Para esto, es necesario auto observar tu interior de una forma muy sincera y consciente.
Normalmente ese sufrimiento derivado de estimulos externos, proviene de nuestro interior, el exterior es solo un reflejo de lo interior. Las personas que están todo el día quejándose de los demás, criticando, o reaccionando efusivamente a eventos externos lo hacen porque no han integrado esa parte de si mismos que no reconocen. Están viendo su sombra en otros. Por eso hay personas que señalan en los demás de forma casi obsesiva defectos propios, siendo esto muy evidente cuando se observa desde fuera. Por ejemplo, la típica mujer mentirosa y adúltera, que va por ahí criticando a los que mienten, y va diciendo insistentemente que los mas importante en la pareja es "la sinceridad".
A la vez, cuando admiramos y nos deleitamos con comportamientos o eventos externos, suelen ser atributos que nosotros también tenemos, pero que no hemos desarrollado. Suele sentirte también como una "admiración" un tanto desmedida en plan....."jorobar este tío, que crack, no se como puede tener una personalidad tan increíble".
Si a mi me enerva y me pone loco ver el egoísmo en los demás, es porque yo mismo no he aceptado mi propio egoísmo, si me pone de los nervios un tío porque es un vago, es porque no reconozco mi propia "vaguería". Si yo reconociese esas fracciones de mi ego, no me afectaría, simplemente haría algo para cambiar esa situación desde la serenidad, o simplemente no haría nada. Por ejemplo, podría hablar con ese señor de forma asertiva para que intentase hacer las cosas mejor, pero sin ningún desgaste para mi.
Estas pequeñas cosas, se van acumulando, y como el día a día pasa muy deprisa, no nos da tiempo a observarnos, por lo que acabamos siendo arrastrados por la inconsciencia, y esa inconsciencia genera mas y mas inconsciencia, hasta que llega un punto en el que nos sentimos mal, sufrimos, y tenemos una bola de cosa tan enmarañada que no sabemos ni por donde empezar, y seguimos buscando fuera lo que realmente deberíamos buscar dentro. Cuando la situación ya es insostenible, la bola de cosa explota, y saltamos por los aires, es lo que llamamos "depresión", "ansiedad", etc..... Es una oportunidad de sanar perfecta, porque todo aquello con lo que nos identificamos dejar de tener valor, la psique o nuestro espíritu, nos pone en una posición en la cual podamos reconstruir nuestros pedazos porque no hemos sido capaces de hacerlo "por las buenas".
Después, cuando ya no puedas mas, tomarás pastillas, o beberás alcohol, lo cual te aleja aún mas de tu comunicación interna, te aleja mas y mas de la solución, y el problema se alarga de forma infinita, por lo cual la reacción de nuestro espíritu será aún mas violenta después. Cuantas mas trabas le pongamos a la curación, mas fuerte será la ostra.
Así es como, haciendo estas observaciones internas, observando y analizando nuestras propias proyecciones sobre los demás, y sobre el mundo, vamos quitándonos capas de sufrimiento, como el que pela una cebolla. Así vamos tomando control sobre nuestras actuaciones, eliminando el sufrimiento, eliminando miedos. Pasito a pasito. Cuando uno empieza a hacer estas observaciones, nota la mejoría desde el principio, y este es un trabajo diario.
Cuando se habla de "no reaccionar" en el budismo por ejemplo, no significa que uno vaya por la vida dejándose humillar y se quede como un fistro escondiéndose, significa conseguir que ese estimulo externo no nos afecte ni en cuanto a emociones, ni en cuanto a pensamientos acelerados, y desde esa posición actuar de la forma que consideremos oportuna, pero que no sea la inconscienca lo que tome el control sobre nuestras acciones. No significa que no puedas realizar acciones para cambiar lo que ves, que no te defiendas, y que no le des un bofetón a alguien si se lo merece . De hecho un correctivo, a muchas personas las hace despertar de su propia absurdez, cuando es efectuado desde la consciencia.