preparadas, y él es la expectativa de las naciones,” (¿? Génesis 49:10) Como dice la Escritura.
Aquí, dice algo que no he podido encontrar en las Escrituras. El pasaje al que hace mención la nota añadidas dice:
Génesis 49
10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
Ésta es la primera profecía en donde Dios garantiza la pervivencia del cetro de Judá hasta la llegada del Mesías. Es la primera vez que aparece el concepto en la Tanaj. Shiloh se traduce por "tranquilidad", y se asocia con el Mesías.
3:3 Pues los gobernantes en la sucesión de Judá llegaron a su fin con la llegada de Cristo. Hasta que él llegó, los gobernantes fueron ungidos sacerdotes, pero después de su nacimiento en Belén de ****a, la orden terminó y fue alterada en la época de Alejandro (Janneo), un gobernante de tronco sacerdotal y real.
Aquí está el pasaje que me ha producido más llamativo. Sitúa el nacimiento de Jesús en tiempos de Alejandro Janneo (125 a. C. – 76 a. C.), rey y sumo sacerdote de los judíos (103 a. C. – 76 a. C.), quizá el último rey judío con verdadera legalidad para reclamar el trono de Judá. Posteriormente le sucede su mujer, Salome Alejandra, quien pone en manos de los fariseos el gobierno del reino. Tras su fin, estalla una guerra civil entre sus dos hijos, lo que daría lugar a la intervención de los romanos, y la anexión de ****a como una provincia. Tras una serie de conflictos, los romanos colocan a Herodes el Grande (un idumeo, que no viene del linaje de David) en el trono, incumpliéndose la profecía bíblica.
Es cierto, como refiere Epifanio, que el último Rey Sacerdote de Judá fue Alejandro Janneo. Sus hijos no llegaron a ocupar ambos cargos.
Lo sorprendente de este pasaje es que Epifanio, aún dando por buena la fin de Jesús a manos de Pilatos, sitúa el nacimiento del Mesías en Belén en tiempos de Alejandro Janneo, es decir, como poco, en el 76 a. C. Lo que significaría que al morir, Jesús debería tener más de 106 años!!!
Es obvio que Epifanio tiene una cierta confusión sobre las fechas pasadas, pues dice a continuación:
3:4 Esta posición se extinguió con este Alejandro desde los tiempos de Salina (Salomé), también conocida como Alexandra, en el tiempo del rey Herodes y del emperador romano Augusto.
Lo que no puede ser, pues Salomé Alexandra muere en eñ 67 a.C., mientras que Augusto nace en el 63. a. C., y no es emperador hasta el 27. a. C. Epifanio en este párrafo los hace contemporáneos, pasando por alto la existencia de dos reyes más de los asmoneos antes de Herodes, Hircano II y Aristóbulo II.
3:5 Porque cuando las dos tribus, la real y sacerdotal, estaban unidas -me refiero a la tribu de Judá con Aarón y toda la tribu de Levi- los reyes también se hicieron sacerdotes, pues nada insinuado en la sagrada escritura puede estar equivocado).
-----------------------------------------------
Otra intriga del texto tiene que ver con una insinuación que hace Epifanio acerca del origen del culto cristiano. Parece remitirlo a la antigua secta de los Terapeutas, en Alejandría, lo que coincide con una teoría que ya he expuesto en este foro, que apunta a que, en efecto, este grupo de esenios contemplativos son el origen del primer culto nazareno.
5:1 Si os gusta el estudio y habéis leído el pasaje sobre ellos en los escritos históricos de Filón, en su libro titulado “Jeseanos”, se puede encontrar que, al dar su explicación de su forma de vida y sus himnos y la descripción de sus monasterios en las cercanías del pantano de Marean, Filón describe nada menos que a los cristianos. (Eus. H. E. 2.17.1-24)
El libro de Filón no se refiere a los Jeseanos, sino a los Terapeutas.
5:2 Porque cuando visitó la zona, -el lugar se llama Mareotis- y fue acogido por ellos en sus monasterios de la región, fue edificado.
5:3 Llegó allí durante la Pascua y observó sus costumbres, y cómo algunos de ellos ayunaban durante toda la semana santa de Pascua, aunque otros comían cada dos días y otros, de hecho, cada noche. Pues todo esto ha sido escrito por Filón sobre el tema de la fe y el régimen de los cristianos.
5:4 Así que cuando fueron llamados Jeseanos, poco después de la ascensión del Salvador, y después de que Marcos hubiera predicado en Egipto, en aquellos tiempos, ciertas otras personas, supuestos seguidores de los apóstoles, a su vez se escindieron. Me refiero a los nazarenos de los que estoy hablando aquí. Eran judíos, apegados a la Ley, y se sometían a la circuncisión.
Aquí Epifano, claramente, pretende considerar a los "nazarenos" como una escisión del culto de los antiguos terapeutas, que él confunde con una iglesia fundada por Marcos -tomando como referencia a Eusebio-, quien a su vez hace una lectura equivocada y anacrónica del texto de Filón, quien situa la antigüedad de esta secta mucho antes del S. I.
No es extraño -como hemos visto- que el santo Epifanio confunda fechas con alegría, pero sí que es significativo que considere a los nazarenos -que él mismo refiere como los primeros cristianos con otro nombre- como una escisión de este culto de los esenios terapeutas.
6:2 Pero además, como ya he indicado, todos llamaban a los cristianos nazarenos, como se dice al acusar a Pablo el apóstol, "Hemos hallado que este hombre es una plaga y un pervertidor de la gente, un cabecilla de la secta de la Nazarenos”. (Hechos, 24:5)
6:5 ¡Y no hay duda de que el apóstol admitió ser un Nazareno! En estos días todo el mundo llamaba a los cristianos así por causa de la ciudad de Nazaret, -no había ningún otro uso del nombre en el momento. Y así, la gente dio el nombre de ' nazarenos” a los creyentes en Cristo, de quien está escrito, “porque él será llamado Nazareno”. (Mateo 2:23)
6:8 debido a su crianza en la ciudad de Nazaret (ahora un pueblo), en la casa de José, después de haber nacido en la carne en Belén, de la siempre Virgen María, la prometida de José. Pues José se había asentado en Nazaret después de salir de Belén y fijando su residencia en Galilea.
Aquí otra curiosidad del texto. Epifanio, conocedor de que Nazaret en su época del S. IV. era una aldea perversos, intenta decir que en el pasado -en tiempos de Jesús- era una "ciudad", como refieren los evangelios, y que ahora había venido a menos. Sin embargo, hoy en día, por la arqueología sabemos que Nazaret ni siquiera existía en el S. I. El nombre de "Nazareno" no le viene a Jesús por "su crianza en Nazaret", como pretende Epifanio-, sino por ser el "natzer", la rama o vara de Isaí, que es una referencia mesiánica que encontramos en Isaías, referido también a Jesse (Isaí) y que los evangelistas citan a menudo.
Isaías 11:1
Saldrá una VARA (natzer) del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Nazaret es la ciudad de la varas, un nombre alegórico. En realidad, los primeros evangelios sitúan la ciudad de Jesús en Capernaum, en relación con otra profecía.
Capernaum está situada justamente entre la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí.
7:1 Pero estos mismos sectarios de los que estoy hablando aquí, pasaron por alto el nombre de Jesús, y ni se llamaron Jeseanos, ni mantuvieron el nombre de “judíos”, ni se denominaron a sí mismos “cristianos” -sino" nazarenos ", supuestamente a partir del nombre del lugar “Nazareth”. Pero son judíos en todos los sentidos y no otra cosa.
7:2 Usan, no sólo el Nuevo Testamento sino también el Antiguo Testamento, así como hacen los judíos. Pues no repudian la Ley, los profetas, y los libros que los judíos llaman y ellos llaman “Escrituras”. No tienen puntos de vista diferentes, sino que confiesan todo en completo acuerdo con la doctrina de la Ley y como los judíos, excepto que se les supone creyentes en Cristo.
Aquí Epifanio no hace sino describir lo que es evidente: Que los cristianos pertenecientes a la Iglesia de los Pobres de Jerusalén, es decir, Jacobo, Cefás, y Juan, no eran sino judíos que continuaban con su culto, y no algo totalmente distinto como es el caso de los Paulistas de Antioquía, que luego constituyeron la base del culto católico impuesto en Nicea.
Así que es posible determinar que el primer cisma se produce en ese momento, entre los seguidores judíos -los verdaderos nazarenos-, y los seguidores gentiles de Antioquía, que empezaron a llamarse cristianos usando el gentilicio griego para el Masiaj.
7:5 Son diferentes de los judíos y diferente de los cristianos, sólo en las siguientes formas: No están de acuerdo con los judíos por causa de su fe en Cristo; pero no están de acuerdo con los cristianos porque aún están encadenados por la Ley –la circuncisión, el sábado, y el resto.
(Todo lo cual es dicho por Ireneo para los Ebionitas. Iren. 1.26.2.. Ebionitas significa "los pobres", el nombre con el que se conoce en Hechos a la Iglesia de Jerusalen, gobernada por Jacobo el Justo, el "hermano del Señor")
9:2 Sin embargo, para los judíos son grandes enemigos. No sólo el pueblo judío alberga repruebo contra ellos; incluso se levantan al amanecer, al mediodía y al anochecer, tres veces al día, cuando recitan sus oraciones en las sinagogas, y los maldicen y anatematizan, diciendo tres veces al día: “Dios maldiga a los Nazarenos”
En efecto, los judíos maldecían tres veces diciendo "Dios maldiga a los "nozrim", en referencia a los cristianos.
9:3 Pues albergan aún un resentimiento más contra de ellos, si se quiere, porque a pesar de su origen judío, predican que Jesús es el Cristo, - algo que es contrario a aquellos que siguen siendo judíos y no han aceptado a Jesús.
9:4 Ellos tienen el Evangelio según San Mateo en su totalidad en hebreo. Porque es evidente que aún conservan esto como fue escrito originalmente, en el alfabeto hebreo. Pero no sé si también han extirpado las genealogías desde Abraham hasta Cristo.
La existencia de este evangelio de Mateo en hebreo es refrendada por otro padres, como Eusebio e Ireneo, que lo atribuyen a los ebionitas.
Es otro indicio de que ebionitas y nazarenos, no son más que dos nombres para referirse a los mismo, a la primera secta cristiana de Jerusalen, probablemente una escisión de los esenios contemplativos, que creían en su particular visión del Mesías de David.
Curioso que Epifanio insinúe que hayan extirpado las genealogías del texto.... Quizá sea que no hayan sido extirpadas, sino "interpoladas" por los católicos, a fin de hacer "histórico" lo que en su origen no era sino una exégesis, una midrash de las Escrituras.
Ahí lo dejo.
Se trata del capítulo titulado CONTRA LOS NAZARENOS, cuyo autor es Epifanio de Salamina, (c. 310/320 - 403), más conocido por Epifanio, quien fue un obispo y escritor bizantino, considerado como Padre de la Iglesia y defensor de la ortodoxia contra aquellas enseñanzas consideradas como heréticas, durante la difícil época para el cristianismo que siguió al Concilio de Nicea.
Los extractos pertenecen a su famosa obra PANARIÓN, un tratado contra todas las herejías de su época. Allí hace una descripción de los "nazarenos" como una secta ****izante, si bien, se ve obligado a reconocer que éstos no son otros que los primeros cristianos -es decir, una secta que mantuvo las creencias primigenias frente a la corriente católica del credo.
Procedo a postear algunos pasajes del capítulo, en itálica, con mis notas intercaladas.
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Libro I, Parte 29
Epifanio contra los Nazarenos
1:2 Pues estas personas no se dieron por sí mismos el nombre de Cristo o el propio nombre de Jesús, sino el de "nazarenos".
1:3 Aunque en ese momento todos los cristianos por igual eran llamados nazarenos. También llegaron a ser llamados “Jeseanos” por un corto tiempo, antes de que los discípulos empezaran a ser llamados “cristianos” en Antioquía.
Aquí reconoce que nazarenos era el nombre original de los cristianos, lo que sabemos por los Hechos.
1:4 Y se llamaban Jeseanos debido a Jesé, supongo, ya que David era descendiente de Jesé, y María era descendiente directa de David. Esto fue en cumplimiento de la Sagrada Escritura, ya que en el Antiguo Testamento (Salmo 132:11), el Señor le dice a David: "Del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono."
Aquí Epifanio asume directamente a María como descendiente de David, seguramente haciendo caso a Eusebio y su teoría de que la genealogía de Lucas pertenece a María.
2:5 Pero, probablemente, alguien podría decir: "Puesto que Cristo nació físicamente de la descendencia de David, es decir, de la Santa Virgen María, ¿por qué no se ha sentado en el trono de David?” Pues el Evangelio dice: "Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.”(Juan 6:15)… “sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín” (Juan 11:54)
2:6 Pero ahora que he llegado a este pasaje y se me pregunta acerca de este texto y la razón por la que profecía de sentarse en el trono de David no se ha cumplido físicamente en el caso del Salvador –pues algunos así piensan- debo aún decir que es un hecho: Ni una palabra de la Santa Escritura de Dios se queda en nada.
3:1 Pues el trono de David y el asiento real es el sacerdocio en la Santa Iglesia. El Señor ha combinado este rango sumo sacerdotal y regio, y lo ha conferido a su santa Iglesia, tras*firiéndole el trono de David, que nunca ha de faltar.
Aquí Epifanio resuelve el problema del incumplimiento de la profecía -en su sentido literal- asumiendo que el Trono de David es la Iglesia. Nadie negará su ingenio irrebatible.
3:2 En otro tiempo el trono de David continuó por sucesión hasta el mismo Cristo, ya que los gobernantes de Judá no fallaron hasta que Él llegó “por cuya causa son las cosas preparadas, y él es la expectativa de las naciones,” (¿? Génesis 49:10) Como dice la Escritura.
Aquí, dice algo que no he podido encontrar en las Escrituras. El pasaje al que hace mención la nota añadidas dice:
Génesis 49
10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
Ésta es la primera profecía en donde Dios garantiza la pervivencia del cetro de Judá hasta la llegada del Mesías. Es la primera vez que aparece el concepto en la Tanaj. Shiloh se traduce por "tranquilidad", y se asocia con el Mesías.
3:3 Pues los gobernantes en la sucesión de Judá llegaron a su fin con la llegada de Cristo. Hasta que él llegó, los gobernantes fueron ungidos sacerdotes, pero después de su nacimiento en Belén de ****a, la orden terminó y fue alterada en la época de Alejandro (Janneo), un gobernante de tronco sacerdotal y real.
Aquí está el pasaje que me ha producido más llamativo. Sitúa el nacimiento de Jesús en tiempos de Alejandro Janneo (125 a. C. – 76 a. C.), rey y sumo sacerdote de los judíos (103 a. C. – 76 a. C.), quizá el último rey judío con verdadera legalidad para reclamar el trono de Judá. Posteriormente le sucede su mujer, Salome Alejandra, quien pone en manos de los fariseos el gobierno del reino. Tras su fin, estalla una guerra civil entre sus dos hijos, lo que daría lugar a la intervención de los romanos, y la anexión de ****a como una provincia. Tras una serie de conflictos, los romanos colocan a Herodes el Grande (un idumeo, que no viene del linaje de David) en el trono, incumpliéndose la profecía bíblica.
Es cierto, como refiere Epifanio, que el último Rey Sacerdote de Judá fue Alejandro Janneo. Sus hijos no llegaron a ocupar ambos cargos.
Lo sorprendente de este pasaje es que Epifanio, aún dando por buena la fin de Jesús a manos de Pilatos, sitúa el nacimiento del Mesías en Belén en tiempos de Alejandro Janneo, es decir, como poco, en el 76 a. C. Lo que significaría que al morir, Jesús debería tener más de 106 años!!!
Es obvio que Epifanio tiene una cierta confusión sobre las fechas pasadas, pues dice a continuación:
3:4 Esta posición se extinguió con este Alejandro desde los tiempos de Salina (Salomé), también conocida como Alexandra, en el tiempo del rey Herodes y del emperador romano Augusto.
Lo que no puede ser, pues Salomé Alexandra muere en eñ 67 a.C., mientras que Augusto nace en el 63. a. C., y no es emperador hasta el 27. a. C. Epifanio en este párrafo los hace contemporáneos, pasando por alto la existencia de dos reyes más de los asmoneos antes de Herodes, Hircano II y Aristóbulo II.
3:5 Porque cuando las dos tribus, la real y sacerdotal, estaban unidas -me refiero a la tribu de Judá con Aarón y toda la tribu de Levi- los reyes también se hicieron sacerdotes, pues nada insinuado en la sagrada escritura puede estar equivocado).
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Otra intriga del texto tiene que ver con una insinuación que hace Epifanio acerca del origen del culto cristiano. Parece remitirlo a la antigua secta de los Terapeutas, en Alejandría, lo que coincide con una teoría que ya he expuesto en este foro, que apunta a que, en efecto, este grupo de esenios contemplativos son el origen del primer culto nazareno.
5:1 Si os gusta el estudio y habéis leído el pasaje sobre ellos en los escritos históricos de Filón, en su libro titulado “Jeseanos”, se puede encontrar que, al dar su explicación de su forma de vida y sus himnos y la descripción de sus monasterios en las cercanías del pantano de Marean, Filón describe nada menos que a los cristianos. (Eus. H. E. 2.17.1-24)
El libro de Filón no se refiere a los Jeseanos, sino a los Terapeutas.
5:2 Porque cuando visitó la zona, -el lugar se llama Mareotis- y fue acogido por ellos en sus monasterios de la región, fue edificado.
5:3 Llegó allí durante la Pascua y observó sus costumbres, y cómo algunos de ellos ayunaban durante toda la semana santa de Pascua, aunque otros comían cada dos días y otros, de hecho, cada noche. Pues todo esto ha sido escrito por Filón sobre el tema de la fe y el régimen de los cristianos.
5:4 Así que cuando fueron llamados Jeseanos, poco después de la ascensión del Salvador, y después de que Marcos hubiera predicado en Egipto, en aquellos tiempos, ciertas otras personas, supuestos seguidores de los apóstoles, a su vez se escindieron. Me refiero a los nazarenos de los que estoy hablando aquí. Eran judíos, apegados a la Ley, y se sometían a la circuncisión.
Aquí Epifano, claramente, pretende considerar a los "nazarenos" como una escisión del culto de los antiguos terapeutas, que él confunde con una iglesia fundada por Marcos -tomando como referencia a Eusebio-, quien a su vez hace una lectura equivocada y anacrónica del texto de Filón, quien situa la antigüedad de esta secta mucho antes del S. I.
No es extraño -como hemos visto- que el santo Epifanio confunda fechas con alegría, pero sí que es significativo que considere a los nazarenos -que él mismo refiere como los primeros cristianos con otro nombre- como una escisión de este culto de los esenios terapeutas.
6:2 Pero además, como ya he indicado, todos llamaban a los cristianos nazarenos, como se dice al acusar a Pablo el apóstol, "Hemos hallado que este hombre es una plaga y un pervertidor de la gente, un cabecilla de la secta de la Nazarenos”. (Hechos, 24:5)
6:5 ¡Y no hay duda de que el apóstol admitió ser un Nazareno! En estos días todo el mundo llamaba a los cristianos así por causa de la ciudad de Nazaret, -no había ningún otro uso del nombre en el momento. Y así, la gente dio el nombre de ' nazarenos” a los creyentes en Cristo, de quien está escrito, “porque él será llamado Nazareno”. (Mateo 2:23)
6:8 debido a su crianza en la ciudad de Nazaret (ahora un pueblo), en la casa de José, después de haber nacido en la carne en Belén, de la siempre Virgen María, la prometida de José. Pues José se había asentado en Nazaret después de salir de Belén y fijando su residencia en Galilea.
Aquí otra curiosidad del texto. Epifanio, conocedor de que Nazaret en su época del S. IV. era una aldea perversos, intenta decir que en el pasado -en tiempos de Jesús- era una "ciudad", como refieren los evangelios, y que ahora había venido a menos. Sin embargo, hoy en día, por la arqueología sabemos que Nazaret ni siquiera existía en el S. I. El nombre de "Nazareno" no le viene a Jesús por "su crianza en Nazaret", como pretende Epifanio-, sino por ser el "natzer", la rama o vara de Isaí, que es una referencia mesiánica que encontramos en Isaías, referido también a Jesse (Isaí) y que los evangelistas citan a menudo.
Isaías 11:1
Saldrá una VARA (natzer) del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Nazaret es la ciudad de la varas, un nombre alegórico. En realidad, los primeros evangelios sitúan la ciudad de Jesús en Capernaum, en relación con otra profecía.
Isaías 9:1
Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.
Capernaum está situada justamente entre la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí.
7:1 Pero estos mismos sectarios de los que estoy hablando aquí, pasaron por alto el nombre de Jesús, y ni se llamaron Jeseanos, ni mantuvieron el nombre de “judíos”, ni se denominaron a sí mismos “cristianos” -sino" nazarenos ", supuestamente a partir del nombre del lugar “Nazareth”. Pero son judíos en todos los sentidos y no otra cosa.
7:2 Usan, no sólo el Nuevo Testamento sino también el Antiguo Testamento, así como hacen los judíos. Pues no repudian la Ley, los profetas, y los libros que los judíos llaman y ellos llaman “Escrituras”. No tienen puntos de vista diferentes, sino que confiesan todo en completo acuerdo con la doctrina de la Ley y como los judíos, excepto que se les supone creyentes en Cristo.
Aquí Epifanio no hace sino describir lo que es evidente: Que los cristianos pertenecientes a la Iglesia de los Pobres de Jerusalén, es decir, Jacobo, Cefás, y Juan, no eran sino judíos que continuaban con su culto, y no algo totalmente distinto como es el caso de los Paulistas de Antioquía, que luego constituyeron la base del culto católico impuesto en Nicea.
Así que es posible determinar que el primer cisma se produce en ese momento, entre los seguidores judíos -los verdaderos nazarenos-, y los seguidores gentiles de Antioquía, que empezaron a llamarse cristianos usando el gentilicio griego para el Masiaj.
7:5 Son diferentes de los judíos y diferente de los cristianos, sólo en las siguientes formas: No están de acuerdo con los judíos por causa de su fe en Cristo; pero no están de acuerdo con los cristianos porque aún están encadenados por la Ley –la circuncisión, el sábado, y el resto.
(Todo lo cual es dicho por Ireneo para los Ebionitas. Iren. 1.26.2.. Ebionitas significa "los pobres", el nombre con el que se conoce en Hechos a la Iglesia de Jerusalen, gobernada por Jacobo el Justo, el "hermano del Señor")
9:2 Sin embargo, para los judíos son grandes enemigos. No sólo el pueblo judío alberga repruebo contra ellos; incluso se levantan al amanecer, al mediodía y al anochecer, tres veces al día, cuando recitan sus oraciones en las sinagogas, y los maldicen y anatematizan, diciendo tres veces al día: “Dios maldiga a los Nazarenos”
En efecto, los judíos maldecían tres veces diciendo "Dios maldiga a los "nozrim", en referencia a los cristianos.
9:3 Pues albergan aún un resentimiento más contra de ellos, si se quiere, porque a pesar de su origen judío, predican que Jesús es el Cristo, - algo que es contrario a aquellos que siguen siendo judíos y no han aceptado a Jesús.
9:4 Ellos tienen el Evangelio según San Mateo en su totalidad en hebreo. Porque es evidente que aún conservan esto como fue escrito originalmente, en el alfabeto hebreo. Pero no sé si también han extirpado las genealogías desde Abraham hasta Cristo.
La existencia de este evangelio de Mateo en hebreo es refrendada por otro padres, como Eusebio e Ireneo, que lo atribuyen a los ebionitas.
Es otro indicio de que ebionitas y nazarenos, no son más que dos nombres para referirse a los mismo, a la primera secta cristiana de Jerusalen, probablemente una escisión de los esenios contemplativos, que creían en su particular visión del Mesías de David.
Curioso que Epifanio insinúe que hayan extirpado las genealogías del texto.... Quizá sea que no hayan sido extirpadas, sino "interpoladas" por los católicos, a fin de hacer "histórico" lo que en su origen no era sino una exégesis, una midrash de las Escrituras.
Ahí lo dejo.