Comienza la demolición de cinco viviendas de Liencres con sentencia de derribo desde hace 26 años

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Los operarios de la empresa adjudicataria de los trabajos han entrado ya en la urbanización Cerrias II para empezar a hacer añicos las viviendas con sentencia de derribo cuyos propietarios llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria
Sheila Izquierdo
Sheila Izquierdo
Liencres

Martes, 5 de marzo 2024, 14:47 | Actualizado 19:54h.
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La empresa Rucecan ha dado comienzo este martes a la demolición de las cinco viviendas con sentencia de derribo de Calas del Norte (Cerrias II), en Liencres. Son las casas cuyos propietarios ya habían llegado a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria para formalizar la compraventa del imueble y entregar las llaves. Otras dos viviendas de esta urbanización todavía siguen habitadas y no han materializado la salida del inmueble.
La urbanización Calas del Norte parecía tranquila esta mañana. Apenas había movimiento de coches y el sonido de la costa habría sido protagonista de la escena habitual de un día cualquiera, si no fuera por los golpes que salían del interior de una de las viviendas que el Ejecutivo cántabro, a través de Gesvicán, ya como propietario, había blindado (con ladrillos en ventanas y puertas) para evitar la entrada de okupas. Fuera de la casa, un container lleno de ventanas y puertas rotas hacía entrever que el desmantelamiento de Calas del Norte había empezado.
Mientras, al otro lado de la urbanización, en el número 38, una vivienda que todavía colgaba 'La Cueva', el cartel que la familia que había vivido allí utilizó para dar la bienvenida a sus huéspedes, había otro movimiento. Había maquinaria dentro del jardín retirando los restos de lo que a mano habían desmantelado antes los obreros.
La demolición de estas viviendas ha empezado tímidamente este martes -aunque irá cogiendo ritmo y contundencia en los próximos días- para cumplir con una decisión judicial sobre la que se ha basado el convenio de derribos alcanzado en 2015 entre el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Piélagos. Se tratan, además, de las primeras viviendas de Cantabria que quedarán reducidas a escombros después de haber estado habitadas por familias que adquirieron sus casas de buen fé.
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Fuera de la casa, un container lleno de ventanas y puertas rotas hacía entrever que el desmantelamiento de Calas del Norte había empezado.Juanjo Santamaría
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Cinco casas serán derruídas ahoraJuanjo Santamaría
 
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Los operarios de la empresa adjudicataria de los trabajos han entrado ya en la urbanización Cerrias II para empezar a hacer añicos las viviendas con sentencia de derriboJuanjo Santamaría
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Son las casas cuyos propietarios ya habían llegado a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria para formalizar la compraventa del imuebleJuanjo Santamaría
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Por eso, el panorama en esta urbanización era desolador para los propietarios de las viviendas de Cerrias I y II que todavía siguen luchando por alcanzar una solución. Más aún cuando el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está todavía en tramitación.
Para su portavoz, Didier Fleury, resulta «muy duro» ver cómo, después de tantos años de lucha, la pala entra ahora en esta urbanización. Más aún, dijo, cuando todavía no se ha llegado a una solución para el conjunto de las viviendas de Calas del Norte, esto es, para las dos cuyo acuerdo con el Gobierno queda pendiente. «No es normal que se proceda en este momento con esta violencia, cuando hay familias que viven a escasos metros de la pala que ahora está haciendo añicos las cinco casas».
Por eso, Fleury pidió «la paralización» de estos trabajos porque «pueden ser peligrosos para los propietarios que todavía siguen viviendo en Calas del Norte».
A su juicio, «ha habido muchas cosas erróneas y ahora se han precipitado las decisiones, que no corresponden a la situación social, económica y jurídica puesta en marcha». Y todo ello, dijo, después de que el Ayuntamiento de Piélagos «haya hecho ahora avances» para buscar una salida para los afectados, que se encuentran, dijo, «en una situación muy sensible y delicada».
Por su parte, el alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, que visitó este medio día la urbanización, junto al consejero de Fomento, Roberto Media, lamentó que las familias que todavía residen tengan que sufrir cómo la pala está a escasos metros de sus casas y aseguró que el tema de los derribos es «responsabilidad de todos», menos de los propietarios.

 
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