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Quitáis las ganas de vivir
"No más jodidos confinamientos, dejemos que los cuerpos se apilen por miles"
Boris Johnson no habría llegado nunca tan lejos sin la magia de color de Dominic Cummings, artífice de la victoria en el referéndum de la UE con el lema "Take back...
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"No más dolidos confinamientos, dejemos que los cuerpos se apilen por miles"
- CARLOS FRESNEDA
Corresponsal
@cfresneda1
Londres
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La prensa británica atribuye unas explosivas declaraciones a Boris Johnson sobre la gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en medio de la guerra abierta entre el 'premier' y su ex asesor Dominic Cummings
Boris Johnson y Dominc Cummings en 2019.AFP
Lo último que necesitaba Johnson a estas alturas, reconciliado con los británicos por "el impulso de las banderillas", era convertir a su viejo aliado en íntimo enemigo. Y sin embargo aquí estamos, en las primeras escaramuzas de una personalísima guerra que está haciendo temblar los cimientos de Downing Street.
La útima filtración, gentileza de 'The Daily Mail', atribuye a Johnson un rotundo exabrupto durante una reunión con su equipo: "No más dolidos confinamientos, dejemos que los cuerpos se apilen por miles"... La BBC ha confirmado la información por una segunda fuente, aunque el propio Johnson sostiene que él no llegó nunca a dedir eso: "La responsabilidad del Gobierno es hacer que los confinamientos funcionen".
Se desconoce si Cummings está o no detrás de esta última "puñalada" informativa, pero el ex gurú de Johnson ya ha anticipado que está dispuesto a contar toda la verdad cuando comparezca, el 26 de mayo, ante la sesión del comité de ciencia y salud del Parlamento consagrada a las "lecciones" del esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Según anticipó 'The Sunday Times', Cummings planea dejar en evidencia al "premier" por sus dudas a la hora de decretar el primer confinamiento en marzo y su negativa a decretar entonces el cierre de fronteras "en el nombre de la Gran Bretaña Global". El ex estratega piensa detallar también la tardía reacción en septiembre y las reticencias de Johnson ante los nuevos confinamientos, pese a la virulencia de la segunda ola.
Cummings ha pedido de hecho la apertura de una investigación urgente sobre la actuación del Gobierno durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, a partir de un hecho irrefutable: pese al éxito de la campaña de banderillación que ha superado ya el 50% de la población, el Reino Unido sigue siendo el país europeo con más víctimas mortales (más de 127.000).
Las recientes revelaciones han reactivado de hecho las peticiones del grupo de Familias Afligidas del el bichito-19 por la Justicia, que han condenado la actitud de Johnson hacia las víctimas como "descorazonadora e irrespetuosa". El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, ha decidido aprovechar la situación para atacar al "premier" e intentar recuperar la tracción perdida en las encuestas.
Starmer confesó haberse quedado "estupefacto" ante las informaciones sobre las supuestas palabras de Johnson sobre los "cuerpos apilados". "Todo el mundo debería estar preocupado, sobre todo por las familias que han perdido a alguien por el el bichito", declaró.
La bola de nieve que echó a rodar Dominic Cummings va creciendo por días, y en Downing Street crece el temor por todo lo que el 'Rasputin' de la política británica puede revelar a sus 49 años, teniendo en cuenta su proverbial desprecio por acatar las reglas (él mismo se saltó el confinamiento con aquel viaje familiar de 400 kilómetros de Londres a Durham que sirvió para hundir a Johnson en las encuestas).
Cuesta creer a estas alturas que el "casus belli" entre el "premier" y su ex gurú fue la filtración de los mensajes de texto que intercambió con el multimillonario James Dyson, el rey de las aspiradoras, prometiendo exenciones fiscales para sus empleados en la fabricación de 10.000 respiradores para la emergencia del el bichito. La historia provocó un revuelo parlamentario, intensificado cuando el entorno del "premier" lanzó su dedo acusador contra Cummings como el origen del "chivatazo" a la prensa.
Cummings se defendió como gato panza arriba, alegando que él no se fue de la lengua, que la "chatting rat" ("rata charlatana") sigue trabajando para Johnson y que es además amigo de su novia, Carrie Symonds (supuestamente, el asesor Henry Newman). En un ataque de ira contra su ex jefe, Cummings escribió una entrada de mil palabras en su blog para ir calentando la artillería...
ESCÁNDALO "WALLPAPERGATE"
"Es triste ver cómo la oficina del Primer Ministro ha caído muy por debajo de los estándares de competencia e integridad que merece el país", escribió el ex estratega, que acusó a Johnson de comportarse de "un modo inmoral, alocado y posiblemente ilegal".
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2021/04/26/6086a94021efa04c0d8be609.html
https://www.elmundo.es/loc/2021/04/24/60848a49fc6c83c5308b4664.html
Como discreto anticipo de todo lo que ha venido después, el gurú ponía sobre la mesa los chanchullos detrás de la controvertida redecoración de Downing Street, un pequeño escándalo conocido como el "Wallpapergate" y con Carrie como protagonista. Cummings confirmó que Johnson llegó a plantear la posibilidad de financiar la reforma (presupuestada en 65.000 euros) con dinero cedido en secreto por donantes del Partido Conservador: "Le dije que yo no podía ayudarle a organizar esos pagos", aclaró su ex asesor.
A toro pasado, hay quienes han querido ver la mano de color de Cummings detrás del otro escándalo del momento: las gestiones del ex premier David Cameron para lograr un trato de favor a su socio, el financiero Lex Greensill, en la concesión de préstamos y ayudas por el el bichito. Ahí empezó a realmente a gestarse la enésima guerra civil de los "tories", cuando el viento volvía a soplar a favor.