Heteropatriarca
Madmaxista
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Charo Arcas fue a uno de esos actos para justificar el dinero público que recibe su asociación. Acto que no es dar chuchocharlas a mujeres etnianas para evitar la ceremonia del pañuelo, ni es entrar sin velo en una mezquita. No, los actos son manifestaciones de cuatro charos recordando a las asesinadas. Nuestra charo, que se llama Charo, descubrió que su empoderamiento no es como en las pelis de Netflix y que tiene que cumplir la ley.
El Ayuntamiento de Madrid multa con 1.000 euros a una mujer que hizo una pintada feminista el 25-N
Una pequeña y reversible acción llevada a cabo por la asociación Feministas San Blas-Canillejas el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, se ha saldado con una multa de 1.000 euros impuesta por el Ayuntamiento de Madrid.
Charo Arcas participó en un acto celebrado en el parque de los Cuatro Elementos, renombrado para la ocasión como parque Ana Orantes en homenaje a la mujer que pagó con su vida denunciar públicamente el maltrato sistemático ejercido por su marido. Una de las intervenciones consistía en colocar las manos de las asistentas, cubiertas de pintura jovenlandesada, sobre las columnas del lugar. Según recoge la Cadena Ser, Charo fue la primera en ejecutarlo e inmediatamente agentes de la Policía Municipal y la Nacional le pidieron su identificación.
La afectada explica en declaraciones al medio radiofónico que mostró su documento, mientras varias compañeras explicaron a los efectivos policiales que la pintura podía lavarse fácilmente. En cualquier caso detuvieron la acción y después de conversar con los agentes entendieron que con ello no se llevaría a cabo sanción alguna.
Dos meses después, Charo ha recibido esta multa de 1.000 euros por una infracción leve: “composición pictórica sobre el mobiliario público al plasmar huellas de mano con pintura sobre columna de hormigón del parque”, señala el escrito que ha recibido del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
“Que en un día como ese no entendieran lo que estábamos haciendo es criminalizar la protesta. Quieren que estemos calladitas. No lo van a conseguir. Vamos a seguir haciendo mucho ruido cada vez que asesinen a una mujer”, afirma Charo en declaraciones a la SER. En paralelo, tanto ella como su asociación están recibiendo ayuda económica vecinal para sufragar la sanción. Porque aquí las manos se ensuciaron con pintura, mientras sigue habiendo casos en los que manchárselas de sangre sigue saliendo gratis.
El Ayuntamiento de Madrid multa con 1.000 euros a una mujer que hizo una pintada feminista el 25-N
Una pequeña y reversible acción llevada a cabo por la asociación Feministas San Blas-Canillejas el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, se ha saldado con una multa de 1.000 euros impuesta por el Ayuntamiento de Madrid.
Charo Arcas participó en un acto celebrado en el parque de los Cuatro Elementos, renombrado para la ocasión como parque Ana Orantes en homenaje a la mujer que pagó con su vida denunciar públicamente el maltrato sistemático ejercido por su marido. Una de las intervenciones consistía en colocar las manos de las asistentas, cubiertas de pintura jovenlandesada, sobre las columnas del lugar. Según recoge la Cadena Ser, Charo fue la primera en ejecutarlo e inmediatamente agentes de la Policía Municipal y la Nacional le pidieron su identificación.
La afectada explica en declaraciones al medio radiofónico que mostró su documento, mientras varias compañeras explicaron a los efectivos policiales que la pintura podía lavarse fácilmente. En cualquier caso detuvieron la acción y después de conversar con los agentes entendieron que con ello no se llevaría a cabo sanción alguna.
Dos meses después, Charo ha recibido esta multa de 1.000 euros por una infracción leve: “composición pictórica sobre el mobiliario público al plasmar huellas de mano con pintura sobre columna de hormigón del parque”, señala el escrito que ha recibido del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid.
“Que en un día como ese no entendieran lo que estábamos haciendo es criminalizar la protesta. Quieren que estemos calladitas. No lo van a conseguir. Vamos a seguir haciendo mucho ruido cada vez que asesinen a una mujer”, afirma Charo en declaraciones a la SER. En paralelo, tanto ella como su asociación están recibiendo ayuda económica vecinal para sufragar la sanción. Porque aquí las manos se ensuciaron con pintura, mientras sigue habiendo casos en los que manchárselas de sangre sigue saliendo gratis.
