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Madmaxista
La Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha condenado la mañana de este lunes a 19 traficantes de droja marroquíes y españoles en Palma y Manacor a 35 años de guandoca y al pago de 72.947 euros de multa. Tres de los procesados no se han presentado y han sido declarados en rebeldía.
La Fiscalía pedía inicialmente para 22 procesados penas de 99 años de prisión y al pago de una multa de 741.400 euros. No obstante las penas de guandoca se han reducido a una tercera parte en virtud de un acuerdo de conformidad alcanzado entre la defensa de los procesados y el ministerio público. De hecho solo uno de los enjuiciados ingresará en el centro penitenciario, ya que su pena ha sumado dos años y medio de prisión de guandoca por reincidencia. Mientras que para la inmensa mayoría la pena no supera los dos años de guandoca y solicitarán la suspensión de la condena. Entre los que evitarán el encierro, la pena más baja de seis meses de prisión ha recaído en un traficante de marihuana, al tratarse de una sustancia que no causa un grave daño para la salud.
La Fiscalía consideraba en su escrito que los ahora condenados se dedicaban, entre diciembre de 2016 y verano de 2017, al tráfico de cocaína, heroína, hachís y marihuana. Su ámbito principal de actuación era Palma y Manacor, aunque se extendía a otros municipios de Mallorca.
En la mayoría de los casos la droja procedía de jovenlandia y la almacenaban en zonas forestales de Cala Rajada. Allí acudían a menudo para abastecerse de narcóticos o para esconder el dinero que obtenían con su venta. Dos de los ahora condenados, tío y sobrino, se encargaban de distribuir la sustancia estupefaciente entre compradores y otros pequeños traficantes, que se ocupaban a su vez de venderla a terceros.
Para distribuir la droja, los condenados contaban con el apoyo de la esposa de uno de ellos, también condenada. Esta ponía en contacto a los consumidores con los dos traficantes. En ocasiones ella misma se encargaba de las ventas.
El tío y su sobrino acudían en coche para vender la droja, donde la guardaban como depósito temporal. También contaban con el apoyo de otro turismo que les cedía otro condenado y que lo utilizaban como almacén de estupefacientes.
Durante el registro de 17 domicilios, los agentes encontraron abundantes cantidades de dinero en efectivo, fruto de la venta de estupefacientes. También hallaron básculas de precisión, libretas con contactos y otros efectos. Además intervinieron numerosos teléfonos móviles y varios vehículos.
la hernia
La Fiscalía pedía inicialmente para 22 procesados penas de 99 años de prisión y al pago de una multa de 741.400 euros. No obstante las penas de guandoca se han reducido a una tercera parte en virtud de un acuerdo de conformidad alcanzado entre la defensa de los procesados y el ministerio público. De hecho solo uno de los enjuiciados ingresará en el centro penitenciario, ya que su pena ha sumado dos años y medio de prisión de guandoca por reincidencia. Mientras que para la inmensa mayoría la pena no supera los dos años de guandoca y solicitarán la suspensión de la condena. Entre los que evitarán el encierro, la pena más baja de seis meses de prisión ha recaído en un traficante de marihuana, al tratarse de una sustancia que no causa un grave daño para la salud.
La Fiscalía consideraba en su escrito que los ahora condenados se dedicaban, entre diciembre de 2016 y verano de 2017, al tráfico de cocaína, heroína, hachís y marihuana. Su ámbito principal de actuación era Palma y Manacor, aunque se extendía a otros municipios de Mallorca.
En la mayoría de los casos la droja procedía de jovenlandia y la almacenaban en zonas forestales de Cala Rajada. Allí acudían a menudo para abastecerse de narcóticos o para esconder el dinero que obtenían con su venta. Dos de los ahora condenados, tío y sobrino, se encargaban de distribuir la sustancia estupefaciente entre compradores y otros pequeños traficantes, que se ocupaban a su vez de venderla a terceros.
Para distribuir la droja, los condenados contaban con el apoyo de la esposa de uno de ellos, también condenada. Esta ponía en contacto a los consumidores con los dos traficantes. En ocasiones ella misma se encargaba de las ventas.
El tío y su sobrino acudían en coche para vender la droja, donde la guardaban como depósito temporal. También contaban con el apoyo de otro turismo que les cedía otro condenado y que lo utilizaban como almacén de estupefacientes.
Durante el registro de 17 domicilios, los agentes encontraron abundantes cantidades de dinero en efectivo, fruto de la venta de estupefacientes. También hallaron básculas de precisión, libretas con contactos y otros efectos. Además intervinieron numerosos teléfonos móviles y varios vehículos.
https://www.diariodemallorca.es/suc...ados-19-traficantes-droja-palma-81252131.html
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