Bienvenidos los orates de izquierdas (Edurne Uriarter en El Debate)

Bienvenidos los orates de izquierdas

30/12/2023

EDURNE URIARTE-EL DEBATE

• Y no descartemos que ya haya orates de derechas pensando en invitar a Javier Cercas a ser el orador de una próxima concentración por la libertad y la democracia. O a proponerle para algún homenaje o premio.

Javier Cercas es un escritor de izquierdas que ha necesitado diez años para saber quién es Pedro Sánchez, veinte, si contamos a su inspirador Zapatero. Tan entregado estaba Cercas al líder socialista que, antes de las elecciones de julio, escribió un artículo pidiendo el voto para Sánchez, sin importarle en absoluto a un catalán como él la legitimación del golpismo secesionista llevada a cabo por su amado líder durante cinco largos años, por aquello de que lo importante es combatir a la «ultraderecha». Pues bien, este escritor de probada y prolongada torpeza política y ética ha sido muy celebrado por opinadores de derechas porque acaba de caer del guindo y denuncia ahora que Sánchez ha mentido y ha pactado con un prófugo de la Justicia. Aún más, llama a la rebelión, pero contra todos los políticos y todos los partidos. Porque la responsabilidad no es de petulantes jovenlandesales como él, sino de todos los políticos a los que ya no votará jamás, asegura en ridícula pataleta.

Cómo será de grave la degradación socialista para que esta lumbrera del pensamiento también se haya bajado del tren. Es un síntoma de la deriva socialista liderada por Sánchez. Pero a mí me preocupa otro aspecto de esta historia y es la emoción colectiva de la derecha dando la bienvenida de nuevo a un orate de izquierdas. Por esa necesidad que tiene el pensamiento liberal-conservador de la aprobación de alguien de izquierdas. Por esa patética búsqueda de reconocimiento de un representante del progresismo para creer en sus propias ideas. ¿Que el progresista en cuestión lleva equivocándose 20 años? Da igual, lo que importa es que viene del progresismo, y, aunque sea con décadas de retraso, ahora dice lo mismo que ya habían adelantado hace años los intelectuales de derechas.

Es el irritante complejo de la derecha, tanto la intelectual como la política. En parte comprensible, es verdad. Por esa mayoría de la izquierda en el ámbito de la creación de ideas, de tal manera que cualquier deserción del bando progresista es tomada como un gran paso adelante por la minoría rodeada y maltratada, que es como vive la derecha en el ámbito intelectual. Pero la excusa no justifica el grave error, un error recurrente que contribuye a fortalecer la pretensión de superioridad jovenlandesal de la izquierda en el debate político e intelectual.

En ese contexto ocurre una y otra vez, por ejemplo, lo de la concentración cívica contra la amnistía del pasado 18 de noviembre en Madrid. ¿Intelectuales invitados a dirigirse a los manifestantes? Savater y Trapiello, qué casualidad, ambos del ámbito de C´s, siempre cuidadosos de no traspasar la frontera de la sospechosa derecha. La inmensa mayoría de los ciudadanos que fueron a aquella concentración eran votantes del PP y de Vox, y, claro está, los pobres necesitaban unas gotas de sello progresista, al menos entre los oradores, para justificar aquella protesta. Bastante de derechass eran los manifestantes como para poner a otros de derechass a hablar, debieron de pensar los organizadores.

Y no descartemos que ya haya orates de derechas pensando en invitar a Javier Cercas a ser el orador de una próxima concentración por la libertad y la democracia. O a proponerle para algún homenaje o premio. Así funciona el complejo de inferioridad de la derecha, siempre necesitada de algún Javier Cercas que le justifique su existencia.

Dj Puesto dijo:

Por el puñetero complejo, es todo una batalla verbal y de formas que ganó la izquierda hace mucho, en Alemania hay un brutal complejo de la gente a cuenta del holocuento, cuando nadie de los que vota ahora estaba vivo cuando eso ocurrió, algo tan menso como que yo tenga que arrepentirme porque un antepasado de granada con el que comparto 0,00% de linaje llegó a una aldea colombiana y se ***ó a la tatatatatatarabuela de uno y a su cabra.
[...]

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Muy buen comentario

Es más, te añadiría un matiz que igual no has caído a la hora de analizarlo. Que incluso a mi me ha costado ver....

La gente conservadora es reacia al cambio. Muy a menudo se relaciona con la edad, ese momento en que tienes la vida hecha y ya no comprendes (o quieres comprender...) los nuevos paradigmas. O gente que se ha educado en eso.

Ten en cuenta que la ventana de Oberton está en manos de la izquierda desde hace 30 años, sin discusión alguna por la derecha. ¿Cuál es el problema? Pues que una nueva realidad implantada hace 15 años puede ser perfectamente defendida por alguien conservador como 'no cambio'.

Quizás no tanto en lo folklórico (véase feminismos, igualdades, LGBTI y demás...) pero sí en todo lo tocante al estatismo. Que ha crecido una burrada, al amparo de los 'presupuestos expansivos'. De gastar, dar pagas, subvencionar.

Con esas cosas que son menos llamativas que el folklore ideológico, al no haber batalla alguna desde la derecha, el conservador termina asumiéndolas dentro de su parámetro de cosas defendibles. Más aún, si por edad ya disfruta (o está cerca de hacerlo...) de las prebendas para los jubilados.

Digamos que con esto consiguen, en una jugada maestra, separar el componente liberal del conservador. Que fue la gran jugada maestra de la izquierda en el XX, dejar un tablero con dos estatismos colectivistas como extremos. De forma que el liberalismo se queda in lugar físico en el eje de coordenadas.

Y es que sería el perfil más liberal el que podría enfrentarse dialécticamente y negar la mayor a la izquierda. Pero....los partidos de la derecha no lo hacen, porque se dirigen al perfil conservador, que es mucho más mayoritario.

Y como bien dices, el perfil conservador se escandalizará con la ley tras* y cosas así, pero ya acepta peligrosamente que le quiten el 70% de lo que gana, que haya pagas por doquier, subvenciones. Es decir, lo principal económico.