Barbarroja, ¿ataque preventivo?.

Cualquier historiador serio rechaza obras como El Rompehielos. No deja de ser el enésimo intento de hacer propaganda por parte de los de siempre. Propaganda de la Guerra Fría, que hoy en día ha sido reciclada para atacar a Rusia y presentarla ante el mundo como un país agresivo y traicionero. Es la misma papelera que el Informe Mitrokhin o los videos de Bezmenov, creada por los británicos y los norteamericanos a traves de oscuros personajes con rocambolescas historias (y poco creibles, por cierto); exiliados del bloque comunista que de algún modo tenían que ganarse las lentejas en el Mundo libre (o eso, o freir perritos) Ex-agentes de saldo que o bien se dedicaban a exagerar y a contar medias verdades para sacar pasta (amén de otros negocios en el sórdido mundillo de los exiliados de la ex-URSS; más de uno acabó mal...), o bien era captados por los servicios secretos occidentales para crear junto a ellos teorías que están en el mismo estante que la de la Tierra Plana...

Rezun (alias Suvorov) es uno de esos personajes. Antiguo agente del GRU, destinado a misiones en el extranjero, que fue reclutado por los servicios de inteligencia británicos (al parecer a traves de una relación que mantuvo con una "periodista"; un "honey trapping" de libro) Le chantajearon con airear las fotos del affaire si no "colaboraba" con ellos, aunque según parece también fue secuestrado ("colaborará con nosotros, señor Rezun, le guste o no..."). Rezun, que nunca había escrito obras, se convierte de la noche a la mañana en un escritor de talento (qué cosas, ¿eh?) y publica una serie de libros, entre ellos su famoso El Rompehielos.

Lo que defiende Rezun-Suvorov es absurdo, menso: la URSS planeaba atacar Alemania y después el resto de Europa Occidental. De risa... ¿Por qué la URSS, que ya era de por sí un país enorme y con toda la tabla periódica en su territorio iba a querer invadir el resto de Europa? Un estado que todavía no era una superpotencia y que no tenía aliados en Occidente. Y resulta que Stalin quería lanzarse a conquistar Europa cual Napoleón... Hay que tirar de sentido común, además en los archivos rusos no se encuentra nada que pueda confirmar unos planes como como esos.

El Rompehielos no deja de ser un remake del Testamento de Pedro el Grande. En el fondo, están usando la misma propaganda desde hace mucho tiempo; sólo se limitan a cambiar los nombres: Pedro I, Catalina II, Alejandro I, Nicolás I, Stalin, pilinguin... el que gobierne Rusia, vamos. A eso le sumamos algo de percepción selectiva, y el plato está listo para servir. Ni siquiera tiene que ver con la ideología.

Perdona, pero la primera frase es una falacia de autoridad.

¿Quién o quienes, deciden lo que es un historiador serio y quien no lo es?. Puede que el criterio para decidir eso sea un tanto subjetivo o interesado, ¿no crees?.
 
Perdona, pero la primera frase es una falacia de autoridad.

¿Quién o quienes, deciden lo que es un historiador serio y quien no lo es?. Puede que el criterio para decidir eso sea un tanto subjetivo o interesado, ¿no crees?.
Como decía Hobsbawn, un historiador ha de ser objetivo, o al menos intentarlo (válido para los de cualquier ideología). Rezun-Suvovrov no lo está siendo, sus intenciones son otras.

De todos modos, a Suvorov y otros siempre hay que cogerlos con pinzas, porque detrás tienen lo que tienen. El Rompehielos puede ser una obra muy interesante, pero no podemos tratarla como si fuese un texto revelado. Curiosamente, se alinea en la misma posición que las obras sobre la Gran Guerra de Christopher Clark o Sean McMeekin, en el fondo buscan lo mismo.
 
El verdadero frente de la IIGM era el oriental, los dos totalitarismos Alemania vs URSS dandose de ostras. Problema: que se mete la policia de Europa, Francia y UK. Alemania podia haber perdido la guerra en los compases iniciales de la invasion polaca si franceses y anglos hubieran hecho una buena ofensiva en el frente occidental pero no se movieron de la linea maginot

El plan aleman en lineas generales no fue malo, no se que paso en las negociaciones de paz con UK, si por una parte los perfidos no podian permitirse dejar de ser el imperio o que Alemania demasiado hinchada por la rapida victoria contra Francia (recordemos que en 1939 el ejercito mejor equipado del mundo era el frances) exije unas condiciones inasumibles, quizas ambas. Una buena paz negociada hubiera sido que Alemania desocupa la mayoria de terrenos conquistados e incorpora a su territorio Alsacia, Lorena y el corredor de Danzig

Luego la ofensiva Barbarroja es un estropeado exito, cuantos perecidos rusos y capturas hacen en los compases iniciales, 3 millones frente a 100k bajas alemanas? Luego si, se viene todo abajo, lineas de suministros muy largas, mal equipamiento de invierno... Y ademas se dan para mi dos hechos muy importantes:
-Entrada de Japon en la guerra (pero no se la declara a la URSS) y entrada de los usanos en el conflicto
-Dispersion de tropas en un frente secundario como es el africano, al final los 200000 alemanes del afrika korps son capturados en Tunez

En una guerra a largo plazo los natzis no tenian nada que hacer
 
Como decía Hobsbawn, un historiador ha de ser objetivo, o al menos intentarlo (válido para los de cualquier ideología). Rezun-Suvovrov no lo está siendo, sus intenciones son otras.

De todos modos, a Suvorov y otros siempre hay que cogerlos con pinzas, porque detrás tienen lo que tienen. El Rompehielos puede ser una obra muy interesante, pero no podemos tratarla como si fuese un texto revelado. Curiosamente, se alinea en la misma posición que las obras sobre la Gran Guerra de Christopher Clark o Sean McMeekin, en el fondo buscan lo mismo.

No se, descalificas a esta gente con bastante ligereza, no los he leido pero ahora que los citas puede que lo haga jaja...

Gracias.
 
No se, descalificas a esta gente con bastante ligereza, no los he leido pero ahora que los citas puede que lo haga jaja...

Gracias.
De nada, hombre :coolTe recomiendo ambos libros, Sonámbulos y The Russian Origins of the First World War. A Clark lo han criticado bastante (otros historiadores) por exonerar al II Reich. Y yo ya expresé mi opinón acerca de esa obra; adjunto el tochaco:

Si te fastidian las manipulaciones de la historia, no leas sólo a Clark para conocer las causas de la Primera Guerra Mundial. Porque el australiano omite datos, a pesar de ser una obra bastante documentada. Se le ha acusado de ser parcial (eso no lo digo yo, sino otros historiadores), sobre todo en la tercera parte del libro. A pesar de presentar su libro como una obra neutral, en esa tercera parte exonera en gran medida a Alemania y asigna la mayor parte de la responsabilidad a Rusia. Para él, la movilización de las tropas rusas es un hecho transcendental, no lo ve como una respuesta lógica para disuadir a Austria-Hungría de que no ataque a Serbia. Para mí es más trascendental el ultimatum de Viena a Belgrado, porque no deja de ser una declaración de guerra encubierta. Este es el susodicho texto:

“La historia de estos últimos años, y especialmente los acontecimientos dolorosos del 28 de junio, han demostrado la existencia en Serbia de un movimiento subversivo cuyo fin es separar de la Monarquía austro-húngara algunas partes de sus territorios. Este movimiento, que ha ido creciendo ante los ojos del gobierno serbio, ha llegado a manifestarse más allá del territorio del reino con actos de terrorismo, con una serie de atentados y glorias.
Lejos de llevar a cabo las acciones necesarias incluidas en la declaración del 31 de marzo de 1909, el gobierno real serbio nada ha hecho para suprimir este movimiento. Ha tolerado la actividad criminal de las diferentes sociedades y asociaciones dirigidas contra la Monarquía, el lenguaje desenfrenado de la prensa, la glorificación de los autores de los atentados, la participación de oficiales y de funcionarios en los actos subversivos.

Ha permitido una campaña de propaganda deshonesta dirigida a la opinión pública; en resumen, ha permitido todas las manifestaciones de esta naturaleza para incitar a la población serbia al repruebo a la monarquía y desprecio a sus instituciones.

Esta tolerancia culpable del Gobierno Real Serbio, no ha cesado ni ahora después de que los eventos del 28 de junio probaran sus consecuencias fatales al resto del mundo.”

Para impedir que estas maquinaciones perversas continúen siendo una amenaza a la tranquilidad de la monarquía, el Gobierno Imperial se ve obligado a pedir al Gobierno Real Serbio, una garantía de que condenará esta peligrosa propaganda en contra de la monarquía, en otras palabras, toda la serie de tendencias cuyo último objetivo es separar territorios que pertenecen a la monarquía y que se encargarán de suprimir por todos los medios esta propaganda criminal y terrorista.

Para darle un carácter formal a esta misión, el Gobierno Real Serbio publicará en la primera página de su Boletín Oficial del 13 al 26 de julio, la siguiente declaración:
“El gobierno imperial y real se ve obligado a pedir al gobierno serbio la formulación oficial de que condena la propaganda dirigida contra la Monarquía austro-húngara, es decir, al conjunto de las tendencias que aspiran como último fin a separar de la Monarquía algunos de sus territorios y que deploran sinceramente las fatales consecuencias de estos procedimientos.

El Gobierno Real, que desaprueba y repudia cualquier idea de interferir o intento de interferir en el destino de los habitantes de cualquier parte de Austria-Hungría, considera que es su deber advertir formalmente a oficiales y funcionarios, y a toda la población del reino, que a partir de ahora procederá con el máximo rigor contra cualquier persona que pueda ser culpable de dichas maquinaciones, y que hará todo su esfuerzo para anticiparlas y suprimirlas.”

Esta declaración deberá ser comunicada al ejército como Orden del Día por su Majestad el Rey y será publicada en el Boletín Oficial del Ejército.

El gobierno real serbio debe comprometerse además:

1) a suprimir toda publicación que excite al repruebo y al desprecio de la Monarquía y a la tendencia general dirigida en contra de su integridad territorial.
2) a disolver inmediatamente la sociedad llamada «Narodna Odbrana» (Mano de color) y a confiscar todos sus medios de propaganda y a proceder de igual manera contra cualquier otra sociedad que se involucre en propaganda en contra de la monarquía austro-húngara.
3) a eliminar sin demora de la instrucción pública en Serbia […] todo lo que sirva o pueda servir a fomentar la propaganda contra Austria-Hungría;
4) a separar del servicio militar y de la administración a todos los oficiales y funcionarios culpables de la propaganda contra la Monarquía austro-húngara, de los cuales el gobierno imperial y real se reserva el comunicar los nombres y los hechos al gobierno real;
5) a aceptar la colaboración en Serbia de los órganos del gobierno imperial y real en la supresión del movimiento subversivo dirigido contra la integridad territorial de la Monarquía;
6) a abrir una encuesta hebre*cial contra los participantes en el complot del 28 de junio que se encuentran en territorio serbio. Los órganos delegados por el gobierno imperial y real tomarán parte en las investigaciones correspondientes;
7) a proceder con urgencia al arresto del comandante Voislav Tankositch y de Milan Ciganovitch, empleados del Estado serbio, comprometidos, según los resultados de la instrucción, en Sarajevo;
8) a impedir el concurso de las autoridades serbias en el tráfico ilegal de armas y de explosivos a través de la frontera;
9) a dar al gobierno imperial y real explicaciones sobre los propósitos injustificables de los altos funcionarios serbios que no han dudado después del atentado del 28 de junio, en expresarse de una manera hostil hacia la Monarquía austro-húngara y, finalmente,
10) a informar, sin demora, al gobierno imperial y real de la ejecución de las medidas comprendidas en los puntos anteriores.
El gobierno imperial y real espera la respuesta del gobierno real lo más tarde hasta el sábado, 25 de este mes, a las cinco horas de la tarde.


Huelga decir que algunos de los puntos del ultimátum exigían la interferencia de Austria-Hungría en los asuntos internos de Serbia (que es otro país), y que era muy dificil que fuesen aceptados por Belgrado. Y esa era la intención, dar una excusa para que Austria-Hungría atacase a Serbia. Viena y Berlin buscaban una guerra, y el atentado de Sarajevo les vino de perlas. Sir Edward Grey, el ministro de exteriores británico de la época, dijo que "cualquier nación que aceptara unas condiciones como esas dejaría de contar como una nación independiente".

Clark también minimiza detalles como la clara postura antirrusa dentro del Consejo Imperial de Guerra imperial Alemán en 1912 (donde Moltke dijo lo que cité en este hilo mientras el kaiser Guillermo le daba la razón), o el envio a Constantinopla del general Liman von Sanders para modernizar y reforzar al ejército otomano (lo cual podía ser considerado por los rusos como una amenaza para su seguridad) También descarta evidencias como que, en Julio de 1914, el kaiser apoyó un posible ataque a Serbia por parte de Austria-Hungría al menos en dos ocasiones. La primera fue cuando escribió en el margen de un informe de su Embajador en Viena: "los serbios deben ser eliminados, y pronto" La segunda, cuando el 30 de Junio le digo al embajador austriaco que debían aprovechar el momento para atacar a Serbia en menos de una semana. Todo ésto está recogido en el libro de relleniton Martel "The Origins of the First World War". Desde luego el cheque en blanco alemán allanó el camino al ultimatum...

Eric Hobsbawn decía que todo historiador ha de ser objetivo, o al menos intentarlo. Chris Clark nos intenta convencer de que las acciones de las Potencias Centrales eran más que nada defensivas, y que eran las potencias de la Entente las que destilaban agresividad. También comenta que la opinión pública rusa era muy chauvinista, y es a Rusia a quien se ha de culpar por la carrera de armamentos en Europa. También dice que el paneslavismo no era más legítimo como plataforma de acción política que el concepto hitleriano de Lebensraum. Pero al amigo Clark se le olvida decir que el Lebensraum no nació con Hitler, sino en la cabeza del geografo alemán Friedich Ratzel en aquella época. La influencia del Lebensraum fue intensa dentro de la Alemania guillermina, empezando por las élites (no era cosa de cuatro...) El mismo kaiser llegó a hablar sobre el aumento de la población alemana y la falta de alimentos para ésta y sobre las zonas poco pobladas del este de Francia, y sugiriendo en una conversación con el embajador usano que Francia debía trasladar sus fronteras al oeste. Como buena parte de las élites alemanas, Guillermo II estaba familiarizado con el concepto de Lebensraum; sin embargo Clark trata de convencernos de que la impulsividad del Kaiser no tenía demasiado efecto. Ojo, no estoy negando que el paneslavismo pensase en una similar longitud de onda; al fin y al cabo, en aquella época todas las grandes naciones europeas tenían en mente cosas similares (incluída la pequeña Grecia y su Megali Idea). Pero lo que estamos viendo es que Clark se comporta de forma tendenciosa. Por ejemplo, no se da mucha explicación al por qué del sentimiento anti-alemán. También sostiene que los militaristas en Rusia o en Francia estaban en mejor posición que en Alemania. Entonces, ¿como es qué el canciller Bethmann-Hollweg estaba siempre por debajo de generales y coroneles en las recepciones imperiales oficiales? Me acuerdo de lo que dijo una vez el ministro de Asuntos Exteriores austrohúngaro Leopold Berchtold: "¿Quién gobierna en Berlín, Moltke o Bethmann Hollweg?".

Respecto al imperio Austrohúngaro, Clark se encuentra en una posición dificil a la hora de justificar el dominio de los Habsburgo sobre las minorías del imperio mientras condena los planes serbios que se enfrentan a complejas realides étnicas... Aquí es cuando la jovenlandesalina sale a la luz. En contraste con una Serbia retrógrada, que trata como colonias a los territorios adquiridos en las guerras balcánicas, Austria-Hungría es presentado como un país de calles limpias y prosperas, tolerante,respetuoso con las minorías, etc. Pero en la monarquía danubiana el antisemitismo estaba muy extendido, era una fuerza importante. Minorías como los eslovacos tenían tantos derechos que su única alternativa a la magiarización era poco menos que emigrar. Por no hablar de los ataques contra la población serbia de Zagreb en 1897 y 1902, ataques que fueron tolerados por el gobierno. Una buena cita para entender la situación de las minorías en Austria-Hungría la aporta el propio archiduque Francisco Fernando. Cuando los políticos húngaros expresaron el deseo de que Bosnia se pusiera bajo el control directo de Budapest, el archiduque dijo: "los bosnios lucharían con uñas y dientes para no convertirse en súbditos húngaros y oprimidos como los otros no húngaros que gozan de todos los beneficios que el gobierno húngaro les proporciona... ". Resulta un poco dificil compartir los puntos de vista de Clark...

El australiano tampoco menciona que en Serbia existía sufragio universal, como tampoco no dice cuántos diputados no húngaros había en la Dieta húngara. Clark se contenta con decir que hubo un progreso inconfundible en la política de derechos de minorías, y ya está. Que Viena trajo paz y estabilidad a Bosnia confiando en un conservadurismo cultural e institucional, y no en una filosofía de dominación colonial. Pero el dominio de Viena en Bosnia se caracterizó por el aumento de los impuestos, una fuerte presencia militar, la perviviencia del sistema feudal otomano, así como la clásica política vienesa de "divide y vencerás" que enfrenta a diferentes grupos étnicos unos contra otros (que nadie pueda soportar a su vecino...) En palabras de Alan Sked: "si aquello no era imperialismo, entonces es dificil saber que era".

En más de una ocasión Clark abandona la perspectiva de la ciencia (sí, la historia también es una ciencia), no trata de dilucidar o de interpretar. En lugar de eso, juzga el pasado desde el punto de vista del presente. Dice: "desde la perspectiva de la Unión Europea actual estamos inclinados a mirar con más simpatía de lo que solíamos tener al patchwork imperial desaparecido del imperio Austrohúngaro" ¡Toma presentismo! Eso es algo que cualquier historiador serio debería evitar; hay que huir del presentismo como de la peste.

Volvemos al tema de la responsabilidad en la guerra. Clark sostiene que la política rusa fue la precipitó los acontecimientos. Pero hay que recordar que en 1913 Conrad von Hotzendorf, jefe del estado mayor austríaco, pidió atacar a Serbia ¡en veinticinco ocasiones! Ese mismo Hotzendorf afirmó en 1907 que solo la política agresiva traía resultados. También el ministro Austriaco de exteriores Von Aerenthal decía que el objetivo de la politica de Viena en los Balcanes era la anexión de Bosnia y la incorporación de algunas partes de Serbia, mientras otras se las quedaba Bulgaria.

Podría decir muchas cosas más, pero sería un no parar. Esta claro que Christopher Clark no es imparcial ni objetivo en su obra, por muy bien documentada que esté. El libro es una obra sesgada de los acontecimientos que llevaron a Europa a la Primera Guerra Mundial. Defiende la política alemana y la superioridad jovenlandesal y política de los Habsburgo sobre Serbia. Por mucho que se busque en Sonámbulos, no aparece ni siquiera un leve indicio de que las potencias centrales fueran responsables de la guerra; se limita a hablar de eventos oscuros y complicados. Y es precisamente por medio de este tipo de vaguedades que Clark no da respuestas a muchas preguntas importantes. Incluso la obra tiene caracteristicas de un panfleto partididista, por ejemplo en el tratamiento del ultimatum a Serbia; Clark insiste en que la observación del ultimátum austríaco a Serbia sólo en términos de abusación de la soberanía de ese país no da la imagen correcta... (sic). Al final, la obra parece más bien una colección de suposiciones no probadas, donde parece que una de las partes está empeñada en echarle la culpa a la otra. Y encima jovenlandesalizante. Pero claro, si intenta ser más objetivo (como decía Hobsbawn) a lo mejor su teoría se viene abajo. Es algo típico en no pocos científicos o historiadores; recurren a la manipulación o a la simple omisión de datos para que sus teorías o estudios encajen. Lo mejor para conocer las causas de la Gran Guerra es conocer todas las versiones de los hechos y que uno saque sus propias conclusiones. Así funciona ésto.
 
El problema de atacar Rusia es que la meta a alcanzar es Petropavlovsk-Kamchatsky y eso claro es harto complicado sino imposible...
 
De nada, hombre :coolTe recomiendo ambos libros, Sonámbulos y The Russian Origins of the First World War. A Clark lo han criticado bastante (otros historiadores) por exonerar al II Reich. Y yo ya expresé mi opinón acerca de esa obra; adjunto el tochaco:
Es otro tema que no se ha tocado mucho en este foro, pero que tela también. El "ultimatum" austriaco a Serbia tomado a la tremenda como una declaración de guerra, lo mismo que tomarse la mobilización rusa como otro tanto...
 
Es otro tema que no se ha tocado mucho en este foro, pero que tela también. El "ultimatum" austriaco a Serbia tomado a la tremenda como una declaración de guerra, lo mismo que tomarse la mobilización rusa como otro tanto...
En aquella época las élites pensaban de una forma muy distinta a la de hoy en día. Aspectos como el honor tenían una importancia capital; imperios que no podían mostrarse nunca débiles, el ceder equivalía directamente a una humillación. Aparte de eso, había una cierta "candidez" en esas élites. La guerra no era algo tan temido, todavía tenían mentalidad decimonónica y pensaban que sería un conflicto rápido del que se podía sacar tajada. Cándidos también con las alianzas; Serbia tenía el apoyo ruso, Austria tenía el cheque en blanco alemán, Rusia tenía el cheque en blanco francés... ¿Qué podía salir mal? La falta de prudencia, y la responsabilidad de la guerra es compartida por todos. Claro, no tenían la experiencia de dos guerras mundiales ni armas de destrucción masiva. Se puede decir que eran más ingenuos que ahora.
 
Perdona, pero la primera frase es una falacia de autoridad.

¿Quién o quienes, deciden lo que es un historiador serio y quien no lo es?. Puede que el criterio para decidir eso sea un tanto subjetivo o interesado, ¿no crees?.

Sin duda la historiografía lisenkiana abunda- como la del ex-sacerdote recién fallecido (Santos Juliá) -. Así nos cuentan que los rusos no tenían ninguna intención agresiva que son falacias de la "extrema derecha". podrían leer al historiador y general británico J.F.C. Fuller que en su "Batallas decisivas del mundo occidental" expone el testimonio de primera mano del pensamiento de Tujachevski contado a un compañero francés de cautiverio en la primera guerra mundial.


La guerra civil rusa hizo sobresalir la figura de un notable general: Mikail Tukhachevski. Soldado de buenas cualidades, sus opiniones sobre la civilización reflejaban de manera tan exacta el aspecto asiático del bolchevismo, que es preciso examinarlas para comprender el desarrollo subsiguiente de la revolución rusa.
Nacido en 1892 de una familia noble, cuyo linaje procedía de los condes de Flandes, aunque su progenitora fuera italiana, tenía un carácter completamente tártaro. De aquélla había heredado su aspecto latino, el pelo zaino y una vivacidad expresiva que le permitía poner en evidencia su sangre rusa, sin olvidar la veta tártara existente en la misma. En 1914 fue ascendido a subteniente de la Guardia Imperial v al año siguiente era hecho prisionero por los alemanes.
Tratábase de un bárbaro romántico que aborrecía la civilización occidental. Poseía el alma de Genghis Khan, de Ogdai y de Batu combinadas. Autocrático, supersticioso, romántico e inflexible, adoraba las grandes llanuras abiertas y el sordo rumor de los cascos de caballo al galopar por ellas, del mismo modo que odiaba y temía todo cuanto no tuviera un fondo romántico. No podía soportar el Cristianismo ni la cultura cristiana porque habían acabado con el paganismo y la barbarie, privando a sus compatriotas de los éxtasis que ofrece ese «carnaval de la gloria» que es la guerra. Odiaba también a los judíos por haber contribuido a inocular a los rusos la «peste de la civilzación» y la «jovenlandesal del capitalismo». Cierta vez dijo: «El judío es un perro, hijo de perros, que infesta con sus moscas el país donde se encuentre» . 1


Mientras estaba encarcelado en Ingolstadt dijo a un compañero de prisión, llamado Fervacque: «Un malo o un dios da vida a nuestra raza. Hemos de emborracharnos porque no podemos conseguir que el mundo se emborrache por nosotros. Pero todo llegará» 1. Cierta vez Fervacque lo encontró pintando con colores discordantes en un pedazo de cartón la cabeza de un ídolo atroz. Al preguntarle qué era aquello, le contestó: «No te rías. Ya te he dicho que a los eslavos les hace falta una nueva religión. Se les ha dado el marxismo, pero ciertos aspectos de su teología son demasiado modernos y civilizados. Sólo será posible mitigar tan lamentable estado de cosas volviendo a nuestros dioses eslavos, privados ahora de unas prerrogativas y de una fuerza que pronto lograrán recuperar. Tales dioses son Daschbog, dios del sol; Stribog dios de las tormentas; Wolos, dios del arte y de la poesía, y Pierounn, dios de la guerra y de los rayos. Durante mucho tiempo he vacilado en la elección de mi dios particular, pero luego de la debida reflexión, he aceptado a Pierounn, porque una vez desatado el marxismo sobre Rusia, la más devastadora de las guerras se habrá iniciado... Entraremos en el caos y no lo abandonaremos hasta que la civilización quede reducida a una ruina total» 2.
No se trataba de palabras provocadas por un capricho repentino o por la exaltada imaginación de un hombre aburrido en su guandoca; cuando Tukhachevski era niño, él y sus hermanos escandalizaron a su institutriz francesa, bautizando a tres gatos entre horrísonos gritos e imprecaciones.
Las virtudes occidentales lo sacaban de quicio. «¿Honor? ¿Qué es eso? —gritaba—. Una palabra anacrónica que a partir de ahora debe dejarse para los occidentales» 3.
A sus ojos, la destrucción lo justificaba todo por abrir el camino de regreso hacia la era de los seljúcidas, los tártaros y los hunos. «Os hablo en serio —dijo cierta vez— cuando afirmo que sería un gran bien para la humanidad quemar todos los libros, a fin de que pudiéramos bañarnos en el fresco manantial de la ignorancia. Incluso creo que sería el único medio de impedir que la humanidad se convierta en estéril.» Añoraba la vuelta a los días de Iván el Terrible. «Sólo entonces Moscú se convertirá en centro de un mundo bárbaro.» «Si Nicolás II hubiera seguido los pasos de Pedro el Grande y Catalina II, ¡cuán dóciles hubiesen sido los rusos! Porque éstos sólo adoran al déspota.» «Si Lenin es capaz de sacar a Rusia del montón de papelera de sus prejuicios y la aparta de occidente, le seguiré. Pero ha de arrasarlo todo y devolvernos otra vez a la barbarie» 4
En 1937, Stalin lo mandó acabar, y por cierto en buena compañía, porque con Uborevitch, Primokov, Putna y otros volvió a su dios: la aniquilación.

Todas las citas:
Le chef de L´Armée rouge, Mikail Thukachevski. Pierre Fervacque (1928).


De la ob. citada de Fuller
 
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