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Madmaxista
Los participantes en la Tomatina de Buñol (Valencia) de este año se lanzarán, como en 2011, un total de 120.000 kilogramos de tomate procedentes, también como ha sucedido en otras ediciones, de una cooperativa agrícola de Moncofa (Castellón). Este acto tendrá lugar el último miércoles de agosto, por lo tanto, el día 29.
Según ha informado a Europa Press el concejal de Comunicación de esta localidad, Rafael Pérez, se prevé que en 2012 participen en esta celebración entre 35.000 y 40.000 personas, el tope máximo de afluencia del evento. En términos económicos se espera obtener unos beneficios en torno a los 300.000 euros, según un estudio del impacto económico de esta cita. El Ayuntamiento de Buñol ha asegurado que pese a los momentos de crisis, se esfuerza para que esta fiesta siga siendo "referente a nivel mundial".
Respecto a la procedencia de los participantes, el edil de Comunicación ha comentado que será, como cada año, "muy diversa". Procederán tanto del País Valencià, como de otras zonas de España y de otros países. Pérez ha señalado que en esta ocasión se espera la asistencia de gente procedente de Brasil y, como ya es habitual, de países como Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda o India, en los que la Tomatina despierta gran expectación. Este festejo tiene sus orígenes en 1945, en la pelea que un grupo de jóvenes inició lanzándose tomates.
A partir de entonces, cada año se fue repitiendo esta escena hasta dar lugar a la conocida festividad. Pérez ha destacado que en 1945 la peculiar batalla de tomate tuvo lugar un 29 de agosto, como sucederá también en 2012. Igualmente, el concejal ha resaltado que este año la Tomatina celebra el décimo aniversario de su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Cuando concluya la cucaña
Este acto empezará, como es habitual, a las 11.00 horas y concluirá al mediodía. Tanto el inicio como el final se anunciarán con una carcasa. Pérez ha señalado respecto a la hora de comienzo de esta celebración que lo tradicional es que arranque cuando concluye la cucaña (un palo enjabonado con un jamón en su extremo) que se instala ese día, después de que quienes participan en ella logran alcanzar el trofeo que se coloca en su parte más alta. No obstante, ha apuntado que el inicio se ha fijado a las 11.00 horas.
La Tomatina tendrá lugar en la zona en la que se desarrollada cada año, entre las calles San Luis y la Avenida Diputación de Buñol. Se trata de un itinerario que recorrerán los cinco camiones con bañera de gran tonelaje que tras*portan el tomate. El concejal de Comunicación ha explicado que sobre estos vehículos viajarán aproximadamente 150 personas (unas 30 por camión) que se encargarán de repartir esta hortaliza entre los asistentes. Este personal estará asistido a pie de calle por voluntarios y colaboradores de la fiesta, unos quince por camión, que se encargan de vigilar la trayectoria de los camiones y contribuir a la seguridad del festejo.
Asimismo, el edil ha manifestado que para garantizar la seguridad del acto se contará con un operativo especial del que formarán parte un centenar de policías locales, tanto de Buñol como de otras poblaciones que acuden como refuerzo; 150 miembros de Protección Civil; aproximadamente medio centenar de agentes de la Guardia Civil; dos helicópteros de la Policía Nacional y unos 50 vigilantes de seguridad privada contratados por el Ayuntamiento de Buñol para controlar el recorrido y vigilar que los participantes guardan la distancia adecuada a los camiones.
Pérez ha subrayado que este año el dispositivo de seguridad se prolongará durante más tiempo, dado que no comenzará a las 6.00 horas del día de la Tomatina, como se hacía hasta ahora, sino que arrancará la noche anterior y se prolongará hasta las 18.00 horas en lugar de hasta las 16.00 horas como sucedía antes. Por otro lado, se habilitarán diversas zonas del municipio para instalar duchas en la que los asistentes a La Tomatina puedan lavarse cuando concluya. Para ello se contará también con las mangueras que el Ayuntamiento y los vecinos de la ciudad ofrecen a los participantes. Además, muchos de ellos acudirán al río Buñol para refrescarse tras el festejo.
Que den estos tomates para los que no tienen para comer y que se dejen de fiestas estúpidas.
Según ha informado a Europa Press el concejal de Comunicación de esta localidad, Rafael Pérez, se prevé que en 2012 participen en esta celebración entre 35.000 y 40.000 personas, el tope máximo de afluencia del evento. En términos económicos se espera obtener unos beneficios en torno a los 300.000 euros, según un estudio del impacto económico de esta cita. El Ayuntamiento de Buñol ha asegurado que pese a los momentos de crisis, se esfuerza para que esta fiesta siga siendo "referente a nivel mundial".
Respecto a la procedencia de los participantes, el edil de Comunicación ha comentado que será, como cada año, "muy diversa". Procederán tanto del País Valencià, como de otras zonas de España y de otros países. Pérez ha señalado que en esta ocasión se espera la asistencia de gente procedente de Brasil y, como ya es habitual, de países como Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda o India, en los que la Tomatina despierta gran expectación. Este festejo tiene sus orígenes en 1945, en la pelea que un grupo de jóvenes inició lanzándose tomates.
A partir de entonces, cada año se fue repitiendo esta escena hasta dar lugar a la conocida festividad. Pérez ha destacado que en 1945 la peculiar batalla de tomate tuvo lugar un 29 de agosto, como sucederá también en 2012. Igualmente, el concejal ha resaltado que este año la Tomatina celebra el décimo aniversario de su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Cuando concluya la cucaña
Este acto empezará, como es habitual, a las 11.00 horas y concluirá al mediodía. Tanto el inicio como el final se anunciarán con una carcasa. Pérez ha señalado respecto a la hora de comienzo de esta celebración que lo tradicional es que arranque cuando concluye la cucaña (un palo enjabonado con un jamón en su extremo) que se instala ese día, después de que quienes participan en ella logran alcanzar el trofeo que se coloca en su parte más alta. No obstante, ha apuntado que el inicio se ha fijado a las 11.00 horas.
La Tomatina tendrá lugar en la zona en la que se desarrollada cada año, entre las calles San Luis y la Avenida Diputación de Buñol. Se trata de un itinerario que recorrerán los cinco camiones con bañera de gran tonelaje que tras*portan el tomate. El concejal de Comunicación ha explicado que sobre estos vehículos viajarán aproximadamente 150 personas (unas 30 por camión) que se encargarán de repartir esta hortaliza entre los asistentes. Este personal estará asistido a pie de calle por voluntarios y colaboradores de la fiesta, unos quince por camión, que se encargan de vigilar la trayectoria de los camiones y contribuir a la seguridad del festejo.
Asimismo, el edil ha manifestado que para garantizar la seguridad del acto se contará con un operativo especial del que formarán parte un centenar de policías locales, tanto de Buñol como de otras poblaciones que acuden como refuerzo; 150 miembros de Protección Civil; aproximadamente medio centenar de agentes de la Guardia Civil; dos helicópteros de la Policía Nacional y unos 50 vigilantes de seguridad privada contratados por el Ayuntamiento de Buñol para controlar el recorrido y vigilar que los participantes guardan la distancia adecuada a los camiones.
Pérez ha subrayado que este año el dispositivo de seguridad se prolongará durante más tiempo, dado que no comenzará a las 6.00 horas del día de la Tomatina, como se hacía hasta ahora, sino que arrancará la noche anterior y se prolongará hasta las 18.00 horas en lugar de hasta las 16.00 horas como sucedía antes. Por otro lado, se habilitarán diversas zonas del municipio para instalar duchas en la que los asistentes a La Tomatina puedan lavarse cuando concluya. Para ello se contará también con las mangueras que el Ayuntamiento y los vecinos de la ciudad ofrecen a los participantes. Además, muchos de ellos acudirán al río Buñol para refrescarse tras el festejo.
Que den estos tomates para los que no tienen para comer y que se dejen de fiestas estúpidas.