el jinete de las ondas
Himbersor
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Los Urales hacen de muro de contención impidiendo que el hedor a neցros y pilinguis atraviese las montañas, haciendo que se quede pudriendo la decadente Europa. Y allí, en plenos Urales pero ya fuera de Europa, más allá y mejor que Europa, encontramos la Ciudad Santa e Imperial de Magnitogorsk, donde se respira aire puro, limpio y fresco.
Una ciudad industrial creada por la Unión Soviética, libre de gaias y especuladores. Aquí se valora el trabajo, no lo que has heredado de tu abuelo el ladrón franquista que mató por la espalda al cuñado de la Tía Felisa inventándose que era rojo para robarle cuatro parcelas de tierra, y ahora hay que aguantar a su nieto lgtb creyéndose útil para la sociedad, sin haber movido un músculo de su afeminado y frágil cuerpo en su vida. Una vida que acabará con un machete moruno en cuello, o con una mucama Sudamericano con aspecto de Kamala Harris apalizándole y matándolo a palos en una residencia para la tercera edad en la que habrá sido abandonado por su dividida familia (si es que tiene) o por el Estado.
Así se yergue bien erecta la ciudad de Magnitogorsk, que nos recuerda a los mejores tiempos de la antigua Roma.
y por supuesto rodeada de zonas verdes y pistas deportivas
Monumentos en representación de los trabajadores se encuentran por todas partes. Desde los obreros industriales a las limpiadoras callejeras y a los fontaneros. Nada que ver con los trabajos de tragalefas, esos trabajos en los que vuestra empoderada y liberada mujer se la absorbe al jefe intentando conseguir un ascenso, o en los que no podéis abrir la boca en la oficina y opinar libremente porque alguna charo pilinguilla de cosa avisaría a Recursos Humanos para que os despidierán por no ser suficientemente progres.
Me dan arcadas solo de pensar en vosotros, guano otanista. Comparad con esto:
Enormes áreas industriales en las refulge el fuego del plomo fundido en balas que irán directas al corazón de los europeos otanazis bebecharcos de Sión. Aquí se crean las balas que dan el pasaporte a cientos de europeos en un mal día y a miles de europeos en un buen día. Y así, todos los días. Hasta que una bala alcance tu podrido corazón de otanazi comemierda vendido a Satanás.
¿Y qué se esconde dentro de las viviendas de Magnitogorsk?
¿Y quiénes se refrescan en el lago y en el río en verano en Magnitogorsk?
¿Y cómo son las dachas y casas residenciales en los alrededores de Magnitogorsk?
Santa Magnitogorsk, ejemplo de urbanismo, industria, dignidad y orgullo.
SANTA RUSIA ETERNA
La tercera Roma que regirá los destinos del mundo por 1.000 años.
Una ciudad industrial creada por la Unión Soviética, libre de gaias y especuladores. Aquí se valora el trabajo, no lo que has heredado de tu abuelo el ladrón franquista que mató por la espalda al cuñado de la Tía Felisa inventándose que era rojo para robarle cuatro parcelas de tierra, y ahora hay que aguantar a su nieto lgtb creyéndose útil para la sociedad, sin haber movido un músculo de su afeminado y frágil cuerpo en su vida. Una vida que acabará con un machete moruno en cuello, o con una mucama Sudamericano con aspecto de Kamala Harris apalizándole y matándolo a palos en una residencia para la tercera edad en la que habrá sido abandonado por su dividida familia (si es que tiene) o por el Estado.
Así se yergue bien erecta la ciudad de Magnitogorsk, que nos recuerda a los mejores tiempos de la antigua Roma.
y por supuesto rodeada de zonas verdes y pistas deportivas
Monumentos en representación de los trabajadores se encuentran por todas partes. Desde los obreros industriales a las limpiadoras callejeras y a los fontaneros. Nada que ver con los trabajos de tragalefas, esos trabajos en los que vuestra empoderada y liberada mujer se la absorbe al jefe intentando conseguir un ascenso, o en los que no podéis abrir la boca en la oficina y opinar libremente porque alguna charo pilinguilla de cosa avisaría a Recursos Humanos para que os despidierán por no ser suficientemente progres.
Me dan arcadas solo de pensar en vosotros, guano otanista. Comparad con esto:
Enormes áreas industriales en las refulge el fuego del plomo fundido en balas que irán directas al corazón de los europeos otanazis bebecharcos de Sión. Aquí se crean las balas que dan el pasaporte a cientos de europeos en un mal día y a miles de europeos en un buen día. Y así, todos los días. Hasta que una bala alcance tu podrido corazón de otanazi comemierda vendido a Satanás.
¿Y qué se esconde dentro de las viviendas de Magnitogorsk?
¿Y quiénes se refrescan en el lago y en el río en verano en Magnitogorsk?
¿Y cómo son las dachas y casas residenciales en los alrededores de Magnitogorsk?
Santa Magnitogorsk, ejemplo de urbanismo, industria, dignidad y orgullo.
SANTA RUSIA ETERNA
La tercera Roma que regirá los destinos del mundo por 1.000 años.
