El PSC también tiene un modelo fiscal para que Catalunya se equipare, en réditos, con el concierto económico del que gozan el País Vasco y Navarra. Un pacto «real y federal», según se dice textualmente en el programa electoral para el 20-N que aprobará hoy el consejo nacional de los socialistas catalanes, que se basa en «revisar» el acuerdo de financiación autonómica vigente con el objetivo de «garantizar el proceso gradual de convergencia de resultados» entre el régimen común y el foral.
La propuesta, a la que ha tenido acceso este diario, será uno de los compromisos estrella del partido en estas elecciones generales junto al mantenimiento del Estado del bienestar. Por ese motivo, será anunciada hoy de forma solemne por la cabeza de lista, Carme Chacón, ante sus compañeros del consejo -el máximo órgano del PSC entre congresos-y durante la campaña se concretará su alcance en cifras.
PILOTAJE PERSONAL / Según fuentes socialistas, la ministra, que ya participó de forma «discreta pero muy activa» en la firma en el 2008 del pacto de financiación entre el tripartito y el Ejecutivo central, ha pilotado personalmente el proyecto al frente de un equipo formado por el portavoz adjunto del grupo socialista en el Congreso y número dos en estos comicios por Barcelona, Daniel Fernández, el cabeza de lista por Tarragona, coordinador de los diputados y senadores del PSC y responsable del programa electoral, Francesc Vallès, la diputada y portavoz económica del partido en el Parlament, Rocío Martínez-Sampere, y el que fuera número dos de Antoni Castells en su etapa de conseller de Economia, Martí Carnicer.
Según las mismas fuentes, pese a ser una propuesta autónoma del PSC, el candidato del PSOE a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, la conoce y acepta (Fernández es uno de los puntales de su equipo electoral), y se enmarca en el «avance federal» del modelo de Estado que los socialistas catalanes quieren propugnar en estas elecciones y en su congreso del próximo diciembre.
Partiendo de la defensa del pacto de financiación que ahora está en vigor, y que el PSC considera el «mejor que ha tenido Catalunya en su historia», se plantean mejoras en cuatro grandes ámbitos. Por una parte, la constitución «inmediata», según reza el programa electoral, del consorcio tributario -un ente cuya creación está recogida en el Estatut- entre la Administración catalana y la estatal, en aras de que se tras*forme en un futuro en la Agència Tributària de Catalunya.
ESFUERZO FISCAL / A este primer punto de «caja compartida» se le añade el de un mayor reconocimiento del esfuerzo fiscal de las autonomías para garantizar que no se altere «en ningún caso» la posición que ocupa Catalunya en la clasificación de rentas por cápita entre las comunidades antes de aplicar los mecanismos de nivelación y solidaridad. Según la liquidación del ejercicio del 2009, el que abrió el actual sistema de financiación, Catalunya se situó por primera vez (106%) por encima de la media de recursos por habitante. Dicho de otra manera, aunque eso no lo especifique el programa del PSC, se trata de limitar la solidaridad de las autonomías que realizan un mayor esfuerzo impositivo.
FONDO DE COMPETITIVIDAD / El tercer punto persigue evitar casos como el vivido este año, cuando el Estado -acuciado por sus problemas financieros- decidió no anticipar los 1.100 millones que le correspondían a la Generalitat por el fondo de competitividad, a diferencia de lo que había hecho en los ejercicios del 2009 y el 2010. Con ese fin, se pide incorporar al modelo de financiación, que debe actualizarse en el 2013, el conocido como «principio de lealtad institucional».
Para acabar, y como síntesis, se reclama la «previsión de los mecanismos» que «garanticen» una equiparación progresiva con el concierto económico. La propuesta critica el «espejismo» del pacto fiscal de CiU como «sinónimo» del régimen foral, y rechaza cualquier vía hacia el independentismo.
