M. Priede
Será en Octubre
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Tienes países como Níger, como Chad, como Somalia... Países que siguen teniendo una fertilidad muy alta. Pero déjame que te diga dos cosas importantes. Ya solo quedan dos países en el mundo con más de seis hijos por mujer. Me parece que son Malí y Níger. Hace 10 años, había 20, y mi sensación es que para 2030 ya no va a haber ninguno por encima de cinco niños. En África siguen teniendo muchos niños, pero la gente no entiende que no es un problema de nivel, sino de tasa. Y la demografía en estos países jovenlandeses está cayendo a una velocidad increíble. Como empiezas en siete, tardas muchos años en caer a dos. Pero lo impresionante es el ritmo al que está cayendo. Lo que va a pasar en África de 2020 a 2040 va a tener un impacto tremendo para la población mundial. Para empezar, hay que empezar a pensar cómo África va a digerir esto en 2050 o 2060. Se reproducen muchos comentarios sobre el potencial demográfico del mundo islámico, pero los datos son tozudos. jovenlandia, por ejemplo, está ya por debajo de la tasa de reposición.
[ En 1980 éramos 4.400 millones; este año llegaremos a 8.000. Pero los recursos energéticos están cayendo mucho más rápido, así que no nos libraremos del caos: (8) EEUU aviva la crisis del gas y del petróleo: No podremos salir al rescate energético de Europa este invierno | Burbuja.info ]
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EL CONFIDENCIAL
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"Salir a protestar por la España vacía es como salir a protestar porque hace frío"
Desde su cátedra en Pensilvania, Fernández Villaverde se ha convertido en una de las voces más autorizadas para hablar del colapso demográfico, un tema que ya es una realidad en buena parte del planeta
Jesús Fernández-Villaverde se fue hace más de 25 años a Estados Unidos y ya no regresó. Dice que, a lo largo de este cuarto de siglo, España ha perdido varios trenes y no ha sido capaz de mantener el ritmo. La mayoría de los países con los que podíamos competir nos han superado o han ampliado su ventaja. Él lo observa con impotencia en la distancia, desde su cátedra en Economía de la Universidad de Pensilvania. Entre sus áreas de especialidad, destaca un tema importante al que prestamos poca atención: el colapso demográfico en el que ya nos hemos adentrado como especie. Su grupo de estudio ha llegado a conclusiones sorprendentes y pronostica que la caída será mucho más severa y acelerada de lo que dicen las previsiones oficiales. Nos encontramos a media mañana en la cafetería del Hotel Emperatriz de Madrid, un día después de poner en solfa a la clase política española en la conferencia anual que da cada año en la Fundación Rafael del Pino.
PREGUNTA. Estáis revisando los datos oficiales y elaborando vuestras propias previsiones sobre el invierno demográfico que se cierne sobre nosotros.
RESPUESTA. Yo he tenido siempre mucho interés en un fenómeno que se llama la tras*ición demográfica. Se pasa de un régimen de muy alta fertilidad y muy alta mortalidad a otro de baja mortalidad y baja fertilidad. Hace unos años, comencé un trabajo de investigación sobre esta tras*ición a nivel global. Con un par de compañeros, empezamos a recopilar datos y nos dimos cuenta de que no había una buena base de datos unificada.
P. ¿No lo había hecho nadie antes?
R. La demografía es un área que se estudia de manera un poco local. Hay magníficos demógrafos que son muy, muy buenos, pero la estructura de la profesión es tal que el demógrafo de Francia sabe de Francia, el de Turquía sabe de Turquía, etcétera. Y las instituciones que normalmente suelen organizar las mejores bases de datos mundiales, como el Fondo Monetario Internacional, no se centran en estos temas. Luego tienes a las Naciones Unidas, que tienen un grupo de demografía que está bien, pero que sufre de los problemas de Naciones Unidas con todas las cosas. Por su mandato, no puede revisar nada que sucediese antes de 1945. Por ejemplo, yo he tenido que imputar la fertilidad de Polonia con las fronteras de hoy en día, que no son las fronteras de hace un siglo. Además, como toda institución multinacional, tiene que ser muy cuidadosa con lo que dice para que no se enfaden los países miembros. Quiero decir que si el Partido Comunista de China tiene una posición oficial acerca de la fertilidad en China, tú en la ONU no puedes sacar unas predicciones que sean muy distintas.
P. Es decir, que los números de Naciones Unidas están ya previamente cocinados, ¿no?
R. Exacto. Por eso hemos elaborado nuestra propia base de datos, que tampoco es tan diferente a la de algún otro grupo de investigadores independientes. En general, el consenso es que la fertilidad está cayendo muy, muy rápido. Es indudable que los países occidentales están ya a un nivel muy bajo. China ya está teniendo un crecimiento de población negativo desde hace bastantes años. Incluso más acelerado de lo que reconocen.
Foto: A. B.
P. ¿Cómo se puede saber que un dato tan complejo como el demográfico es falso o está cocinado?
R. Cocinar los datos es más difícil de lo que parece, porque luego salen datos que no cuadran con el resto. Hay un demógrafo chino que trabaja en Wisconsin al que se le ocurrió mirar cuántas banderillas se administran a los niños al nacer. Resulta que hay un millón y pico de banderillas menos. Al mismo investigador se le ha ocurrido también mirar el número de niños inscritos en primero de Primaria. Y los datos no cuadran, con lo cual es muy probable que las autoridades chinas hayan exagerado el número de nacimientos en los últimos 10 años y que en realidad en China la población lleve ya cayendo por lo menos cinco o seis años.
Hace 50.000 años que no estamos en una situación como la de hoy
P. Uno de los datos más sorprendentes de tu trabajo es el que asegura que el pico de nacimientos mundial se produjo en 2016. Es decir, que la caída empezó hace seis años, aunque el aumento de la esperanza de vida global permita que siga aumentando la población. Cada año nacen menos niños y no sé si somos conscientes de la importancia que tiene esto para la humanidad.
R. Lo que el lector tiene que entender es que estamos poniendo números a muchos países y esto no es una ciencia exacta. Habiendo dicho esto, lo más probable es que el número de nacimientos de la humanidad alcanzó un pico en 2016. Vale, quizá pudo ser 2017 o 2015. Pero ahora está cayendo alrededor de un millón al año. O sea, en el pico se alcanzaron unos 140 millones de nacimientos y ya debemos estar como en 135. Otra manera de verlo es que están naciendo el mismo número de niños ahora que a principios de los años ochenta, cuando la población era mucho más pequeña. Esto quiere decir que mientras continúe reduciéndose la fertilidad a la velocidad actual y la gente empiece a morirse, el pico de población de la humanidad lo vamos a tener entre 2055 y 2060. Y esto no ha ocurrido nunca. Probablemente la última vez que se redujo la población humana fue hace 50.000 años, excepto durante el breve periodo de la Peste de color en el siglo XIV. Esto es algo tremendo. Hace 50.000 años que no estamos en una situación como la de hoy. Nos pone ante un escenario desconocido.
El invierno de la especie se acelera: ni indios ni mormones tienen ya suficientes hijos
Ángel Villarino
P. La metáfora de la montaña rusa es bastante ilustrativa, porque el número de personas sobre el planeta se ha incrementado de manera exponencial y ahora se va a desplomar con la misma rapidez. Según algunos cálculos, el 1% de las personas que han habitado el planeta están vivas.
R. Así es. No nos olvidemos de que hasta hace no tanto tiempo los números de población eran muy inferiores a los actuales. China tenía 300 millones de habitantes a principios del siglo XX. La cantidad de seres humanos vivos en estos momentos es porcentualmente altísima. En ese sentido, aunque decrezca la población humana un 20, un 30 o un 40%, vamos a seguir siendo muchísimos más de los que éramos. A mí no me da miedo que los seres humanos se extingan, por lo menos en muchos siglos. Pero hemos vivido en sociedades que se han estructurado por milenios en la idea de que la población crece. Y eso se va a acabar.
P. Estamos viviendo los años más abundantes de la humanidad y empieza el retroceso.
R. Efectivamente. Como digo, el pico de nacimientos ya lo hemos dejado atrás y el pico de la población va a ser entre 2055 y 2060. A partir de este momento, las cosas van a ser diferentes. Estamos entrando en 'terra incognita'. Quizá dentro de 30 o 40 años, si la gente vuelva a leer mis artículos, encuentre errores de cálculo. Es complicado, porque no sabemos cómo va a reaccionar la gente ante un mundo con una estructura demográfica muy, muy diferente, con unas relaciones familiares muy diferentes, con unas tras*misiones intergeneracionales de riqueza muy diferentes, con unos estados de bienestar muy diferentes. Realmente, esto nos va a poner en una situación que abre una profunda tras*formación social y económica. Pero es preocupante que no haya una reflexión que nos vaya preparando para lo que viene.
P. En tus artículos, ofreces muchos casos concretos. Hablas de países donde ya están experimentando las consecuencias. En Taiwán, por poner un ejemplo, hay una gran preocupación. No encuentran reemplazos para su Ejército, que prácticamente se ha reducido a la mitad. Y las universidades que no compiten por ser las mejores presentan ya campus desiertos y se ven obligadas a cerrar.
R. Yo siempre explico este tema hablando de la edición alemana de 'El capital', de Karl Marx. Tenía un prólogo en el que utiliza una frase de Horacio que dice 'mutatu nomine de te fabula narrator' [cambiando el nombre, esta historia es sobre ti]. A lo que se refiere con esto es a que 'El capital' es una historia sobre el capitalismo en el Reino Unido, pero también es el futuro de Alemania. Así que lo que está ocurriendo en Taiwán, en Japón y en Corea del Sur es nuestro futuro, lo que nos va a pasar a nosotros. El caso de Taiwán lo conozco un poquito menos, pero el país que he mirado con cierto detalle es Corea del Sur. Uno de mis estudiantes es de allí y explica que cuando él se graduó era muy difícil entrar en las universidades punteras. Ahora, como las cohortes son mucho más pequeñas, resulta mucho más sencillo. El examen de selectividad no hay que preparárselo tanto, porque hay menos competencia. Es un mundo totalmente distinto hasta en esos detalles.
P. Afecta a todos los ámbitos, no solo a los detalles.
R. Allí ocurre exactamente lo mismo que en España. Tienen su propia Corea vacía. Los chicos jóvenes de las provincias se marchan a estudiar a Seúl. Es una ciudad muy agradable, donde hay bares y discotecas, restaurantes... Para las universidades de provincias, es catastrófico. Hay menos estudiantes y los que hay tienen mucho más sencillo entrar en las mejores universidades de Seúl. Eso es exactamente lo que va a pasar en España en 20 años. Ya no solo es que haya menos niños nacidos en Burgos o en León, es que los niños de Burgos o León van a irse a Madrid.
Foto: A. B.
P. Estos días se han publicado análisis militares desde un punto de vista demográfico. En uno de ellos comparaban la cantidad de jóvenes rusos que lucharon en la II Guerra Mundial con los actuales. El empuje bélico no es comparable, entre otras muchas cosas, porque Rusia es un país con una demografía totalmente distinta. No hay tanta gente joven que mandar a la guerra.
R. Claro, claro, afecta a todos los aspectos de la sociedad. Por ejemplo, a los hospitales. Si tú estás en una provincia con muy poca población, el cirujano de tu entorno no va a tener tanta experiencia como el de la gran ciudad. ¿Qué es lo que va a ocurrir? Que si tienes un cáncer y vives en Palencia, vas a preferir que te operen en Madrid, donde el cirujano tiene mucha más experiencia con esa enfermedad.
P. ¿Hay alguna manera de arreglar esto? ¿Qué opinas de los partidos de la España Vacía?
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