Vlad_Empalador
Será en Octubre
Calviño elude durante 15 días explicar el caso del contrato de su marido y lo reviste de «ataque a mi familia»
La vicepresidenta se niega a comentar la contratación exprés de Ignacio Manrique de Lara en Patrimonio Nacional y se declara víctima de una campaña contra ella desde 2018
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño.EFE
«Desde hace cuatro años y medio se me ataca personalmente con informaciones falsas, tergiversaciones de la realidad»
La adjudicación de un contrato de alta dirección a su marido fue firmada el pasado 2 de diciembre por su antigua secretaria de Estado en el Ministerio de Economía y actual presidenta de Patrimonio Nacional. La adjudicación es real, genera ya derechos en favor de su cónyuge y difundida por la propia entidad pública en su página web. La vicepresidenta hizo un gran sacrificio económico al aceptar ser ministra en 2018 desde su cargo de directora general de la Comisión Europea. pero está sujeta a escrutinio como todo cargo público. Tampoco explicó en su día el uso de una sociedad instrumental para adquirir un piso en Madrid.
«Como no pueden atacarme a mí tratan de atacar a mi familia»
Es su marido -que disponía de empleo en el sector privado como director de marketing de Bee Digital- el que salta sin complejos a escena al optar a un cargo público consciente de que la responsable de la adjudicación es próxima a su esposa. De la Cueva ha declarado además públicamente que la vicepresidenta es su «referente» personal y que «sin ella no estaría aquí». Calviño respalda esa candidatura de su marido como deja en evidencia en su reacción pública. En Bee Digital aseguran a este diario que, aunque le tenían apartado de tareas clave por ser persona políticamente expuesta, en ningún caso forzaron su despido.
«Ya se han dado todas las explicaciones por parte de quien las tiene que dar»
Ni Calviño las ha dado cuando se le pregunta en entrevistas o en el Congreso, y la presidenta de Patrimonio Nacional empezó a darlas al consejo de administración de la entidad pública este miércoles, veinte días después de fichar a Manrique de Lara. En todo este tiempo, De la Cueva no ha facilitado explicaciones sólidas de por qué faltó a su deber legal de abstención al incurrir en conflicto de interés por adjudicar habiendo personas interesadas por las que siente «amistad íntima». De la Cueva lo hace minimizando su papel en la adjudicación, pero en la propia convocatoria de la plaza queda claro que es quien tiene la última palabra.
El proceso está además rodeado de incógnitas como el de que fue dirigido por una comisión que, aunque calificada de «independiente» la preside uno de los lugartenientes de De la Cueva; y se la presenta como decisoria, cuando sólo era oficialmente «de asesoramiento» a la presidenta. También se sale de los cánones de contratación que Manrique de Lara ganó el contrato de directivo sin que se le realizara, ni a él ni a otros candidatos, una entrevista personal previa. Aspirantes derrotados se quejan también de falta de tras*parencia en el proceso. Otro ingrediente es que el reglamento de Patrimonio Nacional no contempla contratos de alta dirección para un puesto como el adjudicado al marido de Calviño, aunque Patrimonio Nacional asegura que tiene autorización del Ministerio de Hacienda para hacerlo. La entidad pública no ha difundido ni las condiciones del contrato ni el sueldo de Manrique de Lara, pese a ser 100% estatal.
«Los ataques personales son inaceptables desde mi punto de vista»
Se trata de una declaración ampliamente compartida en la sociedad española y europea, pero no siempre se la ha aplicado a sí misma. En un acto público llamó «simple» al entonces líder de la oposición, Pablo Casado, sin disculparse después.
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«Haga lo que haga me atacan»
Casado asegura que apoyó su candidatura a presidir el Eurogrupo frente a un candidato popular europeo, el irlandés Donohoe.
«No tengo nada más que añadir»
Así concluyó la entrevista. Un alto cargo tiene obligación de dar todas las explicaciones necesarias sobre casos que generan controversia pública y del que reclaman aclaraciones en partidos de la oposición.
La selección del Director
- CARLOS SEGOVIA
@carlossegovia_
Madrid
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La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño.EFE
- Patrimonio La ex 'número dos' de Calviño coloca al marido de la vicepresidenta con sueldo de "alta dirección"
- Gobierno Patrimonio Nacional ocultó información sobre el concurso a los que competían con el marido de Calviño
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La adjudicación de un contrato de alta dirección a su marido fue firmada el pasado 2 de diciembre por su antigua secretaria de Estado en el Ministerio de Economía y actual presidenta de Patrimonio Nacional. La adjudicación es real, genera ya derechos en favor de su cónyuge y difundida por la propia entidad pública en su página web. La vicepresidenta hizo un gran sacrificio económico al aceptar ser ministra en 2018 desde su cargo de directora general de la Comisión Europea. pero está sujeta a escrutinio como todo cargo público. Tampoco explicó en su día el uso de una sociedad instrumental para adquirir un piso en Madrid.
«Como no pueden atacarme a mí tratan de atacar a mi familia»
Es su marido -que disponía de empleo en el sector privado como director de marketing de Bee Digital- el que salta sin complejos a escena al optar a un cargo público consciente de que la responsable de la adjudicación es próxima a su esposa. De la Cueva ha declarado además públicamente que la vicepresidenta es su «referente» personal y que «sin ella no estaría aquí». Calviño respalda esa candidatura de su marido como deja en evidencia en su reacción pública. En Bee Digital aseguran a este diario que, aunque le tenían apartado de tareas clave por ser persona políticamente expuesta, en ningún caso forzaron su despido.
«Ya se han dado todas las explicaciones por parte de quien las tiene que dar»
Ni Calviño las ha dado cuando se le pregunta en entrevistas o en el Congreso, y la presidenta de Patrimonio Nacional empezó a darlas al consejo de administración de la entidad pública este miércoles, veinte días después de fichar a Manrique de Lara. En todo este tiempo, De la Cueva no ha facilitado explicaciones sólidas de por qué faltó a su deber legal de abstención al incurrir en conflicto de interés por adjudicar habiendo personas interesadas por las que siente «amistad íntima». De la Cueva lo hace minimizando su papel en la adjudicación, pero en la propia convocatoria de la plaza queda claro que es quien tiene la última palabra.
El proceso está además rodeado de incógnitas como el de que fue dirigido por una comisión que, aunque calificada de «independiente» la preside uno de los lugartenientes de De la Cueva; y se la presenta como decisoria, cuando sólo era oficialmente «de asesoramiento» a la presidenta. También se sale de los cánones de contratación que Manrique de Lara ganó el contrato de directivo sin que se le realizara, ni a él ni a otros candidatos, una entrevista personal previa. Aspirantes derrotados se quejan también de falta de tras*parencia en el proceso. Otro ingrediente es que el reglamento de Patrimonio Nacional no contempla contratos de alta dirección para un puesto como el adjudicado al marido de Calviño, aunque Patrimonio Nacional asegura que tiene autorización del Ministerio de Hacienda para hacerlo. La entidad pública no ha difundido ni las condiciones del contrato ni el sueldo de Manrique de Lara, pese a ser 100% estatal.
«Los ataques personales son inaceptables desde mi punto de vista»
Se trata de una declaración ampliamente compartida en la sociedad española y europea, pero no siempre se la ha aplicado a sí misma. En un acto público llamó «simple» al entonces líder de la oposición, Pablo Casado, sin disculparse después.
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«Haga lo que haga me atacan»
Casado asegura que apoyó su candidatura a presidir el Eurogrupo frente a un candidato popular europeo, el irlandés Donohoe.
«No tengo nada más que añadir»
Así concluyó la entrevista. Un alto cargo tiene obligación de dar todas las explicaciones necesarias sobre casos que generan controversia pública y del que reclaman aclaraciones en partidos de la oposición.
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