dabuti
Nutriéndome con lágrimas de de derechas....
EL HIJO ES UNA guano POR HACER FIRMAR ESO A SUS PADRES.
MIS 2.000 EUROS (MI FAMILIA SOMOS 4 A 500 CADA UNO) QUE HE PAGADO DEL RESCATE A BANKIA SE LOS REGALO A ESTOS SEÑORES VIENDO QUE YO JAMÁS LOS VERÉ.
PAÍS DE BANQUEROS, POLÍTICOS Y CIUDADANOS, COMO ESE HIJO, me gusta la fruta............
Desahucia a sus padres sordomudos | Madrid Home | EL MUNDO
MIS 2.000 EUROS (MI FAMILIA SOMOS 4 A 500 CADA UNO) QUE HE PAGADO DEL RESCATE A BANKIA SE LOS REGALO A ESTOS SEÑORES VIENDO QUE YO JAMÁS LOS VERÉ.
PAÍS DE BANQUEROS, POLÍTICOS Y CIUDADANOS, COMO ESE HIJO, me gusta la fruta............
08/10/2016 02:58Las bombillas del techo se iluminan cuando suena el telefonillo. Parpadean varias veces. El destello se ve desde la calle. María del Carmen Lebrón, 81 años, sordomuda de nacimiento, se asoma por la ventana para ver quién llama.
Las bombillas del techo se vuelven a iluminar cuando suena el timbre de la puerta. Antonio Pleguezuelo, 76 años, sordomudo por una meningitis a los cuatro años, es el que abre. Sorprendido por la visita inesperada, este carpintero jubilado coqueto se quita rápido la camiseta interior blanca sin mangas y se pone una camisa azul.
El banco les reclama la vivienda tras el impago de una deuda de 101.000 euros
En el tercer piso del número 5 de la calle Velázquez en Pinto, este matrimonio discapacitado lleva 50 años viviendo en silencio. Como su televisión, encendida sin volumen. Las imágenes les bastan para pasar entretenidos la tarde. Un tiempo que, según la carta de Bankia que les llegó hace dos semanas, puede ser limitado. Tienen hasta las 12 de la mañana del 30 de enero para abandonar su hogar en este municipio madrileño a 30 kilómetros de la Puerta del Sol. Aquel por el que han correteado sus cuatro hijos. Ahora, están desahuciados por una deuda con el banco de 101.000 euros. Todo por culpa de su hijo pequeño, Gregorio, de 37 años.
El mediano de los hermanos, Benjamín (43), nos explica por qué: «El problema de mis padres es que en 2005 sirvieron de aval a Gregorio para que se comprara una casa. Él les llevó engañados al notario sin saber que iban a firmar, son analfabetos y minusválidos, pensaban que era algo del seguro. Después mi hermano vendió el piso en el que mis padres figuraban como compradores y no pagó el préstamo», explica Benjamín, cerrajero de profesión.
Él se enteró de la situación hace cuatro años de casualidad. Un día visitando a sus padres con su mujer Vicky, empezaron a revisar las cartas como de costumbre. Una de ellas tenía un apercibimiento por el préstamo del banco. «Entonces descubrí todo lo que había pasado y mi hermano no quiso saber nada», explica Benjamín, quien añade que el notario también engañó a sus padres dejando que firmaran siendo consciente de sus limitaciones.
El hijo vendió el piso pero no canceló la hipoteca con el dinero
La prueba está en la escritura de la hipoteca: «Les advertí del derecho que tienen a leer esta escritura por sí mismos, del que usaron, haciéndolo además yo, el Notario, íntegramente y en alta voz, prestando su consentimiento los comparecientes». Si, dice que lo dijo en voz alta a unas personas sordas y que leyeron el documento sin saber leer. «Es ridículo, obviamente falso. Esto no se puede permitir. Solo pedimos que les dejen quedarse en su casa, aunque sea pagando un alquiler social. Es muy injusto», sentencia Benjamín.
Dos años después, Gregorio volvió a hacer una ampliación del préstamo poniendo como aval la casa de sus padres ante otro notario. La vivienda salió a subasta en mayo y se la adjudicó Bankia al no tener compradores. La abogada que lleva el caso, Carmen Ten, va a pedir responsabilidad y daños y prejuicios al notario que permitió el aval. «La idea es paralizar la ejecución hipotecaria», afirma la letrada. El mediano de los hermanos Pleguezuelo, Benjamín, ha creado una petición en la plataforma Change.org para paralizar el desahucio de sus padres. Ya ha recogido más de 2.000 firmas.
Los protagonistas, Antonio y Carmen, no hablan. Tampoco se saben el lenguaje de signos. Son analfabetos y nunca lo aprendieron. Una sola mira cómplice les es suficiente para comunicarse. Cuando Carmen coge el autobús para ir a casa de su hijo Benjamín en Villaverde, siempre lleva una nota que enseña al conductor y que dice que es sordomuda y que le avise para bajarse en el distrito madrileño.
El hermano dice que fueron engañados, que creían que iban a firmar un seguro
«Los del banco sabían su deficiencia y aún así han puesto fecha al desahucio», protesta el hijo, que a los cinco años se fue a vivir con sus abuelos. Ellos ayudaban a Antonio y a Carmen en todas las tareas que por su discapacidad no podían cubrir.
A Antonio le gusta enseñar las fotos de su boda y de su familia. Pero el retrato de su hijo Gregorio de joven le come por dentro y hace gestos de enfado apretando los puños y negando con la cabeza. La cara de su mujer, Carmen, es de tremenda tristeza. Benjamín les explicó con delicadeza por qué se tienen que ir.
Al piso de menos de 60 metros cuadrados en Pinto, también llegan José y Elena, dos de los hermanos de Carmen. Su progenitora, Julia, tuvo seis hijos, tres de ellos sordomudos de nacimiento. Acaban de tener una reunión con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que les van a ayudar .
Si no dan con una solución tendrán que dejar su casa el próximo enero
Elena es la que mejor se entiende con su hermana y a su cuñado. Tienen un código de manos íntimo para mantener una conversación básica. «Ahora les van a dejar en la calle y no tienen a donde ir. No deben salir de su entorno porque no pueden valerse por si mismos. Aquí tienen su casa adaptada, les conoce todo el barrio y en los comercios saben como tienen que tratarles», precisa Elena
Explica por qué hay un periodista y un fotógrafo en su casa. La anciana pareja, primero junta las manos haciendo gesto de «que se van fuera», después, mueven los dedos simulando una firma mientras niegan con la cabeza. La traducción de la familia: «Ellos firmaron porque confiaban en su hijo».
Las bombillas del techo vuelven a parpadear varias veces. Alguien vuelve a llamar. En enero, si nada lo impide, serán los del banco quienes toquen el timbre para echarles de su casa.
Desahucia a sus padres sordomudos | Madrid Home | EL MUNDO
Última edición: