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Himbersor
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El Ayuntamiento renovará el arbolado de la ciudad de una manera gradual, a medida que los ejemplares fallezcan
El histórico idilio de Barcelona y los plátanos orientales o plátano de sombra o simplemente plátano finalmente llega a su fin. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau explicó ayer que no volverá a plantar estos árboles en la ciudad, que a medida que los ejemplares vayan falleciendo serán sustituidos por otros que no produzcan tantas alergias a la gente. Hablamos principalmente de almeces, sóforas, cinamomos, tipuanas... De este modo se potencia la variedad del verde urbano, circunstancia que reduce los efectos de las plagas.
Adiós a otro símbolo de Barcelona. La capital catalana suma más de 207.000 árboles, de todos ellos alrededor de 45.000 son plátanos. ¿Cómo será la Rambla sin estos árboles? ¿Y las calles del Eixample? El cambio no será abrupto. Tardará unos cuantos lustros en producirse. Una despedida lenta y gradual, sin embargo, que miles de ciudadanos agradecerán de corazón. En realidad el debate tiene ya unos cuantos años.
Esta especie da sombra en verano y deja pasar el sol en invierno, pero también produce muchas molestias
El plátano en cuestión siempre fue uno de los árboles más empleados en las ciudades del sur de Europa. Hace ya más de 300 años que se emplea de manera habitual. Porque su abundante amaje en verano proporciona una sombra muy apañada y apropiada para el clima mediterráneo, y también porque su desnudez durante los meses más fríos del año permite aprovechar hasta el último rayo de sol. Además, los plátanos orientales son una especie la mar de resistente. Son capaces de adaptarse a casi todo, especialmente a la contaminación urbana.
El problema es que su polen, y aquí radica la más contundente razón de este divorcio después de tanto tiempo, sobre todo cuando llega la primavera, es un incordio, enrojece muchos ojos, también provoca ensordecedores estornudos y, en ocasiones, hasta crispa los nervios más de la cuenta. Los momentos más duros de la polinización de los plátanos barceloneses se desarrollan entre mediados de abril y finales de marzo. En ocasiones, para muchos, la jornada de Sant Jordi en la Rambla es un vía crucis.
El concejal de tras*ición Ecológica, el común Eloi Badia, detalló ayer que entre los aproximadamente 8.000 árboles que el Ayuntamiento tiene previsto plantar en la ciudad antes de finales de año que viene no figurará ningún plátano. Nunca en la historia, añadió el concejal Badia, se plantaron tantos árboles en Barcelona. De este modo apenas quedarán alcorques sin uso en la urbe.
“Todas las especies que plantaremos serán hipoalergénicas”, detalló el edil de tras*ición Ecológica. Apenas 465 alcorques de la ciudad serán pavimentados porque no hay modo de emplearlos, porque ahí no puede plantarse ningún árbol, principalmente porque debajo discurren galerías de servicios. El Consistorio también tiene previsto plantar alrededor de 55.000 plantas y flores en todos los barrios de la urbe, sobre todo durante la próxima primavera. Todas estas actuaciones están enmarcadas dentro de Cuidem Barcelona, un programa municipal dedicado al mantenimiento del espacio público que contempla más de 3.100 actuaciones y una inversión de alrededor de 40 millones de euros durante la presente década.
Palmeras sin sombra
Las 23 palmeras plantadas en el paseo Colom el verano del 2021 aún no dan la sombra que se espera de ellas. Lo harán el año próximo. La caída de una palmera mató a una persona el 2020, y cuestionó el futuro de esta planta en Barcelona. Pero el edil Badia confirmó ayer que algunas variedades se seguirán plantando sin problemas, como la washingtonia robusta, la del paseo Colom.
Barcelona sustituye los plátanos por árboles que no dan alergia
