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Los Zapatero hacen el petate para disfrutar de su veraneo gratis total
Elsemanaldigital.com
Tienen una casa en propiedad en un pueblo costero de Almería, pero prefieren alquilarla y que los españoles costeen sus vacaciones. En 2004 se las pagaron ellos y les salió por un pico.
31 de julio de 2008
A José Luis Rodríguez Zapatero le queda un telediario para inaugurar sus vacaciones. Este viernes presidirá el último Consejo de Ministros del curso, recibirá al presidente de la Conferencia Episcopal en La Moncloa y volará a Mallorca para despachar con Don Juan Carlos en el Palacio de Marivent. Y, sin más tiempo que perder, pondrá rumbo al Coto de Doñana por segundo verano consecutivo.
Cuenta la revista Época en un reportaje publicado en su último número que los veranos del matrimonio Zapatero-Espinosa han cambiado mucho en los últimos años. Sobre todo porque antes la pareja se costeaba las vacaciones y ahora van a gastos pagados. Por las arcas públicas, claro.
Antes de que el leonés fuera elegido presidente del Gobierno, él, Sonsoles y sus hijas -Laura y Alba- pasaban los veranos en Almería. Descubrieron sus encantos en el año 2000, concretamente en Mojácar. Y, según cuenta Época, les gustó tanto que acabaron comprándose una casa en la cercana localidad costera de Vera, en la urbanización El Mirador.
La vivienda no es precisamente una chabola: está en una parcela de 320 metros cuadrados, tiene una superficie construida de 97, un jardín de 177, una terraza de 32 y un porche cubierto de 6. Pero, a pesar de tener una residencia de veraneo en propiedad, los Zapatero prefieren sacarle rentabilidad teniéndola alquilada mientras ellos pasan el mes de agosto de gratis total. Sus inquilinos son una pareja británica asidua.
El primer año... y los demás
En 2004, el primer verano de Zapatero siendo presidente, el matrimonio decidió seguir costeándose sus vacaciones como cualquier otro español. Sonsoles tenía ganas de volver a Mahón (Menorca), así que alquilaron una finca rústica en San Clemente, propiedad del empresario italiano Fabio Berrini. El mes les salió por la friolera de 6.000 euros. Debieron de pensar que era demasiado, así que en lo sucesivo optaron por no poner ni un euro de su bolsillo.
Al año siguiente se decantaron por La Mareta, una imponente residencia propiedad de Patrimonio Nacional que hasta entonces sólo habían utilizado los Reyes y que el monarca Hussein de Jornania les había regalado. Sonsoles visitó sus instalaciones antes de trasladarse allí con la familia y decidió encargar unos cuantos arreglillos para dejar todo a su gusto. Costaron nada menos que 271.000, una cifra que generó gran revuelo entre la opinión pública al trascender a los medios de comunicación.
Ahora parecen haberle cogido el gusto a Las Marismillas, la casa-palacio ubicada en el corazón de Doñana. Claro que, según cuenta Ana Botella, no es nada raro. "Pasear por el paraje espectacular y único en el Coto de Doñana, disfrutar de la soledad de sus playas y, sencillamente, dedicarse a mirar las estrellas en las noches de verano es algo que no se olvida mientras vivas", señala su ex inquilina ocasional a la revista.
Allí, a Zapatero y a su familia no les faltará espacio. Tendrán a su disposición un amplio salón con chimenea y diez dormitorios, todos ellos con baño. Les atenderán tres mujeres, que se encargarán de que el matrimonio pueda pasar sus días de descanso haciendo lo que más les gusta: hacer deporte, leer y pegarse algún que otro homenaje gastronómico en el que no falten las tortillitas de camarones ni la manzanilla de San Lúcar de Barrameda, dos de las debilidades del presidente.
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Tienen una casa en propiedad en un pueblo costero de Almería, pero prefieren alquilarla y que los españoles costeen sus vacaciones. En 2004 se las pagaron ellos y les salió por un pico.
31 de julio de 2008
A José Luis Rodríguez Zapatero le queda un telediario para inaugurar sus vacaciones. Este viernes presidirá el último Consejo de Ministros del curso, recibirá al presidente de la Conferencia Episcopal en La Moncloa y volará a Mallorca para despachar con Don Juan Carlos en el Palacio de Marivent. Y, sin más tiempo que perder, pondrá rumbo al Coto de Doñana por segundo verano consecutivo.
Cuenta la revista Época en un reportaje publicado en su último número que los veranos del matrimonio Zapatero-Espinosa han cambiado mucho en los últimos años. Sobre todo porque antes la pareja se costeaba las vacaciones y ahora van a gastos pagados. Por las arcas públicas, claro.
Antes de que el leonés fuera elegido presidente del Gobierno, él, Sonsoles y sus hijas -Laura y Alba- pasaban los veranos en Almería. Descubrieron sus encantos en el año 2000, concretamente en Mojácar. Y, según cuenta Época, les gustó tanto que acabaron comprándose una casa en la cercana localidad costera de Vera, en la urbanización El Mirador.
La vivienda no es precisamente una chabola: está en una parcela de 320 metros cuadrados, tiene una superficie construida de 97, un jardín de 177, una terraza de 32 y un porche cubierto de 6. Pero, a pesar de tener una residencia de veraneo en propiedad, los Zapatero prefieren sacarle rentabilidad teniéndola alquilada mientras ellos pasan el mes de agosto de gratis total. Sus inquilinos son una pareja británica asidua.
El primer año... y los demás
En 2004, el primer verano de Zapatero siendo presidente, el matrimonio decidió seguir costeándose sus vacaciones como cualquier otro español. Sonsoles tenía ganas de volver a Mahón (Menorca), así que alquilaron una finca rústica en San Clemente, propiedad del empresario italiano Fabio Berrini. El mes les salió por la friolera de 6.000 euros. Debieron de pensar que era demasiado, así que en lo sucesivo optaron por no poner ni un euro de su bolsillo.
Al año siguiente se decantaron por La Mareta, una imponente residencia propiedad de Patrimonio Nacional que hasta entonces sólo habían utilizado los Reyes y que el monarca Hussein de Jornania les había regalado. Sonsoles visitó sus instalaciones antes de trasladarse allí con la familia y decidió encargar unos cuantos arreglillos para dejar todo a su gusto. Costaron nada menos que 271.000, una cifra que generó gran revuelo entre la opinión pública al trascender a los medios de comunicación.
Ahora parecen haberle cogido el gusto a Las Marismillas, la casa-palacio ubicada en el corazón de Doñana. Claro que, según cuenta Ana Botella, no es nada raro. "Pasear por el paraje espectacular y único en el Coto de Doñana, disfrutar de la soledad de sus playas y, sencillamente, dedicarse a mirar las estrellas en las noches de verano es algo que no se olvida mientras vivas", señala su ex inquilina ocasional a la revista.
Allí, a Zapatero y a su familia no les faltará espacio. Tendrán a su disposición un amplio salón con chimenea y diez dormitorios, todos ellos con baño. Les atenderán tres mujeres, que se encargarán de que el matrimonio pueda pasar sus días de descanso haciendo lo que más les gusta: hacer deporte, leer y pegarse algún que otro homenaje gastronómico en el que no falten las tortillitas de camarones ni la manzanilla de San Lúcar de Barrameda, dos de las debilidades del presidente.