Le ha delatado su hijo. El detenido como presunto autor de la fin violenta de la joven de 33 años Leticia Rosino, un pastor de unos 60 años muy conocido en la localidad de Castrogonzalo, no ha abierto la boca, según fuentes próximas a la investigación. Sigue en dependencias de la Guardia Civil de Zamora acusado de haberla apiolado a golpes, En sus archivos consta que tiene un antecedente "por agresión sensual en los años ochenta" . Ha sido uno de sus dos vástagos el que ha contado a los agentes que "quiso violarla y la mató".
Padre e hijo estaban en una zona apartada del pueblo con los animales cuando la mujer paseaba por allí, como otras muchas tardes. Según fuentes cercanas a la investigación, el pastor la atacó con la intención de violarla, puesto que "sus leggins, y su ropa interior, incluso una compresa, estaban esturreadas por la zona", cuentan fuentes cercanas al caso. Según lo que el hijo del presunto agresor contó a los agentes que, a su vez, le había contado su padre, "la joven se resistió y logró huir corriendo en algún momento pero su padre la persiguió y la volvió a golpear con otra piedra asestándole un golpe mortal". Después, según ese mismo relato, "trató de deshacerse del cadáver tirándolo por un terraplén cercano a un vertedero de la localidad, pero tuvo que bajar a ocultar más el cuerpo".
Según fuentes próximas a la investigación, no existía ninguna relación entre el presunto agresor y la víctima. "No se conocían, si la pobre mujer no llega a pasar por ese sitio ese día a esa hora probablemente no habría ocurrido nada, no parece haber premeditación de ninguna clase".
Cuando los vecinos del pueblo encontraron el cuerpo de Leticia Rosino eran visibles los signos de violencia. A las pocas horas los agentes de la Guardia Civil registraban el domicilio del detenido.
La mujer había salido a pasear a primera hora de la tarde como solía hacer a diario y no regresó. Tampoco contestó al teléfono ni se cruzó con las personas con las que solía hacerlo, por lo que se organizó una búsqueda por los alrededores del pueblo, donde fue hallado el cadáver sobre las tres de la madrugada.
Familiares y vecinos participaron en el rastreo, junto con miembros de la Guardia Civil. Pero la búsqueda duró poco. Uno de los amigos de la víctima halló un rastro de sangre junto a una torre de comunicaciones que acabó conduciendo al cadáver.
El cuerpo sin vida apareció en las inmediaciones de la planta de tras*ferencia de residuos sólidos urbanos, en una zona de barranco próxima al río Esla, en la carretera comarcal que une el pueblo con la vecina Benavente.
Castrogonzalo, donde residía la joven, es una pequeña localidad de unos quinientos habitantes a unos 10 kilómetros de Benavente (Zamora). El alcalde, Joaquín García Neches, expresó el pesar del pueblo y anunció que tiene intención de decretar tres días de luto. El máximo responsable municipal matizó que la joven era natural de la comarca zamorana de Tábara y residía en el pueblo con su novio, que era de Castrogonzalo e hijo de un trabajador municipal. Leticia Rosino se había instalado en Castrogonzalo tras encontrar trabajo como química en una industria láctea de la localidad después de haber vivido un tiempo fuera
Zamora: El hijo del detenido en Zamora delata a su padre: