Barbarroja, ¿ataque preventivo?.

Billy Ray

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8 Ago 2010
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Vuelve la burra al trigo, como los progres a desenterrar perecidos, pero estamos en fechas de aniversarios a 80 años justos de aquella guerra que tantas cosas cambiaron o no.

Releyendo el libro de Beevor de Stalingrado me encuentro una contradicción gigantesca, del tamaño de 160 divisiones sovieticas. Dice Antony Beevor textualmente:

"En el aniversario de la proclamación de Napoleón en el cuartel general imperial en Wilkowski, Hitler dió una larga justificación de la ruptura de relaciones con la Unión Soviética. Alteró la verdad, asegurando que Alemania estaba amenazada por unas <160 divisiones rusas concentradas en nuestra frontera>. Con una descarada mentira a su propio pueblo y a sus propios soldados dió inicio a <la cruzada europea contra el bolchevismo>.

Alteró la verdad y mintió con descaro, asegura Beevor, pero continuando la lectura inmediatamente surgen las contradicciones y al final quien miente y altera la verdad es el propio escritor y toda la propaganda que hasta hoy nos tenemos que seguir tragando sin chistar. Y no es de ser nancys o reaccionarios, es de ser minimamente objetivos y no comulgar ya con ninguna clase de trola, venga de donde venga.

Dice Beevor que Hitler exagera al hablar de 160 divisiones, pero sin embargo los tres grupos de ejercitos del Eje que atacan la URSS en el verano de 1941 se topan con muchas más, con muchísimas más. Hitler falta a la verdad, es cierto, pero porque se queda corto. Miente quizás por que no sabe bien con quién se la juega realmente, o no quiere desmoralizar a sus tropas ante la verdadera dimensión de lo que van a enfrentar.
En las tres primeras semanas de ofensiva las cifras de prisioneros y material enemigo destruido són sencillamente brutales. En Minsk se ponen fuera de combate a 300.000 hombres y unos 2.500 carros de combate; En Smolensko otros 300.000 y más de 3000 carros y otras armas pesadas; En Uman 100.000; En Kiev 665.000.
Durante las tres primeras semanas de ataque 3.500 carros, 6000 aviones y más de 2.000.000 de hombres, entre prisioneros y bajas. ¿Cuantas divisiones pueden equiparse con 2.000.000 de soldados, 3000 carros de combate y 6000 aviones?.
Siguiendo la lectura nos encontramos una respuesta aproximada expresada por el general Halder en su diario el 11 de Agosto de ese año:
<Al inicio de la guerra nos veíamos con cerca de 200 divisiones enemigas, Ahora ya hemos contado 360>

Y esta versión, la de Beevor, es la versión que siempre nos han contado y que siempre que se cuestiona recibe invariablemente el argumento único y escueto de "ejjque eres un nancy"...

 
Beeovor en el libro sobre la guerra civil española habla de " como mucho 900 cancelados en Paracuellos" así que las cifras que de este escritor hay que tomarlas a risa
 
A ver Billy Ray, me caes simpático, estoy de acuerdo contigo en muchas cosas, pero llevo mucho tiempo queriendo contestarte porque es evidente que lees, pero continuamente sacas conclusiones equivocadas.

Así de memoria hay un par de hilos tuyos que quiero contestarte, lo voy a hacer brevemente:

- Llamabas a Brunete "la batalla de los despropósitos" caías en el mismo vicio que el panfletario Reverte, para el cuál todos son iluso menos él, claro.Lo mismo decías del Jarama, pero de ese hilo no me acuerdo.

Sólo comentarte que el despliegue nacional era muy débil pero porque no se podía hacer otra cosa dada la escasez de tropas, conforme se alejaba el frente de la Ciudad Universitaria se debilitaban los flancos, y porque no se prevía un ataque.

En cuanto a la batalla, como todas, es una suma de errores y aciertos del un bando y otro. La ofensiva roja estaba bien planeada pero falló en la ejecución, porque era demasiado ambiciosa para un ejército improvisado y los mandos que tenían, y porque las resistencias decisivas de las guarniciones nacionales trastocaron todo cálculo y la reacción nacional a la sorpresa fue muy rápida y acertada.

- Otra cosa con la que estoy en desacuerdo, es que en el hilo de Verdún llamabas de todo al Kronprinz Wilhem, que si tenía cara de ardilla, que si era un carnicero... cualquier libro serio sobre la batalla que huya de la demonización de la propaganda de guerra no deja tan mal a Wilhelm, si tenía cara de ardilla no era culpa suya, aunque parece ser que era bastante borrachín y muyeriego pero como general su conducta no es reprochable. Se le ha culpado de la carnicería de Verdún pero era más que otra cosa una figura decorativa, en el ejército alemán de entonces el que mandaba de verdad era el jefe de estado mayor, Knobelsdorf, y sí, ese sí era un carnicero, como Mangin entre los franceses.
Pero ambos no hacían más que cumplir órdenes de arriba, en el caso de los alemanes, Falkenhayn se empeñó en una batalla de desgaste y la prosiguió mucho después de que pasara toda oportunidad de éxito. Pero al contrario que Falkenhayn, Wilhelm se preocupaba por sus soldados y le horrorizaba el derroche de vidas y consiguió al final recurrir a su padre para destituir a su jefe de estado mayor y poner fin a la ofensiva. En el otro bando pasó algo parecido, Petáin se opuso a derrochar vidas como quería Joffre, y le dieron la patada para arriba.

Verdún fue una locura, aunque no más que el Somme, pero ni Falkenhayn fue un incompetente, su plan tenía su lógica y era casi lo único que podía hacerse en aquellas circunstancias, pero le salió mal. Por otra parte, Joffre, que fue desastroso para Francia, en Verdun se vio arrastrado a la batalla en contra de su voluntad y por presiones de los políticos, un poco como le pasó a Haig en el Somme. Al final, la mayoría de los generales de la Gran Guerra no son, salvo excepciones, ni fósiles anticuados incapaces de pensar en una solución ni orates que despreciaban y desperdiciaban la visa de sus soldados , si no simplemente hombres arrastrados por las circunstancias y afrontando problemas insolubles.

Con estos dos ejemplos, decía que a la hora de juzgar el pasado, hay que pensárselo mucho y comparar muchos puntos de vista. Lo que no quita para que haya muchos libros de pretendidos historiadores que no valgan ni para limpiarse el pandero con ellos. Caso de Beevor, que comento en el siguiente mensaje.
 
Última edición:
La oleada turística de la URSS no era preventiva, el III reich deseaba realizar una guerra de aniquilamiento y Hitler pensaba que era el momento oportuno, porque pensaba que la URSS estaba débil y si esperaba sería demasiado tarde. Se encontró con una URSS más potente que el III reich, pero por un inicio arrollador consiguió poderosas victorias, hasta que se agotó y tuvo que enfrentar la cólera soviética. También en el frente occidental el bando aliado era más potente que el III reich, pero por una conjunción de suerte y brillante técnica y combatividad, consiguieron la victoria. En el frente oriental la suerte y la técnica no pudieron compensar la superioridad soviética.

Hay grabaciones privadas de Hitler en las que explica cómo no se esperaba que la URSS fuera tan potente, tenía muchos más tanques y aviación que los previstos. Los tremendos golpes iniciales fueron absorbidos y el contraataque soviético fue colérico e impetuoso, destruyendo completamente la maquinaria de guerra nancy.
 
Vuelve la burra al trigo, como los progres a desenterrar perecidos, pero estamos en fechas de aniversarios a 80 años justos de aquella guerra que tantas cosas cambiaron o no.

Releyendo el libro de Beevor de Stalingrado me encuentro una contradicción gigantesca, del tamaño de 160 divisiones sovieticas. Dice Antony Beevor textualmente:

"En el aniversario de la proclamación de Napoleón en el cuartel general imperial en Wilkowski, Hitler dió una larga justificación de la ruptura de relaciones con la Unión Soviética. Alteró la verdad, asegurando que Alemania estaba amenazada por unas <160 divisiones rusas concentradas en nuestra frontera>. Con una descarada mentira a su propio pueblo y a sus propios soldados dió inicio a <la cruzada europea contra el bolchevismo>.

Alteró la verdad y mintió con descaro, asegura Beevor, pero continuando la lectura inmediatamente surgen las contradicciones y al final quien miente y altera la verdad es el propio escritor y toda la propaganda que hasta hoy nos tenemos que seguir tragando sin chistar. Y no es de ser nancys o reaccionarios, es de ser minimamente objetivos y no comulgar ya con ninguna clase de trola, venga de donde venga.

Dice Beevor que Hitler exagera al hablar de 160 divisiones, pero sin embargo los tres grupos de ejercitos del Eje que atacan la URSS en el verano de 1941 se topan con muchas más, con muchísimas más. Hitler falta a la verdad, es cierto, pero porque se queda corto. Miente quizás por que no sabe bien con quién se la juega realmente, o no quiere desmoralizar a sus tropas ante la verdadera dimensión de lo que van a enfrentar.
En las tres primeras semanas de ofensiva las cifras de prisioneros y material enemigo destruido són sencillamente brutales. En Minsk se ponen fuera de combate a 300.000 hombres y unos 2.500 carros de combate; En Smolensko otros 300.000 y más de 3000 carros y otras armas pesadas; En Uman 100.000; En Kiev 665.000.
Durante las tres primeras semanas de ataque 3.500 carros, 6000 aviones y más de 2.000.000 de hombres, entre prisioneros y bajas. ¿Cuantas divisiones pueden equiparse con 2.000.000 de soldados, 3000 carros de combate y 6000 aviones?.
Siguiendo la lectura nos encontramos una respuesta aproximada expresada por el general Halder en su diario el 11 de Agosto de ese año:
<Al inicio de la guerra nos veíamos con cerca de 200 divisiones enemigas, Ahora ya hemos contado 360>

Y esta versión, la de Beevor, es la versión que siempre nos han contado y que siempre que se cuestiona recibe invariablemente el argumento único y escueto de "ejjque eres un nancy"...

Es perfectamente normal que los cuñados apuntados a Salas,Moa,y demas cuentacuentos franquistas,asuman con naturalidad la propaganda nancy mas burda.Y que suelten tantas chorradas.Porque comparar las fronteras con ciudades como Kiev,Minsk,Esmolensko tiene guasa.O que el ejercito ruso fuera grande.Vaya argumentos...donde no hay...hay que agacharse mucho..ya se ve.

Pero como bien se reconoce,porque no hay otra,al final el cuñado siempre habla soltando especulaciones que les gustaria creer, sin aportar ninguna prueba ni documento.Algo que triunfa mucho entre el revisionismo y los panfletos mas propagandisticos.Las pruebas documentales dan grima.

Obviamente si se sabe de historia,poco hay que rascar.Por una parte porque los historiadores que han trillado el tema,constatan que el Ejercito rojo no estaba listo,e incluso estaba en plena reorganizacion.

Por otra la perspectiva de atacar a la Union sovietica habia estado muy presente desde que el nancysmo llego al poder.

Por eso, yendo a lo concreto,esta probado que las primeras conversaciones de alto nivel empiezan en el verano de 1940,despues de decidir pasar el dictador nancy a los hechos.El primer planificador operativo fue Marks en Julio de 1940.En septiembre se encarga Paulus de desarrollar como sera la invasion..A finales de octubre el plan esta perfilado,y es enviado al jefe del estado mayor.En noviembre los rusos preguntan de sopeton porque estan enviando los alemanes tantas tropas al este.En diciembre el jefe del ejercito y del estado mayor presentan el plan al dictador nancy,que queda satisfecho. Y la planificacion de la invasion a finales de ese año.Aunque se lamentan de que el traslado de tropas lleve tiempo y las operaciones no pudieran empezar hasta abril(de hecho Barbarroja seria aplazada).

Si no habia ataque ruso inminente en 1941,pues en 1940 cuando Hitler ya ha decidido atacar y esta planeando el operativo,ni te cuento.Los ruso debian estar planeando un ataque preventido en 1940,y Hitler,que era un lince germanico,decidio anticiparse...asi como un año antes.Clarividente el.....

El nancysmo tuvo que justificar ante su propio pais que se declarara una guerra tan grande y dificil.Es logico que lanzaran esa campaña.Los alemanes en general quedaron tan sorprendidos como los rusos del ataque.

Lo de los cuñados es aburrimiento e ignorancia.Normal,viendo como entienden la historia siempre por estos foros.
 
Última edición:
Barbarroja no fue una oleada turística preventiva, porque Stalin no iba a atacar a Alemania, no porque no fuese capaz de hacerlo, sino porque tenía mucho miedo a los alemanes. Hubiera atacado a Alemania si los aliados hubiesen derrotado a Alemania, no antes. Buena prueba de ello es que Stalin dio orden a la aviación soviética de no derribar a los aviones alemanes que realizaban vuelos de reconocimiento en el espacio aéreo soviético. Y que hasta el día anterior al de la oleada turística de Rusia por los alemanes, el 22 de Junio de 1941, entraban todos los días en Polonia trenes rusos llenos de mercancías para Alemania. En cuanto comenzó la oleada turística, esos envíos, entre ellos de gasolina, terminaron, y Alemania se encontró con un déficit de combustible y materias primas muy grave.
 
El que Adolfo hubiera escrito 15 años antes que el destino de Alemania era esclavizar a los untermensch eslavos y conquistar su Lebensraum dado que "los alemanes tienen el derecho jovenlandesal de adquirir territorios ajenos gracias a los cuales se espera atender al crecimiento de la población", es un detalle que la los hestudiosos de la fachipandi se les suele pasar.
 
A ver Billy Ray, me caes simpático, estoy de acuerdo contigo en muchas cosas, pero llevo mucho tiempo queriendo contestarte porque es evidente que lees, pero continuamente sacas conclusiones equivocadas.

Así de memoria hay un par de hilos tuyos que quiero contestarte, lo voy a hacer brevemente:

- Llamabas a Brunete "la batalla de los despropósitos" caías en el mismo vicio que el panfletario Reverte, para el cuál todos son iluso menos él, claro.Lo mismo decías del Jarama, pero de ese hilo no me acuerdo.

Sólo comentarte que el despliegue nacional era muy débil pero porque no se podía hacer otra cosa dada la escasez de tropas, conforme se alejaba el frente de la Ciudad Universitaria se debilitaban los flancos, y porque no se prevía un ataque.

En cuanto a la batalla, como todas, es una suma de errores y aciertos del un bando y otro. La ofensiva roja estaba bien planeada pero falló en la ejecución, porque era demasiado ambiciosa para un ejército improvisado y los mandos que tenían, y porque las resistencias decisivas de las guarniciones nacionales trastocaron todo cálculo y la reacción nacional a la sorpresa fue muy rápida y acertada.

- Otra cosa con la que estoy en desacuerdo, es que en el hilo de Verdún llamabas de todo al Kronprinz Wilhem, que si tenía cara de ardilla, que si era un carnicero... cualquier libro serio sobre la batalla que huya de la demonización de la propaganda de guerra no deja tan mal a Wilhelm, si tenía cara de ardilla no era culpa suya, aunque parece ser que era bastante borrachín y muyeriego pero como general su conducta no es reprochable. Se le ha culpado de la carnicería de Verdún pero era más que otra cosa una figura decorativa, en el ejército alemán de entonces el que mandaba de verdad era el jefe de estado mayor, Knobelsdorf, y sí, ese sí era un carnicero, como Mangin entre los franceses.
Pero ambos no hacían más que cumplir órdenes de arriba, en el caso de los alemanes, Falkenhayn se empeñó en una batalla de desgaste y la prosiguió mucho después de que pasara toda oportunidad de éxito. Pero al contrario que Falkenhayn, Wilhelm se preocupaba por sus soldados y le horrorizaba el derroche de vidas y consiguió al final recurrir a su padre para destituir a su jefe de estado mayor y poner fin a la ofensiva. En el otro bando pasó algo parecido, Petáin se opuso a derrochar vidas como quería Joffre, y le dieron la patada para arriba.

Verdún fue una locura, aunque no más que el Somme, pero ni Falkenhayn fue un incompetente, su plan tenía su lógica y era casi lo único que podía hacerse en aquellas circunstancias, pero le salió mal. Por otra parte, Joffre, que fue desastroso para Francia, en Verdun se vio arrastrado a la batalla en contra de su voluntad y por presiones de los políticos, un poco como le pasó a Haig en el Somme. Al final, la mayoría de los generales de la Gran Guerra no son, salvo excepciones, ni fósiles anticuados incapaces de pensar en una solución ni orates que despreciaban y desperdiciaban la visa de sus soldados , si no simplemente hombres arrastrados por las circunstancias y afrontando problemas insolubles.

Con estos dos ejemplos, decía que a la hora de juzgar el pasado, hay que pensárselo mucho y comparar muchos puntos de vista. Lo que no quita para que haya muchos libros de pretendidos historiadores que no valgan ni para limpiarse el pandero con ellos. Caso de Beevor, que comento en el siguiente mensaje.

Ahora no tengo frescos los recuerdos de esos hilos, sobre el Kronprinz si recuerdo haberme explayado, pero es que esa batalla y en general esa guerra, me sacan totalmente de quicio.
De Brunete estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, sobre todo lo que he remarcado, lo clavas. Pero hablo de despropósitos y tú me das la razón en ese mismo párrafo tuyo. Más aún Brunete que cualquier otra de nuestra guerra, por su dimension frente a los resultados, nulos por parte y parte, con un frente al final estabilizado prácticamente donde estaba. Después de traerse desde el norte un montón de divisiones, las brigadas navarras, los mariscos de Galicia, etc. No, los nacionales tampoco estuvieron muy sembrados, se limitaron a recuperar lo escasamente cedido y ni eso si miras el mapa de situación.
 
Es igual, da lo mismo, se tenía que hacer, se tenía que intentar, todo ataque contra oriente es preventivo, era INEVITABLE, si no hubiese sido hacia Moscú hubiese sido hacia Berlín como finalmente fue, flujo y reflujo, Atila, Gengis Khan, Napoleón, Hitler y Stalin, occidente contra oriente y viceversa.


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Oriente ganó, occidente perdió y solo hay que echar un vistazo a cómo está el panorama demográfico en Occidente, no siempre ganan los buenos.
 
Alteró la verdad y mintió con descaro, asegura Beevor, pero continuando la lectura inmediatamente surgen las contradicciones y al final quien miente y altera la verdad es el propio escritor

Beevor es un miércoles. Un juntaletras a sueldo y como muchos británicos el típico que tiene la cabeza en el pandero. Su libro de Stalingrado no es gran cosa, y se mete tanto con alemanes como con rusos.

Desgraciadamente los libros de tipos como este (o el detestable Stephen Ambrose) , escritos por encargo y publicitados para el público general hacen mucho daño. Otra cosa es historiadores serios pero más o menos tendenciosos, como Max Hastings, o gente que quiere hacer dinero exprimiendo temas ya muy trillados como Christer Bergstrom, pero que al menos se han documentado.

Ahora, la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.

- Punto primero y último: La operación Barbarroja NO fue un ataque preventivo porque la URSS fuera a atacar a Alemania primero. Este es un mito de los apologistas nancys, que ya fue rebatido hace mucho.

Es que ese es el problema de la historia: las interpretaciones que se hacen de los hechos. Se pueden coger hechos objetivos, como la enorme fuerza del ejército soviético y su despliegue, y se pueden coger esos hechos aislados, seleccionando los que convienen, omitiendo los que no, y tergiversando para que los hechos encajen con una determinada agenda política o ideológica.

Por ejemplo, si alguien ha leído "Piloto de Stukas" de Rudel, este se muestra convencido ante el enorme despliegue de fuerzas de los rusos que veía desde su avión, en los primeros días de la oleada turística, que los soviéticos se preparaban para atacar a Alemania, y que la guerra contra Rusia estaba justificada.

Lo que vio Rudel desde su avión es un hecho, pero claro, que Rudel era un nancy impenitente, y además, ¿qué va a saber un simple soldado del frente de estrategia?

Que Hitler atacó primero a Stalin porque este tramaba atacarle eso es algo obvio, como que el pacto de no agresión era sólo temporal. Eso es un hecho. Pero falta concretar cuándo pensaba Stalin hacerle la guerra a Hitler. Y es obvio, e indiscutible que en 1941 Stalin no estaba preparado para eso. A menos que uno se crea las patrañas de un tal Rezun (bajo el nombre de Viktor Suvorov), un traidor y desertor de la Unión Soviética que escribió un libro "Rompehielos", en los años 90, en plena manía revisionista y anticomunista, diciendo que Stalin pensaba atacar, y Hitler se le anticipó con la operación Barbarroja. A Rezun ya le han desmentido desde hace muchos años. Y eso atendiendo a los hechos, sin entrar en las motivaciones personales del autor o su editor.


A ver, basta con pensar un poco. Después de las purgas de Stalin y los maníacos de la NKVD que decapitaron a las fuerzas armadas y la desastrosa Guerra de Invierno contra Finlandia ¿alguien puede creer en serio que el Ejército soviético estaba preparado para hacerle la guerra a una Alemania que había conquistado toda Europa? De hecho, lo mal que lo hicieron los soviéticos contra los fineses es lo que convenció a Hitler y la cúpula militar alemana que el Ejército Rojo era un coloso con pies de barro y que el régimen soviético era una "barraca podrida que se caería al dar una patada en la puerta",

También hay que tener en cuenta que para 1941, todo el prodigioso esfuerzo de rearme de la URSS durante la década de los 30 había sido en vano porque los blindados y la aviación se habían quedado obsoletos. El tanque más numeroso, el T-26, era una copia del Vickers inglés de 6 toneladas, para 1941 no sólo estaba obsoleto, si no que además aunque se habían fabricado decenas de miles, la mayoría tenían los motores y las suspensiones gastados y eran inoperativos o se estropearían enseguida en caso de guerra. Con la aviación, además de los obsoletos biplanos, el caza más numeroso era el Polikarpov I-16, de cabina abierta y con un motor radial de que era copia de uno americano, anticuado en relación con los Messerschmitt. En tanques ya estaban en producción los modernísimos T-34 y los temibles tanques pesados Klimenty Voroshilov, pero las unidades todavía no estaban familiarizadas con ellas y las unidades acorazadas estaban en proceso de reorganización.


Rezun y demás apologistas de los nancys se basan en otro hecho aparentemente incontrovertible, que el ejército soviético no estaba preparado para la defensiva, pero de hechos correctos se pueden extraer conclusiones incorrectas, como que eso implica necesariamente que se preparaba para una ofensiva.

El ejército soviético no hizo preparativos de defensa por tres razones fundamentales 1) políticas: pues Stalin sabía que el ejército no estaba preparado para la guerra y quería ganar todo el tiempo posible, apaciguando a Hitler con concesiones 2) doctrinales: pues el ejército se había preparado para una guerra mecanizada de maniobas ofensivas, con el fin de contraatacar y llevar la guerra fuera del territorio nacional y 3) razones prácticas de tiempo y esfuerzo

Sobre el punto tercero en efecto, no había posiciones defensivas... porque no hubo tiempo de crearlas. Antes de recuperar los territorios de Bielorusia y Ucrania que Polonia había arrebatado a la URSS , la frontera rusa estaba mucho más al Este, y las fortificaciones de la frontera estaban allí. Al avanzar para ocupar esos territorios, las fortificaciones quedaron atrás. Y en menos de un año no da tiempo a construirlas.

De hecho, el avanzar para ocupar militarmente los territorios antes perdidos a manos de Polonia y Rumanía (la Besarabia), fue en retrospectiva, un error estratégico colosal. Habría que sopesar si las ventajas obtenidas al aumentar la población (lo que implica más trabajadores y tropas), recursos y territorio, compensaron las terribles consecuencias para el ejército al producirse la oleada turística.

En efecto este avance supuso abandonar las fortificaciones de la frontera (como la línea Stalin en Bielorrusia), alargar las líneas de suministro, e imponer una carga logística y organizativa tremenda al ejército ruso. Un ejército de cientos de miles de hombres, pasando del milllón, no puede vivir en tiendas de campaña durante meses. A modo de muestra, un libro que he leído hace poco sobre el sitio de la fortaleza de Brest, ilustra los problemas. La vieja fortaleza del siglo XIX estaba abarrotada de tropas, más de diez mil, porque no había ningún sitio donde alojarlas. En vez de construir fortificaciones y adiestrar tropas para el combate, gran parte de los soldados estaban ocupados en trabajos de construcción: en ferrocarriles, almacenes, construyendo cuarteles para solucionar el alojamiento, campos de tiro... etc

Las ordenes de Stalin prohibiendo obsesivamente cualquier tipo de preparación o despliegue para la guerra para evitar "provocaciones" hicieron el resto. El ejército soviético no estaba preparado para defenderse, mucho menos para atacar en 1941.


Y ahora vamos sobre los números, prescindiendo por completo de Beevor, que o no sabe ni de lo que habla, o es un embustero. Para justificar la guerra de agresión contra un aliado, de conveniencia, pero que no le había dado todavía ningún motivo para atacarle, si no todo lo contrario, porque a medida que los preparativos de la oleada turística alemana se hacían más evidentes, Stalin aumentó los envíos de suministros y materias primas, creyendo que con ello apaciguaría a Hitler, éste exageró la amenaza soviética, cuando en realidad la había infravalorado enormemente.

La primera concepción errónea, y es un mito muy arraigado, es que los rusos eran enormemente superiores en número por su población y por eso pudieron perder millones de hombres y acabar venciendo la guerra por peso de los números.

En realidad al comenzar la oleada turística de la Unión Soviética, Alemania y sus aliados tenían una superioridad numérica aproximada de 3 a 2 sobre los rusos. El ratio de fuerzas fue fluctuando a lo largo de la campaña con los reveses, o desastres, de los rusos, la movilización de sus reservas, como ya respondió alguien antes, y el desgaste acumulado por los alemanes y aliados.

Que se puede resumir en ligera ventaja inicial del Eje al comenzar la oleada turística, ventaja que se acentúa con las victorias iniciales, equilibrio cuando entran en acción las reservas.. y así sucesivamente hasta que en el ataque final a Moscú los alemanes parten con ventaja numérica que perderían con la contraofensiva soviética de invierno y ya no volverían a tener nunca, por más que consiguieran superioridad en parte del frente en su ofensiva de 1942.


Dice Beevor que Hitler exagera al hablar de 160 divisiones, pero sin embargo los tres grupos de ejercitos del Eje que atacan la URSS en el verano de 1941 se topan con muchas más, con muchísimas más. Hitler falta a la verdad, es cierto, pero porque se queda corto. Miente quizás por que no sabe bien con quién se la juega realmente, o no quiere desmoralizar a sus tropas ante la verdadera dimensión de lo que van a enfrentar.
En las tres primeras semanas de ofensiva las cifras de prisioneros y material enemigo destruido són sencillamente brutales. En Minsk se ponen fuera de combate a 300.000 hombres y unos 2.500 carros de combate; En Smolensko otros 300.000 y más de 3000 carros y otras armas pesadas; En Uman 100.000; En Kiev 665.000.
Durante las tres primeras semanas de ataque 3.500 carros, 6000 aviones y más de 2.000.000 de hombres, entre prisioneros y bajas. ¿Cuantas divisiones pueden equiparse con 2.000.000 de soldados, 3000 carros de combate y 6000 aviones?.

Las pérdidas rusas son colosales, es cierto, pero hay que matizar que los datos suelen venir de informes alemanes que tienden a hinchar las victorias y las cifras de prisioneros y material capturado. Algunos cientos de miles de hombres atrapados en las bolsas, que fueron dados por eliminados consiguieron escaparse infiltrándose a través de los bosques y se reunieron con el ejército soviético, o se convirtieron en partisanos.


Luego, como bien apuntó otro, los soviéticos tenían la capacidad organizativa y el potencial demográfico para movilizar reservistas y crear nuevas divisiones y ejércitos para reemplazar a los perdidos, al respecto, estoy tentado de comprar este libro que lo explica, aunque debe ser un ladrillo muy técnico

Hitler's Nemesis: The Red Army, 1930-45 (Stackpole Military History Series) Dunn Jr., Walter S.


Lo que sí hay que precisar es que la movilización rusa no fue hacer levas de jóvenes reclutas apresuradamente instruidas y lanzadas al combate, si no que al contrario, se movilizó a los reservistas, esto es hombres mayores que ya habían hecho el servicio militar y los más jóvenes fueron encuadrados en nuevas divisiones, mientras que los voluntarios de mayor edad fueron encuadrados en las divisiones de la milicia, que a veces encuentras descritas como "milicias de obreros", porque precisamente fueron reclutadas en las ciudades entre los trabajadores.

Esto lo sé yo de varias lecturas de memorias de combatientes rusos de diversas armas, tanto infantes, como tanquistas o pilotos, que resultan muy notables, porque los soviéticos se tomaron su tiempo en adiestrar a conciencia a estos jóvenes alistados al empezar la guerra y no entraron en combate hasta un par de años después, en 1943.

Porque el precedente histórico ante una falta acuciante de hombres era movilizar a los reclutas más jóvenes, incluso antes de lo previsto, y darles una instrucción mínima y acelerada, como fue el caso de los "María Luisas" de Napoleón o la "quinta del biberón" en la Guerra Civil Española.

Es decir, durante 1941 y 1942 los soviéticos combatieron con los supervivientes del ejército de preguerra y reservistas movilizados, mientras en la retaguardia, se adiestraba a largo plazo, un ejército completamente nuevo, partiendo de cero, y sin acortar la instrucción, por desesperada que fuera la situación en el frente, ni aún con el enemigo a las puertas de Moscú ni en Stalingrado se recurrió a vaciar los cuarteles y enviar a los reclutas al frente, listos o no. Justo al contrario de lo que pasó en el ejército alemán y en general en cualquier ejército de las guerras mundiales, que se va rebajando la calidad de las divisiones al tener que repartir los cuadros de soldados y mandos instruidos antes de la guerra entre las divisiones de nueva creación, y que desciende la calidad de la tropa al tener que llamar a filas a reservistas cada vez mayores, y a reclutas cada vez más jóvenes, y que además se acorta el período de instrucción para llevar reemplazos al frente lo antes posible para cubrir las bajas, aunque esto implique sufrir más bajas debido a su poca instrucción y menor eficacia combativa.


Por supuesto, las divisiones de nueva creación de los rusos no eran comparables en calidad ni a las del ejército de tiempo de paz, ni por supuesto las alemanas, pero como apuntaba Halder, el jefe de estado mayor del ejército, en su diario ,"ahí están"

Y es esta enorme capacidad de reconstitución del ejército ruso, en tropas y en material, la que hace vacilar a Hitler y a sus generales, pasada la euforia de los triunfos iniciales. No se lo esperaban, y luego las vacilaciones estratégicas a mediados del verano, si atacar hacia Moscú o hacia Kiev.

Luego, tras el triunfo en Ucrania, en el otoño, y al encontrarse sus tropas con las milicias de obreros, Hitler se autoconvence de que los rusos están acabados, si tienen que movilizar a las milicias, es que han agotado sus recursos humanos, y bastará un golpe final para tomar Moscú antes del invierno. Un tremendo error de cálculo, porque aún quedaban muchos rusos, las divisiones venidas de Siberia aparte, que no fueron un refuerzo tan decisivo como suele decirse.

Al año siguiente, con la retirada de los rusos hacia el Volga, Hitler repitió el error, se autoconvenció de que a los rusos ya no les quedaba nada. Y de ahí la locura de Stalingrado.
 
Última edición:
Con estos dos ejemplos, decía que a la hora de juzgar el pasado, hay que pensárselo mucho y comparar muchos puntos de vista. Lo que no quita para que haya muchos libros de pretendidos historiadores que no valgan ni para limpiarse el pandero con ellos. Caso de Beevor, que comento en el siguiente mensaje.

Desde que se invento el telegrafo los militares empezaron a comprobar lo penosa que es la ingerencia de los politicos en las acciones militares. Son muchos los que han tenido que realizar acciones que sabian que eran casi locuras o que la intromision del politico de turno modificaba los preceptos iniciales y los objetivos.

Como paso con la flota rusa enviada a Asia en la guerra ruso-japonesa de 1905 es una claro ejemplo. Obligando al almirante ruso a esperar hasta que se uniesen barcos con dudoso valor militar que al final fueron mas un lastre que una ayuda.
 
Refloto el hilo para hacer algunas puntualizaciones y porque el mensaje que escribí antes me lo he trabajado y es bueno. También sirve de contestación parcial a otro hilo paralelo sobre por qué los alemanes no fueron derechos a Moscú desde el principio.

Para empezar, respondiendo una vez más a la pregunta del hilo, eso de que Barbarroja fue un ataque preventivo es un absurdo que no tiene ninguna base real. El problema es que la visión occidental de la guerra en el Frente del Este está muy distorsionada porque sólo tenemos la versión alemana, y la condicionada por prejuicios ideológicos durante la Guerra Fría, que se vieron reforzados con el colapso del comunismo durante los 90, del árbol caído todos hacen leña. Y durante los últimos veinte años de rusofobia desatada, ya ni siquiera con la coartada del anticomunismo.

Prescindiendo de ideologías, que la oleada turística alemana, pilló a la Unión Soviética, si no por sorpresa, sí mal preparada, es tan evidente que descarta totalmente cualquier idea de que Stalin pensara invadir Alemania, o ponerla de rodillas cortando el flujo de suministros y materias primas. Si es que sucedió exactamente lo contrario. Stalin ante la vulnerabilidad de la URSS, de la que él tenía buena parte de la culpa, era muy consciente de la necesidad de evitar dar a Hitler cualquier pretexto para declarar la guerra, por lo que aumentó las entregas de petróleo y otras materias primas en un vano esfuerzo para apaciguar a Hitler y evitar la guerra.

Para el que quiera saber más sobre la visión rusa de la guerra, y sepa inglés (o quiera apañarse con el traductor de internet) recomiendo encarecidamente los libros y el sitio web de Artem Drabkin. Los libros los publica Pen & Sword.

Aparte del de la fortaleza de Brest, estoy empezando

Barbarossa through Soviet eyes: The first 24 hours

Puntualizaciones

Esto lo sé yo de varias lecturas de memorias de combatientes rusos de diversas armas, tanto infantes, como tanquistas o pilotos, que resultan muy notables, porque los soviéticos se tomaron su tiempo en adiestrar a conciencia a estos jóvenes alistados al empezar la guerra y no entraron en combate hasta un par de años después, en 1943.
...

Es decir, durante 1941 y 1942 los soviéticos combatieron con los supervivientes del ejército de preguerra y reservistas movilizados, mientras en la retaguardia, se adiestraba a largo plazo, un ejército completamente nuevo, partiendo de cero, y sin acortar la instrucción, por desesperada que fuera la situación en el frente,

Como escribo de memoria, a ratos perdidos en el trabajo, y sin pretensiones académicas, como en un foro de historia militar especializado, no puedo garantizar todos los detalles. La descripción que hago es una idea que me he formado, ya he citado antes un libro que explica en detalle toda la movilización soviética, pero al final he desistido de comprarlo porque sea incluso demasiado árido para mí.

Lo que he escrito es cierto para los oficiales, los rusos se tomaron su tiempo para adiestrar los cuadros de los nuevos ejércitos que lanzaron a la lucha a partir de 1943, nada de hordas de carne de cañón. No estoy seguro si esto también se aplicó a la tropa, en tres meses se puede formar a un soldado de infantería a toda prisa. Pero parece que en su movilización los rusos se tomaron su tiempo y actuaron a largo plazo, acumulando grandes reservas estratégicas, sobre todo en el año 1942.

- De todas formas, la instrucción en general se acortó y se intensificó en los meses previos a la guerra. Gracias a eso se dispuso de cuadros y pilotos para cuando la producción de armamentos pudo reponer las pérdidas del primer año de guerra e introducir nuevos tanques y aviones. Los pilotos rusos estarían poco entrenados, pero gracias al enorme esfuerzo en formar miles de ellos antes de la guerra pudo la URSS reponerse a la destrucción completa de la fuerza aérea en los primeros meses de la oleada turística, recuperar el equilibrio y lograr finalmente la supremacía aérea

- Tenía sentido movilizar a reservistas ya instruidos, incluso los de más edad, que lanzar a jóvenes reclutas pobremente entrenados a la lucha. El soldado del ejército rojo de preguerra estaba bien instruido y motivado, en el libro que estoy leyendo lo menciona y corrobora diversas memorias que he leído, así como una valoración alemana recogida por los americanos en su "German Report series"


Mikhail Sandler un sargento en la 65ª Brigada de Tanques acantonada cerca de Lvov recuerda
(p 4-5)

"Todos los soldados estaban bien vestidos y calzados. Estábamos mejor alimentados que lo que estábamos en la vida civil. Comíamos gachas con carne todos los días, excepto el "día del pescado"... Muchos de los chicos querían reengancharse y seguir en el ejército"


Para ponerlo en perspectiva, el racionamiento se abolió sólo hacia finales de los 30. Gracias a la colectivización, la Unión Soviética había logrado la suficiencia alimentaria y se habían terminado las hambrunas periódicas. La gente era todavía muy pobre pero se vislumbraba una vida mejor. El ejército, a través del servicio militar, servía como agente de cambio en el desarrollo. Por eso, como admiten los alemanes en su informe , el soldado ruso promedio era leal al sistema comunista, y en general era un "combatiente de primera clase".

página 6

El ejército no sólo podía calzar, vestir y alimentar para fortalecer a muchachos que no se habían recobrado del todo de la hambruna de comienzos de los años 30, si no que también les daba una profesión. El veterano Alexander Bourtsev recuerda:

(p 7)

"Todos soñábamos con servir en el ejército. Recuerdo que los chicos volvían a casa como si fueran otra persona después de tres años de servicio. Se fue un pueblerino de aldea y volvía un hombre culto e instruido, físicamente mucho más fuerte... Erea capaz de trabajar con maquinaria, de ser un líder.. eso es lo que el ejército daba"

Esta digresión es necesaria para explicar el fenómeno de que el ejército ruso resultó ser mucho más grande de lo previsto que los alemanes. O como ya he dicho, en realidad el ejército activo no era tan grande, en la primera fase de la oleada turística estaba ligeramente superado en número por los alemanes y aliados. Lo que existía era una sociedad ya en plena movilización de guerra, capaz de levantar nuevos ejércitos movilizando a reservistas y lista para la producción en masa de nuevas armas y material de guerra con los que pertrecharlos.

Tengo que detenerme aquí. Ya continuaré luego.
 
Última edición:
El caso es que el grueso del ejército Rojo estaba concentrado en la frontera occidental, y hubiera bastado una simple orden política del Kremlin para ponerlo en marcha. Los soldados alemanes, desde Rudel a Manstein, en las primeras fases de Barbarroja se dieron cuenta de este hecho sin que hiciera falta ninguna propaganda propia. De hecho parecía confirmar lo acertado de lanzar la campaña, aparte de otras consideraciones ideológicas.

¿ Qué hubiera sido más rentable política y hasta militarmente para los alemanes esperar el previsible ataque soviético en una postura defensiva, al menos inicialmente, y aprovechar el intervalo para seguir aporreando a los Pérfidos en el Mediterráneo y Medio Oriente? Seguramente si. Pero tenía el riesgo de dejar expuestos algunos territorios alemanes como Prusia Oriental. En Berlín no cayó muy bien que los rusos comunistas entraran en Lituania el año anterior. Y también se deseaba garantizar la seguridad del petroleo rumano.
 
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