Mr.Foster
El preferido de Toth
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El 20 de febrero de 1813 tuvo lugar la Batalla de Salta, donde se enfrentaron las fuerzas patriotas del Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano, y las realistas, conducidas por el general Pío Tristán.
La contienda, que se desarrolló en los campos de Castañares, se decidió a favor de las tropas patriotas.
Fue este combate en que las tropas patriotas combatían por primera vez enarbolando la bandera celeste y blanca,pues solo una semana antes del combate, Belgrano había hecho jurar la bandera en el Río Pasaje.
Tras la victoria de Salta, Belgrano garantizó a los vencidos su libertad siempre que juraran no volver a empuñar las armas contra las Provincias Unidas del Río de la Plata, un gesto de magnanimidad que le granjeó no pocas críticas del gobierno, a las que Belgrano aludiría con grandeza en carta a Feliciano Chiclana: “Siempre se divierten los que están lejos de las balas, y no ven la sangre de sus hermanos, ni oyen los clamores de los infelices heridos; también son ésos los más a propósito para criticar las determinaciones de los jefes: por fortuna, dan conmigo que me río de todo, y que hago lo que me dictan la razón, la justicia, y la prudencia, y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria”.
Luego, tras la rendición, Tristán pretendió entregar a Belgrano su espada, tal como se acostumbraba, pero el jefe patriota se lo impidió, y en presencia de todos, lo abrazó. La promesa de no volver a luchar contra la Patria fue suficiente para Belgrano, quien dejó ir a su enemigo, en contra del consejo de sus oficiales y de su gobierno.
Tristán tuvo la oportunidad de romper su juramento, pues un obispo realista liberó a todos de su juramento, argumentando que la palabra dada a los revolucionarios podía romperse, pues se trataba de herejes. De este modo muchos oficiales y soldados volvieron a tomar las armas,
Pero Tristán, un caballero de pura cepa,.se mantuvo fiel a su juramento
En la batalla de Salta fue la primera vez que las fuerza patriotas luchaba con su bandera celeste y blanco flameando en una acción de guerra y resultó una fundamental victoria para los revolucionarios, pues como consecuencia de este triunfo los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el extinto Virreinato.
Loor recuerdo y respeto a los combatrientes de ambos bandos.
La contienda, que se desarrolló en los campos de Castañares, se decidió a favor de las tropas patriotas.
Fue este combate en que las tropas patriotas combatían por primera vez enarbolando la bandera celeste y blanca,pues solo una semana antes del combate, Belgrano había hecho jurar la bandera en el Río Pasaje.
Tras la victoria de Salta, Belgrano garantizó a los vencidos su libertad siempre que juraran no volver a empuñar las armas contra las Provincias Unidas del Río de la Plata, un gesto de magnanimidad que le granjeó no pocas críticas del gobierno, a las que Belgrano aludiría con grandeza en carta a Feliciano Chiclana: “Siempre se divierten los que están lejos de las balas, y no ven la sangre de sus hermanos, ni oyen los clamores de los infelices heridos; también son ésos los más a propósito para criticar las determinaciones de los jefes: por fortuna, dan conmigo que me río de todo, y que hago lo que me dictan la razón, la justicia, y la prudencia, y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria”.
Luego, tras la rendición, Tristán pretendió entregar a Belgrano su espada, tal como se acostumbraba, pero el jefe patriota se lo impidió, y en presencia de todos, lo abrazó. La promesa de no volver a luchar contra la Patria fue suficiente para Belgrano, quien dejó ir a su enemigo, en contra del consejo de sus oficiales y de su gobierno.
Tristán tuvo la oportunidad de romper su juramento, pues un obispo realista liberó a todos de su juramento, argumentando que la palabra dada a los revolucionarios podía romperse, pues se trataba de herejes. De este modo muchos oficiales y soldados volvieron a tomar las armas,
Pero Tristán, un caballero de pura cepa,.se mantuvo fiel a su juramento
En la batalla de Salta fue la primera vez que las fuerza patriotas luchaba con su bandera celeste y blanco flameando en una acción de guerra y resultó una fundamental victoria para los revolucionarios, pues como consecuencia de este triunfo los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el extinto Virreinato.
Loor recuerdo y respeto a los combatrientes de ambos bandos.