Carretero perdido

Clavisto

Será en Octubre
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10 Sep 2013
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Volví a cerrar la puerta tras su marcha. Ya solo, rulé otro cigarrillo y me serví una cerveza más desde el otro lado de la barra. Sentado en un taburete miré el salón vacío. La música seguía sonando.

Pasé adentro y escogí una canción de esa misma lista. La chica empezó a cantarla en el mismo momento que llegué a mi sitio.

Miré una mesa; miré una silla. Allí estuvo sentada ella hace unos días.


Volví a verla hoy, este mediodía, descansando en la cama antes de regresar al bar. Fue sólo un instante pero la vi.

La hora, todavía un tanto lejana, sin embargo se acercaba y supe que ya no podría dormitar más: el calor, aún a hora tan temprana, era insoportable.

Dolorido por el cansancio de la falta de sueño acumulado abrí los ojos y agarré el teléfono. Busqué una de mis listas de Spotyfi, la puse en modo aleatorio y me quedé mirando al ventilador del techo. Me levanté, fui al salón y me rulé un cigarrillo.

Las aspas del ventilador del techo son perfectamente visibles; puedes seguir su movimiento. Hace años rompí la cuerda de las tres velocidades cuando estaba en la más lenta. El de pie, por contra, es imposible de seguir. Lo compré el invierno pasado en un chino amable que, sorprendido mientras caminábamos hacia la zona cerrada del almacén, me preguntó que para qué lo quería en tales fechas: "Para secar la ropa" Y así fue en un principio.

Tumbado en la cama, la almohada doblada sobre mi cabeza, miré como iban girando las cuatro aspas de madera del ventilador del techo con la música sonando cerca de mis riñones. Y entonces saltó aquella canción.

Y entonces ladeé la cabeza y, por un instante, te vi.

Vi tu pelo desparramado sobre la almohada y tu gran sonrisa blanca.


Fue un buen mediodía en el bar. Hay muchos bares cerrados por vacaciones y se nota. Nosotros también cerramos un rato por la tarde.

El último cliente, amigo mío, se fue un tanto colocado para comer con su familia. Conozco pocos que sigan mi ritmo.


Entre las persianas bajadas del ventanal había un espacio de luz.


Y volví a verte.


 
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