Fuente: elEconomista
Alemania
En Alemania, el desalojo se produce 24 horas después de que el propietario lo sepa y tras presentar una denuncia ante la Policía, según cuenta Abat. Para este "delito", la Justicia alemana castiga con penas de guandoca de un año las cuales pueden, además, ir acompañadas con una multa. De tratarse de una multitud o se produzca un uso de la violencia, la pena podría aumentar hasta los dos años.
Por otro lado, hay que saber que en caso de que el inmueble okupado, tras ser desalojado, se encuentre en mal estado, el propietario está obligado a realizar obras de rehabilitación.
Francia
En Francia, la 'okupación' es un acto ilegal que se castiga con un máximo de tres años de prisión y una multa que llega a los 45.000 euros de sanción. En lo que respecta a los tiempos de desalojo, en caso de que se haya realizado en menos de 48 horas, el propietario puede avisar a la Policía. Estos están autorizados para expulsar a los okupas de inmediato, sin necesidad de contar con el permiso de un juez. Si pasa más de este plazo de tiempo, el propietario hace una denuncia y aplica el desalojo cuando lo autorice un juez, en un proceso rápido.
Reino Unido
En el Reino Unido, la okupación se castiga con penas máximas de 51 semanas de guandoca y multas de 5.700 euros. En cuando al desalojo, la Policía puede entrar a la vivienda si tiene sospechas y no requiere de autorización judicial. Los propietarios tienen dos alternativas: realizar una denuncia directamente por posesión o rellenar un formulario de "orden de posesión interna". Después de entregarla, los okupas pueden ser encarcelados si no abandonan la propiedad en 24 horas.
Italia
En el caso italiano, el experto explica que los propietarios deben denunciar antes a la Policía, y posterior a ellos se realizará un juicio rápido, por el que la policía puede proceder a la expulsión y desalojo. La 'okupación' se castiga con una pena máxima de dos años de prisión y una multa de entre los 103 a los 1.032 euros, aunque puede aumentar si hubo violencia o uso de armas, por parte de los desalojados.
Alemania
En Alemania, el desalojo se produce 24 horas después de que el propietario lo sepa y tras presentar una denuncia ante la Policía, según cuenta Abat. Para este "delito", la Justicia alemana castiga con penas de guandoca de un año las cuales pueden, además, ir acompañadas con una multa. De tratarse de una multitud o se produzca un uso de la violencia, la pena podría aumentar hasta los dos años.
Por otro lado, hay que saber que en caso de que el inmueble okupado, tras ser desalojado, se encuentre en mal estado, el propietario está obligado a realizar obras de rehabilitación.
Francia
En Francia, la 'okupación' es un acto ilegal que se castiga con un máximo de tres años de prisión y una multa que llega a los 45.000 euros de sanción. En lo que respecta a los tiempos de desalojo, en caso de que se haya realizado en menos de 48 horas, el propietario puede avisar a la Policía. Estos están autorizados para expulsar a los okupas de inmediato, sin necesidad de contar con el permiso de un juez. Si pasa más de este plazo de tiempo, el propietario hace una denuncia y aplica el desalojo cuando lo autorice un juez, en un proceso rápido.
Reino Unido
En el Reino Unido, la okupación se castiga con penas máximas de 51 semanas de guandoca y multas de 5.700 euros. En cuando al desalojo, la Policía puede entrar a la vivienda si tiene sospechas y no requiere de autorización judicial. Los propietarios tienen dos alternativas: realizar una denuncia directamente por posesión o rellenar un formulario de "orden de posesión interna". Después de entregarla, los okupas pueden ser encarcelados si no abandonan la propiedad en 24 horas.
Italia
En el caso italiano, el experto explica que los propietarios deben denunciar antes a la Policía, y posterior a ellos se realizará un juicio rápido, por el que la policía puede proceder a la expulsión y desalojo. La 'okupación' se castiga con una pena máxima de dos años de prisión y una multa de entre los 103 a los 1.032 euros, aunque puede aumentar si hubo violencia o uso de armas, por parte de los desalojados.