Belarra, retrato de una analfabeta vaga e inútil

Vlad_Empalador

Será en Octubre
Desde
24 Ene 2009
Mensajes
79.517
Reputación
169.237
Lugar
En el bunker
Belarra, patinadora 'moscovita': "De su área conocerá mucho, pero de otras... nada"
PREMIUM
Actualizado Lunes, 6 marzo 2023 - 13:23
Ver 34 comentarios
Los 'patinazos' de la ministra que soñaba con ser campeona de España, íntima de Irene Montero, a cuya sombra ascendió, y que ha terminado como la mejor aliada de las políticas de pilinguin en el Gobierno
Imagenes: 'El Intermedio' (La Sexta)

Imagenes: 'El Intermedio' (La Sexta)
Antes que secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra fue patinadora. Y estos días no cesa de recibir reproches por sus fabulosos 'patinazos'. Sostiene, por ejemplo, que la guerra en Ucrania sólo acabará con una mesa de negociación o, en su defecto, un apocalipsis nuclear. Una opinión corregida por Margarita Robles, titular de Defensa: «De su área conocerá mucho, pero de otras... nada». Los enviados especiales al país de Zelenski, testigos de la barbarie, y de la distancia que va de los hospitales y las morgues al postureo que algunos repiten como papagayos, le han dedicado críticas unánimes. «Coja un avión a Moscú...», le ha dicho José Andrés, nuestro cocinero más internacional, premio Princesa de Asturias de la Concordia. A ver si así, enfrentada a la apisonadora neoimperialista, a la destrucción sistemática de un país, amortigua la dosis de palabrería. Como frustrada patinadora de competición, por cierto, Belarra fue tan exitosa como hoy ministra: terminó decimocuarta en el campeonato de España de velocidad juvenil. En cuanto a su desempeño ministerial, según sentencia el CIS de Tezanos, es la política peor valorada del Gobierno Sánchez, con un famélico 3,63. Tiene su mérito.
Belarra, acompañada por Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos y secretaria de Estado para la Agenda 2030, participó hace unos días en la III Conferencia Europea por la Paz, una ceremonia de autobombo, organizada por Podemos. Con un doble propósito. Permite marcar distancias con el PSOE en vísperas electorales, y ayuda a entretejer alianzas y vender la mercancía en los mercadillos internacionales. Un acto sobre la guerra de Ucrania. Sin ucranianos ni ucranianas. Sin heridos. Sin refugiados ni represaliados. Ni falta que hacen, compañeros y compañeras.
Desde la superioridad jovenlandesal que conceden sus 79.415,16 euros brutos de sueldo, Belarra, acompañada por «representantes de fuerzas políticas progresistas europeas» y «representantes de Izquierda Unida, Alianza Verde, ERC, EH Bildu y BNG», criticó el envío de material bélico ofensivo. Afirmó que «las guerras siempre las pagan los pueblos, los humildes, los de abajo, y nunca quienes las ordenan desde despachos lujosos». Como escribió el filósofo Santiago Alba Rico, antaño muy leído por el sanedrín podemita, «las armas que se envían desde la UE y desde EE.UU., al mismo tiempo que prolongan la guerra, garantizan el inalienable derecho a la defensa que la justicia y la ONU reconocen a todo pueblo agredido. ¿Cuál sería la alternativa?». Dejarse someter, tal vez. O, acaso, liquidar.
Nacida en Pamplona, en 1987, llega a Madrid para estudiar psicología en la Universidad Autónoma, Belarra «forma parte de los dirigentes más afines al pablismo, del entorno de máxima confianza de Pablo Iglesias y es amiga de Irene Montero desde la época de la Universidad», según recuerda el periodista Luca Costantini, autor de dos libros importantes para entender Podemos, 'Al olor del dinero' (La Esfera de los Libros, 2021) y 'Aquí mando yo' (La Esfera de los Libros, 2019). «Escaló posiciones de la mano de Montero, por ser una de sus protegidas, según se desarrollaban las guerras internas, hasta su cénit político en 2021, cuando es nombrada secretaria general», dice. Respecto a Rusia, «sus posiciones tienen que ver con el interés político de Podemos, que tiene dos derivadas, la clave electoral, porque calculan que hay cerca de un 30% de españoles que tiene dudas sobre el envío de armas, por lo que intenta rentabilizar este nicho electoral, y luego está la idea, para cierto Podemos, de que hay una deuda pendiente con Rusia». Una deuda relacionada tanto con el apoyo que el Kremlin brindó a muchos de los canales donde el primer Podemos exhibió su mercancía, como con la concordancia entre los discursos de ambos, antagónicos del liberalismo, nutridos de convicciones autoritarias y enemistados con Estados Unidos.
Imagenes: 'El Intermedio' (La Sexta)

Imagenes: 'El Intermedio' (La Sexta)
Curiosamente, la siguiente en la lista de los peor valorados es su mejor amiga en política, la ministra de Igualdad. Consciente de su popularidad frigorizada, Belarra no ha dudado en salir a patinar en señal abierta. A lo mejor así logra conquistar a unos votantes con el entusiasmo francamente quebrado. ¿Por qué escogió ese deporte? «Mis padres eran un poco hippies», le contó a Thais Villas en 'El Intermedio', «me preguntaron qué quería hacer y les dije: "patinar", y hasta hoy». Por entonces Belarra ya presumía de físico. «Sacando ojo ciego», ministra, le dice Villas, mientras ésta trata de enseñarle a patinar en antena. «A mí de mi ojo ciego nadie se ha quejado nunca», bromea Belarra. «¿Se liga mucho patinando?», le pregunta Villas. «Se liga mucho con maillots», responde, «más que en el Congreso, desde luego, que no se liga nada»...
Pero los patinazos y los fuegos no se limitan a sostener que «esta guerra es la gallina de las narices de oro del 'lobby' armamentístico» o que no quiere «ver a España enviando armas a ninguna guerra que han planificado poderosos de otros países».
El pasado 30 de enero, en 'Salvados', otro programa de La Sexta, defendió la importancia de sacar adelante la ley estatal de vivienda. «Estamos ante una pelea que es por la vida», dijo. «Quienes están haciendo un negocio redondo con la vivienda tienen que corresponsabilizarse y arrimar el hombro para que podamos garantizar el derecho de los inquilinos a pagar un precio justo».
Antigua estudiante del colegio católico y concertado Claret Larraona, de la Congregación de los Misioneros Claretianos, acabó en Podemos a partir de su trabajo en el activismo en defensa de los pagapensiones. Sus aptitudes para la fontanería política, crucial en un Consejo de Ministros zarandeado por las tensiones con Yolanda Díaz, no le impiden cortejar a partidos con un currículum tan dudoso como el de EH-Bildu.
16779675683088.jpg

Cuando ya ejercía como diputada en el Congreso opinó así sobre las condenas a los agresores de los guardias civiles de Alsasua: «Las altísimas condenas a los jóvenes de Alsasua por una pelea de bar», dijo, «cuando en cualquier otro lugar todo hubiera quedado en una multa o pena mínima, son una de las mayores injusticias de los últimos años». En noviembre de 2021, con ocasión del apoyo a los presupuestos del Gobierno por parte de EH Bildu y ERC, escribió que evidenciaba los avances logrados por la alianza «progresista y plurinacional».
Sus alegatos en favor del intervencionismo económico son otro clásico. Durante un acto de Podemos en Zaragoza, de apoyo a los candidatos del próximo 28 de mayo, espetó que «es indecente que el señor Juan Roig [propietario de Mercadona] se esté llenando los bolsillos siendo un capitalista despiadado. Hay que decirlo claro, son capitalistas despiadados y tenemos que frenarles los pies». Mercadona y Carrefour se están «haciendo de oro a costa de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania». Reclamó la «intervención pública de la gran distribución alimentaria para topar los precios de los alimentos básicos y que la gente pueda vivir mejor».
En cuanto a sus frecuentes escaramuzas con el PSOE, pocas más virulentas que las que mantiene con Robles, a la que entre otras cosas acusa de «proteger los privilegios y alinearse con la derecha y los ultras», después de que la ministra de Defensa acusara a Podemos de erosionar las instituciones.
Respecto a la ley sólo sí es sí, que ya cosecha una plusmarca de 700 excarcelaciones y/o reducciones de condenas a delincuentes sensuales, Belarra afirmó en TVE que «pese al enorme ruido de la derecha política y judicial, estamos ante una mala aplicación de las rebajas de las penas por parte de una minoría de jueces que está aplicando de manera incorrecta la ley». Evidentemente, la culpa recae en la «mirada patriarcal» de los togados, por más que más del 75% de los juzgados ya haya rebajado condenas en firme de agresores sensuales.
A Belarra siempre se le aparece uno de Vox a echarle un cable. Milagros del populismo. En la polémica por los galletaes, tras acudir a un acto en plan 'free the nipple', escribió que «la obligación de llevar sujetador está escrito [sic] en el mismo código de honor que mantener relaciones sensuales si te fuiste a casa con él. Basta de avergonzar a las mujeres, basta de violencias». Enganchado a su vocación de amplificador de la propaganda jovenlandesada, Vox embistió al instante. «¿En serio?», escribió en Twitter el voxista Bertrand Ndongo. Le respondió Iglesias, con una foto de Belarra y otra de Santiago Abascal: «Adivina cuáles son los galletaes que ofenden el sentido del decoro de los de derechass. El paso por la clínica capilar para que no decaiga la raza viril y española lo dejamos para otra ocasión». «Nazis a cara descubierta», llegó a decir Belarra de Vox.
Belarra entró a formar parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos en 2014. Entonces como ahora ya eran firmes defensores de las políticas de pilinguin. Sólo hay que repasar las votaciones en el Parlamento Europeo, donde según recuerda a Crónica un reputado analista militar que prefiere no identificarse, «votaron no a condenar las violaciones de los derechos humanos de la minoría tártara en Crimea, no a un paquete de ayuda económica a Ucrania en vísperas de la guerra, no al tratado de adhesión de Ucrania a la UE...». Una semana después de votar no al envío de esos 1.200 millones de euros, Rusia invadió Ucrania.
Sobre la ley de bienestar y protección animal, que ha propiciado otro enfrentamiento con los socialistas, criticó que «dejar fuera de esta ley a los perros de caza es dejar en la impunidad a quienes les cuelgan al final de la temporada porque ya no les sirven». Suma y sigue para un Consejo de Ministros minado, donde las carantoñas por el Gobierno más progresista de todos los tiempos han virado al combate partidista más tóxico.
Belarra acostumbra a quejarse de la animadversión de los medios, hijos de la cloaca, vástagos de William Randolph Hearst. «Hemos recibido un acoso mediático muy fuerte por defender la paz», dijo el pasado 17 de febrero, «por parte de los pregoneros de la guerra, del autoritarismo y de la fin. Pero hacer política, para nosotros y para nosotras también es eso, compañeros y compañeras...».
«Toda mi solidaridad con las familias de las víctimas, de todas las víctimas», zanjó durante la conferencia. Porque tan damnificados e inocentes le parecen los civiles despedazados por las bombas como los militares ucranianos... y rusos. Las víctimas, y los verdugos, agitados y revueltos.
«Presentarse como el partido de la paz es marcar diferencias con el PSOE lanzando un mensaje del que nadie se va a encargar de pedir explicaciones», comenta el analista militar, «¿qué es la diplomacia de precisión? Nadie lo sabe. Son mensajes que suenan bien de cara a la galería: "Ni ETA, ni España. ¡Paz y diálogo!"».
A Belarra, por cierto, le concedió la hipoteca de su casa la Caja de Ingenieros. La misma entidad bancaria que concedió su hipoteca al matrimonio de Montero e Iglesias. La única, junto con la Caixa, que no escapó de Cataluña tras el 1-0. Tal y como recordó El Mundo en su momento, Joan Vallvé i Ribera, vicepresidente segundo de Òmnium Cultural, era también miembro del patronato de la Fundación Caja de Ingenieros. Y fue esa misma entidad la que «emitió el cheque para hacer frente a la fianza de Carme Forcadell, ex presidenta del Parlament. Este importe fue de 150.000 euros, recaudados íntegramente por Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana, según aseguró esta última».
De forma casi inevitable Belarra ha criticado la «judicialización» del «conflicto». Defiende que Puigdemont y compañía vuelvan a España sin temor a ser apresados. Considera que un hipotético referéndum de autodetermionación sería «legítimo». Como si Cataluña fuera el Sáhara... Antes de que el gobierno se lo regalara, lazo incluido, a jovenlandia.
«Llegué a participar en los campeonatos de España», le dijo en en 'El Intermedio' a Villa sobre ser patinadora, «No gané, pero aprendí a perder, que también es importante en la vida». Para esta licenciada en psicología cada año es una victoria, perfectamente acoplada al poder ejecutivo y orgánico.
En caso de debacle siempre le restará consejo de José Andrés. «Cójase un vuelo a Moscú... (reúnase con pilinguin, dígale que deje de apiolar a niños, ancianos y mujeres. Bombardear escuelas y hospitales. De hacer daño a civiles. De crear hambrunas en África. Dígale que se vaya de Ucrania. Ucrania defiende su libertad)».
 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Volver