Zaitsev404
Himbersor
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Varios expertos coinciden en señalar que la exitosa mediación de China podría elevar la influencia diplomática de Pekín y suponer un desafío para la Administración Biden.
El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita para reanudar sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, se ha logrado gracias a la mediación de China y es un gran fracaso para Washington, que parece estar perdiendo su influencia en Oriente Medio, afirman varios expertos.
La medida anunciada este viernes, en el marco de la cual Teherán y Riad han acordado reabrir las embajadas y reanudar la cooperación en materia de seguridad y en ámbitos como el de la economía y el comercio, podría tener consecuencias en los esfuerzos de EE.UU. para aislar económicamente a Irán, su antiguo enemigo, mediante sanciones.
Según el analista principal para Irán en International Crisis Group, Naysan Rafati, no está claro si los resultados serán buenos para EE.UU. "El inconveniente es que en un momento en el que Washington y los socios occidentales están aumentando la presión contra la República Islámica, Teherán creerá que puede romper su aislamiento y, dado el papel de China, recurrir a la cobertura de las grandes potencias", afirmó.
Cabe destacar que en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Pekín por acoger las conversaciones. "Se trata de una victoria para el diálogo y una victoria para la paz, que proporciona buenas noticias e importantes, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la paz y la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional", declaró a los periodistas Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.
"Una bofetada a la Administración Biden"
Al mismo tiempo, se cree que el mayor fracaso para Washington es el papel de Pekín como mediador en las conversaciones exitosas en una región donde los estadounidenses llevan mucho tiempo promoviendo su influencia. "Esto se interpretará, probablemente y correctamente, como una bofetada a la Administración Biden y como una prueba de que China es la potencia ascendente", dijo Jeffrey Feltman, ex alto funcionario de EE.UU. y de la ONU y actual miembro del 'think tank' Brookings Institution.
Según el analista principal para Irán en International Crisis Group, Naysan Rafati, no está claro si los resultados serán buenos para EE.UU. "El inconveniente es que en un momento en el que Washington y los socios occidentales están aumentando la presión contra la República Islámica, Teherán creerá que puede romper su aislamiento y, dado el papel de China, recurrir a la cobertura de las grandes potencias", afirmó.
Cabe destacar que en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Pekín por acoger las conversaciones. "Se trata de una victoria para el diálogo y una victoria para la paz, que proporciona buenas noticias e importantes, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la paz y la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional", declaró a los periodistas Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.
"Una bofetada a la Administración Biden"
Al mismo tiempo, se cree que el mayor fracaso para Washington es el papel de Pekín como mediador en las conversaciones exitosas en una región donde los estadounidenses llevan mucho tiempo promoviendo su influencia. "Esto se interpretará, probablemente y correctamente, como una bofetada a la Administración Biden y como una prueba de que China es la potencia ascendente", dijo Jeffrey Feltman, ex alto funcionario de EE.UU. y de la ONU y actual miembro del 'think tank' Brookings Institution.
El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita para reanudar sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, se ha logrado gracias a la mediación de China y es un gran fracaso para Washington, que parece estar perdiendo su influencia en Oriente Medio, afirman varios expertos.
La medida anunciada este viernes, en el marco de la cual Teherán y Riad han acordado reabrir las embajadas y reanudar la cooperación en materia de seguridad y en ámbitos como el de la economía y el comercio, podría tener consecuencias en los esfuerzos de EE.UU. para aislar económicamente a Irán, su antiguo enemigo, mediante sanciones.
Según el analista principal para Irán en International Crisis Group, Naysan Rafati, no está claro si los resultados serán buenos para EE.UU. "El inconveniente es que en un momento en el que Washington y los socios occidentales están aumentando la presión contra la República Islámica, Teherán creerá que puede romper su aislamiento y, dado el papel de China, recurrir a la cobertura de las grandes potencias", afirmó.
Cabe destacar que en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Pekín por acoger las conversaciones. "Se trata de una victoria para el diálogo y una victoria para la paz, que proporciona buenas noticias e importantes, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la paz y la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional", declaró a los periodistas Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.
"Una bofetada a la Administración Biden"
Al mismo tiempo, se cree que el mayor fracaso para Washington es el papel de Pekín como mediador en las conversaciones exitosas en una región donde los estadounidenses llevan mucho tiempo promoviendo su influencia. "Esto se interpretará, probablemente y correctamente, como una bofetada a la Administración Biden y como una prueba de que China es la potencia ascendente", dijo Jeffrey Feltman, ex alto funcionario de EE.UU. y de la ONU y actual miembro del 'think tank' Brookings Institution.
Según el analista principal para Irán en International Crisis Group, Naysan Rafati, no está claro si los resultados serán buenos para EE.UU. "El inconveniente es que en un momento en el que Washington y los socios occidentales están aumentando la presión contra la República Islámica, Teherán creerá que puede romper su aislamiento y, dado el papel de China, recurrir a la cobertura de las grandes potencias", afirmó.
Cabe destacar que en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Pekín por acoger las conversaciones. "Se trata de una victoria para el diálogo y una victoria para la paz, que proporciona buenas noticias e importantes, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la paz y la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional", declaró a los periodistas Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.
"Una bofetada a la Administración Biden"
Al mismo tiempo, se cree que el mayor fracaso para Washington es el papel de Pekín como mediador en las conversaciones exitosas en una región donde los estadounidenses llevan mucho tiempo promoviendo su influencia. "Esto se interpretará, probablemente y correctamente, como una bofetada a la Administración Biden y como una prueba de que China es la potencia ascendente", dijo Jeffrey Feltman, ex alto funcionario de EE.UU. y de la ONU y actual miembro del 'think tank' Brookings Institution.