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Instituto Nacional de Industrias
La reconstrucción industrial de la posguerra.
La Guerra Civil truncó la fase expansiva de la industria española. A su término hubo que afrontar la reconstrucción, la recuperación económica y la puesta en práctica de una política industrial que viniera a resolver las graves carencias del momento, lo cual se abordó en un contexto de autarquía, es decir, de autosuficiencia económica.
En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), con una fuerte participación de capital estatal en los sectores básicos de la industria (siderurgia, naval, petroquímica).
A partir de 1950 la situación fue cambiando y se logró una cierta recuperación en los niveles de renta, mejoró la situación en la posguerra y la economía española encontró cierto alivio a partir de las negociaciones con Estados Unidos y del ingreso en la ONU. Se puso fin al aislamiento y España se integró gradualmente en la economía internacional, al tiempo que la falta de capital fue suplida por las inversiones extranjeras que comenzaron a llegar.
La nueva estructura industrial se caracterizó por la dualidad, es decir, por la existencia de un sector dominado por la gran empresa de capital público (Hunosa, Ensidesa, y demás empresas pertenecientes al INI) y orientado a bienes de equipo, y otro sector integrado por la pequeña y mediana empresa de capital privado, dedicado a las industrias de tras*formación y de bienes de consumo.
Desde un punto de vista espacial, la política industrial favoreció la consolidación de algunas regiones industriales en detrimento de otras; así, se polarizó claramente hacia Cataluña, País Vasco y Madrid (41,5% del empleo) en perjuicio de otras que se configuraban como áreas subdesarrolladas, las cuales comenzaban a padecer los efectos negativos de los desequilibrios y del éxodo rural.
Pero el modelo industrial acusaba graves deficiencias y se mostraba incapaz de resolver las carencias, de ahí que a partir de 1959 se abordase el desarrollo industrial y económico siguiendo las directrices del denominado Plan de Estabilización.
La industria siderúrgica se consolidó en el País Vasco, para luego extenderse al Mediterráneo (Altos Hornos del Mediterráneo) y a Asturias (Ensidesa). Tuvo un gran impulso en las actuaciones llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Industria, que construyó grandes acerías, explotadas por empresas públicas. Su sobredimensionamiento con relación a las necesidades españoles fue una de las causas que originaron su crisis, razón por la cual fue necesaria una fuerte reconversión que tuvo importantes repercusiones sociales. La siderurgia no integral, en cambio, responde a una estructura empresarial de menor tamaño y que su ámbito de implantación se extiende también a Navarra, Asturias y Cataluña.
Muy relacionada con la industria siderúrgica está la de tras*formados metálicos, que fabrica una gama de productos que abarca desde la ferretería hasta la maquinaria; va asociada a la pequeña y mediana empresa y tiene una mayor dispersión espacial, aunque se localiza preferentemente en los tres hogares clásicos de la industria española: País Vasco, Cataluña y Madrid.
Mucho más reciente en la cronología industrial es la fabricación de electrodomésticos, que, por la naturaleza de los componentes que utiliza, tienen una clara filiación con las industrias metalúrgicas. Ha alcanzado una significación extraordinaria por su condición de abastecedora de bienes de uso a los hogares modernos. Su expansión fue paralela a las tras*formaciones experimentadas por la sociedad en los años 60, a la adopción de nuevas fuentes de energía para uso doméstico (gas butano, gas propano, gas natural) y a la generalización de la industria del frío. En principio, fue una industria muy atomizada en empresas de tamaño medio, aunque después sería reestructurada mediante procesos de concentración industrial.
La construcción naval es otro de los sectores más importantes de nuestra industria tradicional. Es heredera de la vieja carpintería de rivera y, aunque los buques siguen construyéndose en las instalaciones denominadas astilleros, el material utilizado en la construcción es el acero, que ha permitido el aumento de tonelaje. Por iniciativa del INI se construyeron grandes astilleros en enclaves significativos del litoral (Ferrol, Cádiz). Su estructura empresarial era la de grandes empresas públicas (Astano, Empresa Nacional Bazán) especializadas en la construcción de buques petroleros y graneros, y con los cuales España ocupó un lugar de privilegio en la lista de países constructores. Además de los grandes astilleros, existen empresas de menor tamaño dedicadas a la construcción de barcos de pesca o de recreo. La crisis del petróleo afectó a la industria de construcción naval; por un lado, se evidenciaron las deficiencias estructurales de nuestros astilleros, por otro, el encarecimiento del crudo obligó a tras*portarlo en barcos de tonelaje medio.
A partir de 1990 descendió la construcción de barcos y el sector concluyó una dura reconversión industrial, que generó desempleo y cuyos efectos sociales trataron de paliarse con incentivos y concesión de zonas de urgente reindustrialización (bahía de Cádiz). Los sectores de la industria textil, del cuero y del calzado son, igualmente muy importantes en el tejido industrial español. La industria textil catalana constituyó uno de los pilares de la industrialización, aunque con el correr de los tiempos experimentó cambios profundos, unos relacionados con la sustitución de las fibras orgánicas (lana, lino, algodón) por fibras de origen químico, y otros relacionados con la reestructuración de las empresas, que han aumentado de tamaño al concentrarse multitud de pequeñas fábricas en unidades de producción más competitivas. La industria de la confección es una rama derivada de la industria textil que ha surgido a medida que la población demanda confecciones en lugar de tejidos. Está formada por un enjambre de pequeñas industrias que, al igual que la industria del calzado, se encuentra muy dispersa, aunque se extiende, sobre todo por las regiones mediterráneas. b) Otros sectores industriales, como los de automoción, químico y agroalimentario, presentan un mayor dinamismo, que procede de su condición de abastecedores de bienes y productos absolutamente imprescindibles en el funcionamiento de la propia sociedad industrial. Por lo general, son actividades con un alto componente tecnológico, tributarias de grandes inversiones y capital multinacional, y de grandes instalaciones fabriles.
El papel del Instituto Nacional de Industria ha sido clave en la historia económica e industrial española y así lo acreditan algunas de sus memorias de actividades custodiadas en el fondo histórico de biblioteca.etsit. Indicamos a continuación los ejemplares disponibles:
INI : memoria, 1977 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1978-1979.– 2 v. ; 28 cm.– Contiene: Tomo I. 1. Introducción : el INI en su entorno. 2. El grupo de empresas en que el INI participa. 3. El INI y la economía española de 1977. 4. Balance y cuenta de resultados del INI en 1977. 5. Balance y cuenta de resultados consolidades del INI en 1976. (111 p. + 1 h. desplegable) — Tomo II. 1. Resumen de actividades de las empresas. 2. Principales magnitudes económicas del grupo INI. 3. Ordenación de las empresas de participación directa del INI según su dimensión. 4. Índices (309 p. + 1 h. desplegable). | R 0868 y R 0869.
INI : memoria, 1976 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1977.– 2 v. ; 28 cm.– Contiene: Tomo I. 1. Introducción. 2. Bases de actuación del INI. 3. El grupo de empresas en que participa el INI. 4. Directrices y acciones sectoriales del INI en 1976. 5. Aspectos financieros del INI. 6. Anexo. (112 p. + 1 h. desplegable) — Tomo II. 1. Resumen de las actividades de las empresas. 2. Principales magnitudes económicas del grupo INI. 3. Ordenación de las empresas de participación directa del INI según su dimensión. 4. Índices (363 p. + 1 h. desplegable). | R 0866 y R 0867.
INI : resumen de actividades, 1974 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1976.– 423 p. : il. ; 30 cm | R 0865.
INI : memoria, 1974 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1975.– 147 p. : il. ; 30 cm + 1 h. pleg. | R 0864.
INI : resumen de actividades, 1973 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 419 p. : il. ; 30 cm | R 0863.
INI : memoria, 1973 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 119 p. : il. ; 30 cm + 1 h. pleg. | R 0862.
Balance agregado del INI y las empresas en que participa, año 1972 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 97 p. : il. ; 30 cm | R 0861.
INI : memoria, 1972 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1973.– 119 p. : il. ; 30 cm | R 0860.
INI : memoria y resumen de actividades, 1971 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1972.– 456 p. : il. ; 30 cm | R 0859.
INI : memoria y resumen de actividades, 1970 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1971.– 285 p. : il. ; 30 cm | R 0858.
INI : memoria y resumen de actividades, 1967, 1968, 1969 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1971.– 305 p. : il. ; 30 cm | R 0857.
INI : memoria del ejercicio, 1962 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1963.– 471 p., [8] h. pleg. : il. ; 30 cm | R 0856.
Resumen sobre finalidades y actuación del Instituto Nacional de Industria y de las empresas en que participa hasta 31 de diciembre de 1958 / datos recopilados por el Instituto Nacional de Industria, en colaboración con las respectivas Empresas.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1959.– XVI, 393 p., [6] h. pleg., [71] p. de lam. ; 30 cm | R 0855.
La reconstrucción industrial de la posguerra.
La Guerra Civil truncó la fase expansiva de la industria española. A su término hubo que afrontar la reconstrucción, la recuperación económica y la puesta en práctica de una política industrial que viniera a resolver las graves carencias del momento, lo cual se abordó en un contexto de autarquía, es decir, de autosuficiencia económica.
En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), con una fuerte participación de capital estatal en los sectores básicos de la industria (siderurgia, naval, petroquímica).
A partir de 1950 la situación fue cambiando y se logró una cierta recuperación en los niveles de renta, mejoró la situación en la posguerra y la economía española encontró cierto alivio a partir de las negociaciones con Estados Unidos y del ingreso en la ONU. Se puso fin al aislamiento y España se integró gradualmente en la economía internacional, al tiempo que la falta de capital fue suplida por las inversiones extranjeras que comenzaron a llegar.
La nueva estructura industrial se caracterizó por la dualidad, es decir, por la existencia de un sector dominado por la gran empresa de capital público (Hunosa, Ensidesa, y demás empresas pertenecientes al INI) y orientado a bienes de equipo, y otro sector integrado por la pequeña y mediana empresa de capital privado, dedicado a las industrias de tras*formación y de bienes de consumo.
Desde un punto de vista espacial, la política industrial favoreció la consolidación de algunas regiones industriales en detrimento de otras; así, se polarizó claramente hacia Cataluña, País Vasco y Madrid (41,5% del empleo) en perjuicio de otras que se configuraban como áreas subdesarrolladas, las cuales comenzaban a padecer los efectos negativos de los desequilibrios y del éxodo rural.
Pero el modelo industrial acusaba graves deficiencias y se mostraba incapaz de resolver las carencias, de ahí que a partir de 1959 se abordase el desarrollo industrial y económico siguiendo las directrices del denominado Plan de Estabilización.
La industria siderúrgica se consolidó en el País Vasco, para luego extenderse al Mediterráneo (Altos Hornos del Mediterráneo) y a Asturias (Ensidesa). Tuvo un gran impulso en las actuaciones llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Industria, que construyó grandes acerías, explotadas por empresas públicas. Su sobredimensionamiento con relación a las necesidades españoles fue una de las causas que originaron su crisis, razón por la cual fue necesaria una fuerte reconversión que tuvo importantes repercusiones sociales. La siderurgia no integral, en cambio, responde a una estructura empresarial de menor tamaño y que su ámbito de implantación se extiende también a Navarra, Asturias y Cataluña.
Muy relacionada con la industria siderúrgica está la de tras*formados metálicos, que fabrica una gama de productos que abarca desde la ferretería hasta la maquinaria; va asociada a la pequeña y mediana empresa y tiene una mayor dispersión espacial, aunque se localiza preferentemente en los tres hogares clásicos de la industria española: País Vasco, Cataluña y Madrid.
Mucho más reciente en la cronología industrial es la fabricación de electrodomésticos, que, por la naturaleza de los componentes que utiliza, tienen una clara filiación con las industrias metalúrgicas. Ha alcanzado una significación extraordinaria por su condición de abastecedora de bienes de uso a los hogares modernos. Su expansión fue paralela a las tras*formaciones experimentadas por la sociedad en los años 60, a la adopción de nuevas fuentes de energía para uso doméstico (gas butano, gas propano, gas natural) y a la generalización de la industria del frío. En principio, fue una industria muy atomizada en empresas de tamaño medio, aunque después sería reestructurada mediante procesos de concentración industrial.
La construcción naval es otro de los sectores más importantes de nuestra industria tradicional. Es heredera de la vieja carpintería de rivera y, aunque los buques siguen construyéndose en las instalaciones denominadas astilleros, el material utilizado en la construcción es el acero, que ha permitido el aumento de tonelaje. Por iniciativa del INI se construyeron grandes astilleros en enclaves significativos del litoral (Ferrol, Cádiz). Su estructura empresarial era la de grandes empresas públicas (Astano, Empresa Nacional Bazán) especializadas en la construcción de buques petroleros y graneros, y con los cuales España ocupó un lugar de privilegio en la lista de países constructores. Además de los grandes astilleros, existen empresas de menor tamaño dedicadas a la construcción de barcos de pesca o de recreo. La crisis del petróleo afectó a la industria de construcción naval; por un lado, se evidenciaron las deficiencias estructurales de nuestros astilleros, por otro, el encarecimiento del crudo obligó a tras*portarlo en barcos de tonelaje medio.
A partir de 1990 descendió la construcción de barcos y el sector concluyó una dura reconversión industrial, que generó desempleo y cuyos efectos sociales trataron de paliarse con incentivos y concesión de zonas de urgente reindustrialización (bahía de Cádiz). Los sectores de la industria textil, del cuero y del calzado son, igualmente muy importantes en el tejido industrial español. La industria textil catalana constituyó uno de los pilares de la industrialización, aunque con el correr de los tiempos experimentó cambios profundos, unos relacionados con la sustitución de las fibras orgánicas (lana, lino, algodón) por fibras de origen químico, y otros relacionados con la reestructuración de las empresas, que han aumentado de tamaño al concentrarse multitud de pequeñas fábricas en unidades de producción más competitivas. La industria de la confección es una rama derivada de la industria textil que ha surgido a medida que la población demanda confecciones en lugar de tejidos. Está formada por un enjambre de pequeñas industrias que, al igual que la industria del calzado, se encuentra muy dispersa, aunque se extiende, sobre todo por las regiones mediterráneas. b) Otros sectores industriales, como los de automoción, químico y agroalimentario, presentan un mayor dinamismo, que procede de su condición de abastecedores de bienes y productos absolutamente imprescindibles en el funcionamiento de la propia sociedad industrial. Por lo general, son actividades con un alto componente tecnológico, tributarias de grandes inversiones y capital multinacional, y de grandes instalaciones fabriles.
El papel del Instituto Nacional de Industria ha sido clave en la historia económica e industrial española y así lo acreditan algunas de sus memorias de actividades custodiadas en el fondo histórico de biblioteca.etsit. Indicamos a continuación los ejemplares disponibles:
INI : memoria, 1977 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1978-1979.– 2 v. ; 28 cm.– Contiene: Tomo I. 1. Introducción : el INI en su entorno. 2. El grupo de empresas en que el INI participa. 3. El INI y la economía española de 1977. 4. Balance y cuenta de resultados del INI en 1977. 5. Balance y cuenta de resultados consolidades del INI en 1976. (111 p. + 1 h. desplegable) — Tomo II. 1. Resumen de actividades de las empresas. 2. Principales magnitudes económicas del grupo INI. 3. Ordenación de las empresas de participación directa del INI según su dimensión. 4. Índices (309 p. + 1 h. desplegable). | R 0868 y R 0869.
INI : memoria, 1976 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1977.– 2 v. ; 28 cm.– Contiene: Tomo I. 1. Introducción. 2. Bases de actuación del INI. 3. El grupo de empresas en que participa el INI. 4. Directrices y acciones sectoriales del INI en 1976. 5. Aspectos financieros del INI. 6. Anexo. (112 p. + 1 h. desplegable) — Tomo II. 1. Resumen de las actividades de las empresas. 2. Principales magnitudes económicas del grupo INI. 3. Ordenación de las empresas de participación directa del INI según su dimensión. 4. Índices (363 p. + 1 h. desplegable). | R 0866 y R 0867.
INI : resumen de actividades, 1974 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1976.– 423 p. : il. ; 30 cm | R 0865.
INI : memoria, 1974 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1975.– 147 p. : il. ; 30 cm + 1 h. pleg. | R 0864.
INI : resumen de actividades, 1973 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 419 p. : il. ; 30 cm | R 0863.
INI : memoria, 1973 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 119 p. : il. ; 30 cm + 1 h. pleg. | R 0862.
Balance agregado del INI y las empresas en que participa, año 1972 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1974.– 97 p. : il. ; 30 cm | R 0861.
INI : memoria, 1972 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1973.– 119 p. : il. ; 30 cm | R 0860.
INI : memoria y resumen de actividades, 1971 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1972.– 456 p. : il. ; 30 cm | R 0859.
INI : memoria y resumen de actividades, 1970 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1971.– 285 p. : il. ; 30 cm | R 0858.
INI : memoria y resumen de actividades, 1967, 1968, 1969 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1971.– 305 p. : il. ; 30 cm | R 0857.
INI : memoria del ejercicio, 1962 / Instituto Nacional de Industria.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1963.– 471 p., [8] h. pleg. : il. ; 30 cm | R 0856.
Resumen sobre finalidades y actuación del Instituto Nacional de Industria y de las empresas en que participa hasta 31 de diciembre de 1958 / datos recopilados por el Instituto Nacional de Industria, en colaboración con las respectivas Empresas.– Madrid : Instituto Nacional de Industria, D.L. 1959.– XVI, 393 p., [6] h. pleg., [71] p. de lam. ; 30 cm | R 0855.