COAG protesta por el nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y jovenlandia, en vigor desde octub

La organización agraria COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) ha lanzado este viernes contra el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente unos 500 kilos de hortalizas, principalmente tomates aunque también calabacines y pimientos, en protesta por el nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y jovenlandia, en vigor desde octubre.

A las puertas del Ministerio, han arrojado además cajas llenas de arena, con la que quieren simbolizar el abandono y la desertización en las zonas productoras españolas que la entrada irregular de tomate jovenlandés en la Unión Europea podría provocar en su opinión.
Los manifestantes portaban pancartas en las que podía leerse "Cañete, contigo la agricultura se va al garete" y profirieron una sonora pitada contra el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.


En declaraciones a los medios, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha pedido un "control estricto" de las importaciones desde jovenlandia ante el "incumplimiento" de los acuerdos, para evitar "arruinar al sector hortofrutícola español".
COAG lanza 500 kilos de tomates contra el Ministerio de Agricultura - 20minutos.es

En Hipercor y Carrefour hace muchas lunas que, por ejemplo, las judías verdes son de jovenlandia.

Parece mentira que un tema como este pase desapercibido. A las empresas españolas que deslocalizan a jovenlandia se las ha ayudado hasta con subvenciones (y ahora piden protección contra la corrupción jovenlandés). La UE también ha favorecido la instalación de empresas europeas (holandesas...). En cambio los agricultores nacionales sometidos a esa competencia atroz de jovenlandia que los lleva a la extinción no tienen representante que defienda sus intereses. Quizá sea eso lo que les ha llevado a utilizar mano de obra viajero. El caso es que todos nos vamos hundiendo poco a poco por las políticas UE y nacionales cuando las autoridades de esas dos instancias administrativas deberían estar para defender los intereses de todos sus habitantes y sectores productivos compuestos de personas y no las cuentas de resultados de empresas tras*nacionales con intereses diametralmente opuestos.

PD: el caso es que el precio de las judías de aquí puede triplicar el de las africanas, que tampoco son baratas por cierto. Algo huele a podrido en... la distribución.