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Cómo actuar si nos sorprende un incendio forestal | Zona Trekking
Por la mente de todo excursionista ha circulado alguna vez el pensamiento: “¿Qué voy a hacer si me coge un incendio en la montaña?” Y bueno, la respuesta suele ser algo así como: “Pues escaparé como pueda, intentando ir en sentido contrario y rezando para que no me alcance el fuego”. Preguntas y respuestas que más bien se nos plantean como un “sálvese quien pueda”.
En cierto modo, en muchas de las situaciones de riesgo a las que se enfrenta el ser humano, al final la solución acaba siendo un conjunto de decisiones improvisadas que, combinadas con algo de suerte, acaban por salvarnos el pellejo.
Pero desde este artículo, vamos a intentar daros una serie de herramientas y/o consejos, para que esas decisiones improvisadas, en realidad no lo sean tanto y ante una situación tan peligrosa y comprometida como lo es un incendio forestal, podamos salir airosos de la mejor forma posible.
Para ello, nos hemos desplazado a Alicante y hemos tenido el privilegio de contar con la opinión y consejos que nos han ofrecido desde el Parque de Bomberos (Área de Vinalopó) de Elda. Y especialmente agradecemos al bombero Toni GARCÍA MIÑANO su desinteresada atención y sus instructivas e interesantes explicaciones, las cuales nos han servido de gran utilidad para completar y contrastar la información que a continuación te vamos a ofrecer.
El origen de los incendios:
Lamentablemente, atrás quedan los fenómenos naturales como la primera causa de incendio en nuestros entornos al aire libre. Antaño, los rayos han sido los principales causantes del fuego. Pero en el presente, la gran mayoría de los incendios que se producen en nuestros montes son provocados por causas derivadas del ser humano. Bien sea por accidentes o, sobre todo, por negligencias: uso recreativo, trabajos agrícolas indebidos, vandalismo… O la peor de las causas, los incendios provocados: venganzas, especulaciones de terreno, piromanía…
Como evitar provocar un incendio:
En este punto hacemos mención a la regla de oro en toda situación de emergencia, en lo que al protocolo de actuación individual que deberemos seguir se refiere: el PAS (Prevenir – Avisar – Socorrer). Y donde llevaremos a cabo en este punto la primera parte de esta regla: -Prevenir- la provocación de un incendio.
Si realizamos un fuego en algún lugar autorizado, debemos asegurarnos que al marcharnos queda apagado. Para ello la mejor fórmula es, una vez apagadas las llamas, arrojar agua y tierra en las brasas que queden. Después, permaneceremos en el lugar y no abandonaremos los rescoldos hasta que dejen de desprender humo.
Cuando nos encontremos en un lugar, cuyas condiciones meteorológicas puedan favorecer la propagación del fuego, por mucho que esté permitido, la mejor decisión será abstenerse de hacerlo. Dado que un fuerte viento puede llevar ese “permitido” fuego hacia un lugar sensible y provocar el temido incendio.
No arrojes al suelo cerillas, colillas, u otros objetos en combustión. Y tampoco papeles, vidrios o cualquier otro residuo o material que pueda activar a estos y ser susceptible de originar el fuego.
Cómo actuar en caso de incendio forestal:
Volviendo a nuestro protocolo de actuación personal, lo siguiente que haremos será -Avisar-. De esta manera, si observas un incendio forestal o una columna de humo, avisarás a los servicios de emergencia a través del teléfono gratuito 112 y, si procede, a las personas que vivan cerca.
Una vez hecho esto, tan solo nos queda la tercera parte de la regla del PAS: -Socorrer-. ¿Y a quién socorreremos? Pues a nosotros mismos y a toda persona que requiera de nuestra ayuda. Es decir, iniciaremos las maniobras necesarias para ponernos a salvo y que os enumeramos a continuación.
1.- Si nos encontramos próximos o en el interior de nuestro vehículo, deberemos evitar conducir en condiciones de humo, atravesándolo. Eso es garantía de accidente casi asegurado, dado que la densidad del humo puede provocar que perdamos totalmente la visibilidad de nuestro camino e incluso que corramos riesgo de asfixia; porque si nos hemos descuidado de cerrar las entradas de aire del exterior, en poco tiempo éste habrá accedido al habitáculo y las consecuencias serán nefastas. Así que lo que haremos será situar el vehículo en un lugar sin vegetación, alejado del fuego y con las luces encendidas. Siempre, en la medida de lo posible, claro está.
2.- Deberemos observar la dirección del fuego y prever una vía de escape, para la cual cosa será importante mantener la calma y perder unos segundos, o incluso minutos, en el análisis de nuestro mapa y/o dispositivo GPS. Siendo un buen truco marcar waypoints de forma rápida sobre nuestro mapa digital y activar la opción de navegación hacia esos puntos. De esa manera, en medio de la situación de estrés, será más fácil no perder la referencia de hacia donde debemos dirigirnos y con tan solo con seguir la flecha en pantalla nos mantendremos en el sentido adecuado.
3.- En nuestra huida deberemos ser vigilantes todo el tiempo del viento, puesto que un cambio en la dirección de éste puede propiciar que el fuego nos rodee, en ese caso deberemos cambiar de dirección nosotros también e ir siempre en sentido contrario.bomba-de-agua
4.- La ropa nos ayudará a protegernos tanto del fuego como del calor desprendido por éste. Miraremos de cubrirnos con toda la ropa que poseamos. Y en caso de tener prendas de lana, nos las pondremos como la capa más exterior, dado que son estupendas por sus cualidades ignífugas. Además, si es posible, mojaremos nuestras prendas con agua.
5.- Si estamos próximos al fuego y hay mucho humo, miraremos de caminar con la silueta lo más reducida posible, yendo lo más agachados que podamos, dado que el humo camion-ruraltiende a subir. De este modo disminuiremos el riesgo de asfixia.
6.- Una prenda húmeda (bandana, pañuelo…) mojada nos ayudará a respirar si cubrimos nuestra nariz y boca con ella. Miraremos de proteger nuestros ojos de la mejor forma posible también.
7.- Miraremos en todo caso de ir siempre hacia zonas desprovistas de vegetación o hacia una masa de agua, como ríos, estanques, lagos… Si la huida ya no es posible por la inminencia del fuego, nos ubicaremos en una de esas zonas, tumbados y cubiertos con la mayor parte de tierra posible o en el agua y mirando de respirar en la parte más inferior posible, para evitar el humo. Pero atención, mucho cuidado con los ríos si están en zonas profundas o en endiduras del terreno, ya que puede ser un arma de doble filo, si el viento apunta hacia esa zona, así que los evitaremos, a no ser que no tengamos otra opción.
8.- Intentaremos no huir ladera arriba, siendo mejor tras*itar las zonas ya quemadas o flancos.
9.- No dirigirse a barrancos, agujeros, etc. Miraremos de quedarnos próximos a cortafuegos, carreteras o barreras naturales ya mencionadas anteriormente (ríos, lagos…). Esos lugares producen un efecto chimenea y las consecuencias pueden ser desastrosas.
10.- En caso de acabar rodeados por el fuego, intentaremos situarnos en una zona ya quemada. La mejor opciónes cubrirse con la ropa que dispongamos y si es necesario saltar atravesando las llamas al lado ya quemado o aprovechar un flanco. Pero esta es una reacción a la desesperada, tenedlo en cuenta.
11.- En caso de encontrarnos con agentes forestales o fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, deberemos seguir manteniendo la calma y seguir sus instrucciones a rajatabla, será vital para no entorpecer la asistencia que nos están ofreciendo y para poder seguir adelante con nuestra evacuación de la zona afectada.
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Por la mente de todo excursionista ha circulado alguna vez el pensamiento: “¿Qué voy a hacer si me coge un incendio en la montaña?” Y bueno, la respuesta suele ser algo así como: “Pues escaparé como pueda, intentando ir en sentido contrario y rezando para que no me alcance el fuego”. Preguntas y respuestas que más bien se nos plantean como un “sálvese quien pueda”.
En cierto modo, en muchas de las situaciones de riesgo a las que se enfrenta el ser humano, al final la solución acaba siendo un conjunto de decisiones improvisadas que, combinadas con algo de suerte, acaban por salvarnos el pellejo.
Pero desde este artículo, vamos a intentar daros una serie de herramientas y/o consejos, para que esas decisiones improvisadas, en realidad no lo sean tanto y ante una situación tan peligrosa y comprometida como lo es un incendio forestal, podamos salir airosos de la mejor forma posible.
Para ello, nos hemos desplazado a Alicante y hemos tenido el privilegio de contar con la opinión y consejos que nos han ofrecido desde el Parque de Bomberos (Área de Vinalopó) de Elda. Y especialmente agradecemos al bombero Toni GARCÍA MIÑANO su desinteresada atención y sus instructivas e interesantes explicaciones, las cuales nos han servido de gran utilidad para completar y contrastar la información que a continuación te vamos a ofrecer.
El origen de los incendios:
Lamentablemente, atrás quedan los fenómenos naturales como la primera causa de incendio en nuestros entornos al aire libre. Antaño, los rayos han sido los principales causantes del fuego. Pero en el presente, la gran mayoría de los incendios que se producen en nuestros montes son provocados por causas derivadas del ser humano. Bien sea por accidentes o, sobre todo, por negligencias: uso recreativo, trabajos agrícolas indebidos, vandalismo… O la peor de las causas, los incendios provocados: venganzas, especulaciones de terreno, piromanía…
Como evitar provocar un incendio:
En este punto hacemos mención a la regla de oro en toda situación de emergencia, en lo que al protocolo de actuación individual que deberemos seguir se refiere: el PAS (Prevenir – Avisar – Socorrer). Y donde llevaremos a cabo en este punto la primera parte de esta regla: -Prevenir- la provocación de un incendio.
Si realizamos un fuego en algún lugar autorizado, debemos asegurarnos que al marcharnos queda apagado. Para ello la mejor fórmula es, una vez apagadas las llamas, arrojar agua y tierra en las brasas que queden. Después, permaneceremos en el lugar y no abandonaremos los rescoldos hasta que dejen de desprender humo.
Cuando nos encontremos en un lugar, cuyas condiciones meteorológicas puedan favorecer la propagación del fuego, por mucho que esté permitido, la mejor decisión será abstenerse de hacerlo. Dado que un fuerte viento puede llevar ese “permitido” fuego hacia un lugar sensible y provocar el temido incendio.
No arrojes al suelo cerillas, colillas, u otros objetos en combustión. Y tampoco papeles, vidrios o cualquier otro residuo o material que pueda activar a estos y ser susceptible de originar el fuego.
Cómo actuar en caso de incendio forestal:
Volviendo a nuestro protocolo de actuación personal, lo siguiente que haremos será -Avisar-. De esta manera, si observas un incendio forestal o una columna de humo, avisarás a los servicios de emergencia a través del teléfono gratuito 112 y, si procede, a las personas que vivan cerca.
Una vez hecho esto, tan solo nos queda la tercera parte de la regla del PAS: -Socorrer-. ¿Y a quién socorreremos? Pues a nosotros mismos y a toda persona que requiera de nuestra ayuda. Es decir, iniciaremos las maniobras necesarias para ponernos a salvo y que os enumeramos a continuación.
1.- Si nos encontramos próximos o en el interior de nuestro vehículo, deberemos evitar conducir en condiciones de humo, atravesándolo. Eso es garantía de accidente casi asegurado, dado que la densidad del humo puede provocar que perdamos totalmente la visibilidad de nuestro camino e incluso que corramos riesgo de asfixia; porque si nos hemos descuidado de cerrar las entradas de aire del exterior, en poco tiempo éste habrá accedido al habitáculo y las consecuencias serán nefastas. Así que lo que haremos será situar el vehículo en un lugar sin vegetación, alejado del fuego y con las luces encendidas. Siempre, en la medida de lo posible, claro está.
2.- Deberemos observar la dirección del fuego y prever una vía de escape, para la cual cosa será importante mantener la calma y perder unos segundos, o incluso minutos, en el análisis de nuestro mapa y/o dispositivo GPS. Siendo un buen truco marcar waypoints de forma rápida sobre nuestro mapa digital y activar la opción de navegación hacia esos puntos. De esa manera, en medio de la situación de estrés, será más fácil no perder la referencia de hacia donde debemos dirigirnos y con tan solo con seguir la flecha en pantalla nos mantendremos en el sentido adecuado.
3.- En nuestra huida deberemos ser vigilantes todo el tiempo del viento, puesto que un cambio en la dirección de éste puede propiciar que el fuego nos rodee, en ese caso deberemos cambiar de dirección nosotros también e ir siempre en sentido contrario.bomba-de-agua
4.- La ropa nos ayudará a protegernos tanto del fuego como del calor desprendido por éste. Miraremos de cubrirnos con toda la ropa que poseamos. Y en caso de tener prendas de lana, nos las pondremos como la capa más exterior, dado que son estupendas por sus cualidades ignífugas. Además, si es posible, mojaremos nuestras prendas con agua.
5.- Si estamos próximos al fuego y hay mucho humo, miraremos de caminar con la silueta lo más reducida posible, yendo lo más agachados que podamos, dado que el humo camion-ruraltiende a subir. De este modo disminuiremos el riesgo de asfixia.
6.- Una prenda húmeda (bandana, pañuelo…) mojada nos ayudará a respirar si cubrimos nuestra nariz y boca con ella. Miraremos de proteger nuestros ojos de la mejor forma posible también.
7.- Miraremos en todo caso de ir siempre hacia zonas desprovistas de vegetación o hacia una masa de agua, como ríos, estanques, lagos… Si la huida ya no es posible por la inminencia del fuego, nos ubicaremos en una de esas zonas, tumbados y cubiertos con la mayor parte de tierra posible o en el agua y mirando de respirar en la parte más inferior posible, para evitar el humo. Pero atención, mucho cuidado con los ríos si están en zonas profundas o en endiduras del terreno, ya que puede ser un arma de doble filo, si el viento apunta hacia esa zona, así que los evitaremos, a no ser que no tengamos otra opción.
8.- Intentaremos no huir ladera arriba, siendo mejor tras*itar las zonas ya quemadas o flancos.
9.- No dirigirse a barrancos, agujeros, etc. Miraremos de quedarnos próximos a cortafuegos, carreteras o barreras naturales ya mencionadas anteriormente (ríos, lagos…). Esos lugares producen un efecto chimenea y las consecuencias pueden ser desastrosas.
10.- En caso de acabar rodeados por el fuego, intentaremos situarnos en una zona ya quemada. La mejor opciónes cubrirse con la ropa que dispongamos y si es necesario saltar atravesando las llamas al lado ya quemado o aprovechar un flanco. Pero esta es una reacción a la desesperada, tenedlo en cuenta.
11.- En caso de encontrarnos con agentes forestales o fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, deberemos seguir manteniendo la calma y seguir sus instrucciones a rajatabla, será vital para no entorpecer la asistencia que nos están ofreciendo y para poder seguir adelante con nuestra evacuación de la zona afectada.
Más en: Cómo actuar si nos sorprende un incendio forestal | Zona Trekking