Segismunda
Reina de los Trolls
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...PRESUNTAMENTE. AQUÍ SOLO SE RECOGEN LOS RUMORES QUE, DURANTE AÑOS, COPARON LOS MENTIDEROS DE MADRID. NO NOS HACEMOS RESPONSABLES DE QUE LA GENTE SEA TAN COTILLA Y TAN MEZQUINA.
El CARRETE FILIPINO es una técnica sensual que dominan las cortesanas de Manila. Consiste en atar el miembro viril por la base para bloquear el flujo de sangre que llena los cuerpos cavernosos. Esta presión en la raíz del miembro viril permite que entre la sangre pero dificulta que salga, un poco como el Círculo de Lectores con sus socios. Por esta razón, las erecciones son más prolongadas y las eyaculaciones, más vigorosas.
Al ser España una shishiCRACIA, la llegada de esta exótica mujer que conquistaba hombres de las altas esferas fue recibida con una CÓLERA UTERINA pocas veces vista. De ahí que surgiera el rumor de que la india conquistaba a los varones con las técnicas que había aprendido en burdeles filipinos. Pero esta cruel teoría con olor a escape de orina y laca Nelly resulta inverosímil. Su padre era todo un prócer de la época que nadaba en dinero y su progenitora, aunque mestizada con indígenas, era heredera de extensas plantaciones al tiempo que tenía negocios inmobiliarios.
Al cumplir los 18 años, sus padres la enviaron a Madrid a estudiar con las Madres Irlandesas. Al parecer, la cría estaba un poco despendolada y las citadas hermanas eran capaces de disciplinar a una babuina en celo puesta de popper hasta el rojizo ojo ciego. En el final de la dictadura franquista, que ya presagiaba el destape y la Movida, las niñas bien que padecían NERVIOSISMO CLITORIANO eran encerradas en estos centros. Pero ni el clero pudo impedir que Isabel Preysler SENTASE EL shishiTE en Julio Iglesias, un cantante en pleno ascenso meteórico.
Cuesta imaginar que ninguna persona acuda a una tienda de bricolaje y compre una bobina de nylon para estrangular el tristísimo miembro viril de Miguel Boyer. Lo cierto es que, tras convertirse en viuda de alfa por las infidelidades de Iglesias, decide renunciar al amor y pensar solo en la posición social. Esta tras*ición SLUTONA>FULL-ANA, si bien extraña, puede suceder cuando el alfota le ha dado a la mujer lo más importante: hijos biológicos. Pero siempre que la herida emocional sea indeleble. En el caso de Isabel, tras el cantante, decidió entroncar con la nobleza a través de Carlos Falcó (Marqués de Griñón), y finalmente completó su picoteo por todos los estamentos con un político del más alto nivel: todo un ministro del primer felipismo. Desde entonces, no ha cesado en su empeño obsesivo por medrar y hasta yació con el vejestorio de Vargas Llosa, pudiendo añadir un Nobel en su parrusmarés.
A la vista de toda su biografía, parece improbable que la Preysler conquistase España enristrando platanos cual cebollera gallega. Sin embargo la prensa española, lejos de hacer autocrítica, reinventa la historia como se puede apreciar en este artículo cobardica de Los Replicantes:
¡Nadie escuchó nunca que los filipinos fuesen buenos en la cama y atasen los penes con cuerdas! La leyenda que hizo famoso el carrete filipino es la que hoy se recoge en este hilo de Burbuja, siempre a la vanguardia de la Memoria Histórico-Gostosa. Caiga el oprobio sobre los periodistas mezquinos que primero inventan para después desinventar.
QUIZÁ LE INTERESE...
Ya que el carrete filipino es una práctica tan sencilla, que además llevan practicando los sodomitas desde antes de que existiesen Las Filipinas, les recomiendo esta otra: LA PINZA BIRMANA. Consiste en masajear el miembro viril con las paredes del shishiTE. Es necesario un entrenamiento del suelo pélvico, pero con esta técnica sí es creíble que una se lleve por delante a cantantes, marqueses, políticos y escritores.
El CARRETE FILIPINO es una técnica sensual que dominan las cortesanas de Manila. Consiste en atar el miembro viril por la base para bloquear el flujo de sangre que llena los cuerpos cavernosos. Esta presión en la raíz del miembro viril permite que entre la sangre pero dificulta que salga, un poco como el Círculo de Lectores con sus socios. Por esta razón, las erecciones son más prolongadas y las eyaculaciones, más vigorosas.
Al ser España una shishiCRACIA, la llegada de esta exótica mujer que conquistaba hombres de las altas esferas fue recibida con una CÓLERA UTERINA pocas veces vista. De ahí que surgiera el rumor de que la india conquistaba a los varones con las técnicas que había aprendido en burdeles filipinos. Pero esta cruel teoría con olor a escape de orina y laca Nelly resulta inverosímil. Su padre era todo un prócer de la época que nadaba en dinero y su progenitora, aunque mestizada con indígenas, era heredera de extensas plantaciones al tiempo que tenía negocios inmobiliarios.
Al cumplir los 18 años, sus padres la enviaron a Madrid a estudiar con las Madres Irlandesas. Al parecer, la cría estaba un poco despendolada y las citadas hermanas eran capaces de disciplinar a una babuina en celo puesta de popper hasta el rojizo ojo ciego. En el final de la dictadura franquista, que ya presagiaba el destape y la Movida, las niñas bien que padecían NERVIOSISMO CLITORIANO eran encerradas en estos centros. Pero ni el clero pudo impedir que Isabel Preysler SENTASE EL shishiTE en Julio Iglesias, un cantante en pleno ascenso meteórico.
Que esta figura se desposase con una mujer extranjera hizo temer a la mujer española, acostumbrada al PROTECCIONISMO DEL TESORITO que practicaba el caudillo. Así fue como las señoras comenzaron a esparcir rumores en una técnica que los biólogos denominan "competencia por derogación". Como Isabel era tenaz, no paró hasta conquistar al charismo preconstitucional. Primero, borró de su faz cualquier rasgo indígena, mediante múltiples y costosas operaciones, para que la hembra española no se sintiese amenazada por esta especie foránea. Después, cebó a la prensa rosa con cotilleos de peluquería e interpretó un papel de mártir que predijo el sufrimiento de Isabel Pantoja, pero por unos cuernos más figurados que reales.
Cuesta imaginar que ninguna persona acuda a una tienda de bricolaje y compre una bobina de nylon para estrangular el tristísimo miembro viril de Miguel Boyer. Lo cierto es que, tras convertirse en viuda de alfa por las infidelidades de Iglesias, decide renunciar al amor y pensar solo en la posición social. Esta tras*ición SLUTONA>FULL-ANA, si bien extraña, puede suceder cuando el alfota le ha dado a la mujer lo más importante: hijos biológicos. Pero siempre que la herida emocional sea indeleble. En el caso de Isabel, tras el cantante, decidió entroncar con la nobleza a través de Carlos Falcó (Marqués de Griñón), y finalmente completó su picoteo por todos los estamentos con un político del más alto nivel: todo un ministro del primer felipismo. Desde entonces, no ha cesado en su empeño obsesivo por medrar y hasta yació con el vejestorio de Vargas Llosa, pudiendo añadir un Nobel en su parrusmarés.
A la vista de toda su biografía, parece improbable que la Preysler conquistase España enristrando platanos cual cebollera gallega. Sin embargo la prensa española, lejos de hacer autocrítica, reinventa la historia como se puede apreciar en este artículo cobardica de Los Replicantes:
¡Nadie escuchó nunca que los filipinos fuesen buenos en la cama y atasen los penes con cuerdas! La leyenda que hizo famoso el carrete filipino es la que hoy se recoge en este hilo de Burbuja, siempre a la vanguardia de la Memoria Histórico-Gostosa. Caiga el oprobio sobre los periodistas mezquinos que primero inventan para después desinventar.
QUIZÁ LE INTERESE...
Ya que el carrete filipino es una práctica tan sencilla, que además llevan practicando los sodomitas desde antes de que existiesen Las Filipinas, les recomiendo esta otra: LA PINZA BIRMANA. Consiste en masajear el miembro viril con las paredes del shishiTE. Es necesario un entrenamiento del suelo pélvico, pero con esta técnica sí es creíble que una se lleve por delante a cantantes, marqueses, políticos y escritores.