Cilindrin
Himbersor
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Pues hoy hemos ido a hablar @Pajarotto y yo con un abogado, porque dice @Pajarotto que tenemos que enterarnos de si el ovni, cuando vuela alto, puede considerarse cielos internacionales o una cosa por el estilo y poder hacer negocios y chanchullos de esos de blanqueo de pasta gansa y yal.
Vamos, que estamos pensando en montar un paraiso fiscal volante, con casino y timbas de poker incluidas, pilinguis, drojas y alcohol.
Veo que os va molando la idea. pilinguis y barcos a lo grande, pero con ovni en vez de barco.
Pues hemos ido al despacho del abogado. Hemos pillado uno de los caros, si total le pagaremos con dinero robado...
- Buenas, veniamos a hablar con el abogado.- le digo a la recepcionista.
- ¿Tienen cita?
- Si claro. Así de bote pronto me viene a la cabesa una de Pablo Coelho: "Cuántas cosas perdemos por el miedo a perder."- le espeta el pajaro a la recepcionista, que por cierto era un pibon con gafas que parecia sacada del Un, dos, tres.
La recepcionista nos mira impeterrita.
- Digo que si tienen hora.- nos pide ella tan guapa pero con cara de oler cosa.
- Pues son las once de la mañana.- le informo mirandome el casio de pulsera.
Su cara de oler cosa se intensifica.
- ¿Les espera el señor Gutierrez de Franco?- nos pregunta, refiriendose al abogado.
- Si claro, por eso hemos venido. Atiende, somos Cilindrin y @Pajarotto
- Pues, si son tan amables, acompañenme.
- jorobar, menudo pibon.- exclama @Toallin, recien teletransportado.
El pibonaco pega un grito y se desmaya.
- Voy a aprovechar y le meto un kiki.- prosigue el portugues.
- ¡Pará, loco!- exclama el pajaro- ¡Que nos buscás la ruina
La agarramos entre los tres y la entramos en el despacho del abogado, que pega un bote desde su butaca, sorprendido y sobresaltado.
- Le ha dado una lipotimia.- dice el toallas.
- ¿Y ustedes quienes son?- pregunta el abogado.
- Cilindrin, pa servirme.- me presento- Tenemos que hablar con usted.
Le doy la mano y me siento en su silla. Cojo un puro de su mesa y me lo enciendo, mientras me pongo comodo con los pies en la mesa.
- Queremos que nos asesore.
El abogado asiente intranquilo.
- A ver- empieza el portugues-, si estamos volando con el ovni en aires internacionales, ¿le puedo pegar una patada voladora al Papa de Roma si le tengo delante y no me pasa nada legalmente hablando? ¿O como va eso? Hipocraticamente hablando, ¿eh?
- Y si sho le suelto un gapo y le cae en la cabesa de la Reina de Inglaterra mientras volamos por ensima del Big Bang?- añade el pajaro.
- ¿Hay diferencia legal entre un low kick y una patada voladora?- añado yo.
El abogado enmudece sobrecogido por la angustia de la situacion de ver a tres kinkis en su despacho, tocandolo todo y especialmente con el toallas sobandole las berzas a la secretaria desvanecida.
- Queremos montar un casino en el ovni con pilinguis y droja, vender armas y falsificar pasaportes pero que sea todo legal.- le resumo al abogado.
- Por favor, no nos hagan daño.- implora el abogado.
- Che, que somos pasificos. No tema, somos buena gente y queremos que nos asesore.- le tranquiliza el pajaro- Apuntá: nos interesa sobretodo todo el tema low kicks, patadas voladoras, escupir a las autoridades desde el sielo y montar el casino. Lo de las drojas y las armas si, pero vashamos por partes. Sentrese en los low kicks para empesar.
- Pero tienen que ser low kicks a jefes de estado, que queremos estar cubiertos legalmente, hipotenusicamente hablando, ¿eh?- repite el portugues.
El abogado rezuma como un lechón y le entran palpitaciones.
- ¿Y si le pincho al Papa de Roma con mi navaja automatica en pleno vuelo en aires internacionales nos puede declarar la guerra Ciudad del Vaticano?- aprovecho para preguntar.
- Lo suyo seria saber que pasaria si tu le pinchas mientras yo le meto una low kick y lo remata el pajaro con una patada voladora y un gargajo cargadete.- me interrumpe el portugues.
- Pero no sea timido, abogado, diganos algo.- dice el pajaro.
El abogado se agarra el brazo izquierdo y le da un ataque de corazon y la palma in situ.
- ¡ostras, se ha quedado moñeco!- exclama el portugues.
- Pues menuda faena, vamos a tener que buscar otro abogado.- digo y luego tocandome el pin de Barcelona92- Cilindrin a Enterprais, tras*porte para tres.
- ¡Cuatro!- exclama el toallas- ¡Que nos llevamos a la secretaria y nos la amamos en el ovni!
Asentimos todos con la cabeza y, en comunicacion con el Insecto, digo:
- ¡Make it so!
Y nos teletransportamos los cuatro al ovni, no sin antes rebuscar tabaco y dinero en el despacho, ademas de pillarnos un cuadro caro de la pared.
Vamos, que estamos pensando en montar un paraiso fiscal volante, con casino y timbas de poker incluidas, pilinguis, drojas y alcohol.
Veo que os va molando la idea. pilinguis y barcos a lo grande, pero con ovni en vez de barco.
Pues hemos ido al despacho del abogado. Hemos pillado uno de los caros, si total le pagaremos con dinero robado...
- Buenas, veniamos a hablar con el abogado.- le digo a la recepcionista.
- ¿Tienen cita?
- Si claro. Así de bote pronto me viene a la cabesa una de Pablo Coelho: "Cuántas cosas perdemos por el miedo a perder."- le espeta el pajaro a la recepcionista, que por cierto era un pibon con gafas que parecia sacada del Un, dos, tres.
La recepcionista nos mira impeterrita.
- Digo que si tienen hora.- nos pide ella tan guapa pero con cara de oler cosa.
- Pues son las once de la mañana.- le informo mirandome el casio de pulsera.
Su cara de oler cosa se intensifica.
- ¿Les espera el señor Gutierrez de Franco?- nos pregunta, refiriendose al abogado.
- Si claro, por eso hemos venido. Atiende, somos Cilindrin y @Pajarotto
- Pues, si son tan amables, acompañenme.
- jorobar, menudo pibon.- exclama @Toallin, recien teletransportado.
El pibonaco pega un grito y se desmaya.
- Voy a aprovechar y le meto un kiki.- prosigue el portugues.
- ¡Pará, loco!- exclama el pajaro- ¡Que nos buscás la ruina
La agarramos entre los tres y la entramos en el despacho del abogado, que pega un bote desde su butaca, sorprendido y sobresaltado.
- Le ha dado una lipotimia.- dice el toallas.
- ¿Y ustedes quienes son?- pregunta el abogado.
- Cilindrin, pa servirme.- me presento- Tenemos que hablar con usted.
Le doy la mano y me siento en su silla. Cojo un puro de su mesa y me lo enciendo, mientras me pongo comodo con los pies en la mesa.
- Queremos que nos asesore.
El abogado asiente intranquilo.
- A ver- empieza el portugues-, si estamos volando con el ovni en aires internacionales, ¿le puedo pegar una patada voladora al Papa de Roma si le tengo delante y no me pasa nada legalmente hablando? ¿O como va eso? Hipocraticamente hablando, ¿eh?
- Y si sho le suelto un gapo y le cae en la cabesa de la Reina de Inglaterra mientras volamos por ensima del Big Bang?- añade el pajaro.
- ¿Hay diferencia legal entre un low kick y una patada voladora?- añado yo.
El abogado enmudece sobrecogido por la angustia de la situacion de ver a tres kinkis en su despacho, tocandolo todo y especialmente con el toallas sobandole las berzas a la secretaria desvanecida.
- Queremos montar un casino en el ovni con pilinguis y droja, vender armas y falsificar pasaportes pero que sea todo legal.- le resumo al abogado.
- Por favor, no nos hagan daño.- implora el abogado.
- Che, que somos pasificos. No tema, somos buena gente y queremos que nos asesore.- le tranquiliza el pajaro- Apuntá: nos interesa sobretodo todo el tema low kicks, patadas voladoras, escupir a las autoridades desde el sielo y montar el casino. Lo de las drojas y las armas si, pero vashamos por partes. Sentrese en los low kicks para empesar.
- Pero tienen que ser low kicks a jefes de estado, que queremos estar cubiertos legalmente, hipotenusicamente hablando, ¿eh?- repite el portugues.
El abogado rezuma como un lechón y le entran palpitaciones.
- ¿Y si le pincho al Papa de Roma con mi navaja automatica en pleno vuelo en aires internacionales nos puede declarar la guerra Ciudad del Vaticano?- aprovecho para preguntar.
- Lo suyo seria saber que pasaria si tu le pinchas mientras yo le meto una low kick y lo remata el pajaro con una patada voladora y un gargajo cargadete.- me interrumpe el portugues.
- Pero no sea timido, abogado, diganos algo.- dice el pajaro.
El abogado se agarra el brazo izquierdo y le da un ataque de corazon y la palma in situ.
- ¡ostras, se ha quedado moñeco!- exclama el portugues.
- Pues menuda faena, vamos a tener que buscar otro abogado.- digo y luego tocandome el pin de Barcelona92- Cilindrin a Enterprais, tras*porte para tres.
- ¡Cuatro!- exclama el toallas- ¡Que nos llevamos a la secretaria y nos la amamos en el ovni!
Asentimos todos con la cabeza y, en comunicacion con el Insecto, digo:
- ¡Make it so!
Y nos teletransportamos los cuatro al ovni, no sin antes rebuscar tabaco y dinero en el despacho, ademas de pillarnos un cuadro caro de la pared.