Las cosas chulis solo son para los señoritos de la ciudad. La mar, el campo, la montaña, los pueblos, todo eso son territorios de de derechass y mejor ni aparecer.
En los pueblos no quieren cosas de estas, están a otra cosa.
Hace mucho tiempo que los expertos vienen advirtiendo de que las provincias medianas pueden decantar la balanza de estas elecciones en favor de la derecha o de la izquierda. Una vez que para gobernar es más importante ahora sumar con otros socios que ganar los comicios. La clave está en quién logrará ganar la tercera posición en este tipo de circunscripciones, porque es la que desempata y anota la diferencia a favor respecto al otro bloque.
Esto implica que en este 23-J hay dos grandes peleas. La que mantienen por arriba el PP y el PSOE por la victoria y la que, a su vez, libran Sumar y Vox por detrás por cazar entre los últimos diputados en liza en estas provincias. Estos escaños tienen un valor extraordinario para el bloque porque son arrebatados por lo general al otro frente. Esto que pasa en las medianas no es tan acusado en las grandes circunscripciones, porque allí la distribución de diputados entre los partidos tiene un balance más proporcional por haber un número más alto de ellos a repartir. En las pequeñas provincias, el tercer y cuarto puesto lo tiene realmente difícil.
Pese a lo señalado de ese duelo con Vox por la tercera plaza en las provincias medianas, Yolanda Díaz no hará un especial hincapié por recorrer buena parte de ellas en los próximos 15 días de campaña. El diseño provisional de actos de la candidata evidencia que Sumar se volcará esencialmente en las circunscripciones que más escaños reparten y que la aparición en las provincias medianas se limita a aquéllas que cuentan con destacados núcleos de población urbana, donde este espacio político cuenta con un mayor arraigo de voto.
Esto significa dos cosas. Una, que Sumar deja de lado las zonas rurales del país, resignado a que tiene poco que ganar en ellas. Y dos, que el objetivo es amarrar prácticamente lo que Unidas Podemos consiguió en 2019, con un diseño muy centrado en las zonas periféricas de España y que deja casi vacío el interior del país.
Así, a falta de cerrar oficialmente todo el calendario, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cantabria o La Rioja no aparecen en la agenda de próximos actos de Díaz, aunque el pasado domingo estuvo en Toledo y ayer en Valladolid. En esas comunidades de la España rural hay muchísimas provincias donde Vox obtuvo grandes resultados en noviembre de 2019 y donde sacó bastantes escaños (Albacete, Almería, Ávila, Badajoz, Cáceres, Cantabria, Ciudad Real, Guadalajara, León, Zamora, Toledo, Segovia o Salamanca).
Díaz orilla la disputa con Vox en esas zonas rurales y prefiere canalizar todos los esfuerzos en lugares como Andalucía, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Aragón, Navarra, Baleares, País Vasco y Asturias. Y, en concreto, en las áreas más urbanas de estas autonomías que son más extensas, como Andalucía. Allí es donde Sumar quiere dar la batalla contra Vox y donde apelará a su condición de fuerza «plurinacional» y de sensibilidad periférica para atraer el voto y marcar la diferencias entre bloques en la guerra por la tercera plaza.
www.elmundo.es
En los pueblos no quieren cosas de estas, están a otra cosa.
Hace mucho tiempo que los expertos vienen advirtiendo de que las provincias medianas pueden decantar la balanza de estas elecciones en favor de la derecha o de la izquierda. Una vez que para gobernar es más importante ahora sumar con otros socios que ganar los comicios. La clave está en quién logrará ganar la tercera posición en este tipo de circunscripciones, porque es la que desempata y anota la diferencia a favor respecto al otro bloque.
Esto implica que en este 23-J hay dos grandes peleas. La que mantienen por arriba el PP y el PSOE por la victoria y la que, a su vez, libran Sumar y Vox por detrás por cazar entre los últimos diputados en liza en estas provincias. Estos escaños tienen un valor extraordinario para el bloque porque son arrebatados por lo general al otro frente. Esto que pasa en las medianas no es tan acusado en las grandes circunscripciones, porque allí la distribución de diputados entre los partidos tiene un balance más proporcional por haber un número más alto de ellos a repartir. En las pequeñas provincias, el tercer y cuarto puesto lo tiene realmente difícil.
Pese a lo señalado de ese duelo con Vox por la tercera plaza en las provincias medianas, Yolanda Díaz no hará un especial hincapié por recorrer buena parte de ellas en los próximos 15 días de campaña. El diseño provisional de actos de la candidata evidencia que Sumar se volcará esencialmente en las circunscripciones que más escaños reparten y que la aparición en las provincias medianas se limita a aquéllas que cuentan con destacados núcleos de población urbana, donde este espacio político cuenta con un mayor arraigo de voto.
Esto significa dos cosas. Una, que Sumar deja de lado las zonas rurales del país, resignado a que tiene poco que ganar en ellas. Y dos, que el objetivo es amarrar prácticamente lo que Unidas Podemos consiguió en 2019, con un diseño muy centrado en las zonas periféricas de España y que deja casi vacío el interior del país.
Así, a falta de cerrar oficialmente todo el calendario, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cantabria o La Rioja no aparecen en la agenda de próximos actos de Díaz, aunque el pasado domingo estuvo en Toledo y ayer en Valladolid. En esas comunidades de la España rural hay muchísimas provincias donde Vox obtuvo grandes resultados en noviembre de 2019 y donde sacó bastantes escaños (Albacete, Almería, Ávila, Badajoz, Cáceres, Cantabria, Ciudad Real, Guadalajara, León, Zamora, Toledo, Segovia o Salamanca).
Díaz orilla la disputa con Vox en esas zonas rurales y prefiere canalizar todos los esfuerzos en lugares como Andalucía, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Aragón, Navarra, Baleares, País Vasco y Asturias. Y, en concreto, en las áreas más urbanas de estas autonomías que son más extensas, como Andalucía. Allí es donde Sumar quiere dar la batalla contra Vox y donde apelará a su condición de fuerza «plurinacional» y de sensibilidad periférica para atraer el voto y marcar la diferencias entre bloques en la guerra por la tercera plaza.
Sumar lleva a la periferia la pelea con Vox y se borra de la España rural
Hace mucho tiempo que los expertos vienen advirtiendo de que las provincias medianas pueden decantar la balanza de estas elecciones en favor de la derecha o de la izquierda. Una...
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