Esta noche tuve un sueño. Probablemente no sea más que un sueño producto del temor a que todo se vaya a la cosa, pero quiero contarlo. De pronto era como que se acababa la energía. No había luz, ni tampoco tras*porte. Los bancos no daban abasto y muchos se quedaban con las cuentas a cero. Era como si algo hubiera fultminado todos los datos que se guardan en ordenadores. Probablmente, deduzco, se tratase de una tormenta solar. No lo sé. Recuerdo estar en la calle, viendo a la gente, desquiciada, buscando comida por todas partes, porque los supermercados quedaban sin suministro. De los pocos momentos felices en ese caos, era estar con mi familia y mis gatos, pero luego el caos otra vez. Entonces, al cabo de una semana, se restablecia la electricidad, y volvía todo poco a poco a la normalidad.