sopaajo
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En el sur de la Comunidad Valenciana, en la provincia de Alicante, se encuentra Callosa de Segura, una localidad que antaño se conocía como la capital del cáñamo en España. Durante la primera mitad del siglo XX, el municipio fue el epicentro del tratamiento del cáñamo en todo el país. Las producciones vecinas de la Vega Baja traían las varillas y fibras hasta allí para que las manufacturasen y las convirtiesen en alpargatas, cuerdas, velas o alimentos. Sin embargo, en los años 50, con la entrada de la fibra sintética, la producción y manufactura quedaron abandonadas y los trabajadores se vieron forzados a emigrar. En reconocimiento a todas esas personas que un día dejaron el pueblo para buscarse la vida, el 14 de agosto, «Día del callosino ausente», los artesanos y artesanas del cáñamo salen a la calle para enseñar este arte. Ahora, tras la nueva normativa de la Unión Europea que exige a partir de 2020 que las redes dejen de fabricarse con plásticos procedentes del petroleo, la industria puede volver a renacer. El cáñamo ha sido tradicionalmente un cultivo muy valorado por los agricultores en Europa por sus más de 2.000 aplicaciones. En Francia, sin ir más lejos, se plantan 12.000 hectáreas al año, de las cuales, gran parte va destinada al sector automovilístico alemán, más concretamente a la fabricación de plásticos y tapicería de Mercedes y BMW. En la antigüedad la ropa y las alpargatas se fabricaban con este resistente material así como las velas y las cuerdas. De hecho, las velas de la Pinta, la Niña y la Santamaría se fabricaron con cáñamo al igual que los primeros vaqueros Levis en el siglo XIX. -
Aplicaciones más comunes:
Fibras textiles y cordajes para tapicería, zapatería, ropa, velas, cuerdas, etc.
Semillas y aceites ricos en grasas y proteínas.
Biocombustibles, lubricantes y bioplásticos.
Materiales de bioconstrucción de gran resistencia.
Celulosa para papel.
Aplicaciones medicinales y cosméticas de los aceites.
Materiales aislantes
Cerveza
Beneficios del cáñamo
Es el cultivo que más anhídrido carbónico absorbe: 7 veces más que los cítricos (a la altura de los bosques)
Absorbe 10 veces más agua que la varilla de trigo
Absorbe los rayos ganma
Es la planta que crea más biodiversidad
Permite al agricultor predecir la producción final con precisión
Evita que se propaguen las malas hierbas
Esta subvencionado por la Unión Europea.
Todos los productos que produce son de máxima calidad (el papel, el textil, el aceite, la semilla...)
La semilla o cañamón es la única en el mundo que contiene omega 3, omega 6 y omega 9 al mismo tiempo.
Tiene múltiples usos terapéuticos (sirve para regular el colesterol, para los problemas circulatorios, la caída del pelo...)
Problemas
Actualmente, el gobierno autoriza unas 20 variedades de semillas de cáñamo para el uso industrial. Todas ellas recogidas en el decreto-ley de 1999 y con una concentración de THC, el principio psicoactivo, inferior al 0,2 %. De hecho, todas esas variedades tienen subvención europea. El problema está en la apariencia. La planta de cáñamo y la planta de marihuana son muy parecidas, y sus cogollos aún más, por lo que la Guardia Civil tiende a intervenir tanto las plantaciones como los productos finales pensando que se trata de marihuana.
Esta confusión viene dada no solo por desconocimiento, sino por cuestiones técnicas. El aparato con el que los agentes realizan el control preliminar detecta trazas de THC con independencia del porcentaje. Para ese aparato el cáñamo es marihuana. Después se realiza un contraanálisis para determinar el porcentaje pero estos resultados suelen tardar hasta 3 o 4 meses. Cuando los porcentajes de THC son menores al 0,2 % se devuelve el cáñamo incautado ya que es legal. Para evitar esto, los productores y distribuidores siempre extreman las precauciones introduciendo en los pedidos o señalizando en las plantaciones la documentación, los certificados o las facturas. Sin embargo, la tarea de discriminar entre plantas y cogollos de marihuana o de cáñamo es algo compleja para la policía por lo que normalmente detienen e incautan.
Otra de las cuestiones sensibles es el límite de concentración de THC que está dentro de la legalidad, un 0.2%. Si una planta de marihuana vecina poliniza una plantación de cáñamo la concentración puede aumentar convirtiendo este cultivo industrial legal en un cultivo ilegal.
Pese a los inconvenientes derivados de la legislación y la administración, en Callosa son optimistas. El cáñamo es un filón con un mercado potencial muy amplio y receptivo que se va a ver favorecido por las nuevas normativas europeas. Toda esta coyuntura puede devolver el esplendor a las olvidadas producciones de cáñamo y Callosa está preparada para ello. No en vano, cuentan con una escuela del Cáñamo que se encarga de tras*mitir este oficio y llevan 4 años cultivando de forma experimental 50 hectáreas. El año que viene pretenden triplicarlas aunque el mayor desafío será mecanizar la producción y asentarse de forma estable en el mercado. Esperemos que muy pronto los consumidores podamos acceder a productos de cáñamo de forma generalizada y en una atmósfera normalizada.
Aplicaciones más comunes:
Fibras textiles y cordajes para tapicería, zapatería, ropa, velas, cuerdas, etc.
Semillas y aceites ricos en grasas y proteínas.
Biocombustibles, lubricantes y bioplásticos.
Materiales de bioconstrucción de gran resistencia.
Celulosa para papel.
Aplicaciones medicinales y cosméticas de los aceites.
Materiales aislantes
Cerveza
Beneficios del cáñamo
Es el cultivo que más anhídrido carbónico absorbe: 7 veces más que los cítricos (a la altura de los bosques)
Absorbe 10 veces más agua que la varilla de trigo
Absorbe los rayos ganma
Es la planta que crea más biodiversidad
Permite al agricultor predecir la producción final con precisión
Evita que se propaguen las malas hierbas
Esta subvencionado por la Unión Europea.
Todos los productos que produce son de máxima calidad (el papel, el textil, el aceite, la semilla...)
La semilla o cañamón es la única en el mundo que contiene omega 3, omega 6 y omega 9 al mismo tiempo.
Tiene múltiples usos terapéuticos (sirve para regular el colesterol, para los problemas circulatorios, la caída del pelo...)
Problemas
Actualmente, el gobierno autoriza unas 20 variedades de semillas de cáñamo para el uso industrial. Todas ellas recogidas en el decreto-ley de 1999 y con una concentración de THC, el principio psicoactivo, inferior al 0,2 %. De hecho, todas esas variedades tienen subvención europea. El problema está en la apariencia. La planta de cáñamo y la planta de marihuana son muy parecidas, y sus cogollos aún más, por lo que la Guardia Civil tiende a intervenir tanto las plantaciones como los productos finales pensando que se trata de marihuana.
Esta confusión viene dada no solo por desconocimiento, sino por cuestiones técnicas. El aparato con el que los agentes realizan el control preliminar detecta trazas de THC con independencia del porcentaje. Para ese aparato el cáñamo es marihuana. Después se realiza un contraanálisis para determinar el porcentaje pero estos resultados suelen tardar hasta 3 o 4 meses. Cuando los porcentajes de THC son menores al 0,2 % se devuelve el cáñamo incautado ya que es legal. Para evitar esto, los productores y distribuidores siempre extreman las precauciones introduciendo en los pedidos o señalizando en las plantaciones la documentación, los certificados o las facturas. Sin embargo, la tarea de discriminar entre plantas y cogollos de marihuana o de cáñamo es algo compleja para la policía por lo que normalmente detienen e incautan.
Otra de las cuestiones sensibles es el límite de concentración de THC que está dentro de la legalidad, un 0.2%. Si una planta de marihuana vecina poliniza una plantación de cáñamo la concentración puede aumentar convirtiendo este cultivo industrial legal en un cultivo ilegal.
Pese a los inconvenientes derivados de la legislación y la administración, en Callosa son optimistas. El cáñamo es un filón con un mercado potencial muy amplio y receptivo que se va a ver favorecido por las nuevas normativas europeas. Toda esta coyuntura puede devolver el esplendor a las olvidadas producciones de cáñamo y Callosa está preparada para ello. No en vano, cuentan con una escuela del Cáñamo que se encarga de tras*mitir este oficio y llevan 4 años cultivando de forma experimental 50 hectáreas. El año que viene pretenden triplicarlas aunque el mayor desafío será mecanizar la producción y asentarse de forma estable en el mercado. Esperemos que muy pronto los consumidores podamos acceder a productos de cáñamo de forma generalizada y en una atmósfera normalizada.