MonteKarmelo
Madmaxista
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La carta que Mariano Rajoy envió a Artur Mas el sábado y que dejó al independentismo catalán sin frío ni calor estaba medida al milímetro. Sobre la mesa del presidente llegó a haber más de una docena de borradores en los que participaron, sobre todo, la Vicepresidencia de Soraya Sáenz de Santamaría y el Gabinete de la Presidencia, encabezado por el diputado catalán Jorge jovenlandesagas. Una especie de brainstorming que se prolongó durante un mes y medio.
Según ha podido saber El Semanal Digital por fuentes gubernamentales, a pesar de la tardanza de Rajoy en contestar a la misiva que el president catalán le envió el pasado 26 de julio, en La Moncloa empezaron a trabajar en la respuesta a finales de julio. Y en agosto ya había varios borradores, algunos de ellos contundentes. No obstante, el presidente prefirió esperar a ver el resultado de la cadena humana de la Diada antes de enviarla.
Esta nueva ofensiva estelada ha provocado división en el Gobierno. No sólo entre los ministros, con José Manuel García Margallo como máximo exponente de esos blandos que criticaba ABC en su editorial del pasado jueves, en el que se quejaba de la actitud "acomplejada" del Ejecutivo; sino también entre el núcleo duro de Rajoy. Hay un sector, el de la vicepresidenta, partidario de mayor contundencia. "Serenos pero firmes", resumió Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa del viernes, tras el Consejo de Ministros.
Sin embargo, de entre los borradores que llegaron a manos del presidente éste se decantó por el más suave. Uno en el que Rajoy ni siquiera le dice no a la consulta y en el que no menciona la palabra Constitución, sino que se limita a hablar de respeto a "ese marco jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad y los ciudadanos encuentran la garantía para la convivencia y la concordia".
El presidente pretendía con ello cumplir el trámite de contestar a Mas sin mojarse demasiado ni hacer más ruido del estrictamente necesario. De hecho por eso eligió un sábado. No obstante, su puesta de perfil no es entendida ya no sólo por algunos sectores del Gobierno, sino tampoco por buena parte de los militantes y simpatizantes del PP. Ni por la prensa del centro derecha. La mejor prueba de ello es ese editorial de ABC del que en La Moncloa han tomado buena nota y que pedía al Ejecutivo "un cambio de rumbo y que tome las medidas necesarias para defender la unidad de España, tal y como demandan la mayoría de los españoles".
Tanto en el Ejecutivo como en el partido hay preocupación por el recrudecimiento de la ofensiva catalana y sus efectos entre el electorado de toda España. Puesto que la unidad del país es uno de los asuntos que más toca la fibra a los votantes del PP.
Carta a Mas: de una docena de borradores Rajoy eligi el ms suave - ESD
Según ha podido saber El Semanal Digital por fuentes gubernamentales, a pesar de la tardanza de Rajoy en contestar a la misiva que el president catalán le envió el pasado 26 de julio, en La Moncloa empezaron a trabajar en la respuesta a finales de julio. Y en agosto ya había varios borradores, algunos de ellos contundentes. No obstante, el presidente prefirió esperar a ver el resultado de la cadena humana de la Diada antes de enviarla.
Esta nueva ofensiva estelada ha provocado división en el Gobierno. No sólo entre los ministros, con José Manuel García Margallo como máximo exponente de esos blandos que criticaba ABC en su editorial del pasado jueves, en el que se quejaba de la actitud "acomplejada" del Ejecutivo; sino también entre el núcleo duro de Rajoy. Hay un sector, el de la vicepresidenta, partidario de mayor contundencia. "Serenos pero firmes", resumió Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa del viernes, tras el Consejo de Ministros.
Sin embargo, de entre los borradores que llegaron a manos del presidente éste se decantó por el más suave. Uno en el que Rajoy ni siquiera le dice no a la consulta y en el que no menciona la palabra Constitución, sino que se limita a hablar de respeto a "ese marco jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad y los ciudadanos encuentran la garantía para la convivencia y la concordia".
El presidente pretendía con ello cumplir el trámite de contestar a Mas sin mojarse demasiado ni hacer más ruido del estrictamente necesario. De hecho por eso eligió un sábado. No obstante, su puesta de perfil no es entendida ya no sólo por algunos sectores del Gobierno, sino tampoco por buena parte de los militantes y simpatizantes del PP. Ni por la prensa del centro derecha. La mejor prueba de ello es ese editorial de ABC del que en La Moncloa han tomado buena nota y que pedía al Ejecutivo "un cambio de rumbo y que tome las medidas necesarias para defender la unidad de España, tal y como demandan la mayoría de los españoles".
Tanto en el Ejecutivo como en el partido hay preocupación por el recrudecimiento de la ofensiva catalana y sus efectos entre el electorado de toda España. Puesto que la unidad del país es uno de los asuntos que más toca la fibra a los votantes del PP.
Carta a Mas: de una docena de borradores Rajoy eligi el ms suave - ESD