Cautivo y desarmado el ejército chepudo, Irene se sacrifica y no irá en las listas de Sumar. La Guerra ha terminado y triunfado la Generalísima Tucán

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UNIDAD PARA LAS GENERALES
Podemos cede, se dispone a sacrificar a Irene Montero y se presentará con Sumar a las elecciones del 23-J
"Concurriremos a las elecciones generales con Sumar, esa decisión está tomada", afirma Ione Belarra, aunque aún no se ha firmado el pacto. Cargan contra el veto a su número dos y pelearán por los puestos en las listas
Ione Belarra y Yolanda Díaz. (EFE/Rafa Alcaide)
Por
Alejandro López de Miguel
09/06/2023 - 13:49

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Podemos cede, aún a costa de "sacrificar" a Irene Montero, y aunque rechacen este veto. El partido jovenlandesado asegura estar decidido a pactar con Sumar para concurrir juntos a las elecciones generales del 23-J, con el partido de Yolanda Díaz convertido en la lanzadera de toda la izquierda a la izquierda del PSOE. La presión de las direcciones territoriales jovenlandesadas, así como el goteo de acuerdos con otras fuerzas, han pesado para una dirección que aseguraba estar convencida de la necesidad de este acuerdo, pero también apostillaba que no iban a tolerar "humillaciones". Tras partir de posiciones de máximos, han ido cediendo, rebajando sus exigencias, en lo que afecta al encaje de su número dos en las listas, pero también al conjunto de puestos de salida que pueden ocupar. Con la última oferta del equipo de Sumar, "Podemos podría quedarse sin representación en el Congreso de los Diputados". "No nos parece justo", afirmó este viernes la propia Belarra.

El pacto no está aún firmado, pero la secretaria general jovenlandesada, asegura que lo estará. "Concurriremos a las elecciones generales con Sumar, esa decisión está tomada", afirmó, en una comparecencia sin preguntas de la prensa. Pese a afirmar que irán juntos, ha trasladado al equipo de Díaz su malestar con la exclusión de Montero, y sostiene que en las últimas horas seguirán peleando por un "acuerdo justo", contra la decisión de Díaz de considerar a Montero "un obstáculo insalvable para alcanzar un acuerdo de unidad". "Se nos ha pedido, una vez más, sacrificar a nuestro principal activo político", criticó, reivindicando a la todavía ministra de Igualdad como quien ha llevado "las tras*formaciones feministas más lejos que nadie". Montero, según Belarra, ha intervenido ante la Ejecutiva para "ponerse a disposición de Podemos, para hacer lo necesario por injusto que sea".

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La intervención, leída y cuidadosamente estructurada, ha permitido a Belarra plantear que no aceptan "ningún veto como parte de la negociación", y a la vez asegurar que la firma de su partido está "garantizada". "Queremos llegar a un acuerdo justo. Esperamos no llegar al último minuto para inscribir la coalición, el acuerdo puede darse en muy poco tiempo si hay voluntad por parte de Yolanda", abundó.

Tras casi dos semanas de vértigo, con episodios de guerra sucia entre algunos de los aliados, acusaciones y desmendidos sobre vetos y dardos de Pablo Iglesias, han logrado en tiempo récord lo que no habían siquiera atisbado en los meses anteriores a las elecciones municipales y autonómicas del 28-M, en las que la izquierda recibió un severo correctivo, especialmente duro para el partido jovenlandesado. Nadie espera que las heridas sanen a una velocidad contra natura: se trata de un pacto para aparcar diferencias y potenciar un mínimo de puntos en común. Y, sobre todo, es una suerte matrimonio de conveniencia, ante una ley electoral que penaliza la división, y que Podemos ha sufrido en carne propia con su extinción en territorios como la Comunidad de Madrid o la valenciana, el 28-M. Que Pedro Sánchez convocara elecciones anticipadas sacudió todo el tablero político, pero la coyuntura ha permitido superar escollos que muchos, sea en Podemos, sea entre las fuerzas que ya estaban alineadas con Sumar, veían insalvables.

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