ñandú iracundo
Madmaxista
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Hacía varios años que no cogía el coche y desde hace un par de meses he empezado de nuevo a cogerlo asiduamente. Pues bien, estoy alarmado de lo jodidamente bruta que es la gente. Resumen de lo que me ha pasado en este corto periodo:
- Taxistas. He descubierto que el cristal de su parabrisas tiene un tecnología especial que elimina la visión de todos los demás vehículos en la calzada. Esto se manifiesta en su nulo uso de los intermitentes y cambios de carril como y cuando les sale de los huevones. Es broma, simplemente son unos hijos de la gran fruta.
- Voy por el carril derecho en una calle muy ancha con varios carriles sin semáforos ni peatones. No es autovía, pero en la práctica como si lo fuera, todo el mundo va pisándole. Pues bien, en una incorporación con muy poca visibilidad, veo que entra un coche sin frenar con dos huevonazos. Tuve que dar volantazo y si hubiera habido un coche a mi izquierda hubiera tenido un accidente muy grave.
- Voy por el carril central de un calle también ancha. Pues una tía se incorpora y sin mirar ni palos se pone, no en el carril más cercano, sino justo enfrente de mi en el carril del medio. Con dos huevonazos. Tuve que pegar frenazo. Me quedé a gusto dandole al claxon con esa hija de fruta, eso sí.
- Voy por autovía, por el carril derecho y hay dos coches parados con el triángulo de señalización. Uno de ellos no debía estar averido porque a unos 30 metros de mi empieza a incorporarse extremadamente despacio, en mi carril. Frenazo (en autovía, ojo) hasta casi pararme y el iluso ve el pastel y se vuelve a meter al arcén.
- Voy por una calle de único sentido y se me mete un tío de frente en dirección contraria que venía de un stop. Llego un segundo más pronto y hubiera habido una leche muy subida de peso.
- Luego en carretera gente haciendo lo que le sale de las pelotas constatemente. Adelantamientos por la derecha, adelantar para tomar una salida inmediatamente que si hubiera esperado detrás hubiera tardado solo dos segundos más.
Resumen: he estado cerca de tres accidentes que podrían haber sido muy graves o mortales en el intervalo de dos meses, más un montón de diversas burradas de toda índole.
- Taxistas. He descubierto que el cristal de su parabrisas tiene un tecnología especial que elimina la visión de todos los demás vehículos en la calzada. Esto se manifiesta en su nulo uso de los intermitentes y cambios de carril como y cuando les sale de los huevones. Es broma, simplemente son unos hijos de la gran fruta.
- Voy por el carril derecho en una calle muy ancha con varios carriles sin semáforos ni peatones. No es autovía, pero en la práctica como si lo fuera, todo el mundo va pisándole. Pues bien, en una incorporación con muy poca visibilidad, veo que entra un coche sin frenar con dos huevonazos. Tuve que dar volantazo y si hubiera habido un coche a mi izquierda hubiera tenido un accidente muy grave.
- Voy por el carril central de un calle también ancha. Pues una tía se incorpora y sin mirar ni palos se pone, no en el carril más cercano, sino justo enfrente de mi en el carril del medio. Con dos huevonazos. Tuve que pegar frenazo. Me quedé a gusto dandole al claxon con esa hija de fruta, eso sí.
- Voy por autovía, por el carril derecho y hay dos coches parados con el triángulo de señalización. Uno de ellos no debía estar averido porque a unos 30 metros de mi empieza a incorporarse extremadamente despacio, en mi carril. Frenazo (en autovía, ojo) hasta casi pararme y el iluso ve el pastel y se vuelve a meter al arcén.
- Voy por una calle de único sentido y se me mete un tío de frente en dirección contraria que venía de un stop. Llego un segundo más pronto y hubiera habido una leche muy subida de peso.
- Luego en carretera gente haciendo lo que le sale de las pelotas constatemente. Adelantamientos por la derecha, adelantar para tomar una salida inmediatamente que si hubiera esperado detrás hubiera tardado solo dos segundos más.
Resumen: he estado cerca de tres accidentes que podrían haber sido muy graves o mortales en el intervalo de dos meses, más un montón de diversas burradas de toda índole.
