El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Los vecinos de Cocentaina (Alicante) continúan atemorizados. Poco ha cambiado la situación desde el violento episodio que tuvo lugar durante el primer fin de semana de octubre, cuando un grupo de pagapensiones ilegales protagonizaron una pelea que terminó con heridos de considerable gravedad y la intervención de agentes de la Policía Nacional, autoridades locales y agentes de la Guardia Civil.
Desde aquel suceso, algunos medios de comunicación se han hecho eco de lo ocurrido, pero ninguno de ellos ha terminado de señalar la gravedad de lo que está ocurriendo en esta pequeña localidad alicantina. Según relatan algunos de sus vecinos, Cocentaina siempre ha sido un pueblo tranquilo en el que jamás habían tenido lugar sucesos de tal magnitud. Todo viene ocurriendo desde el mes de septiembre, cuando un grupo de pagapensiones ilegales se desplazó a sus calles y okupó algunas de sus viviendas.
No todos quieren hablar, solo unos pocos se atreven a contar lo que está sucediendo en el barrio y, algunos de los que acceden a contar lo que está pasando en su pueblo, evitan hacerlo delante de las cámaras. Tienen miedo a represalias, pero no solo por parte de los magrebíes que residen ilegalmente en Cocentaina, sino también de las posibles consecuencias que puedan tener las decisiones que toma el Ayuntamiento de la localidad. Muchos están desempleados y temen que sus declaraciones puedan suponerle un agravio a la hora de acceder a las bolsas de empleo locales.
El Ayuntamiento de Cocentaina depura responsabilidades y señala a los vecinos
Tras los primeros episodios extremadamente violentos que tuvieron lugar a principios de octubre, el Ayuntamiento de Cocentaina emitió un comunicado en el que hacía referencia a los sucesos que se tuvieron lugar en la localidad. Desde el Consistorio se trató de quitar importancia a lo sucedido, a pesar de las duras imágenes que circulaban en los grupos de los vecinos de la localidad.
En el texto, la alcaldía trató de situar el objetivo sobre los contestanos, haciéndoles partícipes de una “alarma social” generada por “tres riñas”. Sin embargo, sí que admitió de la existencia de estas peleas y la necesaria intervención de las autoridades, y la Guardia Civil, para contener los violentos enfrentamientos.
Comunicado emitido desde el Ayuntamiento de Cocentaina
A pesar de la dureza de algunas imágenes, el Ayuntamiento depuró responsabilidades y destacó que el consistorio «no tiene potestad para tomar acciones» contra los magrebíes que tienen atemorizados a sus vecinos. No obstante, sí que reconoce que solicitó “ayuda urgente de la Guardia Civil” para que reforzasen su trabajo en la localidad ante la “situación causada por cinco individuos”.
Por último, se instó a los vecinos a no colaborar “en la tras*misión de falsos rumores” y a que abandonasen todo tipo de declaraciones ante lo que se denominaron “bulos recurrentes”. El Ayuntamiento apercibió a uno de los vecinos en concreto, que previamente había manifestado su malestar en redes sociales, con “acciones legales”.
Los contestanos se quejan de inseguridad para sus familias
El comunicado emitido desde la alcaldía no ha terminado de calmar a los ánimos entre los contestanos, que han visto cómo su propio Ayuntamiento trata de depurar responsabilidades. Algunos vecinos se han visto obligados a organizarse a través de una asociación vecinal para buscar soluciones en diversos organismos competentes en materia de seguridad ciudadana.
Fruto de las presiones de estos vecinos, hace poco más de una semana tuvo lugar la detención de uno de los magrebíes implicados en las peleas. No obstante, en Cocentaina aún se mantiene el temor a nuevos episodios. Los robos se siguen sucediendo, existe inseguridad en las calles y aún permanecen en la localidad gran parte del grupo de pagapensiones partícipes en las broncas que se producen en el pueblo desde el mes de septiembre.
Una de las vecinas, Mónica, habla de “brotes muy violentos”, que tienen lugar a “plena luz del día, con toda la gente cenando en las terrazas”. Muestra gran preocupación ante los continuos sucesos y confiesa su “indignación y miedo” ante la desesperanza de una solución que ve muy alejada. “La violencia era extrema, era una carnicería, sangre por todas partes”, describe esta vecina de Cocentaina.
Mónica confiesa que el Ayuntamiento les ha atendido, pero que dicha atención ha dejado mucho que desear hasta que los sucesos han trascendido a los medios de comunicación. Ha sido entonces cuando desde la alcaldía han recibido una mayor predisposición para solucionar los problemas ocasionados por los pagapensiones ilegales que residen en el municipio. Aún así, se siente muy molesta con el comunicado emitido desde alcaldía: “Nos tildan de alarmistas y nos amenazan con tomar medidas hacia nosotros”, señala con cierta indignación.
Por su parte, otro vecino de Cocentaina, Marcos, se encontró de lleno con uno de los episodios protagonizados por los magrebíes. Iba acompañado de su hijo, de 8 años, al que tuvo que apartar del violento enfrentamiento. “Aquello era una carnicería”, confiesa.
Marcos, indignado también con el comunicado del Ayuntamiento, explica que siente gran preocupación por su progenitora de 72 años y por su hijo. “Antes salía a pasear con el niño, a merendar a los bares, a darse una vuelta por los parques y ahora no quiere salir”, afirma molesto ante la situación actual que atraviesa su localidad.
Esta semana los vecinos están especialmente preocupados por la proximidad de las fiestas de la localidad. La denominada Fira de Tots Sants de Cocentaina tiene lugar a partir de este viernes y se celebrará durante los dos próximos fines de semana. Se trata de unos festejos declarados de interés turístico internacional y en el municipio temen que puedan verse enturbiados por nuevos episodios de violencia.
Desde aquel suceso, algunos medios de comunicación se han hecho eco de lo ocurrido, pero ninguno de ellos ha terminado de señalar la gravedad de lo que está ocurriendo en esta pequeña localidad alicantina. Según relatan algunos de sus vecinos, Cocentaina siempre ha sido un pueblo tranquilo en el que jamás habían tenido lugar sucesos de tal magnitud. Todo viene ocurriendo desde el mes de septiembre, cuando un grupo de pagapensiones ilegales se desplazó a sus calles y okupó algunas de sus viviendas.
No todos quieren hablar, solo unos pocos se atreven a contar lo que está sucediendo en el barrio y, algunos de los que acceden a contar lo que está pasando en su pueblo, evitan hacerlo delante de las cámaras. Tienen miedo a represalias, pero no solo por parte de los magrebíes que residen ilegalmente en Cocentaina, sino también de las posibles consecuencias que puedan tener las decisiones que toma el Ayuntamiento de la localidad. Muchos están desempleados y temen que sus declaraciones puedan suponerle un agravio a la hora de acceder a las bolsas de empleo locales.
El Ayuntamiento de Cocentaina depura responsabilidades y señala a los vecinos
Tras los primeros episodios extremadamente violentos que tuvieron lugar a principios de octubre, el Ayuntamiento de Cocentaina emitió un comunicado en el que hacía referencia a los sucesos que se tuvieron lugar en la localidad. Desde el Consistorio se trató de quitar importancia a lo sucedido, a pesar de las duras imágenes que circulaban en los grupos de los vecinos de la localidad.
En el texto, la alcaldía trató de situar el objetivo sobre los contestanos, haciéndoles partícipes de una “alarma social” generada por “tres riñas”. Sin embargo, sí que admitió de la existencia de estas peleas y la necesaria intervención de las autoridades, y la Guardia Civil, para contener los violentos enfrentamientos.
A pesar de la dureza de algunas imágenes, el Ayuntamiento depuró responsabilidades y destacó que el consistorio «no tiene potestad para tomar acciones» contra los magrebíes que tienen atemorizados a sus vecinos. No obstante, sí que reconoce que solicitó “ayuda urgente de la Guardia Civil” para que reforzasen su trabajo en la localidad ante la “situación causada por cinco individuos”.
Por último, se instó a los vecinos a no colaborar “en la tras*misión de falsos rumores” y a que abandonasen todo tipo de declaraciones ante lo que se denominaron “bulos recurrentes”. El Ayuntamiento apercibió a uno de los vecinos en concreto, que previamente había manifestado su malestar en redes sociales, con “acciones legales”.
Los contestanos se quejan de inseguridad para sus familias
El comunicado emitido desde la alcaldía no ha terminado de calmar a los ánimos entre los contestanos, que han visto cómo su propio Ayuntamiento trata de depurar responsabilidades. Algunos vecinos se han visto obligados a organizarse a través de una asociación vecinal para buscar soluciones en diversos organismos competentes en materia de seguridad ciudadana.
Fruto de las presiones de estos vecinos, hace poco más de una semana tuvo lugar la detención de uno de los magrebíes implicados en las peleas. No obstante, en Cocentaina aún se mantiene el temor a nuevos episodios. Los robos se siguen sucediendo, existe inseguridad en las calles y aún permanecen en la localidad gran parte del grupo de pagapensiones partícipes en las broncas que se producen en el pueblo desde el mes de septiembre.
Una de las vecinas, Mónica, habla de “brotes muy violentos”, que tienen lugar a “plena luz del día, con toda la gente cenando en las terrazas”. Muestra gran preocupación ante los continuos sucesos y confiesa su “indignación y miedo” ante la desesperanza de una solución que ve muy alejada. “La violencia era extrema, era una carnicería, sangre por todas partes”, describe esta vecina de Cocentaina.
Mónica confiesa que el Ayuntamiento les ha atendido, pero que dicha atención ha dejado mucho que desear hasta que los sucesos han trascendido a los medios de comunicación. Ha sido entonces cuando desde la alcaldía han recibido una mayor predisposición para solucionar los problemas ocasionados por los pagapensiones ilegales que residen en el municipio. Aún así, se siente muy molesta con el comunicado emitido desde alcaldía: “Nos tildan de alarmistas y nos amenazan con tomar medidas hacia nosotros”, señala con cierta indignación.
Por su parte, otro vecino de Cocentaina, Marcos, se encontró de lleno con uno de los episodios protagonizados por los magrebíes. Iba acompañado de su hijo, de 8 años, al que tuvo que apartar del violento enfrentamiento. “Aquello era una carnicería”, confiesa.
Marcos, indignado también con el comunicado del Ayuntamiento, explica que siente gran preocupación por su progenitora de 72 años y por su hijo. “Antes salía a pasear con el niño, a merendar a los bares, a darse una vuelta por los parques y ahora no quiere salir”, afirma molesto ante la situación actual que atraviesa su localidad.
Esta semana los vecinos están especialmente preocupados por la proximidad de las fiestas de la localidad. La denominada Fira de Tots Sants de Cocentaina tiene lugar a partir de este viernes y se celebrará durante los dos próximos fines de semana. Se trata de unos festejos declarados de interés turístico internacional y en el municipio temen que puedan verse enturbiados por nuevos episodios de violencia.
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