el_gitano
Madmaxista
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Cualquiera que por cualquier motivo utilice y compre vez en cuando furgonetas se habrá dado cuanta de que los precios han subido exageradamente. No solo las nuevas, cualquier furgoneta de segunda mano se vende ahora por cifras impensables hace un par de años.
Cacharros que antes iban a desguace, ahora se hacen andar como sea y se venden a no menos de 3.000 €.
El problema es que la demanda es infinitamente superior a la oferta. Una de estas causas es la moda de “camperizar” furgonetas.
A la bigotuda de turno se le ocurre que para poner mas fotos con morritos en el insta, lo mejor es comprarse una furgo para irse por ahí de tourné. El plancha ropa interior correspondiente pide él créditon y se gastan lo que les den en una furgoneta con un colchón y un armario de aglomerado.
Normalmente la bigotuda se aburre rápido, y les toca engañar a otra pareja en el timo piramidal; pero sin perder el coste incíal más la inversión (placas solares, muebles, toldos…)
Al final los nuevos petulantes camperos no pueden permitirse el furgoneton preparado, y se compran algo más asequible y lo preparan ellos (mejor dicho él) para ahorrar dinero.
Así otra furgoneta desaparece del circuito profesional, y deberá ser reemplazada por otra para seguir realizando actividades económicas.
Esto genera una escasez que aumenta los precios y dificulta la realización de actividades profesionales; lo que interfiere con la marcha de la economía.
Mientras tanto miles de fuegonetas plenamente aprovechables languidecen paradas 350 días al año, porque ni se usan lo suficiente ni se “venden por lo que valen”
Cacharros que antes iban a desguace, ahora se hacen andar como sea y se venden a no menos de 3.000 €.
El problema es que la demanda es infinitamente superior a la oferta. Una de estas causas es la moda de “camperizar” furgonetas.
A la bigotuda de turno se le ocurre que para poner mas fotos con morritos en el insta, lo mejor es comprarse una furgo para irse por ahí de tourné. El plancha ropa interior correspondiente pide él créditon y se gastan lo que les den en una furgoneta con un colchón y un armario de aglomerado.
Normalmente la bigotuda se aburre rápido, y les toca engañar a otra pareja en el timo piramidal; pero sin perder el coste incíal más la inversión (placas solares, muebles, toldos…)
Al final los nuevos petulantes camperos no pueden permitirse el furgoneton preparado, y se compran algo más asequible y lo preparan ellos (mejor dicho él) para ahorrar dinero.
Así otra furgoneta desaparece del circuito profesional, y deberá ser reemplazada por otra para seguir realizando actividades económicas.
Esto genera una escasez que aumenta los precios y dificulta la realización de actividades profesionales; lo que interfiere con la marcha de la economía.
Mientras tanto miles de fuegonetas plenamente aprovechables languidecen paradas 350 días al año, porque ni se usan lo suficiente ni se “venden por lo que valen”
