Casa Tarradellas sufre su primera caída de beneficios en más de 20 años pese a unas ventas récord

Casa Tarradellas registró en el ejercicio contable 2022 su primera caída de beneficios en más de 20 años. Un curso marcado por la inflación, que se tradujo en mayores costes para los fabricantes alimentarios, y también en mayores precios de venta de sus productos, como medida para aplacar el encarecimiento de sus aprovisionamientos.

Un fenómeno que se refleja en la información financiera de 2022 facilitada por la compañía catalana. Casa Tarradellas registró el año pasado una facturación de 1.161 millones de euros, que supone un crecimiento 8,5% respecto al año anterior. Es una cifra récord dentro de una trayectoria de constantes incrementos: con el de 2022, son al menos 22 ejercicios consecutivos mejorando la cifra de ventas [el último año con información accesible es 2001].

Además, ese 8,5% es el mayor incremento desde 2011, y llega después de un 2021 en el que el alza no llegó al 1% respecto al ejercicio anterior. La compañía, por su parte, explica que la mejora se basó “en el crecimiento en mercados exteriores y la consolidación en España de los nuevos productos, así como de los productos tradicionales”, para añadir que “la empresa afianza su posicionamiento en el mercado, en un año marcado por la apuesta en innovación y sostenibilidad”.

Entre las novedades más destacadas, Tarradellas destaca el lanzamiento de su familia de pizzas de fermentación lenta, que define como “un importante avance para la empresa desde que en 1996 lanzara su primera pizza fresca, que supuso la creación de una categoría inexistente en el mercado y una revolución en los lineales de platos refrigerados”.

Más costes
Sin embargo, como reconoce la empresa, su rentabilidad neta “se ha reducido debido al contexto inflacionario”. Como principales factores que han afectado al beneficio destaca “los precios de las materias primas en su conjunto”, además de la energía.

Casa Tarradellas defiende que “ha asumido este aumento de los costes para evitar una subida de precios y su correspondiente impacto en el consumidor”. La compañía no detalló la cuantía del beneficio ni la reducción del mismo respecto al año anterior. Aquel fue de 27,1 millones, récord hasta la fecha para Casa Tarradellas.

De hecho, al igual que los ingresos, el beneficio neto de la sociedad fundada por la familia Tarradellas también acumulaba más de 20 ejercicios de constante incremento. Por poner en perspectiva el tamaño adquirido por Casa Tarradellas, entre 2012 y 2022 sus ventas han crecido un 60%, en parte por la alianza que tiene con Mercadona desde hace años como uno de sus interproveedores. Si la comparativa se hace con 2002, su facturación y sus beneficios se han multiplicado prácticamente por cuatro. Casa Tarradellas sí detalla que destinará el beneficio de 2022 “a capitalizar la empresa y a nuevas inversiones en tecnología e I+D que aseguren la competitividad a medio y largo plazo”. Durante el año pasado, las inversiones en este ámbito alcanzaron los 32,6 millones.

En 2023, el foco estará en el lanzamiento de nuevos productos, en la construcción de otro centro para aumentar la capacidad de producción de harina y en el desarrollo de la producción de energía fotovoltaica destinada al autoconsumo.

Pone en marcha dos nuevos parques solares fotovoltaicos
Energía. En su apuesta por el autoconsumo energético, Casa Tarradellas ha puesto en marcha durante este 2023 dos nuevos parques solares fotovoltaicos. Ambos cuentan con una superficie de 53.000 metros cuadrados situados en sus instalaciones de Olost y Gurb, ambas localidades en la provincia de Barcelona.
Objetivo. La compañía estima que, cuando acabe el año, contará con una superficie solar instalada de 200.000 metros cuadrados, sumando todas las cubiertas y de derechasdas de sus edificios y centros alimentarios. Solo en 2023, esa superficie crecerá un 55% respecto al año anterior.

Ya hace mucho que no les compro nada. Ni nada cacalán si puedo evitarlo.