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Madmaxista
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Clásicos del pop español que cantas y quizá no sepas de qué trata la letra
Esto lo dicen mucho los autores de canciones: "Lo bonito es que cada uno tenga su propia interpretación de la canción". Y es verdad, esa es la magia de cualquier obra cultural, y más con la música, que suele evocar momentos, casi siempre agradables: que cada persona tenga su historia romántica con la canción. Pero qué haces cuando te enteras de que tu canción favorita de amor de todos los tiempos trata del sándwich favorito del autor. Que se te cae el mundo encima.
Estos temas son clásicos del pop español que muchos hemos cantando y en algunos casos nos han emocionado. Pero, ¿sabemos cuál fue la intención del autor al escribirla? Lee y verás...
'Insurrección', de El Último de la Fila
Qué no, que este clásico de El Último de la Fila que has cantado mil veces no es una historia de desamor. Lo explica el autor de la letra, Manolo García: "Mientras grabábamos el disco Enemigos de lo ajeno (1986) comíamos bocadillos todos los días. No teníamos ni para el menú del bar: estábamos fatal. La compañía nos racaneaba, pero ellos pillaban que no veas. Yo estaba muy mosqueado porque las cosas tienen que ser justas. Así que ese 'dónde estabas entonces' era por la compañía de discos".
'Sabor de amor', de Danza Invisible
Parece una jovial, refrescante e inocente canción de amor. Pero guarda una sorpresa. Lee dos veces estos versos: "Del neցro de un mejillón, son tus ojos en su punto de sal" o "labios de fresa, sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión”. En efecto: el gran éxito del grupo malagueño de 1988 habla de un cunnilingus. El cantante Javier Ojeda utiliza la vieja fórmula de los intérpretes de blues, expertos en hablar de comida cuando en realidad se refieren al sesso.
'Al alba', de Luis Eduardo Aute
Su forma de aparentemente inofensiva canción de amor consiguió eludir a los (poco avispados) censores de las postrimerías del franquismo. Pero Al alba (1975) tiene un mensaje de mucho calado: es un alegato contra la pena de fin y una proclama por la libertad. Concretamente, es una protesta ante las ejecuciones de diversos miembros de los grupos terroristas ETA y FRAP, previstas para septiembre de 1975 y que causaron gran estupor en la comunidad internacional (con retirada de embajadores y llamada del papa Pablo VI incluidas). Horas antes de la fecha señalada, Franco conmutó la pena de fin por cadena perpetua para seis de ellos. Pero otros cinco fueron ejecutados. De aquellos días de incertidumbre, antes de las últimas ejecuciones del franquismo el 27 de septiembre de 1975, surgió Al alba.
'Marta tiene un marcapasos', de Hombres G
Hace tres años, en una rueda de prensa en Valencia, el cantante y bajista David Summers aseguró que esta era una de sus canciones "más iluso". Pero Summers exageró: narran la historia de un embarazo adolescente no deseado, con un marcapasos que tiene unos "ojillos idénticos a los de su padre". "Puedes oír sus pataditas, está vivo creo yo, Marta tiene un pasajero en su corazón", cuenta esta elocuente canción de 1986, que en la parte final dice: "Juega con todos los niños, les arranca el corazón, se los come con tomate, qué simpático".
'La estatua del jardín botánico', de Radio Futura
Pocas canciones del pop español con tantas lecturas. ¿Una canción de desamor? No. ¿Un tipo flipando por los efectos de alguna sustancia? Tampoco. ¿Un tema ecologista? No va por ahí, no. Su autor, Santiago Auserón (hoy Juan Perro, antes vocalista de Radio Futura) ha desvelado que en un principio tenía otro título, El mecánico del jardín botánico. Por aquella época, 1982, Auserón estudiaba Filosofía. Su libro de cabecera era Monadología, del filósofo alemán Leibniz, publicado nada menos que en 1720. Y surgió la idea. Habla Auserón: "Este libro tiene unas imágenes muy misteriosas que hablan de que dentro de cada estanque hay nuevos estanques y nuevos jardines, en el que siempre encontraremos nuevos peces y nuevas plantas. Esa imagen de mundos dentro de mundos me impresionó mucho". Y le inspiró la letra.
'Lucha de gigantes', de Nacha Pop
"Lucha de gigantes./ Convierte el aire en gas natural./ Un duelo salvaje./ Advierte". Qué demonios quería decir Antonio Vega en esta canción que compuso para Nacha Pop en 1987. Quizá te hagas una idea con la explicación que ofreció el propio Antonio. O quizá no. Atención: "Es una oda a la libertad de acción, un recuerdo de la ubicación de las dimensiones del ser humano en un entorno cósmico, de la relatividad entre la grandeza del hombre y su pequeñez en un entorno infinito. Es un juego de palabras que lleva a pensar en un juego relativo entre infinitud y lejanía". ¿Entendido? ¿No? Qué más da si es tan soberbia.
'El tren', de Leño
Cuántos adolescentes de finales de los setenta se preguntaron: de qué tren habla Rosendo. Hasta que crecieron un poco y empezaron a intuir algo. Así lo desveló Rosendo a Rolling Stone: "Era la época de cantar a los estupefacientes. Y había unos ácidos azules que se llamaban El Tren. le hicimos una canción". Se grabó en 1979, en el disco de debut de Leño, y dice: "Un día yo quise viajar en él/ Subí despacio y me acomodé./ Vi rostros deshechos de satisfacción./ Si controlas tu viaje serás feliz".
'Morena mía', de Miguel Bosé
Aparentemente, Morena mía (2001) es una canción erótico-romántica, una oda a un amor con dotes especiales para hacer... café. Pero es ahí donde reside la clave, pues en realidad eso no parece una cualidad tan reseñable. Pero si sabemos que en realidad estamos hablando de una felación, ya la cosa cambia: “Cuando tu boca, me toca, me pone y me provoca, me muerde y me destroza, toda siempre es poca y muévete bien, que nadie como tú me sabe hacer café”. Porque por mucha afición a la cafeína que se tenga, parece una exageración soltar algo como: "Morena mía, si esto no es felicidad, que baje Dios y lo vea y aunque no se lo crea, esto es gloria”.
'El chiringuito', de Georgie Dann
"¿El chiringuito? Pero sin trata de un día cualquiera en un chiringuito cualquiera". Cuidado, no tan rápido. En realidad esconde una sexualidad tan desbordante como voraz y socarrona. Los versos no dejan lugar a dudas: "Las chicas en verano, no guisan ni cocinan, se ponen como locas, si prueban mi sardina" / "Está el menú del día, conejo a la francesa, pechuga a la española y almejas a la inglesa" / "Si sube la marea, me va de maravilla, la gente se amontona y yo les doy morcilla". Ríete tú de las letras reggaetoneras...
'Maldito duende', de Héroes del Silencio
Partiendo de la base de que las canciones de Héroes del Silencio, con toda su esdrújula grandilocuencia, pueden tener centenares de interpretaciones, escogemos Maldito duende por ser bastante obvias sus referencias a los efectos de las drojas. Falsas sensaciones de fortaleza, cuartos que no paran de menguar, tanta charla por ahí, duendes que invitan a soñar y a divagar, amaneceres que llegan demasiado pronto en medio de la insoportable soledad... Lo dicho, maldito duende deambulando por los Senderos de traición publicados en forma de disco por el grupo zaragozano en 1990.
'Copenhague', de Vetusta Morla
¿Una relación amorosa condenada a mantenerse a distancia? Un poco sí, pero con la inmi gración como trasfondo, pues en la letra hay reflexiones sobre el valor que hay que tener para marcharse, el miedo a llegar, el juego del azar y no saber dónde acabar. También se encuentran evocaciones a los ilegales que hacen miles de kilómetros en pateras, dejándose llevar por la corriente sin rumbo. Un texto de 2008 nada obvio, como procede con la intrincada banda madrileña Vetusta Morla.
'Ataque preventivo de la URSS', de Polanski y El Ardor
Uno de los himnos de la Movida, compuesto a ritmo de punk por los madrileños Polanski y El Ardor. "Qué harías tú, en un ataque preventivo de la URSS", repite esta canción de 1983, que parece de contenido bélico, o antibélico, pero nada de eso. Habla el compositor, Víctor Muñoz: "Estaba en casa con una chica que me quería ligar y le dije que era capaz de escribir una canción allí mismo, tan buena como las de Joe Strummer, de los Clash. Abrí el periódico y leí que se esperaba un ataque preventivo de la URSS con misiles. Y eso era lo que yo quería hacer con la chica, pero con mis misiles".
'No me importa nada', de Luz Casal
Quizá mucha gente ignore que este éxito de Luz Casal de 1989 está compuesto en música por latinoamericano Varona y en letra por su hermana Gloria. Se trata de una narración de un desamor sí, pero también es un grito feminista, de una mujer fuerte e independiente.
'Frío', de Alarma
Miguel Ríos ha afirmado en alguna ocasión que Frío le parece una obra maestra, seguramente una de las mejores canciones del pop español. Y no solo el veterano rockero piensa así. Manolo Tena, con su especial y profunda sensibilidad, compuso este tema para su banda Alarma en 1982. Un canto a la desesperación que esconde un estremecedor relato sobre estar enganchado a la heroína. "Estoy ardiendo y siento frío" es uno de los versos reveladores que muestran el significado de este clásico.
'Chup, chup', de Australian Blonde
Una de las canciones más reivindicadas del indie noventero español. La canción (de 1993) de los asturianos Australian Blonde está en inglés y, aunque le hayas dado mil vueltas a la interpretación de la letra (una historia de amor, un canto a la fiesta...), olvídate. Trata de... nada. Habla su compositor, Fran Fernández: "Son versos que no tienen conexión. Era en inglés, así que pensé que tenían que ser apañados y nada más".
'Lobo López', de Kiko Veneno
"Qué día más bueno, cómo pica el sol./ ¿No es un poco raro para el mes que estamos ya tanto calor?", canta Kiko Veneno en esta rumba caribeña que publicó en 1992 en el que seguramente es su mejor obra, Échate un cantecito. ¿Una historia de un enamorado hasta las trancas que se encuentra por la calle a la mujer que quiere? Quizá. Lo cuenta Kiko: "Sufría de vértigo desde pequeño. Un día tenía un ataque muy grande y fui desesperado al médico. Me recetaron un supositorio. Había probado muchas cosas y ninguna había funcionado. Pero este supositorio fue milagroso. Estaba tan vacilón con el Torecan [nombre del medicamento] que compuse la canción del tirón".
'Tú no tienes alma', de Alejandro Sanz
"Tu no tienes alma, yo no tengo valor para ver cómo te marchas como si no pasara nada./ Tu no tienes ganas, yo me muero por darte las fuerzas que hagan falta", entona Alejandro Sanz en esta canción que aparentemente habla de una despedida amorosa. Pero en realidad la letra de Tu no tienes alma es bastante más profunda. Está dedicada a Vicente Ramírez Puerto, un profesor que ayudó sobremanera al madrileño en los años de dislocada adolescencia, después de que Alejandro fuera expulsado del instituto en el que cursaba BUP. Ramírez se mantuvo al lado de Sanz como mentor y consejero hasta su fin. "Me echaron del instituto. Conocí a Vicente, que era del pueblo de mi progenitora y el director de la academia", relata Alejandro en la reciente biografía Vive. Y añade: "Era un caballero para enseñar, para luchar, para querer. Un buen maestro, un educador, puede cambiar el destino de una persona". Tras nacer Manuela (2001), la primera hija de Alejandro, Vicente cayó enfermo y murió poco después. "Tu no tienes alma es una reclamación a alguien que se abandonó a su suerte, que fue perdiendo el gusto por vivir, un amigo que estuvo a mi lado durante todo ese camino", explica el artista.
'Agradecido', de Rosendo
Muchos lloraron el final de Leño cuando el trío vivía su momento de mayor popularidad. Pero Rosendo es así de consecuente y testarudo. Lo que no sabía el de Carabanchel es cómo se las gastan los tiburones de los despachos de las compañías. No pudo sacar su primer disco en solitario hasta dos años después de la fin de Leño, por esa maldita letra pequeña de los contratos. Y cuando salió el disco, toda la rabia del rockero se filtró las letras. Este fue el tema bandera de aquel álbum de 1985. Rosendo envía esta carga de profundidad a los disqueros, siempre con la ironía castiza por bandera: "Déjame que pose para ti./ Eres tú mi artista preferido/. Déjame tenerte junto a mí./ Prometo estarte agradecido".
'Barco a Venus', Mecano
Esta composición un tanto onírica y vaporosa de Nacho Cano se titulaba inicialmente Yonki. "Reflejaba aquellos años en los que la droja se apoderó de muchos de mis amigos", relata el madrileño en el libro Mecano. La fuerza del destino. Sabiendo esto tiene mucho más sentido estos versos: "Dices que siempre estas viajando, pero me estas engañando./ Yo sé que tu estás solo y que no sales de tu cuarto./ Las luces de la calle te hacen daño cuando sales, porque tu mundo es otro mucho mas oscuro".
'Septiembre', de Los Enemigos
"Voy a estrenar corbata hoy./ Por fin haré algo de verdad./ ¡Qué feliz soy!", canta Josele Santiago en lo que parece un texto trivial. Pero ni mucho menos. Al líder de Los Enemigos se le ocurrió la letra cuando leyó en el periódico una noticia: un joven gallego decidió suicidarse antes que enseñar las notas de septiembre a sus padres. La historia conmovió tanto al cantante que escribió esta canción sobre el miedo, el maltrato doméstico y la (mala) educación.
'En un Mercedes blanco', de Kiko Veneno
"En un Mercedes blanco llegó./ A la feria del ganado./ Diez duros de papel Albal./ Y el cielo se ha iluminado". De qué rayos habla Kiko Veneno en uno de los temas estrellas de su amplia carrera, incluido en el fabuloso Échate un cantecito (1992). Lo contó el autor en la edición española de Rolling Stone: "Se me ocurrió un día que estaba con Raimundo Amador en el barrio sevillano de Las 3.000 Viviendas. Vi a un etniano comprar papel Albal para hacerse chinos [heroína fumada]. La letra habla del impacto que produjo la heroína en el mundo de los etnianos: hizo estragos en muchas familias". Un tema muy serio arropado por una melodía alegre.
'Con botas sucias', de Barón Rojo
La canción empieza desconcertando con esa frase que dice: "Tienes once años y pareces una vieja, sigues prisionera de tus gustos ancestrales". ¿Una niña vieja de once años? ¿Qué demonios nos cantan Sherpa y los hermanos De Castro? Pero todo cobra sentido si cogemos la primera letra de cada palabra del título y constatamos que es un tema dedicado con rabia a la discográfica CBS (Con Botas Sucias), que editaba los discos del anterior grupo de los hermanos De Castro, Coz. Continúa el tema: "¡No te importa nada!, ¡No te importa nada! Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas. Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de ti. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás".
'Lobo hombre en París', de La Unión
En algunos países de Latinoamérica, los seguidores de La Únión allá estaban convencidos de que Lobo hombre en París trataba sobre un travesti. Pero frío, frío. Habla su compositor, el cantante del grupo, Rafa Sánchez: "En aquella época [1984] cayó en mis manos el libro de Boris Vian Los perros, el deseo y la fin. Al leer la historia de un lobo que se tras*forma en un hombre y se va a ligar a París, dije: 'Es perfecta".
'Se dejaba llevar por ti', de Antonio Vega
Tras el final de Nacha Pop, Antonio Vega debutaba en solitario en 1991 con el álbum No me iré mañana, en el que encontramos su gran éxito Se dejaba llevar por ti. Es una canción sobre una chica que hace todo lo que su pareja quiere sin pensar demasiado. Esa es la apariencia, porque en realidad versa sobre la adicción del compositor a la heroína, como él mismo reconoció en diversas entrevistas. Un tema recurrente pues, según confirmó a EL PAÍS su pareja durante 18 años, Teresa: sobre eso también reflexiona en Lucha de gigantes y El sitio de mi recreo.
'¿Y cómo es él?', de José Luis Perales
Ni está narrando una situación propia ya que José Luis Perales lleva felizmente casado con Manuela Vargas más de 30 años. Ni está dedicada a su hija María como una carta de un padre que ve cómo su hijita se hace mujer. No, la historia es otra. Perales compuso uno de sus mayores éxitos allá por 1982 por encargo para Julio Iglesias. Habla Perales: "La escribí por encargo para Julio Iglesias. Él se acababa de separar y su mujer, Isabel Presley, se había vuelto a casar. Y aunque no tenía nada que ver con la realidad, yo pensé que Julio la podía interpretar, porque él siempre le daba un toque de credibilidad a lo que cantaba. Pero la gente de mi compañía me prohibió que se la diera a Julio. Yo tampoco la quería cantar, porque no tenía nada que ver conmigo. Pero lo hice y fue un gran éxito".
'Cien gaviotas', de Duncan Dhu
Pareciera que Mikel Erentxun y Diego Vasallo (autor del tema) sencillamente están observando a las gaviotas volar, pero en realidad es una alegoría que va más allá. "Es una canción sobre estar en guerra contra el mundo sin saber por qué. Es un letra un poco ingenua, poco concreta y más bien abstracta y adolescente. Tenía veinte años cuando la escribí. Hay una sensación como de huida. Estás encarcelado por los muros que gobiernan la ciudad, las olas quieren salir del mar, dónde irán las cien gaviotas ... Vaya, que quieres largarte", ha explicado Vasallo.
'Cuatro rosas', Gabinete Caligari
Sensualidad desbordante en esta incitación a la bebida y a perder la cabeza por un amor irrefrenable, pero que tiene una razón de ser desconocida para muchos, pues en realidad se trata de un homenaje a Janis Joplin, icono musical fallecido en 1970 y cuya bebida favorita era precisamente el bourbon Four Roses. Así que sesso más bien poco. Tres años después del lanzamiento de Cuatro rosas, que fue en 1984, el trío abrió un bar cerca de la Gran Vía madrileña llamado Cuatro Rosas.
'Un caballo llamado fin', Miguel Ríos
En 1982 la heroína causaba estragos en España. El guitarrista Javier Vargas y Miguel Ríos compusieron esta cruda canción con unas estrofas bastante claras: "No montes ese caballo, va a pasar de la verdad, mira que su nombre es fin y que te enganchará./ Es imposible domarlo, desconoce la amistad, es un caballo en la sangre que te reventará./ Por el camino del caballo tendrás un espejismo, cuando te creas más libre es cuando más cogido estás". Vello de punta.
16 clásicos del pop español que cantas y quizá no sepas de qué trata la letra | ICON | EL PAÍS
Otros 17 clásicos del pop español que cantas y quizá no sepas de qué trata la letra | ICON | EL PAÍS
Esto lo dicen mucho los autores de canciones: "Lo bonito es que cada uno tenga su propia interpretación de la canción". Y es verdad, esa es la magia de cualquier obra cultural, y más con la música, que suele evocar momentos, casi siempre agradables: que cada persona tenga su historia romántica con la canción. Pero qué haces cuando te enteras de que tu canción favorita de amor de todos los tiempos trata del sándwich favorito del autor. Que se te cae el mundo encima.
Estos temas son clásicos del pop español que muchos hemos cantando y en algunos casos nos han emocionado. Pero, ¿sabemos cuál fue la intención del autor al escribirla? Lee y verás...
'Insurrección', de El Último de la Fila
Qué no, que este clásico de El Último de la Fila que has cantado mil veces no es una historia de desamor. Lo explica el autor de la letra, Manolo García: "Mientras grabábamos el disco Enemigos de lo ajeno (1986) comíamos bocadillos todos los días. No teníamos ni para el menú del bar: estábamos fatal. La compañía nos racaneaba, pero ellos pillaban que no veas. Yo estaba muy mosqueado porque las cosas tienen que ser justas. Así que ese 'dónde estabas entonces' era por la compañía de discos".
'Sabor de amor', de Danza Invisible
Parece una jovial, refrescante e inocente canción de amor. Pero guarda una sorpresa. Lee dos veces estos versos: "Del neցro de un mejillón, son tus ojos en su punto de sal" o "labios de fresa, sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión”. En efecto: el gran éxito del grupo malagueño de 1988 habla de un cunnilingus. El cantante Javier Ojeda utiliza la vieja fórmula de los intérpretes de blues, expertos en hablar de comida cuando en realidad se refieren al sesso.
'Al alba', de Luis Eduardo Aute
Su forma de aparentemente inofensiva canción de amor consiguió eludir a los (poco avispados) censores de las postrimerías del franquismo. Pero Al alba (1975) tiene un mensaje de mucho calado: es un alegato contra la pena de fin y una proclama por la libertad. Concretamente, es una protesta ante las ejecuciones de diversos miembros de los grupos terroristas ETA y FRAP, previstas para septiembre de 1975 y que causaron gran estupor en la comunidad internacional (con retirada de embajadores y llamada del papa Pablo VI incluidas). Horas antes de la fecha señalada, Franco conmutó la pena de fin por cadena perpetua para seis de ellos. Pero otros cinco fueron ejecutados. De aquellos días de incertidumbre, antes de las últimas ejecuciones del franquismo el 27 de septiembre de 1975, surgió Al alba.
'Marta tiene un marcapasos', de Hombres G
Hace tres años, en una rueda de prensa en Valencia, el cantante y bajista David Summers aseguró que esta era una de sus canciones "más iluso". Pero Summers exageró: narran la historia de un embarazo adolescente no deseado, con un marcapasos que tiene unos "ojillos idénticos a los de su padre". "Puedes oír sus pataditas, está vivo creo yo, Marta tiene un pasajero en su corazón", cuenta esta elocuente canción de 1986, que en la parte final dice: "Juega con todos los niños, les arranca el corazón, se los come con tomate, qué simpático".
'La estatua del jardín botánico', de Radio Futura
Pocas canciones del pop español con tantas lecturas. ¿Una canción de desamor? No. ¿Un tipo flipando por los efectos de alguna sustancia? Tampoco. ¿Un tema ecologista? No va por ahí, no. Su autor, Santiago Auserón (hoy Juan Perro, antes vocalista de Radio Futura) ha desvelado que en un principio tenía otro título, El mecánico del jardín botánico. Por aquella época, 1982, Auserón estudiaba Filosofía. Su libro de cabecera era Monadología, del filósofo alemán Leibniz, publicado nada menos que en 1720. Y surgió la idea. Habla Auserón: "Este libro tiene unas imágenes muy misteriosas que hablan de que dentro de cada estanque hay nuevos estanques y nuevos jardines, en el que siempre encontraremos nuevos peces y nuevas plantas. Esa imagen de mundos dentro de mundos me impresionó mucho". Y le inspiró la letra.
'Lucha de gigantes', de Nacha Pop
"Lucha de gigantes./ Convierte el aire en gas natural./ Un duelo salvaje./ Advierte". Qué demonios quería decir Antonio Vega en esta canción que compuso para Nacha Pop en 1987. Quizá te hagas una idea con la explicación que ofreció el propio Antonio. O quizá no. Atención: "Es una oda a la libertad de acción, un recuerdo de la ubicación de las dimensiones del ser humano en un entorno cósmico, de la relatividad entre la grandeza del hombre y su pequeñez en un entorno infinito. Es un juego de palabras que lleva a pensar en un juego relativo entre infinitud y lejanía". ¿Entendido? ¿No? Qué más da si es tan soberbia.
'El tren', de Leño
Cuántos adolescentes de finales de los setenta se preguntaron: de qué tren habla Rosendo. Hasta que crecieron un poco y empezaron a intuir algo. Así lo desveló Rosendo a Rolling Stone: "Era la época de cantar a los estupefacientes. Y había unos ácidos azules que se llamaban El Tren. le hicimos una canción". Se grabó en 1979, en el disco de debut de Leño, y dice: "Un día yo quise viajar en él/ Subí despacio y me acomodé./ Vi rostros deshechos de satisfacción./ Si controlas tu viaje serás feliz".
'Morena mía', de Miguel Bosé
Aparentemente, Morena mía (2001) es una canción erótico-romántica, una oda a un amor con dotes especiales para hacer... café. Pero es ahí donde reside la clave, pues en realidad eso no parece una cualidad tan reseñable. Pero si sabemos que en realidad estamos hablando de una felación, ya la cosa cambia: “Cuando tu boca, me toca, me pone y me provoca, me muerde y me destroza, toda siempre es poca y muévete bien, que nadie como tú me sabe hacer café”. Porque por mucha afición a la cafeína que se tenga, parece una exageración soltar algo como: "Morena mía, si esto no es felicidad, que baje Dios y lo vea y aunque no se lo crea, esto es gloria”.
'El chiringuito', de Georgie Dann
"¿El chiringuito? Pero sin trata de un día cualquiera en un chiringuito cualquiera". Cuidado, no tan rápido. En realidad esconde una sexualidad tan desbordante como voraz y socarrona. Los versos no dejan lugar a dudas: "Las chicas en verano, no guisan ni cocinan, se ponen como locas, si prueban mi sardina" / "Está el menú del día, conejo a la francesa, pechuga a la española y almejas a la inglesa" / "Si sube la marea, me va de maravilla, la gente se amontona y yo les doy morcilla". Ríete tú de las letras reggaetoneras...
'Maldito duende', de Héroes del Silencio
Partiendo de la base de que las canciones de Héroes del Silencio, con toda su esdrújula grandilocuencia, pueden tener centenares de interpretaciones, escogemos Maldito duende por ser bastante obvias sus referencias a los efectos de las drojas. Falsas sensaciones de fortaleza, cuartos que no paran de menguar, tanta charla por ahí, duendes que invitan a soñar y a divagar, amaneceres que llegan demasiado pronto en medio de la insoportable soledad... Lo dicho, maldito duende deambulando por los Senderos de traición publicados en forma de disco por el grupo zaragozano en 1990.
'Copenhague', de Vetusta Morla
¿Una relación amorosa condenada a mantenerse a distancia? Un poco sí, pero con la inmi gración como trasfondo, pues en la letra hay reflexiones sobre el valor que hay que tener para marcharse, el miedo a llegar, el juego del azar y no saber dónde acabar. También se encuentran evocaciones a los ilegales que hacen miles de kilómetros en pateras, dejándose llevar por la corriente sin rumbo. Un texto de 2008 nada obvio, como procede con la intrincada banda madrileña Vetusta Morla.
'Ataque preventivo de la URSS', de Polanski y El Ardor
Uno de los himnos de la Movida, compuesto a ritmo de punk por los madrileños Polanski y El Ardor. "Qué harías tú, en un ataque preventivo de la URSS", repite esta canción de 1983, que parece de contenido bélico, o antibélico, pero nada de eso. Habla el compositor, Víctor Muñoz: "Estaba en casa con una chica que me quería ligar y le dije que era capaz de escribir una canción allí mismo, tan buena como las de Joe Strummer, de los Clash. Abrí el periódico y leí que se esperaba un ataque preventivo de la URSS con misiles. Y eso era lo que yo quería hacer con la chica, pero con mis misiles".
'No me importa nada', de Luz Casal
Quizá mucha gente ignore que este éxito de Luz Casal de 1989 está compuesto en música por latinoamericano Varona y en letra por su hermana Gloria. Se trata de una narración de un desamor sí, pero también es un grito feminista, de una mujer fuerte e independiente.
'Frío', de Alarma
Miguel Ríos ha afirmado en alguna ocasión que Frío le parece una obra maestra, seguramente una de las mejores canciones del pop español. Y no solo el veterano rockero piensa así. Manolo Tena, con su especial y profunda sensibilidad, compuso este tema para su banda Alarma en 1982. Un canto a la desesperación que esconde un estremecedor relato sobre estar enganchado a la heroína. "Estoy ardiendo y siento frío" es uno de los versos reveladores que muestran el significado de este clásico.
'Chup, chup', de Australian Blonde
Una de las canciones más reivindicadas del indie noventero español. La canción (de 1993) de los asturianos Australian Blonde está en inglés y, aunque le hayas dado mil vueltas a la interpretación de la letra (una historia de amor, un canto a la fiesta...), olvídate. Trata de... nada. Habla su compositor, Fran Fernández: "Son versos que no tienen conexión. Era en inglés, así que pensé que tenían que ser apañados y nada más".
'Lobo López', de Kiko Veneno
"Qué día más bueno, cómo pica el sol./ ¿No es un poco raro para el mes que estamos ya tanto calor?", canta Kiko Veneno en esta rumba caribeña que publicó en 1992 en el que seguramente es su mejor obra, Échate un cantecito. ¿Una historia de un enamorado hasta las trancas que se encuentra por la calle a la mujer que quiere? Quizá. Lo cuenta Kiko: "Sufría de vértigo desde pequeño. Un día tenía un ataque muy grande y fui desesperado al médico. Me recetaron un supositorio. Había probado muchas cosas y ninguna había funcionado. Pero este supositorio fue milagroso. Estaba tan vacilón con el Torecan [nombre del medicamento] que compuse la canción del tirón".
'Tú no tienes alma', de Alejandro Sanz
"Tu no tienes alma, yo no tengo valor para ver cómo te marchas como si no pasara nada./ Tu no tienes ganas, yo me muero por darte las fuerzas que hagan falta", entona Alejandro Sanz en esta canción que aparentemente habla de una despedida amorosa. Pero en realidad la letra de Tu no tienes alma es bastante más profunda. Está dedicada a Vicente Ramírez Puerto, un profesor que ayudó sobremanera al madrileño en los años de dislocada adolescencia, después de que Alejandro fuera expulsado del instituto en el que cursaba BUP. Ramírez se mantuvo al lado de Sanz como mentor y consejero hasta su fin. "Me echaron del instituto. Conocí a Vicente, que era del pueblo de mi progenitora y el director de la academia", relata Alejandro en la reciente biografía Vive. Y añade: "Era un caballero para enseñar, para luchar, para querer. Un buen maestro, un educador, puede cambiar el destino de una persona". Tras nacer Manuela (2001), la primera hija de Alejandro, Vicente cayó enfermo y murió poco después. "Tu no tienes alma es una reclamación a alguien que se abandonó a su suerte, que fue perdiendo el gusto por vivir, un amigo que estuvo a mi lado durante todo ese camino", explica el artista.
'Agradecido', de Rosendo
Muchos lloraron el final de Leño cuando el trío vivía su momento de mayor popularidad. Pero Rosendo es así de consecuente y testarudo. Lo que no sabía el de Carabanchel es cómo se las gastan los tiburones de los despachos de las compañías. No pudo sacar su primer disco en solitario hasta dos años después de la fin de Leño, por esa maldita letra pequeña de los contratos. Y cuando salió el disco, toda la rabia del rockero se filtró las letras. Este fue el tema bandera de aquel álbum de 1985. Rosendo envía esta carga de profundidad a los disqueros, siempre con la ironía castiza por bandera: "Déjame que pose para ti./ Eres tú mi artista preferido/. Déjame tenerte junto a mí./ Prometo estarte agradecido".
'Barco a Venus', Mecano
Esta composición un tanto onírica y vaporosa de Nacho Cano se titulaba inicialmente Yonki. "Reflejaba aquellos años en los que la droja se apoderó de muchos de mis amigos", relata el madrileño en el libro Mecano. La fuerza del destino. Sabiendo esto tiene mucho más sentido estos versos: "Dices que siempre estas viajando, pero me estas engañando./ Yo sé que tu estás solo y que no sales de tu cuarto./ Las luces de la calle te hacen daño cuando sales, porque tu mundo es otro mucho mas oscuro".
'Septiembre', de Los Enemigos
"Voy a estrenar corbata hoy./ Por fin haré algo de verdad./ ¡Qué feliz soy!", canta Josele Santiago en lo que parece un texto trivial. Pero ni mucho menos. Al líder de Los Enemigos se le ocurrió la letra cuando leyó en el periódico una noticia: un joven gallego decidió suicidarse antes que enseñar las notas de septiembre a sus padres. La historia conmovió tanto al cantante que escribió esta canción sobre el miedo, el maltrato doméstico y la (mala) educación.
'En un Mercedes blanco', de Kiko Veneno
"En un Mercedes blanco llegó./ A la feria del ganado./ Diez duros de papel Albal./ Y el cielo se ha iluminado". De qué rayos habla Kiko Veneno en uno de los temas estrellas de su amplia carrera, incluido en el fabuloso Échate un cantecito (1992). Lo contó el autor en la edición española de Rolling Stone: "Se me ocurrió un día que estaba con Raimundo Amador en el barrio sevillano de Las 3.000 Viviendas. Vi a un etniano comprar papel Albal para hacerse chinos [heroína fumada]. La letra habla del impacto que produjo la heroína en el mundo de los etnianos: hizo estragos en muchas familias". Un tema muy serio arropado por una melodía alegre.
'Con botas sucias', de Barón Rojo
La canción empieza desconcertando con esa frase que dice: "Tienes once años y pareces una vieja, sigues prisionera de tus gustos ancestrales". ¿Una niña vieja de once años? ¿Qué demonios nos cantan Sherpa y los hermanos De Castro? Pero todo cobra sentido si cogemos la primera letra de cada palabra del título y constatamos que es un tema dedicado con rabia a la discográfica CBS (Con Botas Sucias), que editaba los discos del anterior grupo de los hermanos De Castro, Coz. Continúa el tema: "¡No te importa nada!, ¡No te importa nada! Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas. Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de ti. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás".
'Lobo hombre en París', de La Unión
En algunos países de Latinoamérica, los seguidores de La Únión allá estaban convencidos de que Lobo hombre en París trataba sobre un travesti. Pero frío, frío. Habla su compositor, el cantante del grupo, Rafa Sánchez: "En aquella época [1984] cayó en mis manos el libro de Boris Vian Los perros, el deseo y la fin. Al leer la historia de un lobo que se tras*forma en un hombre y se va a ligar a París, dije: 'Es perfecta".
'Se dejaba llevar por ti', de Antonio Vega
Tras el final de Nacha Pop, Antonio Vega debutaba en solitario en 1991 con el álbum No me iré mañana, en el que encontramos su gran éxito Se dejaba llevar por ti. Es una canción sobre una chica que hace todo lo que su pareja quiere sin pensar demasiado. Esa es la apariencia, porque en realidad versa sobre la adicción del compositor a la heroína, como él mismo reconoció en diversas entrevistas. Un tema recurrente pues, según confirmó a EL PAÍS su pareja durante 18 años, Teresa: sobre eso también reflexiona en Lucha de gigantes y El sitio de mi recreo.
'¿Y cómo es él?', de José Luis Perales
Ni está narrando una situación propia ya que José Luis Perales lleva felizmente casado con Manuela Vargas más de 30 años. Ni está dedicada a su hija María como una carta de un padre que ve cómo su hijita se hace mujer. No, la historia es otra. Perales compuso uno de sus mayores éxitos allá por 1982 por encargo para Julio Iglesias. Habla Perales: "La escribí por encargo para Julio Iglesias. Él se acababa de separar y su mujer, Isabel Presley, se había vuelto a casar. Y aunque no tenía nada que ver con la realidad, yo pensé que Julio la podía interpretar, porque él siempre le daba un toque de credibilidad a lo que cantaba. Pero la gente de mi compañía me prohibió que se la diera a Julio. Yo tampoco la quería cantar, porque no tenía nada que ver conmigo. Pero lo hice y fue un gran éxito".
'Cien gaviotas', de Duncan Dhu
Pareciera que Mikel Erentxun y Diego Vasallo (autor del tema) sencillamente están observando a las gaviotas volar, pero en realidad es una alegoría que va más allá. "Es una canción sobre estar en guerra contra el mundo sin saber por qué. Es un letra un poco ingenua, poco concreta y más bien abstracta y adolescente. Tenía veinte años cuando la escribí. Hay una sensación como de huida. Estás encarcelado por los muros que gobiernan la ciudad, las olas quieren salir del mar, dónde irán las cien gaviotas ... Vaya, que quieres largarte", ha explicado Vasallo.
'Cuatro rosas', Gabinete Caligari
Sensualidad desbordante en esta incitación a la bebida y a perder la cabeza por un amor irrefrenable, pero que tiene una razón de ser desconocida para muchos, pues en realidad se trata de un homenaje a Janis Joplin, icono musical fallecido en 1970 y cuya bebida favorita era precisamente el bourbon Four Roses. Así que sesso más bien poco. Tres años después del lanzamiento de Cuatro rosas, que fue en 1984, el trío abrió un bar cerca de la Gran Vía madrileña llamado Cuatro Rosas.
'Un caballo llamado fin', Miguel Ríos
En 1982 la heroína causaba estragos en España. El guitarrista Javier Vargas y Miguel Ríos compusieron esta cruda canción con unas estrofas bastante claras: "No montes ese caballo, va a pasar de la verdad, mira que su nombre es fin y que te enganchará./ Es imposible domarlo, desconoce la amistad, es un caballo en la sangre que te reventará./ Por el camino del caballo tendrás un espejismo, cuando te creas más libre es cuando más cogido estás". Vello de punta.
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