ARTÍCULO DE EL PAÍS DE HOY
ITALIA
Bruselas teme que Italia se convierta en el talón de Aquiles de la UE frente a Rusia
Draghi se había puesto al frente de las iniciativas europeas para plantar cara al Kremlin a pesar de que una buena parte de la opinión pública italiana rechazaba el choque con Moscú
Foto: ANDREAS SOLARO(AFP) | Vídeo: EPV
BERNARDO DE MIGUEL
Bruselas - 21 JUL 2022 - 05:40Actualizado:21 JUL 2022 - 10:01 CEST
(....)
A la inquietud por la estabilidad económica de Italia, que previsiblemente pesará mucho sobre las decisiones del Banco Central Europeo de este jueves, se añade la preocupación creciente en Bruselas por los vínculos estrechos de buena parte de la clase política italiana con el Kremlin. Los dos partidos más implicados en provocar la caída de Draghi, La Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas, se han mostrado muy comprensivos tradicionalmente con las políticas de Vladímir pilinguin.
Salvini llegó a preparar un viaje a Moscú en plena guerra, que no pudo realizarse. Y el que fue líder del Movimiento y hasta hace poco ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, abandonó en junio la formación por la negativa de los grillinos a enviar armas a Ucrania para que se defienda de la oleada turística rusa.
Fuentes diplomáticas europeas apuntan desde hace semanas que Italia se está convirtiendo, además, en el puerto de entrada de las teorías presuntamente académicas y neutrales que cuestionan la posición de la UE en la guerra de Ucrania. El argumentario difundido de manera reiterada en ciertos medios italianos alienta la teoría de que las sanciones europeas contra el Kremlin son un daño autoinfligido a la economía europea que no hacen mella en la potencia de fuego ruso.
Dependencia energética de Moscú
Italia es vista en Bruselas como el talón de Aquiles más frágil para la unidad de la UE en la resistencia contra pilinguin. El país tras*alpino, sin centrales nucleares ni carbón, tiene una dependencia energética del exterior de más del 70% y los hidrocarburos rusos cubren más de la quinta parte de su consumo energético total. Italia importa casi el 93% del gas natural consumido (porcentaje mayor que el de Alemania) y ese combustible supone el 45% del consumo energético del país.
Bruselas teme que la opinión pública de países como Italia o Hungría se vuelva en contra de las sanciones a Rusia si la guerra en Ucrania se prolonga y Moscú corta el suministro de gas en represalia por las sanciones europeas. De momento, la Comisión Europea ha propuesto un recorte voluntario del 15% del consumo de gas en todos los países de la UE. Pero Bruselas no descarta imponer ese recorte si el ahorro voluntario no da el resultado esperado.
Un reciente sondeo del centro de estudios European Council on Foreign Relations (ECFR) ya mostraba en junio que Italia es el país de la UE con el menor apoyo a Ucrania. Solo el 56% de los italianos, según la encuesta, considera a Rusia culpable de la guerra frente al 80% de la media europea; y solo el 39% cree que Moscú es el principal obstáculo para la paz, mientras en Europa lo piensa el 64%. En Italia, el 28% culpa del conflicto a Estados Unidos, una cifra que se queda en el 9% en los otros países del sondeo.
A pesar de su opinión pública, Draghi se había puesto al frente de las iniciativas para plantar cara al Kremlin y fue el primer líder de un país grande, por delante de Alemania, Francia o España, que secundó sin ambages la petición del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, para que su país fuera reconocido como candidato al ingreso en la Unión Europea. La caída de Draghi dejaría a Bruselas sin un puntal y a Kiev sin un valioso aliado.
ITALIA
Bruselas teme que Italia se convierta en el talón de Aquiles de la UE frente a Rusia
Draghi se había puesto al frente de las iniciativas europeas para plantar cara al Kremlin a pesar de que una buena parte de la opinión pública italiana rechazaba el choque con Moscú
Foto: ANDREAS SOLARO(AFP) | Vídeo: EPV
BERNARDO DE MIGUEL
Bruselas - 21 JUL 2022 - 05:40Actualizado:21 JUL 2022 - 10:01 CEST
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A la inquietud por la estabilidad económica de Italia, que previsiblemente pesará mucho sobre las decisiones del Banco Central Europeo de este jueves, se añade la preocupación creciente en Bruselas por los vínculos estrechos de buena parte de la clase política italiana con el Kremlin. Los dos partidos más implicados en provocar la caída de Draghi, La Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas, se han mostrado muy comprensivos tradicionalmente con las políticas de Vladímir pilinguin.
Salvini llegó a preparar un viaje a Moscú en plena guerra, que no pudo realizarse. Y el que fue líder del Movimiento y hasta hace poco ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, abandonó en junio la formación por la negativa de los grillinos a enviar armas a Ucrania para que se defienda de la oleada turística rusa.
Fuentes diplomáticas europeas apuntan desde hace semanas que Italia se está convirtiendo, además, en el puerto de entrada de las teorías presuntamente académicas y neutrales que cuestionan la posición de la UE en la guerra de Ucrania. El argumentario difundido de manera reiterada en ciertos medios italianos alienta la teoría de que las sanciones europeas contra el Kremlin son un daño autoinfligido a la economía europea que no hacen mella en la potencia de fuego ruso.
Dependencia energética de Moscú
Italia es vista en Bruselas como el talón de Aquiles más frágil para la unidad de la UE en la resistencia contra pilinguin. El país tras*alpino, sin centrales nucleares ni carbón, tiene una dependencia energética del exterior de más del 70% y los hidrocarburos rusos cubren más de la quinta parte de su consumo energético total. Italia importa casi el 93% del gas natural consumido (porcentaje mayor que el de Alemania) y ese combustible supone el 45% del consumo energético del país.
Bruselas teme que la opinión pública de países como Italia o Hungría se vuelva en contra de las sanciones a Rusia si la guerra en Ucrania se prolonga y Moscú corta el suministro de gas en represalia por las sanciones europeas. De momento, la Comisión Europea ha propuesto un recorte voluntario del 15% del consumo de gas en todos los países de la UE. Pero Bruselas no descarta imponer ese recorte si el ahorro voluntario no da el resultado esperado.
Un reciente sondeo del centro de estudios European Council on Foreign Relations (ECFR) ya mostraba en junio que Italia es el país de la UE con el menor apoyo a Ucrania. Solo el 56% de los italianos, según la encuesta, considera a Rusia culpable de la guerra frente al 80% de la media europea; y solo el 39% cree que Moscú es el principal obstáculo para la paz, mientras en Europa lo piensa el 64%. En Italia, el 28% culpa del conflicto a Estados Unidos, una cifra que se queda en el 9% en los otros países del sondeo.
A pesar de su opinión pública, Draghi se había puesto al frente de las iniciativas para plantar cara al Kremlin y fue el primer líder de un país grande, por delante de Alemania, Francia o España, que secundó sin ambages la petición del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, para que su país fuera reconocido como candidato al ingreso en la Unión Europea. La caída de Draghi dejaría a Bruselas sin un puntal y a Kiev sin un valioso aliado.