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¿Está el chabolismo y todo lo que de ello deriva, sufriendo un repunte debido a la crisis en los últimos tiempos?. Todo parece indicar que sí. Visto lo visto, la dirección que se ha tomado aunque muy lenta es la que nos lleva a un Buenos Aires, Sao Paulo o Caracas. Les dejo unas cuantas noticias para que les echen un vistazo y juzguen ustedes mismos.
Unas cien personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza.
Paula Figols. Zaragoza| 24/02/2013 a las 06:00
En la ciudad y su entorno hay varios núcleos chabolistas y de personas sin hogar: junto a la MAZ, en la carretera de Logroño, en la de Huesca, junto a la estación intermodal y en la desembocadura del Huerva.
Oficialmente el último asentamiento chabolista de Zaragoza se demolió en el Camino de Cogullada, en diciembre de 2011. Sin embargo, las situaciones de infravivienda han aumentado con la crisis, han surgido nuevos núcleos y continúan otros que ya existían. Cerca de un centenar de personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza y su entorno.
"El problema del chabolismo en Zaragoza es inferior a otras ciudades de España", señaló esta semana el vicealcalde, Fernando Gimeno, y lo corroboran las entidades sociales que trabajan sobre el terreno, como Cáritas y la Asociación de Promoción etniana de Zaragoza.
En Zaragoza hay varios núcleos de chabolismo y de concentración de personas sin hogar, según estas entidades. Cinco familias españolas de etnia etniana con unas 30 personas -incluidos menores, que están escolarizados- viven en el asentamiento junto a la rotonda de la MAZ. Cáritas y la Asociación etniana acuden periódicamente a visitarles. Otras tantas viven en unas casas ocupadas en la carretera de Logroño a la altura de Pikolin. Casi todos proceden de un asentamiento anterior que fue desmantelado en San Juan de Mozarrifar.
Además, hay unas 15 personas (españoles de origen portugués) viviendo en caravanas junto a las gasolineras que hay en la carretera de Huesca, a la salida de Zaragoza. "Son temporeros que han decidido instalarse aquí. No piden ayudas ni vivienda, están contentos con su situación", cuenta una trabajadora social que ha estado con ellos.
Y en la ciudad han crecido en los últimos años dos núcleos de chabolas o lugares de concentración de personas sin hogar: en un solar junto a la estación intermodal y bajo el puente de la desembocadura del Huerva. En el primer punto duermen cerca de una decena de adultos rumanos fundamentalmente y en el segundo, magrebíes. Las entidades sociales no los consideran estrictamente casos de chabolismo, ya que no hay familias y sus residentes varían con frecuencia.
El plan de erradicación del chabolismo, congelado
Esta semana, en la comisión de Acción Social del Ayuntamiento se volvió a debatir sobre el tema del chabolismo, tras la denuncia de CHA sobre la situación del asentamiento de la MAZ, como informó HERALDO. El vicealcalde, Fernando Gimeno, aseguró que el equipo de gobierno está dispuesto a resolver los problemas de chabolismo y apuntó al Gobierno de Aragón, "que este año no ha puesto dinero para los convenios de erradicación del chabolismo".
Hasta diciembre de 2012 ha estado en vigor el plan de erradicación del chabolismo, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón, y que ha contado con la colaboración de Cáritas y la Asociación de Promoción etniana desde 2003. Ese convenio está ahora congelado y cuenta solo con dos trabajadores. El plan está pendiente de revisión y de ver con qué partida presupuestaria cuenta finalmente. Las familias que se acogieron a este programa fueron realojadas y viven en viviendas.
Tanto Cáritas como la Asociación de Promoción etniana piden la continuidad del programa de erradicación del chabolismo. "Es necesario que continué el plan para hacer el seguimiento de las familias que han sido realojadas. El 31 de diciembre fueron despedidos tres mediadores etnianos que trabajaban con estas familias. Y también es necesario aportar soluciones a los nuevos asentamientos surgidos tras el desmantelamiento del de Cogullada. Es cierto que muchas de estas personas ya han pasado por planes anteriormente y no cumplieron las condiciones. Pero hay que darles una segunda oportunidad", afirma Mercedes Pastor, trabajadora social de la Asociación de Promoción etniana.
"Hay que seguir actuando en el tema del chabolismo. Pedimos que se cree un observatorio permanente para detectar los problemas que puedan ir surgiendo y con un equipo multidisciplinar. Desde hace años proponemos la creación de una zona de acampada controlada para poder trabajar con las familias antes de su paso a viviendas", apunta Marisa López, trabajadora social del programa de vivienda de Cáritas Zaragoza. "Aparte del chabolismo estamos muy preocupados con el problema creciente de la infravivienda. Hay muchos casos de hacinamiento y de familias viviendo en casas ocupadas en malas condiciones", añade Marisa López
Un centenar de personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza
El chabolismo en Ceuta
Domingo, 03 de Marzo de 2013 10:25 , Pepe Fortres Castillo
Ein varias ocasiones he comentado, que el nacimiento de Ceuta como gran Ciudad, se inicia a partir del año 1912. Hasta entonces, había sido un presidio que contaba con una población de 13.843 habitantes, incluyendo a la población reclusa. A partir de este año, se instaura el Protectorado de jovenlandia y se llevan a cabo importantes obras de vías públicas, construcción del Puerto, instalación de la red ferroviaria entre Ceuta y Tetuán, construcción del Palacio Municipal y otras obras como el edificio de Ibarrola, S. A. y casas privadas como el edificio Delgado. Todo esto demanda una brutal mano de obra, de tal manera, que en el sur de Andalucía se genera un éxodo hacia Nuestra Ciudad que obliga al Estado Español a oficializar la travesía del Estrecho que antes no estaba regulada. En pocos años, Ceuta sobrepasa los 30.000 habitantes, pero al mismo tiempo, carecía de las suficientes viviendas, capaz de albergar semejante población. Todo este fenómeno origina en la ciudad el nacimiento de barrios marginales, al estilo de las famosas “favelas” de Rio de Janeiro.
Favela es la expresión que más se ha popularizado internacionalmente, aunque en otros países son conocido de diferente forma como; “bustees” en la India, “callampas” en Chile, “gourbevilles” en Tunez, pero me quedo con la expresión argentina por ser para mí la más gráfica; “villas miseria”.
En Ceuta como en todo el País, lo conocíamos como “chabolismo”.
La gente llegaba y encontraba empleo, pero no existía la posibilidad de hallar vivienda, Este problema genera que cada cual y de la forma más adecuada a su economía, se construyera una chabola donde vivir con su familia, hasta encontrar algo más digno. Difícil esperanza cuando cada día era mayor la llegada de nuevas familias, ansiosas de encontrar empleo y una vivienda donde instalarse.
De esta manera nace el barrio de las "Latas", que lo originan los trabajadores de la cantera de Benzú y los operarios de la construcción del Puerto, dado que el tren encargado de trasladar las piedras para construir las escolleras atravesaba este lugar. El foso de San Felipe y la Ribera son ocupados por gentes de la mar por su cercanía al muelle de pescadores y tantos unos como otros, se dispersan por el resto de lugares, como patio Castillo, Centenero, Pasaje Recreo, etcétera, que ya existían con viviendas fabricadas con materiales de construcción, pero que vieron como los recién llegados, invadían las zonas perimetrales de su barrios con chabolas hechas de cualquier material útil que encontraban o adquirían. Palos, ramas, cartón, lona embreada, bidones y con suerte, cubiertas de fibrocemento o chapas metálicas, todo era válido para construir un refugio que le protegiera a él y a los suyos.
La verdad es que las autoridades ceutíes -con buen sentido-, se mostraron flexibles ante este acontecimiento e hicieron "la vista subida de peso" de manera que facilitaron en gran medida la adaptación de estos nuevos ceutíes.
Estos nuevos vecinos, mostraron un gran sentido de superación y día a día, las chabolas iban mejorando su aspecto notablemente. La dedicación de sus propietarios unido a los ingresos económicos que recibían como salario a cambio de su trabajo, ayudaron a mejorar estas viviendas que dejaron de ser demasiado húmedas en unas ocasiones, o demasiado secas en otras.
El chabolismo se extendió prácticamente por todos los lugares. Patios como, Gorgonio, de la Huerta etcétera y barrios como, el Sarchal o San Amaro no fueron ajenos a esta oleada turística.
Es de obligado cumplimiento hacer una salvedad con respecto al cotejo realizado con anterioridad sobre esta clase de chabolismo y las favelas de Brasil o la de otros países. Su semejanza se basa solo en infraestructuras. La falta de canalización de aguas residuales, como de red de agua potable, posibilitaba en gran manera los contagios. En la Ribera, los residuos fecales eran arrojados a la playa, como en el Foso, su lugar de recepción era el talud que daba a la vía del tren.
En todos estos patios o barriadas, se hicieron famosos los lugares conocidos como "el grifo". El grifo de la Ribera, del Foso, del barrio de San Antonio, del patio Centenero, etcétera, era el lugar de encuentro de la mayoría de las vecinas, que acudían allí, a guardar turno para llenar su cubo o garrafa. De esta manera echaban el ratito de charla, que siempre ayuda a que los vecinos estén más unidos. También hay que reconocer que en alguna ocasión saltaba la chispa cuando alguna, forzada por las prisas, intentaba colarse por delante de otra.
Si en estas barriadas marginales extranjeras impera la droja y la prespitación, en el chabolismo de Ceuta brillaba por su ausencia. Si en los primeros la gente que afluye allí, es en busca de trabajo, en Ceuta el trabajo estaba asegurado. Por lo tanto, cabe aclarar que el “modus vivendis” era diferente.
Con los años y gran esfuerzo, las autoridades ceutíes, fueron paliando este gran problema de tantos vecinos. Con la construcción de la Barriada O`Donnell, se inició una gran cruzada. Luego vinieron los Grupos de Varela, Pedro La Mata, Los Rosales, Juan Carlos I, Bermudo Soriano, Valiño, Erquicia, San Daniel, Carvajal, de manera, que aquí encontraron por fin una vivienda digna, tan digna como fueron ellos.
Quiero también destacar la figura de un gran ceutí, chabolista y vecino del patio Centenero. Este gran hombre conocido en Ceuta como "Joselito", se llamaba don José García González y fue primero, presidente de la Comunidad de Vecinos del Patio Centenero, donde luchó incansablemente por el derecho de todos sus vecinos a poseer una vivienda digna. Tras lograrlo, fue nombrado presidente de la nueva Asociación de Vecinos de la Barriada Juan Carlos I, donde tuve más contacto con él, pues me sometió durante años -hasta su fallecimiento-, a una tremenda presión, dado que por mi cargo como coordinador en la Concejalía primero, y Consejería después de Medio Ambiente, era responsable de la limpieza en las barriadas. Cuando acudía descontento al negociado, por cualquier anomalía acaecida en su barriada, primero me echaba la bronca y luego casi me obligaba a que le invitara a café. Resumiendo, un gran luchador y un gran hombre. De los que marcan la historia de nuestra ciudad.
El chabolismo en
Chabolismo en el solar del hospital
Hasta cuatro construcciones pueden verse en el interior del recinto, cuya valla está rota y cualquier persona puede entrar libremente Los vecinos piden que se limpie el terreno
Pilar Hernández Mateo Cádiz | Actualizado 27.02.2013 - 01:00
Hasta cuatro chabolas pueden verse desde hace días en el solar que antiguamente ocupaba la factoría de Construcciones Aeronáuticas (CASA) y donde se iba a levantar el nuevo Hospital Regional de Cádiz. Las asociaciones de vecinos de los barrios de Puntales, Cerro del jovenlandés y Loreto, colindantes con esa zona, han dado la voz de alarma ante esta situación.
Paseando por Avenida Marconi, junto a la valla del solar, llama la atención una chabola de unos tres metros de ancho por otros tres de largo que han construido en el interior del recinto -pegada al muro que da a Avenida Lacave- con palets de madera, cartones y plásticos. En el centro del descampado pueden verse otras tres chabolas más de menor tamaño.
Vecinos de la zona aseguran haber visto a personas de nacionalidad rumana entrando con carritos de la compra llenos de objetos y hogueras por las noches.
La presidenta de la asociación de vecinos del barrio de Puntales, Pilar García, ve "un problemón" en esta situación. "Como las hierbas sigan creciendo, esto se va a convertir en un campo dentro de la ciudad, con lo que conlleva de presencia de ratas. Y el hecho de que se hagan fogatas nos puede buscar una ruina". También teme que pueda haber problemas de inseguridad ciudadana.
Asimismo, esta dirigente vecinal llama la atención sobre el fácil acceso al recinto, ya que la valla que limita el perímetro está rota en varios puntos. Además, hay una zona en la que está doblada hacia afuera, por lo que "de noche, con la poca iluminación que hay en ese lugar, es un peligro".
Por su parte, Julia Sánchez, presidenta de la AVV del Cerro del jovenlandés, afirma que "esto no puede seguir así porque ese solar está en un lugar de paso y entre la suciedad y ahora el chabolismo, da una imagen nefasta a la ciudad".
Es cierto que la imagen que presenta ese espacio es tercermundista. Desde hace unos años se ha convertido en un sitio poco agradable. Escombros, latas de refresco, botellas de agua, trozos de corcho, neumáticos, restos de un televisor, una zapatilla de deporte, plásticos y hasta un carrito de la compra pueden verse desde la parte exterior de la reja. Todo esto entre hierbas que crecen de forma silvestre y que ya están alcanzando una altura considerable.
Al acercarnos a la valla, podemos escuchar perfectamente el ruido de los roedores que se mueven entre esa maleza que le sirve de refugio.
Los presidentes de las tres asociaciones de vecinos de los barrios colindantes coinciden en la necesidad de limpiar el solar y darle algún uso mientras que no se construye el nuevo hospital.
"Llevamos mucho tiempo denunciando el abandono de este solar. No nos importa de quién sea la competencia, pero que lo adecenten ya", expresa Julia Sánchez.
José Aragón, presidente de la AVV de Loreto, insiste en que ese lugar "se está convirtiendo en un sitio poco agradable. Cada vez hay más ratas y suciedad. Pedimos que se adecente". Aragón entiende que las personas que no tienen donde vivir busquen algún refugio y, al ver ese solar abandonado, se metan allí. "Las administraciones deben solucionar el problema de la vivienda y adecentar ese lugar poniendo, además, cierta vigilancia", expresa José Aragón.
Los tres dirigentes vecinales lanzan varias propuestas para el uso del solar mientras no se construye el hospital. Ante la falta de estacionamiento en sus barrios, sugieren un aparcamiento con el que, además, podrían crearse puestos de trabajo. También proponen la ubicación del Piojito allí, los circos que vengan a la ciudad o la pista de hielo en Navidad.
Los terrenos que antiguamente ocupaba CASA son propiedad del Consorcio de la Zona Franca. Esta institución desconocía ayer la aparición de las chabolas y, tras ser informada por este periódico, envió al responsable de Conservación y Mantenimiento a inspeccionar el lugar. Desde Zona Franca señalan que este técnico ha redactado un informe sobre la situación del solar, que ha enviado junto con fotografías del lugar al Intendente Mayor de la Policía Local de Cádiz con el objetivo de que "tomen las medidas oportunas". Este informe lo remitirá también al delegado de la Policía Local del Ayuntamiento, Juan Antonio Guerrero.
Así, desde Zona Franca afirman que están a la espera de que la Policía Local les indique cómo actuar.
Chabolismo en el solar del hospital
La delincuencia toma dos barrios de Madrid
Los vecinos de Azca y Lucero se quejan de la "degradación e inseguridad" | Preocupa la proliferación de menores sin escolarizar
Madrid | 10/03/2013 - 10:45h | Actualizado el 11/03/2013 - 11:01h
Madrid, (Redacción).- Vecinos de los madrileños barrios de Azca y Lucero se han quejado ante el Defensor del Pueblo de la "degradación e inseguridad" que a su juicio sufren sus barrios, tal y como refleja el informe de 2012 hecho público recientemente por esta institución.
Concretamente, los residentes en Lucero han denunciado el incremento de inseguridad ciudadana, suciedad y a la presencia de menores sin escolarizar, "que se encuentran en las calles realizando actos vandálicos y sin control alguno por parte de sus padres.
"La situación afectaba no solo a la seguridad pública, sino al ejercicio de la mendicidad por los menores que se encuentran sin escolarizar, uniéndose otros factores que generan conflictividad vecinal como es la presencia de animales sueltos por las calles y la suciedad y degradación del entorno", señala en su estudio el departamento que dirige Soledad Becerril.
La cosa no mejora en Azca. Como de una metáfora con licencia poética se tratara, a los pies del entramado bursátil de las grandes empresas se asienta una de las zonas de ocio más conflictivas de Madrid. Los robos y reyertas se han convertido en tradición. Los vecinos han dejado de frecuentar una zona tomada por la clientela de varias discotecas latinas y la falta de uso ha auspiciado el asentamiento de varios núcleos chabolistas.
En ese sentido el Defensor del Pueblo ha abierto una investigación de oficio sobre la situación de inseguridad ciudadana en la zona de los bajos de Azca.
Así, ha solicitando información tanto al Ayuntamiento, competente en lo relativo a la degradación urbana, limpieza y conservación de los espacios públicos, como a la Delegación del Gobierno en Madrid, a quien se solicitó información sobre el ejercicio de las competencias relativas al mantenimiento de la seguridad pública y al nivel de criminalidad e índices delincuenciales en dicha zona.
Tras la intervención del Defensor del Pueblo se llevó a cabo una visita de inspección municipal y se ha concienciado a las empresas, locales de ocio y comunidades de vecinos de la necesidad de mejorar la limpieza en las zonas privadas.
Al propio tiempo, ha comprobado la coordinación existente entre las policías municipal y nacional, que llevan a cabo contactos semanales sobre este enclave y realizaron 47 operaciones conjuntas solo en el primer semestre del año.
Asimismo, la institución ha constatado que el índice de delincuencia "no es superior al de otras zonas de la ciudad de Madrid". En el período analizado (enero-junio de 2012) se practicaron 119 detenciones.
La delincuencia toma dos barrios de Madrid
El alcalde de Getafe niega la presencia de asentamientos chabolistas en Perales del Río
Juan Soler asegura que se trata de “operaciones agrícolas”, y afirma que el Ayuntamiento está vigilante al respecto tras el desmantelamiento de la Cañada Real. En este sentido ha negado disponer de informes de la Policía Local sobre chabolas en Perales del Río.
El alcalde getafense ha vuelto a negar la presencia de chabolas en Perales del Río, aunque sí reconoce que la delegación de Seguridad Ciudadana vigila la zona por si pudieran aparecer tras el desmantelamiento de la Cañada Real. Para Juan Soler se trata únicamente de “operaciones agrícolas”.
En otro orden de cosas, durante su último encuentro con la prensa el alcalde getafense confirmó la contratación de una empresa que vela por la “eficiencia” de las contrataciones públicas en el Ayuntamiento. Según Soler este tipo de contratos “siempre se han cuestionado” y en Getafe existía “una inercia” por la cual las mismas empresas conseguían los servicios, por lo que ahora han optado por la “objetividad máxima” en este campo.
El alcalde de Getafe niega la presencia ... | SER Madrid Sur
(Relacionada con la anterior)
La oposición de Getafe denuncia proliferación de chabolas en Perales del Río
Agencia EFE
Getafe, 26 feb (EFE).- Los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Getafe de PSOE y UPyD han denunciado hoy la proliferación de chabolas en el barrio de Perales del Río y han pedido al Consistorio que desmantele estos asentamientos.
La portavoz de UPyD de Getafe, Esperanza Fernández, ha explicado que su grupo municipal ha presentado un ruego de cara al pleno que va a celebrarse el próximo miércoles 6 de marzo en el que pide al Ayuntamiento que tome las medidas necesarias para evitar que proliferen asentamientos chabolistas en la localidad.
Desde UPyD han señalado que han sido los propios vecinos de Perales del Río los que han denunciado estos asentamientos y han pedido al Consistorio que actúe con celeridad para desmantelarlos.
Esperanza Fernández ha apuntado que la aparición de estas nuevas chabolas en Perales del Río ha coincidido con el realojo de los habitantes del Ventorro de la Puñalá, poblado chabolista en el que habitan unas 75 familias situado en el municipio de Madrid, pero colindante con Getafe.
Desde el PSOE getafense, su secretaria general, Sara Hernández, ha invitado al alcalde Juan Soler a "pasear más por Getafe" para que de esta forma "compruebe de primera mano problemas como éste y pueda evitar otros nuevos".
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Getafe han señalado que están a la espera de un informe de la Policía Local que detalle si realmente se está produciendo esta proliferación de chabolas en Perales del Río.
Según fuentes municipales consultadas por Efe, la Policía ya ha visitado varias veces la zona y no existen asentamientos chabolistas, sino que se trata más bien de "pequeñas construcciones más propias de guardas de aperos de labranza". EFE
La oposicin de Getafe denuncia proliferacin de chabolas en Perales del Ro. Sur.es
El número de chabolistas ha crecido un 162% en Barcelona desde 2008
En 2011 había 695 personas viviendo en asentamientos y hace tres años 265
Efe | Barcelona
Actualizado jueves 12/04/2012 13:24 horas
Más de 1.500 personas viven en la calle o en barracas en la ciudad de Barcelona, una cifra que se ha disparado desde el año 2008, cuando no llegaban al millar, y otras 1.258 son alojadas cada noche por entidades sociales. La cifra resulta especialmente cruda después de la fin de cuatro personas el pasado lunes tras incendiarse su chabola en el barrio del Poblenou.
En total, se estima que hay unas 2.791 personas sin hogar en la ciudad condal que se ven abocadas a solicitar ayuda a entidades sociales o al Ayuntamiento, entre ellas familias enteras que han pasado de 114 personas en marzo del año pasado a 178 en noviembre del mismo año.
Según datos que se recogen en un estudio elaborado por la Red de Atención a Personas sin Hogar (XAPSLL, formada por 27 entidades entre las que se encuentra el Ayuntamiento), el pasado año 2011 había unas 695 personas viviendo en asentamientos cuando sólo tres años antes, en 2008, el número se situaba en las 265, lo que supone un incremento del 162,3%.
Los datos de la Síndica coinciden con los de la Red, ya que Vila contabiliza unas 700 personas de diferentes nacionalidades viviendo en barracas, de los que 200 serían menores.
Según la teniente de alcalde de Calidad de Vida e Igualdad del Ayuntamiento de Barcelona, Maite Fando, el número de personas que vive en barracas se ha incrementado, también en gran parte, porque se ha aumentado la detección en los últimos meses.
Datos del consistorio, facilitados en marzo, indican que 119 familias, la mayoría de origen galaico-portugués, viven en 14 asentamientos de barracas en Barcelona, 11 de los cuales están ubicados en el distrito de Sant Martí y tres en el resto de la ciudad.
El perfil de la persona que duerme en la calle es el de un hombre, de entre 26 y 45 años, que pernocta directamente en la calle o en cajeros, mayoritariamente, en los distritos del Eixample y Ciutat Vella.
El nmero de chabolistas ha crecido un 162% en Barcelona desde 2008 | Barcelona | elmundo.es
«Llévate las chabolas a tu chalé»
El incendio de un asentamiento en Murcia enfrenta al dueño de las tierras y los vecinos
07.03.13 - 01:09 -
A. NEGRE | MURCIA.
El incendio de un asentamiento de ciudadanos búlgaros en la pedanía murciana de La Ñora ha originado una guerra entre el propietario de los terrenos, los pagapensiones acogidos en la zona y los vecinos de este trozo de huerta. La situación comenzó a ser insostenible este fin de semana cuando una docena de chabolistas, con niños, se trasladaron a la zona para instalarse allí con permiso del dueño. Los vecinos, desde un primer momento, mostraron su disconformidad con esta decisión. El mismo domingo, el primer día que planeaban pasar allí la noche, un sorpresivo incendio redujo las chabolas a ceniza. El dueño de las tierra, Francisco Ros, asegura que tras ese fuego está la mano de algún vecino. Éstos, apoyados por el alcalde pedáneo, Jesús Aliaga, niegan los hechos y recuerdan que estos asentamientos son ilegales. «Emplearemos todas las armas a nuestro alcance para evitar el chabolismo», recalcan. «Estamos hartos».
Philip es uno de los búlgaros que pretendía instalarse en este pequeño trozo de huerta de La Ñora. Hasta hace unos días, él y su familia vivían en una nave industrial en la zona de Patiño, pero una sentencia judicial les obligó a desalojar la zona. «No tenemos trabajo, ni dinero», confiesa. «Vivimos de la chatarra». A través de un conocido, estos búlgaros contactaron con Francisco Ros, que se ofreció a cederles un pequeño trozo de huerta que tiene en La Ñora. Un trozo de huerta enmarcado entre viviendas. «Me dieron pena porque son tres familias y no tienen donde dormir», explica, «por eso les cedí mi terreno para que se instalaran».
El viernes estos ciudadanos búlgaros comenzaron a trasladar cosas a la zona y a levantar sus chabolas. El domingo, al mediodía, abandonaron la improvisada vivienda para ir a comer a Jesús Abandonado y a la vuelta encontraron que el fuego lo había consumido todo. «Hemos perdido la ropa, los pasaportes, ordenadores...», cuenta un compañero de Philip. «Ahora dormimos en la furgoneta y queremos encontrar un sitio donde dormir».
El incendio de este asentamiento avivó aún más las disputas entre el propietario del terreno y los vecinos. Estos le recriminan que haya dejado a estos ciudadanos búlgaros que se instalen junto a sus casas. «Si tan solidario eres», le espetaban, «llévate la chabola a tu chalé». El pedáneo niega, además, que éste le informase o pidiese permiso para este asentamiento. Francisco Ros, por el contrario, asegura que fueron los vecinos los que prendieron fuego a las chabolas y defiende su poder para decidir sobre el uso que le da a su terreno. «Ahora estoy más convencido aún de que les voy a ayudar», alerta. La guerra está servida.
«Llévate las chabolas a tu chalé». La Verdad
El arranque de la campaña de la fresa aumenta los asentamientos chabolistas
Más de un millar de personas malvive a la espera de una oportunidad de trabajo en la recolección, que comienza el 1 de marzo. La cifra puede duplicarse hasta mayo.
Para la mitad, itinerantes, el 'oro rojo' es una esperanza tras la mala campaña de la aceituna en Jaén o la fruta en general en Lleida.
Las fuerzas de seguridad se afanan en erradicar la contratación irregular por pequeña que sea.
joven, entre 19 y 45 años y víctima radical de la crisis. Es el perfil del habitante en los asentamientos chabolistas de la provincia de Huelva asociados a la campaña de la recolección de la fresa, que oficialmente comienza este 1 de marzo. Unas 1.100 personas malviven en la actualidad en estos poblados, ilegales pero integrantes del paisaje desde hace una década. De hecho, Cáritas Diocesana calcula que al menos 700 pagapensiones viven en ellos durante todo el año. A lo largo de la temporada del 'oro rojo', hasta mayo, la cifra puede alcanzar los dos millares con la suma de los refugios localizados en Lepe, Palos de la Frontera, Moguer, Mazagón, Bonares, Lucena del Puerto y Almonte. La incorporación de la mujer, de momento con cifras bajas, es una novedad.
El presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fresas de Huelva (Freshuelva), Alberto Garrocho, asegura que los empresarios agrícolas están siendo "muy rigurosos a la hora de contratar la mano de obra, teniendo en cuenta la antigüedad". Los temporeros extranjeros hacinados en estos refugios del plástico y la chatarra son aspirantes porque en su mayoría son pagapensiones estabilizados en España, que dispusieron de trabajo y casas hace unos años, e incluso de prestaciones sociales, y que la coyuntura económica les obliga a vivir en estos asentamientos, en Huelva o donde haya una mínima oportunidad. Para medio millar de ellos, itinerantes, la fresa onubense es una esperanza tras la mala campaña de la aceituna en Jaén o la fruta en general en Lleida. Lejos queda ya el viajero ilegal llegado en patera de hace un lustro como protagonista principal de la fotografía.
La llegada irregular de temporeros ha dejado paso al hacinamiento en torno a las explotaciones como principal problema. Aunque administraciones y empresarios garantizan una contratación regulada, interna o en origen, Cáritas detecta prácticas permisivas en el origen de la creación de los asentamientos y en su mantenimiento. "(...) en algún momento de la campaña de la recogida de fresa estas personas han encontrado trabajo en alguna explotación fresera. Sigue siendo así y es más que probable que esto siga ocurriendo porque el tipo de explotación agraria de la que estamos hablando necesita de esta mano de obra. La mayoría de la personas que viven en los asentamientos chabolistas trabajan -sea esto reconocido o no- en la recogida de la fresa". Así lo explica esta organización humanitaria en su informe 'Asentamientos e inmi gración. El caso de Huelva'.
Es habitual hallar en estos poblados a pagapensiones que trabajan menos de una semana al año y que esperan con paciencia su momento. No hay otra salida en el callejón.
Las fuerzas de seguridad, no obstante, se afanan en erradicar la contratación irregular por pequeña que sea. Entre los objetivos del dispositivo especial para la campaña de la fresa de Huelva, en el que toman parte 50 efectivos de la Guardia Civil, está controlar la seguridad e higiene, además de evitar brotes xenófobos. El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, el coronel José Antonio Hurtado Notario, señala que "controlar la bolsa de inmi gración irregular es una prioridad" y recomienda con vehemencia a los pagapensiones y temporeros en general que usen chalecos reflectantes si caminan por carreteras, algo habitual para salir y entrar de los asentamientos.
La Subdelegación del Gobierno, no obstante, maneja datos de población a la baja de los asentamientos. En está línea, la principal preocupación para el Gobierno es evitar los hurtos durante la campaña, tanto de maquinaria como de fresas. Además de disponer de vehículos todoterreno, el operativo de seguridad contará con apoyos concretos de la Escuadra de Caballería de Madrid, de efectivos de la Agrupación Rural de Seguridad y unidades aéreas con base en Sevilla.
En Lepe, sin embargo, se pueden contar hasta cinco grandes campamentos: Vía Verde, El Prado, Huerta Márquez, Cementerio y Hotel Portugal, con entre 550 y 600 personas según el mes. Es el municipio con mayor concentración. Cartaya también se destaca entre el resto de localidades, pero los asentamientos están más dispersos. El Ayuntamiento cartayero ha instado públicamente a los empresarios en vísperas del comienzo de la campaña a que prioricen la contratación de trabajadores locales. "Estamos facilitando a los empresarios agrícolas el contacto con desempleados locales que han dejado constancia en la bolsa de trabajadores agrícolas de su disposición a trabajar en la campaña", avisa Lucía Rodríguez, concejal de Desarrollo Local del consistorio. Alberto Garrocho (Freshuelva) espera un aumento de "entre el 10 y el 15 por ciento" de mano de obra procedente de otras provincias andaluzas, sobre todo Sevilla y Cádiz. Malí y Senegal, principalmente, y Mauritania, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Nigeria, jovenlandia y Rumanía son los países de procedencia de los temporeros extranjeros en la provincia de Huelva.
Para que haya empleo para todos, la campaña debe ser fructífera. El presidente de Freshuelva explica: "Hemos tenido los meses de diciembre y enero complicados. Después tuvimos un repunte de buen tiempo durante dos semanas y hemos producido una buena calidad de fruta". "Como consecuencia de la humedad -advierte Garrocho- se puede pudrir mucha fruta y darse la circunstancia que cuando se inicie el consumo fuerte, no haya la fruta que se pide en los mercados".
La actividad agrícola da trabajo en Huelva a alrededor de 75.000 personas. La provincia onubense es la primera productora mundial de fresa a partir de inicio del cultivo intensivo en los años sesenta con un 'boom' en los ochenta. La regulación en extranjería de 2000 motivó un giro en la contratación por los impedimentos que encontraron muchos foráneos para mantener una actividad que realizaban desde hacía varios años. Para muchos, éste es el verdadero origen de las amalgamas actuales de personas en campamentos considerados ilegales. Ante la falta de una solución efectiva, los desalojos están descartados. En Lepe, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía iniciaron en 2005 la construcción de un albergue para dar acogida a estas personas. La infraestructura está terminada, pero sin inaugurar por la falta de entendimiento entre las administraciones desde hace año y medio. En los poblados chabolistas, las ONGs Cáritas, Cepaim, Cruz Roja y Huelva Acoge aportan comida y otros productos de primera necesidad, ropa, mantas y medicamentos.
El arranque de la campaña de la fresa aumenta los asentamientos chabolistas
Valencia
Los grandes asentamientos chabolistas repuntan por la crisis y se sitúan en 16
Malilla, Natzaret y el Cabanyal concentran el 60 % de los asentamientos de vivienda precaria
12.02.2013 | 00:00
h. g. valencia Los grandes asentamientos y poblados chabolistas registraron el año pasado un repunte en la ciudad de Valencia. En la actualidad existen 16 asentamientos, entendidos como conjuntos de cinco o más viviendas precarias, el 60% de lo cuales se concentran en tres barrios Natzaret (3), Malilla (4) y el Cabañanyal (3). No son, sin embargo, los únicos barrios con asentamientos. En Benimàmet hay otros dos asentamientos, y uno en Zaidía, Rascanya, la Punta y el Grao.
Al margen del computo oficial, existen otros asentamientos más o menos puntuales que han llegado casi al centro de la ciudad. Concretamente, al final de la gran vía Fernando el Católico, el solar de Jesuitas, que el Ayuntamiento de Valencia tiene previsto permutar con el propietario (el grupo Expohotel), alberga desde hace un tiempo un poblado de chabolas.
Otro asentamiento que ha sido desmantelado en varias ocasiones y que ha vuelto a montarse es el que hay detrás del ecoparque de Vara de Quart,una instalación que en sus inicios sufrió varios robos de chatarra y otros materiales susceptibles de venderse.
En total, según los datos del último censo facilitados por la Concejalía de Bienestar Social, hay 150 familias y 564 personas, entre ellas niños, que viven en viviendas precarias, concepto en el que se engloban también las viviendas ocupadas, que el ayuntamiento cifra en 144, cifra inferior a la de años anteriores. El Cabanyal concentra muchas de ellas en la zona de la polémica prolongación de Blasco Ibáñez. La fábrica de Bombas Gens, en la avenida de Burjassot es otro edificio ocupado de manera reiterada.
En 2011, los servicios sociales de Valencia tenían controlados 13 asentamientos, frente e los 20 que llegó a haber en 2009 y 2010.
El repunte estaría asociado a las situaciones de "pobreza sobrevenida" de personas que poseen un buen grado de integración social pero que se encuentran en riesgo de exclusión ante las serias dificultades económicas que atraviesan.
La concejalía ha detectado la existencia de "colectivos emergentes" dentro del censo de vivienda precaria formados por "personas con graves dificultades económicas que no pueden pagar el alquiler de una vivienda y que presentan diversas situacioes de pobreza sobrevenida, desempleo de larga duración y desestructuración familiar".
El ayuntamiento de Valencia tiene un empresa especializada contratada para trabajar en la inserción social de las familias de los asentamientos a las que se intenta, en la medida de la disponibilidad de recursos, proporcionar una vivienda municipal. Este servicio externo cuesta 194.000 euros al año y se lleva el 61% del presupuesto de la Concejalía de Bienestar Social para la erradicación de la vivienda precaria, un plan al que están acogidas 420 personas. El ayuntamiento dispone de 94 viviendas municipales de realojo, 88 están arrendadas -11 de ellas se han rehabilitado recientemente- y siete están pendientes de serlo.
Los grandes asentamientos chabolistas repuntan por la crisis y se sitúan en 16 - Levante-EMV
Unas cien personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza.
Paula Figols. Zaragoza| 24/02/2013 a las 06:00
En la ciudad y su entorno hay varios núcleos chabolistas y de personas sin hogar: junto a la MAZ, en la carretera de Logroño, en la de Huesca, junto a la estación intermodal y en la desembocadura del Huerva.
Oficialmente el último asentamiento chabolista de Zaragoza se demolió en el Camino de Cogullada, en diciembre de 2011. Sin embargo, las situaciones de infravivienda han aumentado con la crisis, han surgido nuevos núcleos y continúan otros que ya existían. Cerca de un centenar de personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza y su entorno.
"El problema del chabolismo en Zaragoza es inferior a otras ciudades de España", señaló esta semana el vicealcalde, Fernando Gimeno, y lo corroboran las entidades sociales que trabajan sobre el terreno, como Cáritas y la Asociación de Promoción etniana de Zaragoza.
En Zaragoza hay varios núcleos de chabolismo y de concentración de personas sin hogar, según estas entidades. Cinco familias españolas de etnia etniana con unas 30 personas -incluidos menores, que están escolarizados- viven en el asentamiento junto a la rotonda de la MAZ. Cáritas y la Asociación etniana acuden periódicamente a visitarles. Otras tantas viven en unas casas ocupadas en la carretera de Logroño a la altura de Pikolin. Casi todos proceden de un asentamiento anterior que fue desmantelado en San Juan de Mozarrifar.
Además, hay unas 15 personas (españoles de origen portugués) viviendo en caravanas junto a las gasolineras que hay en la carretera de Huesca, a la salida de Zaragoza. "Son temporeros que han decidido instalarse aquí. No piden ayudas ni vivienda, están contentos con su situación", cuenta una trabajadora social que ha estado con ellos.
Y en la ciudad han crecido en los últimos años dos núcleos de chabolas o lugares de concentración de personas sin hogar: en un solar junto a la estación intermodal y bajo el puente de la desembocadura del Huerva. En el primer punto duermen cerca de una decena de adultos rumanos fundamentalmente y en el segundo, magrebíes. Las entidades sociales no los consideran estrictamente casos de chabolismo, ya que no hay familias y sus residentes varían con frecuencia.
El plan de erradicación del chabolismo, congelado
Esta semana, en la comisión de Acción Social del Ayuntamiento se volvió a debatir sobre el tema del chabolismo, tras la denuncia de CHA sobre la situación del asentamiento de la MAZ, como informó HERALDO. El vicealcalde, Fernando Gimeno, aseguró que el equipo de gobierno está dispuesto a resolver los problemas de chabolismo y apuntó al Gobierno de Aragón, "que este año no ha puesto dinero para los convenios de erradicación del chabolismo".
Hasta diciembre de 2012 ha estado en vigor el plan de erradicación del chabolismo, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón, y que ha contado con la colaboración de Cáritas y la Asociación de Promoción etniana desde 2003. Ese convenio está ahora congelado y cuenta solo con dos trabajadores. El plan está pendiente de revisión y de ver con qué partida presupuestaria cuenta finalmente. Las familias que se acogieron a este programa fueron realojadas y viven en viviendas.
Tanto Cáritas como la Asociación de Promoción etniana piden la continuidad del programa de erradicación del chabolismo. "Es necesario que continué el plan para hacer el seguimiento de las familias que han sido realojadas. El 31 de diciembre fueron despedidos tres mediadores etnianos que trabajaban con estas familias. Y también es necesario aportar soluciones a los nuevos asentamientos surgidos tras el desmantelamiento del de Cogullada. Es cierto que muchas de estas personas ya han pasado por planes anteriormente y no cumplieron las condiciones. Pero hay que darles una segunda oportunidad", afirma Mercedes Pastor, trabajadora social de la Asociación de Promoción etniana.
"Hay que seguir actuando en el tema del chabolismo. Pedimos que se cree un observatorio permanente para detectar los problemas que puedan ir surgiendo y con un equipo multidisciplinar. Desde hace años proponemos la creación de una zona de acampada controlada para poder trabajar con las familias antes de su paso a viviendas", apunta Marisa López, trabajadora social del programa de vivienda de Cáritas Zaragoza. "Aparte del chabolismo estamos muy preocupados con el problema creciente de la infravivienda. Hay muchos casos de hacinamiento y de familias viviendo en casas ocupadas en malas condiciones", añade Marisa López
Un centenar de personas viven en chabolas o caravanas en Zaragoza
El chabolismo en Ceuta
Domingo, 03 de Marzo de 2013 10:25 , Pepe Fortres Castillo
Ein varias ocasiones he comentado, que el nacimiento de Ceuta como gran Ciudad, se inicia a partir del año 1912. Hasta entonces, había sido un presidio que contaba con una población de 13.843 habitantes, incluyendo a la población reclusa. A partir de este año, se instaura el Protectorado de jovenlandia y se llevan a cabo importantes obras de vías públicas, construcción del Puerto, instalación de la red ferroviaria entre Ceuta y Tetuán, construcción del Palacio Municipal y otras obras como el edificio de Ibarrola, S. A. y casas privadas como el edificio Delgado. Todo esto demanda una brutal mano de obra, de tal manera, que en el sur de Andalucía se genera un éxodo hacia Nuestra Ciudad que obliga al Estado Español a oficializar la travesía del Estrecho que antes no estaba regulada. En pocos años, Ceuta sobrepasa los 30.000 habitantes, pero al mismo tiempo, carecía de las suficientes viviendas, capaz de albergar semejante población. Todo este fenómeno origina en la ciudad el nacimiento de barrios marginales, al estilo de las famosas “favelas” de Rio de Janeiro.
Favela es la expresión que más se ha popularizado internacionalmente, aunque en otros países son conocido de diferente forma como; “bustees” en la India, “callampas” en Chile, “gourbevilles” en Tunez, pero me quedo con la expresión argentina por ser para mí la más gráfica; “villas miseria”.
En Ceuta como en todo el País, lo conocíamos como “chabolismo”.
La gente llegaba y encontraba empleo, pero no existía la posibilidad de hallar vivienda, Este problema genera que cada cual y de la forma más adecuada a su economía, se construyera una chabola donde vivir con su familia, hasta encontrar algo más digno. Difícil esperanza cuando cada día era mayor la llegada de nuevas familias, ansiosas de encontrar empleo y una vivienda donde instalarse.
De esta manera nace el barrio de las "Latas", que lo originan los trabajadores de la cantera de Benzú y los operarios de la construcción del Puerto, dado que el tren encargado de trasladar las piedras para construir las escolleras atravesaba este lugar. El foso de San Felipe y la Ribera son ocupados por gentes de la mar por su cercanía al muelle de pescadores y tantos unos como otros, se dispersan por el resto de lugares, como patio Castillo, Centenero, Pasaje Recreo, etcétera, que ya existían con viviendas fabricadas con materiales de construcción, pero que vieron como los recién llegados, invadían las zonas perimetrales de su barrios con chabolas hechas de cualquier material útil que encontraban o adquirían. Palos, ramas, cartón, lona embreada, bidones y con suerte, cubiertas de fibrocemento o chapas metálicas, todo era válido para construir un refugio que le protegiera a él y a los suyos.
La verdad es que las autoridades ceutíes -con buen sentido-, se mostraron flexibles ante este acontecimiento e hicieron "la vista subida de peso" de manera que facilitaron en gran medida la adaptación de estos nuevos ceutíes.
Estos nuevos vecinos, mostraron un gran sentido de superación y día a día, las chabolas iban mejorando su aspecto notablemente. La dedicación de sus propietarios unido a los ingresos económicos que recibían como salario a cambio de su trabajo, ayudaron a mejorar estas viviendas que dejaron de ser demasiado húmedas en unas ocasiones, o demasiado secas en otras.
El chabolismo se extendió prácticamente por todos los lugares. Patios como, Gorgonio, de la Huerta etcétera y barrios como, el Sarchal o San Amaro no fueron ajenos a esta oleada turística.
Es de obligado cumplimiento hacer una salvedad con respecto al cotejo realizado con anterioridad sobre esta clase de chabolismo y las favelas de Brasil o la de otros países. Su semejanza se basa solo en infraestructuras. La falta de canalización de aguas residuales, como de red de agua potable, posibilitaba en gran manera los contagios. En la Ribera, los residuos fecales eran arrojados a la playa, como en el Foso, su lugar de recepción era el talud que daba a la vía del tren.
En todos estos patios o barriadas, se hicieron famosos los lugares conocidos como "el grifo". El grifo de la Ribera, del Foso, del barrio de San Antonio, del patio Centenero, etcétera, era el lugar de encuentro de la mayoría de las vecinas, que acudían allí, a guardar turno para llenar su cubo o garrafa. De esta manera echaban el ratito de charla, que siempre ayuda a que los vecinos estén más unidos. También hay que reconocer que en alguna ocasión saltaba la chispa cuando alguna, forzada por las prisas, intentaba colarse por delante de otra.
Si en estas barriadas marginales extranjeras impera la droja y la prespitación, en el chabolismo de Ceuta brillaba por su ausencia. Si en los primeros la gente que afluye allí, es en busca de trabajo, en Ceuta el trabajo estaba asegurado. Por lo tanto, cabe aclarar que el “modus vivendis” era diferente.
Con los años y gran esfuerzo, las autoridades ceutíes, fueron paliando este gran problema de tantos vecinos. Con la construcción de la Barriada O`Donnell, se inició una gran cruzada. Luego vinieron los Grupos de Varela, Pedro La Mata, Los Rosales, Juan Carlos I, Bermudo Soriano, Valiño, Erquicia, San Daniel, Carvajal, de manera, que aquí encontraron por fin una vivienda digna, tan digna como fueron ellos.
Quiero también destacar la figura de un gran ceutí, chabolista y vecino del patio Centenero. Este gran hombre conocido en Ceuta como "Joselito", se llamaba don José García González y fue primero, presidente de la Comunidad de Vecinos del Patio Centenero, donde luchó incansablemente por el derecho de todos sus vecinos a poseer una vivienda digna. Tras lograrlo, fue nombrado presidente de la nueva Asociación de Vecinos de la Barriada Juan Carlos I, donde tuve más contacto con él, pues me sometió durante años -hasta su fallecimiento-, a una tremenda presión, dado que por mi cargo como coordinador en la Concejalía primero, y Consejería después de Medio Ambiente, era responsable de la limpieza en las barriadas. Cuando acudía descontento al negociado, por cualquier anomalía acaecida en su barriada, primero me echaba la bronca y luego casi me obligaba a que le invitara a café. Resumiendo, un gran luchador y un gran hombre. De los que marcan la historia de nuestra ciudad.
El chabolismo en
Chabolismo en el solar del hospital
Hasta cuatro construcciones pueden verse en el interior del recinto, cuya valla está rota y cualquier persona puede entrar libremente Los vecinos piden que se limpie el terreno
Pilar Hernández Mateo Cádiz | Actualizado 27.02.2013 - 01:00
Hasta cuatro chabolas pueden verse desde hace días en el solar que antiguamente ocupaba la factoría de Construcciones Aeronáuticas (CASA) y donde se iba a levantar el nuevo Hospital Regional de Cádiz. Las asociaciones de vecinos de los barrios de Puntales, Cerro del jovenlandés y Loreto, colindantes con esa zona, han dado la voz de alarma ante esta situación.
Paseando por Avenida Marconi, junto a la valla del solar, llama la atención una chabola de unos tres metros de ancho por otros tres de largo que han construido en el interior del recinto -pegada al muro que da a Avenida Lacave- con palets de madera, cartones y plásticos. En el centro del descampado pueden verse otras tres chabolas más de menor tamaño.
Vecinos de la zona aseguran haber visto a personas de nacionalidad rumana entrando con carritos de la compra llenos de objetos y hogueras por las noches.
La presidenta de la asociación de vecinos del barrio de Puntales, Pilar García, ve "un problemón" en esta situación. "Como las hierbas sigan creciendo, esto se va a convertir en un campo dentro de la ciudad, con lo que conlleva de presencia de ratas. Y el hecho de que se hagan fogatas nos puede buscar una ruina". También teme que pueda haber problemas de inseguridad ciudadana.
Asimismo, esta dirigente vecinal llama la atención sobre el fácil acceso al recinto, ya que la valla que limita el perímetro está rota en varios puntos. Además, hay una zona en la que está doblada hacia afuera, por lo que "de noche, con la poca iluminación que hay en ese lugar, es un peligro".
Por su parte, Julia Sánchez, presidenta de la AVV del Cerro del jovenlandés, afirma que "esto no puede seguir así porque ese solar está en un lugar de paso y entre la suciedad y ahora el chabolismo, da una imagen nefasta a la ciudad".
Es cierto que la imagen que presenta ese espacio es tercermundista. Desde hace unos años se ha convertido en un sitio poco agradable. Escombros, latas de refresco, botellas de agua, trozos de corcho, neumáticos, restos de un televisor, una zapatilla de deporte, plásticos y hasta un carrito de la compra pueden verse desde la parte exterior de la reja. Todo esto entre hierbas que crecen de forma silvestre y que ya están alcanzando una altura considerable.
Al acercarnos a la valla, podemos escuchar perfectamente el ruido de los roedores que se mueven entre esa maleza que le sirve de refugio.
Los presidentes de las tres asociaciones de vecinos de los barrios colindantes coinciden en la necesidad de limpiar el solar y darle algún uso mientras que no se construye el nuevo hospital.
"Llevamos mucho tiempo denunciando el abandono de este solar. No nos importa de quién sea la competencia, pero que lo adecenten ya", expresa Julia Sánchez.
José Aragón, presidente de la AVV de Loreto, insiste en que ese lugar "se está convirtiendo en un sitio poco agradable. Cada vez hay más ratas y suciedad. Pedimos que se adecente". Aragón entiende que las personas que no tienen donde vivir busquen algún refugio y, al ver ese solar abandonado, se metan allí. "Las administraciones deben solucionar el problema de la vivienda y adecentar ese lugar poniendo, además, cierta vigilancia", expresa José Aragón.
Los tres dirigentes vecinales lanzan varias propuestas para el uso del solar mientras no se construye el hospital. Ante la falta de estacionamiento en sus barrios, sugieren un aparcamiento con el que, además, podrían crearse puestos de trabajo. También proponen la ubicación del Piojito allí, los circos que vengan a la ciudad o la pista de hielo en Navidad.
Los terrenos que antiguamente ocupaba CASA son propiedad del Consorcio de la Zona Franca. Esta institución desconocía ayer la aparición de las chabolas y, tras ser informada por este periódico, envió al responsable de Conservación y Mantenimiento a inspeccionar el lugar. Desde Zona Franca señalan que este técnico ha redactado un informe sobre la situación del solar, que ha enviado junto con fotografías del lugar al Intendente Mayor de la Policía Local de Cádiz con el objetivo de que "tomen las medidas oportunas". Este informe lo remitirá también al delegado de la Policía Local del Ayuntamiento, Juan Antonio Guerrero.
Así, desde Zona Franca afirman que están a la espera de que la Policía Local les indique cómo actuar.
Chabolismo en el solar del hospital
La delincuencia toma dos barrios de Madrid
Los vecinos de Azca y Lucero se quejan de la "degradación e inseguridad" | Preocupa la proliferación de menores sin escolarizar
Madrid | 10/03/2013 - 10:45h | Actualizado el 11/03/2013 - 11:01h
Madrid, (Redacción).- Vecinos de los madrileños barrios de Azca y Lucero se han quejado ante el Defensor del Pueblo de la "degradación e inseguridad" que a su juicio sufren sus barrios, tal y como refleja el informe de 2012 hecho público recientemente por esta institución.
Concretamente, los residentes en Lucero han denunciado el incremento de inseguridad ciudadana, suciedad y a la presencia de menores sin escolarizar, "que se encuentran en las calles realizando actos vandálicos y sin control alguno por parte de sus padres.
"La situación afectaba no solo a la seguridad pública, sino al ejercicio de la mendicidad por los menores que se encuentran sin escolarizar, uniéndose otros factores que generan conflictividad vecinal como es la presencia de animales sueltos por las calles y la suciedad y degradación del entorno", señala en su estudio el departamento que dirige Soledad Becerril.
La cosa no mejora en Azca. Como de una metáfora con licencia poética se tratara, a los pies del entramado bursátil de las grandes empresas se asienta una de las zonas de ocio más conflictivas de Madrid. Los robos y reyertas se han convertido en tradición. Los vecinos han dejado de frecuentar una zona tomada por la clientela de varias discotecas latinas y la falta de uso ha auspiciado el asentamiento de varios núcleos chabolistas.
En ese sentido el Defensor del Pueblo ha abierto una investigación de oficio sobre la situación de inseguridad ciudadana en la zona de los bajos de Azca.
Así, ha solicitando información tanto al Ayuntamiento, competente en lo relativo a la degradación urbana, limpieza y conservación de los espacios públicos, como a la Delegación del Gobierno en Madrid, a quien se solicitó información sobre el ejercicio de las competencias relativas al mantenimiento de la seguridad pública y al nivel de criminalidad e índices delincuenciales en dicha zona.
Tras la intervención del Defensor del Pueblo se llevó a cabo una visita de inspección municipal y se ha concienciado a las empresas, locales de ocio y comunidades de vecinos de la necesidad de mejorar la limpieza en las zonas privadas.
Al propio tiempo, ha comprobado la coordinación existente entre las policías municipal y nacional, que llevan a cabo contactos semanales sobre este enclave y realizaron 47 operaciones conjuntas solo en el primer semestre del año.
Asimismo, la institución ha constatado que el índice de delincuencia "no es superior al de otras zonas de la ciudad de Madrid". En el período analizado (enero-junio de 2012) se practicaron 119 detenciones.
La delincuencia toma dos barrios de Madrid
El alcalde de Getafe niega la presencia de asentamientos chabolistas en Perales del Río
Juan Soler asegura que se trata de “operaciones agrícolas”, y afirma que el Ayuntamiento está vigilante al respecto tras el desmantelamiento de la Cañada Real. En este sentido ha negado disponer de informes de la Policía Local sobre chabolas en Perales del Río.
El alcalde getafense ha vuelto a negar la presencia de chabolas en Perales del Río, aunque sí reconoce que la delegación de Seguridad Ciudadana vigila la zona por si pudieran aparecer tras el desmantelamiento de la Cañada Real. Para Juan Soler se trata únicamente de “operaciones agrícolas”.
En otro orden de cosas, durante su último encuentro con la prensa el alcalde getafense confirmó la contratación de una empresa que vela por la “eficiencia” de las contrataciones públicas en el Ayuntamiento. Según Soler este tipo de contratos “siempre se han cuestionado” y en Getafe existía “una inercia” por la cual las mismas empresas conseguían los servicios, por lo que ahora han optado por la “objetividad máxima” en este campo.
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(Relacionada con la anterior)
La oposición de Getafe denuncia proliferación de chabolas en Perales del Río
Agencia EFE
Getafe, 26 feb (EFE).- Los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Getafe de PSOE y UPyD han denunciado hoy la proliferación de chabolas en el barrio de Perales del Río y han pedido al Consistorio que desmantele estos asentamientos.
La portavoz de UPyD de Getafe, Esperanza Fernández, ha explicado que su grupo municipal ha presentado un ruego de cara al pleno que va a celebrarse el próximo miércoles 6 de marzo en el que pide al Ayuntamiento que tome las medidas necesarias para evitar que proliferen asentamientos chabolistas en la localidad.
Desde UPyD han señalado que han sido los propios vecinos de Perales del Río los que han denunciado estos asentamientos y han pedido al Consistorio que actúe con celeridad para desmantelarlos.
Esperanza Fernández ha apuntado que la aparición de estas nuevas chabolas en Perales del Río ha coincidido con el realojo de los habitantes del Ventorro de la Puñalá, poblado chabolista en el que habitan unas 75 familias situado en el municipio de Madrid, pero colindante con Getafe.
Desde el PSOE getafense, su secretaria general, Sara Hernández, ha invitado al alcalde Juan Soler a "pasear más por Getafe" para que de esta forma "compruebe de primera mano problemas como éste y pueda evitar otros nuevos".
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Getafe han señalado que están a la espera de un informe de la Policía Local que detalle si realmente se está produciendo esta proliferación de chabolas en Perales del Río.
Según fuentes municipales consultadas por Efe, la Policía ya ha visitado varias veces la zona y no existen asentamientos chabolistas, sino que se trata más bien de "pequeñas construcciones más propias de guardas de aperos de labranza". EFE
La oposicin de Getafe denuncia proliferacin de chabolas en Perales del Ro. Sur.es
El número de chabolistas ha crecido un 162% en Barcelona desde 2008
En 2011 había 695 personas viviendo en asentamientos y hace tres años 265
Efe | Barcelona
Actualizado jueves 12/04/2012 13:24 horas
Más de 1.500 personas viven en la calle o en barracas en la ciudad de Barcelona, una cifra que se ha disparado desde el año 2008, cuando no llegaban al millar, y otras 1.258 son alojadas cada noche por entidades sociales. La cifra resulta especialmente cruda después de la fin de cuatro personas el pasado lunes tras incendiarse su chabola en el barrio del Poblenou.
En total, se estima que hay unas 2.791 personas sin hogar en la ciudad condal que se ven abocadas a solicitar ayuda a entidades sociales o al Ayuntamiento, entre ellas familias enteras que han pasado de 114 personas en marzo del año pasado a 178 en noviembre del mismo año.
Según datos que se recogen en un estudio elaborado por la Red de Atención a Personas sin Hogar (XAPSLL, formada por 27 entidades entre las que se encuentra el Ayuntamiento), el pasado año 2011 había unas 695 personas viviendo en asentamientos cuando sólo tres años antes, en 2008, el número se situaba en las 265, lo que supone un incremento del 162,3%.
Los datos de la Síndica coinciden con los de la Red, ya que Vila contabiliza unas 700 personas de diferentes nacionalidades viviendo en barracas, de los que 200 serían menores.
Según la teniente de alcalde de Calidad de Vida e Igualdad del Ayuntamiento de Barcelona, Maite Fando, el número de personas que vive en barracas se ha incrementado, también en gran parte, porque se ha aumentado la detección en los últimos meses.
Datos del consistorio, facilitados en marzo, indican que 119 familias, la mayoría de origen galaico-portugués, viven en 14 asentamientos de barracas en Barcelona, 11 de los cuales están ubicados en el distrito de Sant Martí y tres en el resto de la ciudad.
El perfil de la persona que duerme en la calle es el de un hombre, de entre 26 y 45 años, que pernocta directamente en la calle o en cajeros, mayoritariamente, en los distritos del Eixample y Ciutat Vella.
El nmero de chabolistas ha crecido un 162% en Barcelona desde 2008 | Barcelona | elmundo.es
«Llévate las chabolas a tu chalé»
El incendio de un asentamiento en Murcia enfrenta al dueño de las tierras y los vecinos
07.03.13 - 01:09 -
A. NEGRE | MURCIA.
El incendio de un asentamiento de ciudadanos búlgaros en la pedanía murciana de La Ñora ha originado una guerra entre el propietario de los terrenos, los pagapensiones acogidos en la zona y los vecinos de este trozo de huerta. La situación comenzó a ser insostenible este fin de semana cuando una docena de chabolistas, con niños, se trasladaron a la zona para instalarse allí con permiso del dueño. Los vecinos, desde un primer momento, mostraron su disconformidad con esta decisión. El mismo domingo, el primer día que planeaban pasar allí la noche, un sorpresivo incendio redujo las chabolas a ceniza. El dueño de las tierra, Francisco Ros, asegura que tras ese fuego está la mano de algún vecino. Éstos, apoyados por el alcalde pedáneo, Jesús Aliaga, niegan los hechos y recuerdan que estos asentamientos son ilegales. «Emplearemos todas las armas a nuestro alcance para evitar el chabolismo», recalcan. «Estamos hartos».
Philip es uno de los búlgaros que pretendía instalarse en este pequeño trozo de huerta de La Ñora. Hasta hace unos días, él y su familia vivían en una nave industrial en la zona de Patiño, pero una sentencia judicial les obligó a desalojar la zona. «No tenemos trabajo, ni dinero», confiesa. «Vivimos de la chatarra». A través de un conocido, estos búlgaros contactaron con Francisco Ros, que se ofreció a cederles un pequeño trozo de huerta que tiene en La Ñora. Un trozo de huerta enmarcado entre viviendas. «Me dieron pena porque son tres familias y no tienen donde dormir», explica, «por eso les cedí mi terreno para que se instalaran».
El viernes estos ciudadanos búlgaros comenzaron a trasladar cosas a la zona y a levantar sus chabolas. El domingo, al mediodía, abandonaron la improvisada vivienda para ir a comer a Jesús Abandonado y a la vuelta encontraron que el fuego lo había consumido todo. «Hemos perdido la ropa, los pasaportes, ordenadores...», cuenta un compañero de Philip. «Ahora dormimos en la furgoneta y queremos encontrar un sitio donde dormir».
El incendio de este asentamiento avivó aún más las disputas entre el propietario del terreno y los vecinos. Estos le recriminan que haya dejado a estos ciudadanos búlgaros que se instalen junto a sus casas. «Si tan solidario eres», le espetaban, «llévate la chabola a tu chalé». El pedáneo niega, además, que éste le informase o pidiese permiso para este asentamiento. Francisco Ros, por el contrario, asegura que fueron los vecinos los que prendieron fuego a las chabolas y defiende su poder para decidir sobre el uso que le da a su terreno. «Ahora estoy más convencido aún de que les voy a ayudar», alerta. La guerra está servida.
«Llévate las chabolas a tu chalé». La Verdad
El arranque de la campaña de la fresa aumenta los asentamientos chabolistas
Más de un millar de personas malvive a la espera de una oportunidad de trabajo en la recolección, que comienza el 1 de marzo. La cifra puede duplicarse hasta mayo.
Para la mitad, itinerantes, el 'oro rojo' es una esperanza tras la mala campaña de la aceituna en Jaén o la fruta en general en Lleida.
Las fuerzas de seguridad se afanan en erradicar la contratación irregular por pequeña que sea.
joven, entre 19 y 45 años y víctima radical de la crisis. Es el perfil del habitante en los asentamientos chabolistas de la provincia de Huelva asociados a la campaña de la recolección de la fresa, que oficialmente comienza este 1 de marzo. Unas 1.100 personas malviven en la actualidad en estos poblados, ilegales pero integrantes del paisaje desde hace una década. De hecho, Cáritas Diocesana calcula que al menos 700 pagapensiones viven en ellos durante todo el año. A lo largo de la temporada del 'oro rojo', hasta mayo, la cifra puede alcanzar los dos millares con la suma de los refugios localizados en Lepe, Palos de la Frontera, Moguer, Mazagón, Bonares, Lucena del Puerto y Almonte. La incorporación de la mujer, de momento con cifras bajas, es una novedad.
El presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fresas de Huelva (Freshuelva), Alberto Garrocho, asegura que los empresarios agrícolas están siendo "muy rigurosos a la hora de contratar la mano de obra, teniendo en cuenta la antigüedad". Los temporeros extranjeros hacinados en estos refugios del plástico y la chatarra son aspirantes porque en su mayoría son pagapensiones estabilizados en España, que dispusieron de trabajo y casas hace unos años, e incluso de prestaciones sociales, y que la coyuntura económica les obliga a vivir en estos asentamientos, en Huelva o donde haya una mínima oportunidad. Para medio millar de ellos, itinerantes, la fresa onubense es una esperanza tras la mala campaña de la aceituna en Jaén o la fruta en general en Lleida. Lejos queda ya el viajero ilegal llegado en patera de hace un lustro como protagonista principal de la fotografía.
La llegada irregular de temporeros ha dejado paso al hacinamiento en torno a las explotaciones como principal problema. Aunque administraciones y empresarios garantizan una contratación regulada, interna o en origen, Cáritas detecta prácticas permisivas en el origen de la creación de los asentamientos y en su mantenimiento. "(...) en algún momento de la campaña de la recogida de fresa estas personas han encontrado trabajo en alguna explotación fresera. Sigue siendo así y es más que probable que esto siga ocurriendo porque el tipo de explotación agraria de la que estamos hablando necesita de esta mano de obra. La mayoría de la personas que viven en los asentamientos chabolistas trabajan -sea esto reconocido o no- en la recogida de la fresa". Así lo explica esta organización humanitaria en su informe 'Asentamientos e inmi gración. El caso de Huelva'.
Es habitual hallar en estos poblados a pagapensiones que trabajan menos de una semana al año y que esperan con paciencia su momento. No hay otra salida en el callejón.
Las fuerzas de seguridad, no obstante, se afanan en erradicar la contratación irregular por pequeña que sea. Entre los objetivos del dispositivo especial para la campaña de la fresa de Huelva, en el que toman parte 50 efectivos de la Guardia Civil, está controlar la seguridad e higiene, además de evitar brotes xenófobos. El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, el coronel José Antonio Hurtado Notario, señala que "controlar la bolsa de inmi gración irregular es una prioridad" y recomienda con vehemencia a los pagapensiones y temporeros en general que usen chalecos reflectantes si caminan por carreteras, algo habitual para salir y entrar de los asentamientos.
La Subdelegación del Gobierno, no obstante, maneja datos de población a la baja de los asentamientos. En está línea, la principal preocupación para el Gobierno es evitar los hurtos durante la campaña, tanto de maquinaria como de fresas. Además de disponer de vehículos todoterreno, el operativo de seguridad contará con apoyos concretos de la Escuadra de Caballería de Madrid, de efectivos de la Agrupación Rural de Seguridad y unidades aéreas con base en Sevilla.
En Lepe, sin embargo, se pueden contar hasta cinco grandes campamentos: Vía Verde, El Prado, Huerta Márquez, Cementerio y Hotel Portugal, con entre 550 y 600 personas según el mes. Es el municipio con mayor concentración. Cartaya también se destaca entre el resto de localidades, pero los asentamientos están más dispersos. El Ayuntamiento cartayero ha instado públicamente a los empresarios en vísperas del comienzo de la campaña a que prioricen la contratación de trabajadores locales. "Estamos facilitando a los empresarios agrícolas el contacto con desempleados locales que han dejado constancia en la bolsa de trabajadores agrícolas de su disposición a trabajar en la campaña", avisa Lucía Rodríguez, concejal de Desarrollo Local del consistorio. Alberto Garrocho (Freshuelva) espera un aumento de "entre el 10 y el 15 por ciento" de mano de obra procedente de otras provincias andaluzas, sobre todo Sevilla y Cádiz. Malí y Senegal, principalmente, y Mauritania, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Nigeria, jovenlandia y Rumanía son los países de procedencia de los temporeros extranjeros en la provincia de Huelva.
Para que haya empleo para todos, la campaña debe ser fructífera. El presidente de Freshuelva explica: "Hemos tenido los meses de diciembre y enero complicados. Después tuvimos un repunte de buen tiempo durante dos semanas y hemos producido una buena calidad de fruta". "Como consecuencia de la humedad -advierte Garrocho- se puede pudrir mucha fruta y darse la circunstancia que cuando se inicie el consumo fuerte, no haya la fruta que se pide en los mercados".
La actividad agrícola da trabajo en Huelva a alrededor de 75.000 personas. La provincia onubense es la primera productora mundial de fresa a partir de inicio del cultivo intensivo en los años sesenta con un 'boom' en los ochenta. La regulación en extranjería de 2000 motivó un giro en la contratación por los impedimentos que encontraron muchos foráneos para mantener una actividad que realizaban desde hacía varios años. Para muchos, éste es el verdadero origen de las amalgamas actuales de personas en campamentos considerados ilegales. Ante la falta de una solución efectiva, los desalojos están descartados. En Lepe, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía iniciaron en 2005 la construcción de un albergue para dar acogida a estas personas. La infraestructura está terminada, pero sin inaugurar por la falta de entendimiento entre las administraciones desde hace año y medio. En los poblados chabolistas, las ONGs Cáritas, Cepaim, Cruz Roja y Huelva Acoge aportan comida y otros productos de primera necesidad, ropa, mantas y medicamentos.
El arranque de la campaña de la fresa aumenta los asentamientos chabolistas
Valencia
Los grandes asentamientos chabolistas repuntan por la crisis y se sitúan en 16
Malilla, Natzaret y el Cabanyal concentran el 60 % de los asentamientos de vivienda precaria
12.02.2013 | 00:00
h. g. valencia Los grandes asentamientos y poblados chabolistas registraron el año pasado un repunte en la ciudad de Valencia. En la actualidad existen 16 asentamientos, entendidos como conjuntos de cinco o más viviendas precarias, el 60% de lo cuales se concentran en tres barrios Natzaret (3), Malilla (4) y el Cabañanyal (3). No son, sin embargo, los únicos barrios con asentamientos. En Benimàmet hay otros dos asentamientos, y uno en Zaidía, Rascanya, la Punta y el Grao.
Al margen del computo oficial, existen otros asentamientos más o menos puntuales que han llegado casi al centro de la ciudad. Concretamente, al final de la gran vía Fernando el Católico, el solar de Jesuitas, que el Ayuntamiento de Valencia tiene previsto permutar con el propietario (el grupo Expohotel), alberga desde hace un tiempo un poblado de chabolas.
Otro asentamiento que ha sido desmantelado en varias ocasiones y que ha vuelto a montarse es el que hay detrás del ecoparque de Vara de Quart,una instalación que en sus inicios sufrió varios robos de chatarra y otros materiales susceptibles de venderse.
En total, según los datos del último censo facilitados por la Concejalía de Bienestar Social, hay 150 familias y 564 personas, entre ellas niños, que viven en viviendas precarias, concepto en el que se engloban también las viviendas ocupadas, que el ayuntamiento cifra en 144, cifra inferior a la de años anteriores. El Cabanyal concentra muchas de ellas en la zona de la polémica prolongación de Blasco Ibáñez. La fábrica de Bombas Gens, en la avenida de Burjassot es otro edificio ocupado de manera reiterada.
En 2011, los servicios sociales de Valencia tenían controlados 13 asentamientos, frente e los 20 que llegó a haber en 2009 y 2010.
El repunte estaría asociado a las situaciones de "pobreza sobrevenida" de personas que poseen un buen grado de integración social pero que se encuentran en riesgo de exclusión ante las serias dificultades económicas que atraviesan.
La concejalía ha detectado la existencia de "colectivos emergentes" dentro del censo de vivienda precaria formados por "personas con graves dificultades económicas que no pueden pagar el alquiler de una vivienda y que presentan diversas situacioes de pobreza sobrevenida, desempleo de larga duración y desestructuración familiar".
El ayuntamiento de Valencia tiene un empresa especializada contratada para trabajar en la inserción social de las familias de los asentamientos a las que se intenta, en la medida de la disponibilidad de recursos, proporcionar una vivienda municipal. Este servicio externo cuesta 194.000 euros al año y se lleva el 61% del presupuesto de la Concejalía de Bienestar Social para la erradicación de la vivienda precaria, un plan al que están acogidas 420 personas. El ayuntamiento dispone de 94 viviendas municipales de realojo, 88 están arrendadas -11 de ellas se han rehabilitado recientemente- y siete están pendientes de serlo.
Los grandes asentamientos chabolistas repuntan por la crisis y se sitúan en 16 - Levante-EMV
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