El más que evidente problema de las estrategias que se han comentado es el coste de oportunidad.
Según he entendido, el límite de ingresos -o de rendimientos, reales o presuntos, de vehículos de inversión- es de 850,50 euros mensuales o, lo que es lo mismo, 10206 euros anuales. Esto, para un millón de principal, es una rentabilidad de un 1,02%.
Sumamos a ellos los 494,4 euros mensuales regalados de la ayuda para mayores de 52 años, lo que da un total del 16138 euros anuales. Eso es una rentabilidad total del 1,6%.
¿Conclusión? Estaríamos limitados a un producto financiero con una rentabilidad límite del 1,02% -aunque en la comparación final del coste de oportunidad debamos añadir ese 0,6%-, cuando cualquier cartera Boglehead 60/40, por ejemplo, yendo a algo relativamente conservador, debería dar de media en el rango del 4-5%.
Es decir, razonando para alguien que tenga ese millón: para que nos regalen al año 5932,8 euros, debemos contratar un producto financiero que sólo nos dé anualmente 10206 euros, en lugar de otro que nos genere 45000 euros (estimación media del 4,5%) como así lo haría la cartera mixta más accesible y elemental. Absurdo.
Aunque para ser justos habría que añadir en los cálculos la cotización de cara a una eventual pensión futura, es obvio que el coste de oportunidad de esa operación es disparatado e inasumible.